Capítulo 10: Libertad.

No iba a dejar de escribir hasta que apareciera Rusia <3

           

Disclamer: Los personajes de Hetalia no me pertenecen  su dueño es Hidekaz Himaruya.

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Inglaterra.

En el nuevo año Inglaterra realmente no sentía un nuevo año de paz y tranquilidad al contrario la marca en su cuello se hacía notar más hasta cierto punto en el que se notaba como una herida verdadera que apretaba hasta que la sangre fluyera.

Pasaba días enteros acostado su en cama siendo regañado por su jefe por no ir a reuniones de emergencia, otras veces oía el sonido de las bombas en su país inclusive en los lugares más lejanos. Otras veces se despertaba en medio de la noche vomitando o gritando del dolor por su herida.

Si lograba levantarse de su lugar se quedaba buen rato rascándose su herida dejándolo un rojo vivo.

—Estoy empezando a pensar que la vida me odia tal vez todo me odia.

Era finales de abril y de acuerdo con su tradición cumplía años ese mes lástima que no lo disfruto como esperaba ya que se había quedado en cama durmiendo.

Unión Soviética, Mayo de 1941

Para Iván ver a su ejército marchar en el día del trabajo fue una demostración a esos sucios alemanes del poderío que tenía un centenar de hombres.

Obviamente conocía el potencial de la nación alemana lo había visto en Polonia y en lo que había oído pero que pérdida de tiempo.

Quisiera quedarse como Polonia en el bosque lleno cuerpos.

—Joder esto me están causando un presentimiento extraño— le había dicho a su jefe mientras este solo lo miraba directamente —Mis hermanas y los bálticos andan muy extraños tal vez anden planeando algo en mi contra— siguió esperando una respuesta que nunca llego.

Si entraba en esa guerra irían todos contra él como en los viejos tiempos cuando era un bebé y todos los países lo atacaban.

Decidió retirarse e irse a las calles de Moscú donde la gente que no le importaba ese tipo de acciones y solo camino en la hermosa época de primavera que hacia revelar a las hermosas flores específicamente los girasoles.

Miro el teatro viejo y se decidió adentrarse ahí para admirar el legado de los zares.

No se encontraba nadie y no le pareció nada extraño es decir ¿Quién tenía dinero para pagar una función de teatro? 

Se adentró al escenario mirando los asientos repletos de tierra y la luz que apenas se hacía notar en el lugar ¿Este era el hermoso legado de los 300 años de la dinastía Romanov? Se cuestionó al mirar las condiciones deplorables.

Se subió al escenario y entonces intento recordar esa hermosa época de la familia real donde uno bailaba en las fiestas, donde conoció el amor y sin darse empezó a tararear una de las tantas melodías antiguas donde se sentía otra vez vivo.

Era un bebé en el cuerpo de un adulto, a sus veinte y tres años de nacido, no recordaba a su totalidad sus costumbres o tradiciones, los jefes que había tenido a lo largo de la historia y a su familia.

Gracias al tener varias cosas en su sótano logro encontrar con varias tradiciones y su historia casi en completo.

Movió sus pies imaginado a su amor de su vida bailando a su lado sosteniéndolo para luego besarlo apasionadamente.

Pero

¿A quién besaras si no hay nada?

Y sus pies regresaron a la tierra, a la cruda y miserable tierra donde ya no tenía el cual pelear que ellos se matasen y apuñalaran dagas en la espalda.

Como a él.

Empezó a bailar nuevamente al compás de otra melodía esperando a que su vida se le fuera arrebatada.

—Sabía que aquí te encontraría vanya— hablo su hermana Ucrania entrado al teatro —Oh hola hermana— saludo deteniendo su baile —Baila conmigo— pidió para luego sujetar a su hermana y subirla al escenario dejando la canasta de víveres en el lugar —¿Pasa algo vanya?— pregunto su hermana bailando también —Nada, solo lo recordaba.

Katyusha era una hermana que a pesar de las adversidades de la vida lograba salir adelante junto a sus hermanos y eso era algo que necesitaba ser premiado. Tanto era su esfuerzo para ser la hermana perfecta que nunca se obtuvo una recompensa.

Mientras bailaban se olvidaron de las adversidades que se les aproximaba en un futuro y de una posible traición más allá del presente.

Regresando a su casa fue recibido por Lituania que lo saludo de la manera más cortes y nerviosa posible —Si me disculpan iré a mi cuarto a dormirme— dijo para luego retirarse a su habitación quedándose en su balcón fumando, admirando el paisaje tan fresco que le daba desde esa altura.

—Dijiste que te ibas a dormir hermano— fue esta vez Bielorrusa quien se encontraba en su habitación —Привет hermana— saludo sin voltear a verla —¿Por qué fumas hermano? Fumar te hace daño...

—Bielorrusia— llamo su hermano con un tono serio y autoritario asustando a la mujer —Podrías dejarme en paz— pidió oyendo como su hermana se retiraba ante su orden.

Se quedó  mirando el paisaje sentado en una de sus sillas en el aire exterior, una guerra revolucionaria siendo pasada a una guerra civil para que al final muriera la Rusia imperial en una congelada noche en Ekaterimburgo.

Junio

—Ya llegue— anuncio el ruso entrando a su casa al no oír respuesta se asustó un poco —Hermana, Natalia— llamo a la soledad —¿Toris?— pregunto esperando una respuesta —¿Alguien?— pero nada estaba solo, nuevamente.

Su teléfono sonó y se acercó a contestar —¿Bueno?— y sin esperar un hola fue ordenado a ir al casa de Stalin de inmediato por la declaración de guerra de los alemanes junto Italia y Rumania esto ya era un caos.

—Voy para allá.

Fue al patio principal sacando su más preciado tesoro: un carro de año hecho en Estados Unidos y se fue lo más rápido que podía ese carro.

Casi todo un día entero conduciendo hasta Sochi hasta casi quedarse dormido en plena carretera.

—¡Maldito seas Alemania!

Su jefe se encontraba sentado en su escritorio tomando un trago de vodka mientras sus hombres les explicaban la situación en la que se encontraba Rusia entro a escena agitado y se sentó en una de las sillas frente a su jefe volteando a ver los mapas de la URSS con varias tachuelas en puntos estraticos para  la ofensiva.

—Tome— le dijo su jefe mostrando varios papeles importantes —Los nazis ya han tomado varias ciudades importantes en Bielorrusia y Lituania pronto irán por nosotros— continuo su jefe  observando la expresión de la nación.

—Gran Bretaña le manda su apoyo, junto a los Estados Unidos— prosiguió el hombre —Y Finlandia ya ha declarado la guerra.

—Llévenme a Ucrania— ordeno mirando a Stalin —No— fue la respuesta que salió de la boca del hombre —Te quiero aquí en caso de una posible derrota— Rusia se encontraba a su punto muerto no llegaban a  ningún lado y eso le causaba enojo.

—Sus hermanas saben defenderse inclusive sus subordinados, no había dicho que traían algo en manos todos ellos.

Ese era lo que más odiaba de las guerras: las traiciones esas pequeñas dagas que se encajaban en su espalda poco a poco, Alemania podría manipular a sus hermanas para estar en contra de él.

Se quedó en silencio mirando el mapa con una pequeña tachuela pitada de rojo —¿Qué significa la tachuela roja?

—Nuestro ejército.

**

Yo al escribir a Iván en la historia ¡Por fin!

Solo falta Estados Unidos!

Datos Históricos Y Referencias.

1 de Mayo del 41: En el día de trabajo en la Unión Soviética este hizo un desfile militar demostrándole como lo dice en la lectura que no eran pequeños.

Quisiera quedarse como Polonia en el bosque lleno cuerpos: en la primavera de 1940 miles de polacos fueron asesinados a manos de los soviéticos conocido como la masacre de Katyn.

En Junio de 1941 Alemania le declara la guerra a la URSS junto con varios países más como Finlandia.

Y si falta Estados Unidos U-U

Bueno Bye***

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