Naruto mordió sus labios observando su techo, se sentía extraño, tenía una extraña necesidad de estar con Itachi, había estado entrenando arduamente para recuperar su condición con velocidad, no podía ser tomado por sorpresa por el enemigo, ya no usaba muletas ni ocupaba la ayuda de su Uchiha, gracias a kami había dejado de ser una carga, el pequeño soltó el aire que retenía, la puerta se abrió dejando ver a Itachi quién sonrió al verlo, a diario lo esperaba para que le inyectará el sedante, ahora podía hacerlo él, pero le agradaba sentir que era importante para el mayor -¿cómo te encuentras? -Naruto sonrió ligero -bien -golpeó suavemente el lado vacío en su cama invitando al mayor a sentarse, el Uchiha no dudó, de inmediato se sentó recargándose en la cabecera, el rubio se acercó algo avergonzado, el Uchiha vio con sorpresa como se acomodaba su rubio en su pecho, el mayor sonrió complacido, con su brazo derecho lo acercó a su cuerpo, sintió al pequeño aferrarse a su cuerpo y absorber su aroma, cerró sus ojos disfrutando su cercanía, su calor, absorbió su deliciosa fragancia a vainilla, podía sentir su cuerpo reaccionar, mordió su mejilla resistiendo un poco esa sensación, no quería presionarlo, mucho menos hacerlo sentir mal, le daría el tiempo que él quisiera.

Naruto podía escuchar el corazón de Itachi acelerado, eso le encantaba, besó su pecho suavemente -¿me quieres? -Itachi levantó sus cejas un poco con sorpresa, se sonrojó bastante, el rubio levantó su rostro observando su reacción, sonrió ligero, el azabache asintió tímido -te quiero -el Uzumaki observó sus labios, se acercó invadiendo su espacio, tenía una enorme necesidad de sentirlo, de sentirse amado, mimado, querido, la terapia últimamente le había ayudado bastante, ya podía cerrar sus ojos y esos recuerdos comenzaban a perder peso y ser menos insistentes, el rubio los ignoraba queriendo seguir adelante para estar sano para él y para su pareja, se lo había prometido a su padre, a su Ero-sennin, a su abuela, a su Itachi y a muchos otros, besó los labios de su pareja suavemente, Itachi lo apretó un poco hacia su cuerpo, su lengua se introdujo en sus labios pequeños y gorditos, comenzó a jugar un vals lento con la lengua del pequeño, probaban su sabor en un juego coordinado -mnh-

Las manos del mayor comenzaron a recorrer su espalda hasta llegar a su cintura y atraerlo más a él, el beso comenzaba a acelerarse y hacerse fogoso, caliente. Naruto subió sus manos por su fuerte pecho y hombros, rodeando su cuello, cruzó su pierna sobre las piernas del azabache, Itachi jaló de él subiendolo por completo en su cadera, podía escuchar sus pequeños gemidos que comenzaban a desquiciarlo, apretó su cadera queriendo sentir la respuesta de su cuerpo, estaba duro igual que él, sonrió complacido, su mano comenzó a colarse por su pequeña playera azul, acarició suavemente su piel acanelada con las yemas de sus dedos, ardía al toque. El rubio comenzó a perderse, a nublarse por el deseo, su cadera comenzó a moverse, rozando suavemente su miembro sobre el miembro del mayor, el aire comenzó a faltar, respiraron un poco mientras se regalaban besos y miradas llenas de deseo, el movimiento del pequeño no paraba, el Uchiha apretó su cintura comenzando a guiar el roce.

Naruto deseaba más, el movimiento se hizo errático y veloz entre ambos -Ita… chiii -susurró el pequeño, perdido en su deseo, al Uchiha ese llamado y rostro lleno de deseo lo volvía loco, sus manos bajaron a su trasero apretándolo con morbo, comenzando a tomar el control, se movían uno contra el otro deseando liberarse, sus miembros comenzaron a palpitar insistentemente, podían sentir esa deliciosa sensación, se besaron con necesidad suprimiendo ese gemido audible entre sus labios que marcaba su liberación, se liberaron con fuerza, continuaban moviéndose en un suave vaivén mientras sus respiraciones agitadas trataban de compensarse, sonrieron divertidos regalándose pequeños piquitos y sonrisas.