Prólogo
Te escribo estas cartas.
Son mis recuerdos.
Nuestros recuerdos. Aquellos que dejaste.
Sé que nunca leeras esto. Porque me encargaré de que no lo hagas.
Y porque tampoco estas aquí.
Te sigo amando.
En ocasiones aparecen personas maravillosas en nuestra vida, pero no se quedan a compartirla contigo, porque no pueden, no quieren o no deben hacerlo.
Pero estuvo ahí, entonces tendrás que decidir, si estarás triste porque se fue o feliz porque sucedió y disfrutaste el tiempo que estuvo contigo -por muy poco que creas-.
Y nunca más vuelves a encontrar a alguien como él, y es ahí, en donde te das cuenta de que hay personas que solo aparecen una vez en nuestra vida.
Y ese día sabrás que, tienes que aprender a valorar el tiempo con esa persona y todo lo que compartiste con ella.
Por eso yo, no me arrepiento de absolutamente nada.
Compartiste conmigo todo lo que tenías para dar y todo lo que pudiste.
Te lo agradezco.
Aunque te extrañe más de lo que imaginé.
Me enseñaste a apreciar el ahora, y ahora, no quiero que el tiempo avance.
No me arrepiento,
Pero si me hubieran dicho que tu eras tan valioso,
Te hubiera intentado encontrar mucho antes en mi vida.
Atte: La mujer a la que un día amaste.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top