4.- Más Santo que Tú.
[Finalmente... Un destello de luz se colaba por una de las ventanas de la habitación, mostrando tal vez que aún hasta en los lugares más oscuros del mundo podía llegar la luz. No obstante, esa oscuridad es cómo el universo, perdurará hasta el fin de los tiempos, por distintos motivos, por distintas circunstancias y hasta por la humanidad misma o quizás no... El universo está constituido de miles de cosas, pero todo parte de acciones y eventos pues son estos los que van transformándolo. Asimismo, la vida de una persona podría considerarse cómo el universo propio de cada persona, puesto que dependerá de factores, eventos y acciones para que esta se vaya moldeando, para que se marque un destino, para que se escriba la historia de cada persona.
Y si bien, cada momento vivido marca un antes y un después a lo largo de nuestras vidas, no siempre "el recordar es vivir" cumple con su expresión misma, ya que así cómo la mayoría puede recordar con nostalgia y cariño todos esos buenos momentos, incluso los malos que se quedan cómo una anécdota para su retroalimentación; hay algunos que simplemente no pueden y no les gusta recordar su pasado, porque aunque suene ilógico, lo tienen presente y muy marcado...]
[17/09/20XX]
- Sala W6H27 -
*La "frágil" y débil Loan no podía seguir resistiendo la presión que su mente ejercía sobre ella, sus recuerdos siempre la transportaban a los momentos más oscuros de su vida, no podía dejar de pensar en el futuro y cual sería la forma en que terminaría, simplemente era insoportable, desesperante y asfixiante lo afectada que se encontraba su mente debido a todo el dolor que su interior acumula y por mera represión no ha sido capaz de liberar. Eso es lo que la terminó llevando hasta su momento en el presente, estando frente a frente con su psicóloga Rinn, sin opciones y haciendo aquello que más le costaba hacer, expresarse*
— Está bien Loan, cuando te sientas lo suficientemente cómoda podemos empezar. - Mencionó Rinn tratando de mostrarle su empatía a Loan -.
— Bien... - Soltó un largo suspiro mientras trataba de buscar la posición más cómoda en su cama -.
— ¿Ya estás cómoda?
— No lo sé, no le he estado en los últimos años...
— Eh bueno... - rascó su nuca con cierta incomodidad - Espero que este espacio de tiempo que tomaremos para hablar sea de tu agrado y pueda ayudarte, si así lo deseas.
— Aún así no espero mucho...
— Eh, si me lo permites, puedo decirte con franqueza que la elección que tomaste fue acertada y será mi trabajo el que te dé fundamentos para creerlo.
— Bueno, mejor es nada. ¿O dígame, ya no hay vacantes para recibir un "trato especial" o una maravillosa "descarga controlada" por parte del "capacitado" personal que hay aquí?
— Por el momento no entraremos en esos detalles. Así que pasando a detalles que si nos conciernen a ambas... ¿Podrías decirme cuál es la causa exacta por la que estás aquí?
— ¿Perdón? ¿Acaso no le dio un vistazo a mi expediente antes de venir?
— Por supuesto, pero eso sólo me sirve para sacar una interpretación subjetiva de acuerdo a las pruebas expuestas y eso no es tan útil del todo, ya que no sólo es retomar lo que otros dedujeron con respecto a tu situación... ¿Me entiendes? Necesito conocerlo directamente desde el fruto de ello, pero desde la raíz.
— Si, creo...
— Entonces, retomando mi pregunta, ¿Qué causó tu estadía aquí?
— Pues no tengo mucho que decir, todo debe de estar en el expediente, ya he dicho bastante antes y cómo puede ver, no ha servido de mucho...
— Reconozco que estás en todo el derecho en pensar así, pero eso puede deberse a que tal vez; con todo respeto, que tú no...
— ¿Qué yo qué? - Preguntó amenazante -.
— Qué tú no tomes la iniciativa o que simplemente no tengas la intención de querer recibir ayuda por parte de otras personas.
— Yo... Y-Yo...
— Te lo volveré a repetir por si no te quedó claro; a mi me puedes tener la confianza que desees y contarme lo que creas que yo deba saber para ayudarte, sé que suena muy precipitado, pero puedo ser una amiga para ti con tal de que...
— ¡NO, NO NECESITO ESO! ¡YO NUNCA HE TENIDO AMIGAS Y ESPERO QUE SIGA SIENDO A...!
— ¿Estás segura de eso? - Preguntó con seriedad, sintiéndose algo preocupada por la repentina reacción de la rubia, pero mantuvo su postura -.
— ¿¡POR QUÉ MENTIRÍA!?
— ¿Y Liena?
— ¿LIENA?
— Si, tu prima.
— Pero... Pero... ¡Ella no cuenta cómo una amiga!
— ¿Ah no? ¿Estás segura?
— ELLA... YO... NO...
— Tranquila Loan, no estoy buscando incomodarte, sólo quiero que empecemos a hablar...
*La habitación se llenó de silencio (otra vez...) y una terrible tensión se combinó en dicho ambiente, la profesionista no quería abrir más las heridas que seguramente Loan aún no lograba sanar pero si deseaba empezar a entrar profundamente a la mente de ésta tenía que ser paciente. Por otra parte, la joven paciente fue tomada por sorpresa y se arrepintió de la actitud que estaba tomando con su psicóloga, o bueno, hasta cierto punto, pues también se sintió atacada y no sabía si era viable seguir hablando, estaba consciente de que era parte del trabajo de Rinn, pero aún así no terminaba de estar cómoda por más que lo intentara*
— ¿Ella fue lo más cercano que tuviste a una hermana, cierto? - preguntó tomando la iniciativa, pero la rubia se quedó callada - Claramente fue más que prima, fue tu casa hermana y tu mejor amiga, ¿No es...? - Fue interrumpida abruptamente -.
— ¿Cómo supo de su existencia? - preguntó cabizbaja - T-Tengo entendido que m-mi madre no hizo m-mención de algún familiar cuando m-me registró... - Su tartamudeo se hizo evidente, producto de la remembranza que estaba teniendo -.
— Bueno, aunque tu apellido no es muy común de escuchar, debes saber que es bastante popular en esta ciudad.
— ¿Y n-no precisamente por algo bueno, v-verdad?
— No, en lo absoluto.
— N-No me sorprende...
— Cómo sea, eso no importa Loan, tú eres la que realmente importa.
— Aún n-no ha respondido m-mi pregunta del todo... - Dijo ignorando el comentario de la psicóloga -.
— Bueno, además de que tu apellido es relativamente conocido, ya la habías mencionado con tus anteriores psicólogos o al menos con los más antiguos.
— Oh...
— Todo queda en el registro Loan, hasta lo más mínimo que menciones.
— Oh... ¿Y-Y e-esto también quedará e-en el registro? - Preguntó preocupada -.
— No necesariamente, cómo dije, lo importante es que tú te encuentres bien y podamos hablar...
— Entiendo... - suspiró con pesar - Aún así, n-no miento cuando digo que yo n-nunca he tenido amigas...
— ¿Puedo saber el porque de ello?
— Yo... - suspiró -.
"Si vas a cantar tal y cómo lo haría un canario, hazlo sin desafinar y sin olvidarte de alguna nota..."
— Por favor Loan, cuéntame porque mencionaste el hecho de que tú nunca has tenido amigas; estoy segura de que no te volviste asocial por gusto, sino que algo u alguien lo provocó, evidentemente.
— Yo no... N-No estoy segura de que-querer responder e-eso...
— Bueno, entonces cambiemos de pregunta... ¿Podrías decirme el motivo del porque perdiste comunicación con tu prima Liena?
— Eh... - Comenzó a temblar aún más en su lugar, no podía ocultarlo -.
"Vaya, ella es buena... ¿Qué esperas para responder? Por redundante que suene, ayúdala a ayudarte, nos pudriremos en este lugar y jamás podremos volver a verle a ella..."
— ¿Crees que sea posible responderme? - Preguntó Rinn con cierta insistencia -.
— ¿P-Puede darme t-tiempo para responder?
— Por supuesto... - dio un leve suspiro - Tómate todo el que necesites.
— Gra-Gracias, p-pero creo que seria m-mucho mejor si, con t-todo respeto... ¡D-Deja de presionarme para hablar y vuelve más tarde! - Mencionó con un evidente fastidio, sin dejar de mostrar nerviosismo al mismo tiempo -.
— Me parece adecuado, pero espero que cuando vuelva esta vez si cooperes conmigo, porque estás consciente de que me he cansado de repetirte que puede tener total confianza conmigo, ya que no soy ni seré cómo tus anteriores psicólogos. - se levantó de su asiento y se encaminó hacía la puerta de la habitación - Además, recuerda que no podemos seguir perdiendo tiempo. Volveré en una 1 si te parece bien. - Le mencionó antes de retirarse -.
*La psicóloga se había retirado, dejándola a solas con su mente y pensamientos, otra vez. Para variar, nuevamente se encontraba confundida consigo misma, no estaba segura de lo que quería y de un momento a otro comenzó a sentir un terrible dolor de cabeza, el cual desapareció en el momento en que decidió hablar con su "conciencia"*
"¿Se puede saber que demonios te pasa?"
"Es irónico que me lo preguntes, ¿Sabes?"
"Bueno, pues no lo es, ya que te estoy dando la suficiente libertad para que puedas hablar con ella"
"Si, pero no lo sé, siento que no es conveniente del todo, algo malo debe de haber detrás, sé que anteriormente ya dije que era extraño que una desconocida cómo ella llegara así cómo así para ofrecernos su ayuda... Además, tampoco estoy segura de querer hablar de papá... ni... de mamá... La última vez que lo hice no terminó del todo bien..."
"Bueno, concuerdo con lo que dices, pero... ¿Realmente tenemos algo que perder?"
"Emmm... No. No tenemos nada"
"Bien, entonces creo que sería conveniente que dejaras de hacerte la interesante"
"No lo estaba haciendo a propósito, sólo estoy cansada..."
"Llevas mucho tiempo estándolo, diría que es normal, pero ambas sabemos que no es así..."
"Si..."
"Cómo sea, volviendo al tema... No sobre exijas tu mente de más, sólo responde lo que se te pregunte, tienes que empezar por algo o vas a terminar haciendo que se desespere..."
"Si, entiendo eso... ¿Crees que sea muy necesario tener que hablar de mis padres?"
"¿Estamos de acuerdo en que ellos son la razón del estado en el que nos encontramos, no es así? Me da pena mencionarlo, pero incluso papá tiene parte de la culpa"
"Esa es una de las razones por las que precisamente no quiero recordar el pasado... No me gustaría dejar de recordar a papá cómo lo que fue..."
"Por supuesto que no fue un mal padre, pero debes de admitir que su más grande error fue permitir que mamá tuviera mucha influencia sobre ti, y cuando quiso ponerle un alto definitivo, ya era tarde..."
"Si, lo sé..."
"Desde que llegamos a este lugar te lo he mencionado tantas veces que ya hasta perdí la cuenta, pero... Si él aún estuviese, jamás lo habría permitido"
"Lo extraño..."
"Y seguirá siendo así, a menos que decidas cambiarlo..."
~Más Tarde~
*Después volver a darle un repaso al expediente de Loan y de tener claras que preguntas tenías que hacerle si o si para comenzar a tener un avance, la profesionista rubia se dirigió de regreso a la habitación de su paciente, la cual curiosamente ya le estaba esperando*
— Hola otra vez Loan... - le saludó mientras ingresaba a la habitación y tomaba asiento - Espero que ya estés más tranquila y con la disposición necesaria para que pueda ayudarte... - soltó un leve suspiro - Habiendo dicho eso, ¿Podemos empezar con la sesión?
— Si, m-me pa-parece bien... ¿Pero antes p-puedo decirle algo?
— Por supuesto, lo que sea.
— Dis-Disculpe mi actitud, pero es que y-yo... y-yo...
*Dos ríos en los que el agua no dejaba de hacer su recorrido ni mucho menos dejar de brotar se abrieron en el rostro de la rubia, parecía una fuente que con el tiempo se había marchitado, maltratada por su entorno y agrietada por no recibir los cuidados necesarios, siendo esa agua que brotaba, aquella que se había quedado estancada hace tiempo*
— M-Me e-estoy sintiendo m-más cansada y t-tensa de l-lo n-normal...
— Bueno, probablemente se deba a dos cosas, a que estuviste pensando mucho en estos días y a que tienes cierto temor, pero está bien, no voy a juzgarte por eso. - Se levantó de su asiento para acercarse a la rubia y tratar de reconfortarla -.
— Gracias... - Le agradeció mientras se limpiaba el rostro tratando de calmarse -.
— Descuida, comenzaremos cuando te hayas calmado. - Mencionó con una leve sonrisa -.
— E-Está b-bien, ya p-podemos comenzar...
— De acuerdo... - procedió a sacar una pequeña agenda de su maletín para comenzar a hacer anotaciones - Sin presiones y con el debido respeto te pregunto, ¿Cuál es el verdadero motivo por el que estás aquí? ¿Realmente crees que tu "condición" se magnificó tanto a tal punto de que continúes aquí? - Preguntó expectante de lo que fuese a responder la rubia -.
— M-Mis padres... P-principalmente mi madre...
— ¿Por qué?
— Bueno... - aclaró su garganta y respiró hondo - P-Por más raro que suene, estaban hecho el uno para el otro; sabe a que m-me refiero.
— Descuida, no nos enfocaremos en el incesto.
— Q-Quiero decir, hasta donde recuerdo se complementaban bien dentro de lo que cabe. Fuera de q-que ambos trabajaban, mi madre se encargaba de pagar las cuentas y de mi educación mientras que papá se encargaba del m-mantenimiento del hogar y de mis cuidados.
— De acuerdo. ¿Y que hizo que esa buena complementación fallara?
— P-Pues hubieron varios factores que fueron afectando poco a poco su estabilidad... - Mientras mencionaba eso se sobaba el hombro, pues comenzaba a sentirse incómoda -.
— Ya veo... ¿Y podrías decirme cuáles fueron esos factores exactamente?
— Sí, si p-puedo...
- [XX/XX/20XX] -
[Una pequeña Loan de no más de seis años se encontraba en la entrada de la escuela primaria esperando a que su madre pasara a recogerle, estaba algo inquieta, pues se había metido en un pequeño problema por culpa de sus compañeros y su maestra le había reprendido, así que por ende, sabiendo del grado de enojo al que podía llegar a tener su madre por algo así, temía lo que esta pudiese llegar a hacerle.
La espera pareció eterna para la pequeña Loan, la cual se llegó a preguntar a si misma si realmente quería que su madre pasara por ella cuanto antes debido a lo que explicado anteriormente, es así que al final lo único que le quedaría sería contar cada minuto que transcurriera como una victoria ante su inminente castigo.]
— Oh, aquí estás Loan, pensé que ya te habías ido. - Dijo la maestra mientras se acercaba a la niña -.
— Eh, hola maestra; aún no llega mi mamá... "Espero que se retrase..." - Pensó preocupada -.
— Bueno, entonces me quedaré a hacerte compañía.
— Oh gracias, pero no quisiera molestarla...
— No te preocupes pequeña, no hay problema. Además, recuerda que tengo que hablar con ella sobre lo ocurrido en el salón de clases.
— Ah sí, lo "olvidé"... - Mencionó cabizbaja, pues tenía la esperanza de poder librarse de ello -.
*Pasarían unos cuantos minutos más de espera para la pequeña Loan y su maestra, las cuales conversarían un poco hasta que por fin pasaron a recogerle*
— ¿No es muy común que tu madre se retrase, verdad?
— No, ella siempre administra bien su... ¡PAPI! - Gritó de emoción al ver a su padre, por lo que dejando de lado a su maestra, corrió hacía él -.
— Hey, hola cariño, ¿Cómo estuvo tu día? - Le preguntó mientras la atrapaba entre sus brazos para abrazarle -.
— Eh pues... Bien, aunque... - Respondió dudosa mientras veía de reojo a su profesora -.
— ¿Por qué dices eso, pasó algo?
— Buen día señor Loud, ¿Cómo está?
— Oh, buen día. Estoy muy bien, gracias. ¿Y usted? - Preguntó mientras estrechaba su mano -.
— Me da gusto, yo también lo estoy. - aclaró su garganta un poco - Disculpe que lo vaya a molestar, ¿Pero podría quedarse un momento? Necesito hablar con usted sobre una situación que involucra a Loan.
— ¿En serio? - preguntó con cierta sorpresa, a lo cual fue asentido por la profesora - Entonces descuide, no tengo ningún problema.
— Gracias, por favor acompáñeme.
— Hija, sube al auto. Vuelvo enseguida. - Le dijo a Loan antes de darse media vuelta para irse detrás de la profesora -.
~Minutos más tarde~
*La pequeña niña rubia se encontraba esperando impaciente desde el auto de su padre, pues aunque sabía que el problema con sus compañeros no había sido su culpa y que por ende, su padre comprendería la situación, aún así en el fondo sentía que podía llegar a decepcionarlo, lo cual claramente le tenía angustiada. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo para que su padre volviese con ella y le hiciera ver que estaba pensando de más*
— Perdón papá... - Dijo desanimada al ver cómo su padre subía al auto sin decir alguna palabra -.
— ¿Por qué?
— Eh... Por lo que te dijo la profesora.
— No tienes porque disculparte hija, hiciste bien en defenderte, no fue de la mejor manera, pero tampoco es cómo para que te castigue.
— ¿Entonces eso significa que no estás decepcionado de mí?
— ¿Bromeas? Por supuesto que no, no podría decepcionarme de ti aún si me dieras motivos grandes para hacerlo. Estoy orgulloso de ti, no dudes de eso.
— Gracias papi, te quiero mucho - Le dijo con una gran sonrisa -.
— Yo también. Oh, por cierto, iba a preguntarte... ¿Podrías decirme quién te enseñó a defenderte cómo lo hiciste? Está claro que tu madre no fue, mucho menos yo.
— Fue la tía Lynn... ¿Por qué?
— Oh, por nada... Sólo no se lo digas a tu madre, ya sabes que suele exagerar con algo tan simple cómo eso. Recuerda lo que pasó el otro día cuando otra de tus tías también quiso hacer una buena acción por ti.
— Oh no, no le diré... - Asintió aliviada -.
— Gracias. - le sonrió - Debes de estarte preguntando porque no pudo pasar por ti, ¿No es así?
— Ah si, estaba por preguntarte.
— Bueno, es algo difícil para que lo comprendas, pero trataré de explicártelo... Tu madre lleva ya un tiempo teniendo algunos problemas en su trabajo, parecidos al que tuviste con tus compañeros, entonces cómo no quiere seguir teniéndolos, va a tener que cambiar de trabajo.
— Oh... ¿Y por qué no cambian a los que se portan mal? Mamá siempre sigue las reglas, no es su culpa que los demás no lo hagan... - Mencionó angustiada -.
— Tienes razón hija, pero las cosas no funcionan así. ¿Has visto que alguno de tus compañeros problemáticos sean cambiados de escuela o de salón? - le negó con la cabeza - Bueno hija, así también sucede en el trabajo y por más que trates de lidiar con ese tipo de situaciones, llegará a un punto en el que ya no se pueda más.
— ¿Eso es malo, verdad? - Preguntó cabizbaja -.
— Oh no, no. Estaremos bien, yo me encargaré de todos los gastos mientras tu madre busca un nuevo empleo, no te preocupes.
— Está bien... - asintió con una leve sonrisa - Al menos eso significa que mamá va a poder pasar más tiempo con nosotros... - Dijo tratando de verle el lado positivo -.
— No lo creo cariño, lo siento.
— ¿Por qué?
— Porque conozco a tu madre y sé que desde mañana se enfocará únicamente en conseguir un nuevo empleo. Además, lo menos que necesitamos es que tus abuelos se enteren sobre esta situación porque si no comenzarán a decirnos que todo es culpa del... - tosió un poco, dándose cuenta de lo que estaba por decir - Bueno, sólo no queremos que se enteren...
— ¿Qué? ¿Por qué? - Preguntó con extrañeza -.
— Eh, pues... No quisiéramos preocuparlos, son algo mayores y una noticia cómo esta podría afectarles.
— Pero, los abuelos siempre que vamos a visitarles te dicen que mi mamá y tú no deben ocultarles nada, no sé porque lo dicen, pero siempre lo hacen... - Mencionó preocupada -.
— Bueno, cómo te dije, tus abuelos pueden llegar a preocuparse de más y a nosotros no nos gustaría molestarlos con nuestros problemas. - repetidas veces miró el retrovisor mientras respondía la duda de su hija, pues esta lo había tomado por sorpresa - Cuando seas mayor te lo explicaré, ya que lo entenderás mejor. Aún así, no tienes de que preocuparte, ¿De acuerdo?
— Okey... - Asintió aún con preocupación -.
— Créeme hija, no tienes porque preocuparte por eso, no vale la pena y además todo estará bien, te lo prometo. Si, probablemente tengamos que acostumbrarnos al nuevo horario de trabajo que vaya a tener tu madre, pero fuera eso, todo irá tranquilo cómo siempre. - Le dijo mientras le dedicaba una sonrisa, la cual fue correspondida -.
["Esa fue la primera vez que mis padres comenzaron a tener problemas con sus empleos, y no se debía a que hicieran un mal trabajo o que tuviesen un mal desempeño, simplemente estaban condicionados por el hecho de ser un matrimonio formado por hermanos. Desafortunadamente el rumor se fue esparciendo con el paso del tiempo y aunque tanto mis padres cómo abuelos trataron mantenerlo en secreto, sobre todo de mi, al final terminó descubriéndose...
Sonará curioso, pero a pesar de que cuando era niña llegué a notar cómo mis padres se ponían tensos cuando se trataba de algo relacionado con mis abuelos, nunca llegué a sospechar de lo que realmente estaban escondiendo de mi, pues realmente nunca me llegaron a tratar mal ni mis tías ni mis abuelos, sólo solían discutir muy seguido con mis padres y hasta años después sabría que algunas discusiones eran por mi culpa. - soltó un largo suspiro - Así que, cómo podrá darse cuenta, realmente me tomaría por sorpresa el enterarme sobre todo eso..."]
- [XX/XX/20XX] -
[Loan se encontraba en plena adolescencia y por ende, no sólo estaba experimentando lo habitual que eran los típicos cambios emocionales, hormonales y físicos sino que, también estaba pasando por momentos verdaderamente oscuros tanto personales cómo familiares.
Su habitación era su único lugar seguro, pues aunque su madre controlaba toda la casa prácticamente y su padre se lo permitía, era este su pequeño espacio privado en el que ella mandaba, en el que tenía control sobre qué hacer y cómo hacerlo, en el que podía ser ella misma y en el que podía explorar aquello que su naturaleza tímida y la sobreprotección que sus padres no se lo permitían puesto que, si se llegasen a enterar de algunos pequeños hábitos que suele tener en solitario, que aunque fuesen propios de su edad, seria principalmente si madre la que se lo recordaría de forma tajante.]
- Habitación de Loan -
*Loan se encontraba en su habitación escuchando música a un volumen considerable, había tenido un día bastante complicado en la escuela puesto que, a pesar de comenzar a ser sociable con sus compañeros, estos simplemente terminaban ignorándola al considerarla rara o burlándose de ella por su tartamudeo (el cual solía presentarse en momentos en los que estaba muy nerviosa) y por su forma de vestir, que aunque no era descuidada, si era anticuada para los estándares de la actualidad. Esto la preocupo, pues se encontraba en el dilema de obedecer a su madre o tratar de encajar con los demás. A su vez, era consciente de que su etapa de niñez se había ido, comenzaba a mostrar interés en chicos de su edad, ya había saciado su tensión un par de veces, examinaba constantemente su cuerpo y sobre todo, comenzó a cuestionar que tanto le estaban limitando sus padres, pues notaba cómo sus compañeros tenían ciertas libertades mientras que ella muy apenas si salía a regar las plantas. No obstante, la rubia sería sacada de sus pensamientos abruptamente ante la presencia de su madre, a la cual por instinto supo que le estaba llamando, pero que por el ruido no la había escuchado al instante*
— ¡Loan, Loan! ¡Quítate esos audífonos!
— ¿Eh? - tenía los ojos cerrados hasta que sintió que alguien estaba moviéndose frente a ella, por lo que al abrirlos comprobó que se trataba de su madre - Oh, perdón, perdón mamá... ¿Q-Qué sucede?
— Necesito que hagas un par de maletas, irás con tu tía Lisa.
— ¿Qué? ¿Por qué? - Preguntó confundida -.
— Te lo diré después, por ahora necesito que empaques, te quedarás en casa de tu tía por unos días.
— Está bien, ¿Pero al menos podrías decirme porque la urgencia?
— Cómo dije, te lo diré después. - Respondió molesta -.
— Pero mamá, me lo dices cómo si nuestra vida dependiera de ello. Sólo dime, ¿Ocurrió algo? No me gustaría quedarme con...
— No, no ocurrió nada. Y aún así sigo necesitando que hagas tus maletas.
— ¿Se trata de los abuelos, cierto? Han estado de mal humor desde que papá perdió su trabajo y tuvo que pedirle al abuelo que lo dejara trabajar en su restaurante.
— Mira Loan, yo...
— Además, siempre están llamando. No entiendo para qué, si vamos a visitarlos todos los domingos. - notó cómo su madre sobaba su cien mientras soltaba un suspiro, por lo que se mantuvo firme en lo que estaba afirmando - Estoy segura de que por ahí va el asunto, porque no encuentro otro motivo por el que...
— Bien, ¿¡Realmente quieres saber porqué necesitamos tu padre y yo que te vayas de aquí!? - le asintió preocupada - Porque este lugar se volverá un completo infierno en los próximos días, las malditas cuentas del banco no dejan de subir, tu padre y yo no nos encontramos en el mejor momento de nuestras vidas y con tus abuelos molestándonos todos los malditos días, hará que tarde o temprano alguno de los dos termine matando al otro, así que si eso pasa necesitamos que estés lejos de aquí.
— Eh... Pero m-mamá... ¿Cómo p-puedes decir eso? Cuando era p-pequeña y las cosas e-estaban algo m-mal ustedes m-me decían q-que estaríamos juntos a pesar de t-todo... - su voz se quebró y un temblor incesante se presentó en su cuerpo - ¿Q-Qué acaso ustedes ya n-no se a-aman? - Preguntó temerosa de la respuesta, pero era una pregunta que tenía que hacer -.
— Ay Loan, eso es algo muy común que los padres le dicen a sus hijos para calmarlos y dejen de molestar. Ya lo entenderás cuando seas madre... O bueno, si es que lo llegas a ser, porque a cómo te veo, necesitarás más que una cara bonita para conseguir esposo. - Dijo con frialdad -.
*La rubia quedó desconcertada y quieta en su lugar, no esperaba que su madre fuese a responderle de esa manera aún cuando tuvo el presentimiento de que se trataría de algo malo, su corazón se aceleró y no podía parar de temblar, sin embargo, su madre no le daría tiempo para lamentarse puesto que le haría reaccionar presionándola para que hiciera sus maletas con prisa debido a que el timbre de la casa comenzó a sonar, se trataba de su tía Lisa, la cual había pasado a recogerle*
— ¡Apúrate Loan, tu tía ya está aquí!
— Eh... S-Sí, s-si ya v-voy...
— Lleva todo lo que necesites, no sabemos hasta cuando te quedarás con tu tía.
— ¿N-No serán sólo un p-par de d-días?
— No, al menos no hasta que tu padre y yo resolvamos nuestros problemas. No solemos involucrar a nadie más en nuestros asuntos, pero esta vez es algo crítico y realmente necesitamos de la ayuda de Lisa, ya que por el momento no podremos hacernos cargo de ti y no es bueno que estés todo el día sola.
— P-Pero m-mamá, y-yo sé cuidarme, ya n-no soy una...
— ¡No! Absolutamente no te quedarás sola, de por si no haces nada mejor que pasar todo el día frente al computador, ¿Le has dado un vistazo a tus notas recientemente? Estás dando un retroceso y creo que estar con tu tía te será útil, ¿No lo crees?
— Si, supongo que sí... - Asintió cabizbaja -.
["Debo admitir que aunque nunca llegué a llevarme muy bien con mi tía Lisa, ya que solía tener unos hábitos muy extraños y sus comportamientos casi siempre eran demasiado serios y erráticos, le agradezco por haberse tomado la molestia de escucharme en su momento y decirme la verdad sobre el trasfondo de nuestra familia, no fue del todo sutil pero aún así le agradezco por ser ella quién me contara la verdad de aquello que mis padres me habían estado escondiendo hasta ese momento. Fue difícil, en un principio no lo creía, pues nunca dudaría de mis padres después de esa imagen tan positiva que tenía de ellos, pero cuando tienes las pruebas enfrente y te ayudan a unir las piezas sueltas tal y cómo lo hizo mi tía, te das cuenta de que desafortunadamente habías estado viviendo en una mentira. El tiempo pasó y mis padres no encontraban una forma para resolver sus problemas, además, para nuestra mala suerte mi madre perdería su empleo nuevamente y por ende, mis abuelos no dejarían de echarle en cara sobre que nuestra situación se debía a ése trasfondo que tanto ella como mi padre habían provocado. Es por ello que mientras las cosas se estabilizaban me quedaría a vivir un par de meses con mi tía Lisa, pues mis padres prácticamente tuvieron que tener empleos dobles ante las deudas que no paraban de aumentar y era evidente que apenas si podrían ponerme atención. Está de más mencionar que mis abuelos sólo se limitaban a entrometerse en la vida de mis padres y casi nunca nos proporcionaban ayuda económica ni mucho menos permitieron que mis tías lo hicieran."
"¿Y se puede saber porque no lo permitían? Digo, es evidente que tenían temor de que ellos también fueran a sufrir las consecuencias de los actos de sus hijos pero si al final de cuentas querían mantener todo oculto es un poco incongruente de su parte no haber dejado que tus padres se las arreglaran a su manera, sin presiones. ¿No lo crees?"
"Bueno, no sólo ellos saldrían afectados sino que esa mal imagen que consiguieron mis padres también afectaría a mis tías y, siendo ellas potencial y considerablemente exitosas en los diferentes ámbitos en los que trabajan, sería una verdadera desgracia que todas ellas fueran señaladas, así que mis abuelos no tuvieron otra opción más que buscar el bien mayor a costa del mal menor... Así que tuvieron que estar muy atentos a las acciones de mis padres por mucho tiempo hasta que justo unos meses después de que cumplí 18 años, mi abuelo moriría de un infarto y tiempo después mi abuela moriría de tristeza, fue ahí cuando todo se vino abajo... Mi padre ya no estaba y mi madre tuvo que hacerse responsable de todo, ya no sólo de mi...
"¿Entonces el rumor ya se había esparcido considerablemente?"
"Logró manejarse así hasta antes de su muerte, pero con el funeral y todo lo que este involucra, fue imposible evitar que la gente dejara de sospechar para sacar conclusiones."
"¿Y qué pasó después?"
"Sabe, creo que ya hablé demasiado y no me estoy sintiendo del todo bien conmigo misma... ¿Realmente llegaré a algún lado contándole todo esto? Es sólo un montón de basura, por eso estoy aquí y lo merezco...
"Tú tienes la última palabra para saber si saldrás de aquí, lo único que puedo asegurarte es que si sigues valorándote tan poco, nunca lograrás que otros dejen de controlar tu vida".]
[XX/XX/20XX]
*Después de tener una exhaustiva y divertida tarde juegos, Loan y Liena (ambas de 8 años) se tomaron un descanso para conversar entre sí, pues tenían tiempo sin verse y para ellas no todo de trataba fe jugar, también les gustaba hablar sobre lo que hacían y demás cosas, pues era más que evidente como se complementaban, ya que al ser ambas hijas únicas, no tenían una compañera por defecto en su día a dia*
— Oye Loan, ¿puedo hacerte una pregunta?
— Si es sobre niños, no.
— Jeje, claro que no. - Se rió algo apenada -.
— Okey jiji. ¿Cuál es la pregunta?
— ¿Qué te gustaría ser de grande?
— Mmm... Policía no, no quisiera tener que usar pistolas.
— Oh si, sí.
— Mmm... No lo sé, creo que no lo había pensado antes... - Mencionó algo preocupada -.
— ¡A mi me gustaría hacer lo mismo que mi mami y ser diseñadora de modas! ¿Y a ti? ¿No te gustaría ser lo mismo que tu mamá?
— ¿Ser cómo... m-mi mamá?
— ¡Sí! Estoy segura de que serías una gran abogada. Además, eres idéntica a ella así cómo yo a mi mami.
— ¿M-Me parezco a m-mi mamá?
— Yo diría que mucho, nuestras tías siempre dicen que eres el vivo retrato de tu mamá, ¿Creo que eso quieren decir, no?
— Sí, supongo...
— Bueno, falta mucho para que crezcamos, así que no deberíamos preocuparnos. - Dijo con una gran sonrisa -.
— Sí jeje... - Le devolvió la sonrisa, la cual denotaba inquietud, una que comenzaría a surgir desde esa etapa tan temprana de su vida -.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top