- Hospital Psíquitrico de Royal Woods [6:40 P.M.] -

[Una noche más transcurrió en ese lugar, menos sanidad mental para la rubia y un martirio más que sumó a su lista. Reflexionó lo dicho por su nueva psicóloga hasta que vio el crepúsculo en el cielo, pero ni ese maravilloso fenómeno le daría una pizca de tranquilidad, ya que su inquietud por no saber que decidir recaería más sobre su cuerpo, así que no pudo conciliar el sueño hasta que sus párpados y retinas se cansaron.

Ante esto es que Loan permanecería dormida hasta el atardecer mientras que, Rinn por su parte se encargaría de atender a sus demás pacientes para así esperar hasta que la joven rubia despertase, a la cual por cierto había ido a vigilar un par de veces antes para asegurarse de ello.

Luego de terminar de atender y tratar con sus demás pacientes, la psicóloga regresó a la habitación para ahí encontrarse con una somnolienta Loan que mostraba un gran desánimo y cansancio. Al entrar a la habitación, esta se encontraba en un silencio sepulcral, sólo se podían percibir de fondo los gritos desesperados de los demás pacientes tratando de no ser reprimidos o en su defecto, privados de la naturaleza en que fueron concebidos; condenados dirían los filósofos. Esto no era nuevo para Loan ni mucho menos para Rinn, sólo que ambas no podían dejar de sentirse incómodas por dicho ambiente; por su parte la joven de suéter se lamentaba por el hecho de que su vida continuaba en caída libre aún cuando ella sólo quería que la dejasen descansar mientras que, la psicóloga no podía evitar sentirse mal por todos esos pacientes que probablemente no tendrían paz hasta el final de sus días.

No obstante, Rinn dispuesta a romper el hielo que tomaba la atmósfera del lugar comenzó a tratar de mantener una conversación con Loan, la cual se mantenía estática ante ella mientras mostraba una mirada perdida y un temblor recorriendo todo su cuerpo; obviamente le escuchaba pero no recibía respuesta.]

— Con respecto a lo que te dije ayer... Espero que lo hayas pensado bien porque te aseguro que no estoy aquí para molestarte, aunque así lo parezca y aunque así lo pienses, pero no es así.

"Si claro..."

— Es evidente que vengo a ayudarte y tal vez suene hasta precipitado de mi parte pero, trabajaré contigo lo mejor posible para que te mejores y así puedas salir de este lugar a un mediano plazo...

"Nada que otro psicólogo no me haya dicho ya..."

— También te lo comentaba... - aclaró su garganta - Sé que en mi lugar han estado otros compañeros de profesión, los cuales probablemente en su momento te dijeron lo mismo y por distintas razones no lograron su cometido, lo que consecuentemente ha hecho que estés agobiada de que te digan lo mismo y no haya ningún progreso, ¿No es así? - Preguntó de forma retórica -.

"Maravilloso, es oficial. Tendré que lidiar con un psicólogo más que se interesa por mí y después me deja en el olvido cuando ya no sabe cómo ayudarme..."

— Bueno, creo que mi presencia aquí por el momento no es la más cómoda, es de cierta forma nuestra segunda conversación y ni siquiera me he presentado cómo se debe. 

"Realmente no me interesa quién es, porque estoy segura que para el final de este mes estará tan cansada de mi que me empezara a tratar mal..."

— Bien, creo que seguiré tomando la iniciativa... - suspiró con cierta decepción al ver que la rubia no mostraba ánimos por responder alguna de sus pregunta - Bueno, cómo quiero que te sientas totalmente cómoda conmigo, puedes decirme Rinn y usualmente esta información no se la digo a nadie, pero haré una excepción contigo. Tengo un par de años más que tú, nací en Pittsburgh, tengo una hermana, lamentablemente mi madre ya falleció y mi padre aún sigue lidiando con ello, llevo más de cinco años trabajando en este ámbito y además de ayudar a mis pacientes también me gusta pintar y escuchar música en mis tiempos libres. 

"Definitivamente no necesitaba saber nada de eso, pero gracias... Supongo."

— Emmm... Esa sería una presentación breve sobre mi, quizás no es la más formal pero bueno, lo importante es que entremos en confianza.

*Rinn siguió insistiendo con un par de preguntas más para tratar de despertar cualquier sentimiento en Loan, pero fue en vano, continuó siendo ignorada a tal punto en que su paciencia comenzaba a agotarse aunque por educación se mantuvo en un tono amable. No obstante, la psicóloga respetaría la postura de la joven rubia por lo que daría su espacio para que lo siguiera pensando y al día repetir el proceso*

— Bien Loan, nos vemos mañana, espero que podamos progresar. - Dijo antes de salir de la habitación -.

"Dios, si hace eso todos los días creo que mejor prefiero los métodos de "sanación" que utilizan aquí..."

"Sabes, es muy pronto para sacar conclusiones pero... Creo que ella es diferente o al menos intenta serlo"

"¿Qué? Pero si no ha dicho nada nuevo para nosotras"

"Lo sé, pero..."

"¿Lo de la confianza? Pfff... No es nada más que otra estúpida técnica de psicología"

"Iba a mencionar eso y que además te comprende o bueno, sabe interpretar cómo te sientes y no omite lo que los otros psicólogos trataron de hacer contigo. No sabemos que tan lejos está dispuesta a llegar, pero podríamos darle una oportunidad"

"¿Estás bien? ¿No se supone que no debo confiar en nadie?"

"Respóndelo tú misma"

"¿En serio vas a dejar que yo tomé esta decisión? Siempre te consulto antes de decidir algo y ahora me estás dejando sola"

"Ya te dije mi postura, así que mi parte esta hecha. Aún así, puedes tomarte todo el tiempo que quieras para decidir, de todos modos... No iremos a ningún lado"

"Lo sé..."

[...]

*A lo largo de la semana la psicóloga realizaría lo prometido a su paciente, le iría a ver en cuanto terminase de tratar a sus demás pacientes. Sin embargo, dicha atención no sería correspondida por Loan, la cual mantuvo su postura sobre no decir una sola palabra mientras sólo se disponía a escucharla. Aún seguía indecisa, necesitaba más tiempo puesto que su conciencia sólo le presionaba antes que darle un respuesta clara sobre que hacer, era claro que estaba tan agotada en mente y cuerpo que una simple decisión como lo era el tenerle confianza o no a su psicóloga, le atormentaba*

— Bueno Loan, parece que pasará toda la semana y seguirás sin hablar... - suspiró frustrada -  Al menos di algo, te he preguntado tantas cosas que hasta yo me he cansado de mi voz.

"No es nada personal, lo siento..."

"Maldita sea, cuándo te lo propones eres tan patética..."

— En verdad quisiera ayudarte, pero si no cooperas conmigo... - mencionó en un tono de súplica, pero volvió a ser ignorada - De acuerdo, pero si continuas de esa forma no me quedara otra opción más que hacerte hablar a la fuerza...

"Si, si, intente lo que quiera, no es la primera vez que me lo dicen..."

— Espero que no estés creyendo que el no hablar te ayudará en algo. Debes estar cansada de seguir en este lugar, pero nunca te irás si te mantienes así. - se levantó del asiento en donde estaba para así caminar hasta la puerta de la habitación - Si yo fuese un familiar tuyo me sentiría muy decepcionada de tu actitud, sobre todo por el hecho de que te estás resignando a mantenerte aquí, ¿Para qué? Solo tú lo sabes y está bien, pero no deberías de cargar tanto peso emocional sobre tus hombros, no más... Puedo ser más que tu psicóloga, también puedo ser tu amiga, pero eso depende de ti.

  "... ... ... ..." - se mantenía firme en su lugar, no así en su respiración, la cual empezó a agitarse -.

— Tal vez esto tampoco te importe, pero aún así te lo informo, mañana al ser sábado sólo trabajaré medio día, así que muy probablemente le daré una visita algo apresurada a todos mis pacientes incluyéndote a ti; pero si finalmente decides tener una avance, puedo quedarme más tiempo. - suspiró - ¿Así que piénsalo sí? Al menos inténtalo. - Y salió de la habitación al mencionar eso -.

"S-Si... L-Lo intentaré o-o eso c-creo..."

"¿Oíste eso? Parece que está acertando con sus comentarios... No es nuevo, todos siempre aciertan contigo, eres muy obvia, nunca has sido buena para mentir y si lo haces, siempre te terminan descubriendo..."

"¿Y q-qué se supone q-que haga?"

"Cómo siempre, tengo que ser yo quién decida por ti... Tú única aliada..."

"Sabes q-que m-me hice d-dependiente de t-ti..."

"... ... ..."

"Y n-no puedo e-evitarlo, n-no desde aquella v-vez... Aún m-me sigue l-lastimando y t-tú m-más que n-nadie sabes q-que he intentado superarlo... P-pero no p-puedo evitar p-pensar en eso..."

"... ... ..."

"N-No es b-buen momento p-para que m-me dejes hablando sola..."

"... ... ..."

"P-Por favor, no hagas eso..."

"... ... ..."

"¡¡Hey, te estoy hablando, no me dejes hablando aquí como una idiota!!"

"... ... ..."

"ESTO NO ES DIVERTIDO"

"¿Recuerdas cuándo decepcionaste a papá por primera vez?"

"¿Qué? ¿E-Eso qué significa?"

"Qué deberías tomarle la palabra a la psicóloga y comenzar a buscar un progreso; éso hubiera querido él sin importar cuantas veces lo intentaras, a diferencia de "ELLA" que siempre te dio una sola oportunidad para todo..."

*Tenía razón, debería de tomarle la palabra a su psicóloga y buscar un cambio después de tanto conformismo de su parte. Sin embargo, aún no estaba 100% segura de que esta vez fuese a haber un cambio en ella debido a que con el paso de los años cada vez que un nuevo psicólogo llega a su vida significa que tendrá que revivir esos traumas que aún están latentes así cómo hacer más grandes esas heridas que seguían abiertas. ¿Realmente valía la pena? Dicha pregunta rondaría por su mente el resto de la tarde; otra noche que pasaría reflexionando. Sólo que ésta vez, tenía claro que su "otra yo" buscaba un bien mutuo antes que perjudicarla sólo a ella*

- [XX/XX/20XX] -

[Una temblorosa niña rubia de no más de 12 años se encontraba escondida torpemente entre sus cobijas mientras sollozaba por un motivo desconocido, el cual aparentemente le había afectado a tal punto de provocar su llanto. Se encontraba sola en su habitación así cómo en su hogar, su llanto desconsolado era prácticamente el único sonido que viajaba por el ambiente de la vivienda.

Llevaba llorando mucho tiempo, sus ojos rojizos e hinchados le delataban; además no sabía mentir ni mucho menos si su madre era quién la interrogaría, así que por ende, no pararía de llorar hasta que escuchara el sonido de la puerta de entrada abriéndose, implorando que fuese su padre quién la cruzara, ya que al menos él si le daría la oportunidad para explicarse.]

—"Sé que n-nunca te he p-pedido nada, p-pero si m-me ayudas, t-te prometo q-que iré a visitarte... Claro, si m-mamá m-me permite salir..." - Imploraba mientras mantenía sus ojos cerrados y sus oídos cubiertos, esperando a que la puerta principal fuese abierta -.

"Loan, Loan, ¿Estás aquí?" - Preguntó mientras ingresaba a la vivienda para después cerrar la puerta detrás suyo -.

— "E-E-Espero que m-mamá tenga piedad de..."

— Hey, con que aquí estás... - mencionó al llegar a la habitación, encontrándose en esta a su aterrada hija, por lo que se acercó hacía ella para tratar de reconfortarla - ¿Puedo preguntar que te pasa? Digo, sé el porque, pero aún así quisiera que me dieras una explicación. - Dijo mientras tomaba asiento en la cama de la niña, la cual no había notado su presencia hasta que le retiro las sábanas -.

— ¡Papá! - gritó asustada ante la inesperada aparición de su padre, el cual se exaltó por ello - Te juro q-que no t-tuve la culpa, y-yo no quería, p-pero e-ella...

— Tranquílizate Loan, no voy a castigarte ni a gritarte, así que por favor cálmate. - Mencionó en un tono serio mientras apoyaba su mano sobre el hombro de la niña -.

— E-Es que Cecilia m-me estaba molestando y y-yo... y-yo... n-no se me ocurrió o-otra cosa y-y tu-tuve que golpearla p-para que dejara d-de hacerlo. - comenzó a tartamudear aún más al ver cómo el semblante de su padre se tornaba de serio a uno molesto - P-P-Pero t-te p-prometo que n-no-no lo v-volveré a hacer...

— Loan... - soltó un suspiro - No estoy enojado contigo, no puedo estarlo y lo sabes, sólo que no logro comprender el porque hiciste eso si tú no eres así. 

— E-Eh... ¿Re-Recuerdas lo q-que me aconsejo m-mamá hace t-tiempo?

— Mmm... No, no lo recuerdo. ¿Qué fue?

— M-Me dijo q-que si n-nadie me ayudaba, hiciera justicia p-por mi cuenta y n-no dejara q-que nadie se burlara de m-mi. 

— ¿¡Qué!? ¿Obedeciste el consejo de tu madre?

— S-Si, p-pero fue sólo p-para defenderme...

— Eso lo sé, pero ya te había advertido sobre usarlos, te dije que te traerían más problemas.

— P-Pero no m-me castigaron, sólo hablaron co-conmigo y además Cecilia d-dejará de m-molestarme. ¿N-No es eso p-positivo?

— No lo sé, tú dímelo. ¿Dentro de lo que tenías contemplado estaba el hecho de que me llamarían al trabajo? - Preguntó de forma irónica -.

— Y-Yo... Creo q-que... N-No... Si...

— Además, ¿Quién te asegura que esa niña no le dirá a sus padres y que éstos no irán después con la directora a quejarse de ti?

— Oh...

— ¿Ves a qué me refiero? Es por eso que precisamente no me gustan los consejos que tú madre te da, si, tal vez te formen carácter y dejes de ser tan tímida para todo según ella, pero no era necesario que actuarás así, ¿O dime? ¿Cuánto tiempo lleva molestándote esa tal Cecilia?

— Desde q-que entré a l-la secundaria...

— ¿Y por qué no nos habías dicho nada?

— P-Porque siempre e-están m-muy ocupados y n-no m-me gusta molestarlos con m-mis problemas...

— Esa no es una buena excusa Loan; todos los días cuándo vuelvo del trabajo te pregunto si hay algo con lo que necesitas ayuda, LO QUE SEA. ¿Y cuál es tu respuesta? "Estoy bien".

— P-Pero yo...

— Te insistiría al punto de fastidiarte, pero no lo hago sólo porque sé que te terminarás reprimiendo tú misma y al final no me habrás dicho nada, pero eso no está bien, yo no necesito que traigas buenas notas o que superes a los demás niños, yo sólo quiero poder entenderte y ayudarte... - volvió a suspirar, está vez con una notable frustración - Estoy casi seguro que tu madre también te ha dicho que ponerse a llorar y exponer tus problemas no sirve de nada, ella es experta en hacer eso y lo detesto.

— P-Perdón papá, t-te juro que n-no vuelvo a hacerlo...

— No tienes que disculparte, tu madre es la que tendrá que hacerlo o se las verá conmigo.

— Espera p-papá, n-no tienen porque discutir p-por mi, m-mejor dame un castigo...

— No Loan, no se trata de éso. Entiendo que hayas obedecido a tu madre, yo hubiese hecho lo mismo si mi madre me lo dijera. Lo único que me molesta es el hecho de que siempre recurres a tu madre y yo siempre me entero hasta tiempo después. - v olvió a suspirar - De hecho, es un milagro que esta vez me haya enterado; fue sólo porque me llamaron de la escuela en lugar de tu madre. 

— P-Por favor so-sólo no discutan p-por mi, p-por favor...

— Yo tampoco quiero discutir Loan, pero eso debiste haber pensado antes de usar ese tonto consejo que te dio; cómo siempre, queriendo manipular a todos para que se haga lo que ella diga. 

— L-Lo siento...

— Te lo repetiré de nuevo, no tienes que disculparte, no estoy enojado sólo decepcionado de la poca confianza que me tienes. - Dijo antes de ponerse de pie y proceder a salir de la habitación -.

"P-Papá perdóname..." - murmuró antes de retomar el llanto -.

[Se encontraba en un dilema, "gran novedad para ella"... Siempre terminaba con un remordimiento abrumador por no poder mantener satisfechos a sus padres por igual, ya que por un lado era obedecer a su madre a costa de su padre para hacerla sentir mínimamente orgullosa y que así dejara de remarcarle sus errores cada vez que se equivocara o en otros casos, tenía que realizar lo contrario para mantener tranquilo a su padre, el cual podía ser distraído pero siempre se preocupaba por su bienestar, a diferencia de su madre que le regañaba por ser frágil, débil y poco independiente en general.

Cómo era de esperarse, al llegar la noche el martirio continuó, nuevamente sus padres discutirian por ella, a tal punto en el que su madre terminaría abofeteando un par de veces a su padre para posteriormente expulsarlo de la casa y este por su parte, no pasaría de los gritos e insultos, incluso después de ser echado de su hogar sólo golpearía un par de veces la puerta antes de retirarse de ahí para ir a algún bar de la ciudad, ya que era evidente que estaba cansado de discutir.]

"¡¡¡LOAN, VEN AQUÍ EN ESTE MOMENTO!!!" - La llamo desde la sala de estar, a la cual acudiría al instante totalmente aterrorizada -.

— ¿Q-Qué p-pasa m-mamá?

— ¿Ves lo que provocas con tus lloriqueos? ¡Sabes perfectamente lo dramático que es tu padre en ese aspecto y aún así no puedes quedarte callada! ¿¡Qué acaso no te das cuenta que tu padre siempre está tratando de mantenerte en una burbuja!? Recuerda que voy a ser la única verdadera amiga que vas a tener en tu vida y aún así no siempre voy a poder estar contigo, así que tienes que dejarte de niñerías y mantenerte firme con lo que hiciste.

— S-Si mamá, e-está b-bien... - Asintió entre sollozos -.

— Y ahí vas de nuevo, ¿¡Por qué siempre tienes que llorar para todo!? - le cuestionó mientras hacia una leve rabieta - ¡Tenías que heredarlo del idiota de tu padre! ¡Aagh!

— P-Perdón mami, y-yo...

— SÓLO CÁLLATE, ¿SÍ? No necesito tus explicaciones, necesito hechos y llorando no vas a conseguir nada. - soltó un largo suspiro mientras ponía una mano sobre su cien ante el notable enojo que sentía - No quisiera provocarte más lágrimas, pero deberías agradecer que no tienes hermanos o sino, todos te superarían. Aún no entiendo como las inútiles y mimadas de tus primas te SUPERAN EN TODO, incluso la hija de Lucy lo hace... - volvió a suspirar - Deberías sentirte avergonzada y decepcionada de ti misma, yo lo estoy y si tú ya lo estás, pues más te vale cambiar. Es todo, no tengo nada más que decirte, vete a tu habitación a reflexionarlo, estás castigada. - Le dijo antes de darle la espalda y proceder a salir un momento de la vivienda para fumar un cigarrillo -.

— "¿Y qué se supone que tengo que hacer? ¿¡Qué!?" - Pensó mientras se dirigía hacía su habitación, tratando de no quebrar en llanto nuevamente -.

*Le dolía, le atormentaba, la quemaba por dentro... se lamentaba por fallar en lo que se proponía, por ser un pecado, por ser la vergüenza y decepción de sus padres. Tampoco podía dejar de sentirse culpable por lo evidente, el no poder ser lo que sus padres querían o deseaban, ¿Qué tenía que hacer y hasta cuándo? ¿Rozar la perfección por su madre o ser simplemente una niña positiva y sociable por su padre? Deseaba poder decidir por sí misma, pero le aterraban las consecuencias que pudieran traerle dichas decisiones. Ella no se daba cuenta, pero también había desarrollado un miedo al exterior, el cual estaba siendo alimentado por la sobreprotección y alienación a la que sus padres la estaban llevando*

[17/09/20XX]

- Sala W6H27 -

[Nuevamente se encontraba ahí, su persistencia y empatía por el prójimo era de admirar, aunque agotador pues por distintas circunstancias no siempre se pueden realizar acciones que realmente ayuden a dicha persona, sin mencionar que ésta por orgullo u por malas experiencias del pasado puede que no acceda. Sin embargo, nunca se quedaba de brazos cruzados, antes que ella estaba el bienestar de sus pacientes, porque de por sí la vida de éstos ya era gris, probablemente olvidados por sus familiares ante la incapacidad de ayudarlos o etiquetados cómo mentalmente inestables, ¿Pero qué acaso las personas encomendadas no ven el daño que les provocan sus maltratos o el que sean juzgados y tratados cómo personas dañadas por la vida? ¿Dónde estarán dentro de 10 años? Abandonados, sin motivos para vivir, resignados a no ser más que un estorbo para la sociedad, la cual los mide con la vara de la inutilidad, pues no la benefician, en cambio la "perjudican".]

— Hey, hola de nuevo Loan, ¿Cómo va tu día? - preguntó amablemente mientras ingresaba a la habitación - Espero que bien, pero sino es así, haré que...

— No, no ha ido bien, ni hoy ni nunca, así que espero que toda esa basura que dijo no  sean mentiras. - Respondió con seriedad -.

— Por supuesto que no, así que puedes estar tranquila con eso. - mencionó con una leve sonrisa en su rostro, pues claramente no se esperaba dicha respuesta por parte de la rubia - ¿Te parece si empiezo haciéndote unas preguntas? 

— "¿Parece que quiero? Bueno, pero que más da..." - Asintió mientras soltaba un suspiro -. 

— Bien.