-¿hermano que lees?- era Lucy
-nada- guardé la carta en el bolsillo de mi único pantalón -¿Que se te ofrece Lucy?-

Mi hermana bajó la mirada
-bueno... Quería saber si podrías conseguir más ropa-
La miré, si necesitaba algo nuevo. Suspire
-si claro, veré si Adela tiene algún vestido-
La cara de Lucy se iluminó
-¡gracias hermano!- me dijo dándome un enorme abrazo, tal y como me los daba mamá.

Salí de casa, lo cual no era de mi agrado pues solo veía personas siendo atacadas por otras y un ambiente horrible.
Simplemente seguí mi camino hacia el hogar de Adela. Ella es una vieja amiga mía, fue la única que se logró quedar aquí, dedicándose a cuidar a niños que perdieron su familia.
Cuando por fin llegué noté a dos niños que nunca había visto por aquí.
-hola Seiya!!- era su voz
-Adela, ¿como estás?- le digo devolviéndole la sonrisa :)
-de maravilla, y dime ¿que se te ofrece?-
-pues... Venía a ver si tenías algo de ropa para Lucy, espero y no te moleste-
Adela se quedó pensando
-hay claro que no es molestia, de hecho si tengo ropa para ella, últimamente han estado llegando más al almacén-
-gracias Adela-

-por nada, acompañame-
Seguí a Adela por toda la casa llena de niños, algunos jugaban y otros dormían, era lindo verlos así.

-de casualidad ¿No sabes qué pasó con Cora, Yuleana, Cedric e Isaac?-
La pregunta me puso nervioso, no había sabido nada de ello desde que se los llevaron.
-lamentablemente no, solo eh oído que Cora está en Siberia-
-Siberia...-
Adela me entregó varios vestidos.
Me despedí de ella dándole las gracias.

De camino a casa, reflexione sobre mis amigos.
Cedric, Cora, Yuleana e Isaac, Todos fuimos separados cuando éramos niños.
No quería que también me separaran de Lucy o de Adela.
"Un caballero"
Si me convertía en uno podría protegerlas y tal vez encontrar a los demás...

"Papá... Seré un caballero como tú"