Capitulo 3
Narra Dark Pit
Estaba descansando plácidamente mi cuerpo se sentía relajado y liviano y sentía una ligera brisa acariciar mi cabello, era simplemente el momento de paz perfecto pero como todo lo bueno no duró lo suficiente.
Fui despertado al sentir que alguien agitaba mis hombros.
- ¡Su alteza! ¡Su alteza le ruego que despierte!.- Escuché una voz femenina mientras volvía a recuperar la visión.
Me estire y me senté y mire a aquella criada adormilado.
- Menos mal que lo encontramos su majestad.- Menciono el guardia que venía con ella.
- Espero que me hayan despertado por un buen motivo.- Dije mientras tallaba mis ojos.
- Su majestad su coronación...- Menciono esa criada mientras vacilaba al hablar.
- ¿Si que tiene? ¿Qué hora es?.- Pregunté mientras fruncía el seño.
- Es la 1:43 pm.- Dijo el guardia sin rodeos.
Abrí mis ojos con sorpresa son casi dos horas de retraso.
- Dioses empezará 2 horas más tarde me van a matar.- comenté mientras me ponía de pie y arreglaba mi cabello.
- ¡Aún no es tarde! Tenemos tiempo de llegar.- Dijo esa criada mirándome con optimismo.
- ¿A que se refieren idiotas?.- Pregunté ahora sí ya estando completamente consciente.
- Su guardia personal ha tomado su lugar en la coronación.- Volvió a decir ese guardia firmemente.
Mi rostro se coloro completamente de irá ¡¿que un desconocido acaba de ser coronado en mi lugar?! ¡No me jodas! ¡No pueden hacer eso es MI coronación! ¡Yo soy el principe! ¡En mi corren la sangre elegida por los dioses durante generaciones! ¡¿Y ahora un don nadie se atreve a hacerse pasar por mi para robarse mi corona?!¡Mi padre debe de estarse retorciendo en su tumba ahora mismo! ¡Más le vale a ese imbécil devolverme mi trono o se lo sacaré a patadas!
La sirvienta y el guardia miraron mi rostro lleno de furia y se alejaron de mi con miedo.
- ¿Quien fue el de la brillante idea?.- Pregunté intentando contener la rabia en mi voz.
- Fue idea de Lady Medusa su alteza.- Dijo la sirvienta rápidamente mientras agachaba la mirada.- Ella no quería que fuera el hazme reir por dañar su reputación y ha decidido que su guardia personal tome su lugar temporalmente para mantener su dignidad intacta.
¡¡ESA IDIOTA LO SABÍA!! ¡La Maldita no fue capaz de esperarme en mi propia coronación y ahora hizo está idiotez! Ya me encargaré de Medusa después ahora tengo que ir lo antes posible para recuperar lo que me pertenece por derecho.
- Bien llevenme lo antes posible al templo.- Dije mientras los miraba seriamente.
Ellos hicieron una marcada reverencia.
- Enseguida su alteza.- Dijeron mientras empezaban a caminar rápidamente
- No se preocupe su carruaje ya lo está esperando.- dijo el guardia enfrente de mi.
- Tenga su majestad.- Dijo la sirvienta mientras me entregaba un antifaz.- Para proteger su identidad.
Lo tome de mala gana y me lo puse ¡pero ya me van a escuchar!
Subí al carruaje que me esperaba en la entrada y este en cuanto me senté arranco lo más rápido posible.
Tengo que recuperar mi corona o no se que haré.
El viaje fue muy rápido y en todo momento la sirvienta arreglo mi traje lo mejor que pudo y mi cabello para hacerme ver elegante.
Pero en cuanto se detuvo salí a toda velocidad y prácticamente el guardia y la sirvienta vinieron detrás de mi como podían.
- Entre en esa puerta de atrás .- Me dijo el guardia conduciendo me por la puerta de emergencia.
Yo solo gruñi en afirmación y prácticamente casi tiro la puerta por la fuerza en la que la azote.
El guardia se esforzo para correr enfrente de mí y me bloqueó el paso cuando estaba a punto de salir al centro del templo.
- Le ruego espere su majestad déjeme avisar de su llegada.- Me pidió jadeando.
- ¡¿Pues que estás esperando?! ¡Tengo prisa!
Asintió y pude ver qué salió a la capilla y discretamente se acercó a Medusa y ella asintió y se acercó al bastardo que estaba ocupando mi silla para avisarle de mi llegada, asintió y medusa se volvió con el guardia y volvieron a mi posición.
- ¡TU NIÑO BASTARDO! ¡¿SABES LOS PROBLEMAS QUE ME CAUSAS CON TUS IRRESPONSABILIDADES?!.- Me gritó Medusa mientras me empujaba a la habitación que estaba en ese pasillo.
- ¡TU MALDITA IMPACIENTE!¡¿TIENES IDEA DE LO QUE HICISTE?! ¡LITERALMENTE CORONARON A UN PLEBEYO SOLO POR QUE NO FUERON PACIENTES!.
- ¡TU SABIAS QUE DEBÍAS PRESENTARTE A TAL HORA Y TU NO CUMPLISTE CON TU DEBER DEBERÍAS DE ESTAR AGRADECIDO POR QUE SALVE TU ESTÚPIDA REPUTACIÓN!
- ¡ERA MI CORONACIÓN! ¡NO PUEDEN INICIAR LA CORONACIÓN SIN MI!
- ¡PUES FÍJATE QUE YA LO HICIMOS!
- ¡CUIDADO A QUIEN LE HABLAS ASI POR QUE NO SERÉ EL REY PERO SIGO SIENDO TU PRÍNCIPE JURO QUE TE CORTARÉ LA CABEZA!
- ¡HAZLO Y HABER QUIEN SIGUE LIMPIANDO TUS DESASTRES!
Le mire molesto y ella me miró a mi antes de que los dos soltaramos un bufido.
- ¡Cállate y espera aquí!.- Me ordenó antes de salir y cerrar la puerta de un portazo.
Yo solo gruñi mientras me revolvia el cabello frustrado.
¡Maldita Medusa!
La desgraciada no tardó en volver y con el maldito que me robó mi trono.
- ¡TU!.- Exclamé lleno de furia pero antes de que pudiera asestarle un golpe Medusa se puso enfrente.
- ¡CÁLMATE! YO LE ORDENE QUE LO HICIERA ¡¿AHORA QUIERES TU ESTÚPIDA CORONA?!.- Me pregunto con ironía antes de quitarle al bastardo mi corona y ponerme la encima de mi cabeza toda la fuerza que pudo ¡me dolió como el infierno!.
- ¿¡QUE TE PASA MUJER DEMENTE?!.- pregunté mientras me tocaba la cabeza adolorido.
Ella resoplo mientras buscaba relajarse.
- ¡¿Te dolió?! ¡Pues tú me causas peores dolores de cabeza con tu irresponsabilidad!.
- Serás...
- Andabas llorando por tu trono como un niño ¡ahí lo tienes! Ahora arréglate que tienes que saludar a tu pueblo.
- ¡Pero si yo nisiquiera soy oficialmente el rey!
- ¡¿Por que me complicas la existencia?! ¿Por qué? ¡¿Dioses que hice para tener que cuidar de este?!
- ¡Por si no sabías deberías estar agradecida! ¡Tratar conmigo es un honor!
- Ajá si claro como no ahora respira y comportate y escúchame un segúndo.
Yo solo le mire molesto, ella suspiro y se relajo aún más.
- Su alteza le presento a su guardia personal se hará pasar por usted en diferentes ocasiones por su seguridad, le es totalmente fiel a usted y hará cualquier cosa por su bienestar.
Yo solo le mire con desprecio.
- Mmm Buenas tardes su majestad haré todo lo posible por su felicidad.- Dijo ese maldito mientras se arrodillaba ante mi.
- ¿Vez Dark Pit? No tienes por qué enloquecer, el se hará pasar por ti y tu podrás tomar su lugar por tu seguridad técnicamente ahora son la misma persona así que técnicamente si te coronaron, si de todos modos estás inconforme el sacerdote a accedido a coronarte a escondidas mañana mismo.
Suspiré aunque no quiera admitirlo algo aliviado, si lo arruinaba el día de hoy hubiera sido mi perdición.
Mire al chico frente a mi con el antifaz puesto es idéntico a mi con la diferencia del cabello y del color de ojos aunque esté no se puede ver claramente por el antifaz.
Es muy familiar.
Pero eso no quita el hecho de que sigo furioso por esta conspiración.
- Nadie está a mi altura.- Dije cruzandome de brazos con orgullo.
- Lamento diferir contigo Dark Pit.- Dijo Medusa mirándome con diversión.- El pudo hacerse pasar por ti y nadie noto la diferencia eso es evidencia más que suficiente de que está a tu altura.
- Cállate Medusa.- Dije mientras la observaba aún desaprobatoriamente.
- Jaja Anda .- Ella se acercó a mí y arreglo mi cabello.- Tenemos un intinerario que seguir.
La mire indignado.
- Bueno si no quieres el puede seguir tomando tu lugar.
- No hace falta.- Dije mientras caminaba con orgullo a la puerta y salía.
Pude escuchar una risa discreta por parte de Medusa pero no dijo nada más.
Mire por encima de mi hombro y el bastardo me seguía 3 pasos por detrás de mi, bien eso me gusta aunque caminaba con orgullo y buen porte para no levantar sospechas.
Volví la mirada enfrente y mientras lo ignoraba, dudo que trabaje mucho tiempo para mi.
En cuanto salí del templo miles de pétalos de flores cayeron con gracia sobre mi mientras escuchaba los gritos y las felicitaciones de mi pueblo.
"¡Larga vida al rey!"
Eran los coros que escuchaba mientras me subía al carruaje si techo con este tipo a mi lado y en cuanto arranco los dos empezamos a saludar.
Mire denuevo por el rabillo mi ojo era prácticamente verme en un espejo horrible nisiquiera me di cuenta de que traía una corona falsa en la cabeza ¿En que momento se la puso? da miedo aceptarlo pero es mi copia absolutamente perfecta.
Decidí ignorarlo mientras seguía saludando con gracia a la multitud, si ya arruine mi coronación almenos voy a hacer las demás partes que me tocan bien.
El paseo fue ruidoso y molesto pero lo logré superar sin ningún inconveniente aunque siento que se me caerá el brazo.
En cuanto llegamos al palacio baje primero con elegancia mientras contenía el dolor de mi brazo, no estoy acostumbrado a saludar por casi 2 horas seguidas.
En cuanto entre al palacio y escuché las puertas cerrarse por fin pude explotar con tranquilidad.
- Malditos plebeyos...- Murmuré mientras sobaba mi brazo.- ¡Oye tú!.- Dije mientras volteaba a ver a mi copia.
- ¡¿Si?!.- Dijo mientras hacia una reverencia.
- No creas que esto ha acabado sigue siendo imperdonable lo que hiciste.- Dije recordando el hecho de que técnicamente el es el rey.
- Si su majestad.
Lo mire fastidiado como puede obedecer a todo tan fácilmente ¿me está haciendo caso o solo me está ignorando diciéndome si a todo?
- Voy a cambiarme .- Dije simplemente esperando alejarme de este bufón de pacotilla. Pero para mí sorpresa el empezo a seguirme también .- ¿No tienes nada mejor que hacer? - pregunté fastidiado.
- Eh... Bueno... Cómo su guardia real, es mi deber acompañarlo en todo momento su majestad .
- ¿Según quién?
- Según todo el mundo .- Dijo el y pude ver una sombra de una sonrisa en su rostro.
Este maldito me está sacando de mis casillas vamos respira no puedes matarlo no puedes matarlo....un momento soy el rey si que puedo.
Pero prefiero ahorrarme el sermón de Medusa de que ahora tendrán que entrenar a alguien más.
- No me sigas.- Pedí intentando tener paciencia.
Camine denuevo a mi habitación y escuchaba los pasos de el detrás de mi.
- ¡Que no me sigas!
- Tengo la impresión de que le molesta mi presencia.
- Woooow que inteligente dime ¿usaste toda tu capacidad cerebral para llegar a esa conclusión?
- No tanta como la que usted necesita para darse cuenta de que voy a seguirlo en todo momento.
- Voy a cambiarme ¿quieres verme en bolas o que?
Pude ver cómo claramente enrojecia de la vergüenza espero que avergonzarlo haya sido suficiente para hacer que deje de seguirme.
- Bueno no necesariamente tengo que ver podría ...ya sabe simplemente mirar a la pared.
- Eres extraño ¿ahora te avergüenzas?.- Dije claramente con burla.
- Yo no me avergüenzo su alteza.
- El color de tu cara dice otra cosa.- Dije abriendo la puerta de mi cuarto.- Hey ustedes niñas idiotas quiero vestirme solo vallanse.
Les grité a las sirvientas que usualmente se encargan de vestirme y que me esperan siempre afuera de mi habitación.
- Es el calor .- Dijo el idiota simplemente mientras me seguía.
- Ajá si. Te seguiré dejando creer tus mentiras .- Dije simplemente acercándome a mi armario.- Si te quedas aquí más te vale no voltear.
- No lo hare su majestad .- Dijo el simplemente parándose y volteado a ver la pared. Parece niño castigado .- Y entonces... Se que las cosas no salieron como usted esperaba. Pero aún así felicidades.
- ¿Porque? Técnicamente a ti te coronaron
- En su nombre.
- Pero sigues siendo al que le pusieron la corona.- Dije mientras me quitaba el saco y aproposito se lo arrojaba como si se tratara de un perchero.
- ¡Hay!.- No pudo evitar exclamar por la sorpresa pero se quedó quieto como le ordene.- Aún así dijeron que técnicamente al intercambiar constantemente de lugar seríamos la misma persona técnicamente.
- ¡Ja! ¡¿Tu y yo la misma persona?! No me jodas ¿que hice para recibir tal castigo divino?.- Dije mientras me quitaba mis zapatos y le aventaba los calcetines a la cabeza.
- No es un castigo.- Cuando estaba apunto de decirme otra cosa le avente uno de mis guantes esta vez le atiné a su hombro.- ¡No soy un ropero su majestad!
- Tienes cara de uno.
- Nisiquiera sabes cómo es mi rostro.
- Y no quiero saber.- Dije quitándome la mascará mientras me limpiaba el sudor.
- Uhm... Para que sepa usted ya me ha visto .- Dijo el murmurando y juro que haciendo un puchero.
- Tan olvidable eres para mí Entonces.- Dije mientras aventaba también mi camisa.
- ¿No tiene espejo acaso? .- Murmuró .- Hay demonios .- Lo escuché quejarse.
- ¿Ya te hartaste y quieres renunciar?
- ¡Jamás! .- Gritó un poco pero pareció darse cuenta de su error y cambio el tono .- Uh estoy bien. No sé preocupe majestad.
- Debes de cuidar tu tono estoy siendo muy permisivo por qué Lady Medusa te defiende y te necesito vivo para recuperar mi corona.- Dije mientras le pegaba con otro de mis guantes.
- La corona siempre es suya su majestad.
- Y aún así tuviste la osadía de sentarte en mi trono ¿no te jode?
- Por favor sea comprensivo su alteza tenía que mantener intacta su reputación.
- ¿A este punto no te has dado cuenta de que no me importa lo que esos plebeyos piensen de mi?
- Supongo ...
- Y otra cosa más .- Dije mientras le aventaba mi pantalón divertido pude ver claramente como suspiraba de forma larga intentando no explotar de molestia.- No me gusta la mediocridad así que cuida de ti mismo idiota.
- Si cuido de mi mismo su alteza.
¿Cómo tiene la osadía de mentirme en mi cara? Lo mire de arriba a abajo me parece ver algo húmedo en la parte de sus calcetas a la altura de sus tobillos.
- ¿A si? .- Pregunté retadoramente mientras me ponía mis otros pantalones más cómodos.- Si no cuidas de ti mismo no podrás servirme al 100 no dudaré en desecharte.
- Le aseguro que estoy perfectamente.
Trone la lengua con fastidio mientras me acercaba y lo tiraba al piso.
- ¡Au!.- Exclamó adolorido mientras se tocaba el golpe de la cabeza.
Me acerque a la humedad de sus tobillos y cuando mire mis dedos estaban rojos.
- Sangre...idiota ¿te molestan los zapatos?.- No es propio de mi tocar a otras personas pero por alguna razón estoy intrigado por este idiota que se ha robado mi trono.
En cuanto lo mire me quedé paralizado se había quitado el antifaz para tocarse mejor el golpe de la cabeza.
- Hay mi cabecita .- Se quejo mientras sobaba su cabeza. Cuando levanto la abrió los ojos para verme definitivamente sentí que mi cabeza volaba - ... Ehhh... Hola .- Dijo con una sonrisa tímida.
No supe que contestar.
¡Maldito bastardo! Por qué no me dijo que era el todo este tiempo, es mi único amigo hubiera sido más tolerante.
Me siento como un idiota en este momento.
Voy a vengarme voy a molestarlo un rato.
- Hola con que escondes unos ojos azules detrás de esa máscara.- Dije mientras me quitaba la mirada de imbécil y fingía que no lo conocía.
- Si... Supongo que es en lo único que no me parezco a usted, eso y el cabello... Y el chichón en mi cabeza.- Dijo aún sobándose la cabeza aunque se veía triste.
¿Es encerio que el idiota piensa que lo olvide? Si el no me olvidó menos yo que soy un prodigio.
- Eres bastante llorón contando que aguántaste 6 horas esos zapatos.- Dije mirando aún la sangre en mis dedos.- No puedo creer que me forzaras a tocar la sangre de un plebeyo.
- Yo no lo obligue .- Lo escuché murmurar y estoy seguro de que el piensa que no lo escuché .- Mil perdones su magestad. No volverá a ocurrir.
- En verdad eres un problema andante para mí.- Dije poniéndome de pie mientras me limpiaba con uno de mis calcetines que estaban en el piso.- No te atrevas a moverte de ahí llamaré a las enfermeras para que te curen.
- No es necesario de verdad, estaré bien .- Dijo nervioso mientras se levantaba rápidamente pero no pudo evitar una queja de dolor.
- ¿Como osas desobedecer una orden de tu rey?.- Dije mirando divertido.- Además si es necesario vas a ensuciar con tu sangre mis alfombras.
- Hay dioses .- Se quejo mientras veía el piso .- Yo lo limpiare después lo prometo .- Dijo y parecía un poco avergonzado.
- Solo cállate y quedate aqui.- Dije empujándolo de nuevo está vez aterrizó sobre una silla.- Eres bastante necio.
- No lo soy su majestad. Solo que se supone que mi deber es cuidarlo. No al revés .- Dijo el rascándose la cabeza.
- Eso lo hubieras pensado antes de lastimarte de esa manera, ¿además que clase de guardia eres ? Es muy fácil empujarte.- Dije antes de acercarme a las bocinas y llamar.- Necesito una enfermera en mi habitación ahora.
- No me lastime adrede, y soy de los mejores, me deje empujar ahora por usted .- Dijo mientras movía un poco los pies, a de tenerlos entumidos también.
- Excusas, solo molestas.- Dije mientras volvía a lo mismo.- Ni creas que cuido de ti por gusto te saldrá caro después.
Me preguntó cuánto tiempo le tomaré el pelo.
- No son excusas .- Murmuro cruzando los brazos .- Digo la verdad. E jurado nunca ir en su contra majestad. Y mi juramento es mi ley y le pagaré como pueda este favor.
- Es adorable, eres mi perro faldero.- Dije mientras me ponía un saco plateado con negro es ligeramente más delgado y más liviano quel que traía antes.
- No soy un perro faldero... Majestad.- Dijo enojado pero recordó su lugar momento después.
- Mmmm yo soy tu rey si quiero que seas mi perro puedo hacerlo.- Dije mientras terminaba de peinarme.
- Majestad yo no soy un perro. Soy su guardia personal. Debo estar a su lado le guste o no.- dijo intentando tenerme paciencia.
Le deseo suerte. Medusa es un ejemplo de que yo le quitó la paciencia hasta al dios más benevolente.
- Eso suena exactamente a lo que haría un perro.- Dije mientras me reía.- Anda ladra es una orden.
El me miró como si estuviera loco. Y estoy seguro de que se aguanto de decirme una grande. Pero a cambio solo suspiro. Orando por paciencia a los dioses.
- Guauf.- Dijo entre dientes.- ¿Satisfecho majestad?
- Mucho.- Dije sin evitar soltar una risotada muy fuerte, el me miraba muy molesto y serio pero sin quitar esa apariencia educada.- Sabes ahora que no puedes caminar con tus pies deberías gatear y anda en 4 patas así entrarías más en papel.
- Lo lamento majestad pero eso sí que no .- Dijo el levantándose y acercandose a mi .- Perdóneme que su día no haya salido como usted esperaba pero no es ninguna excusa para comportarse como un niño y usar a los que solo quieren ayudarle como bien le plazca.
Le mire sorprendido mientras sonrreia, que bueno fue fastidiarle y sacarlo de quisio, nadie en todo este maldito país habría tenido los pantalónes para regañarme sabiendo que con solo tronar los dedos podría acabar con su existencia.
- De hecho tengo todo el derecho de hacer lo que quiera para que crees que es la corona.- Dije aún poniéndolo a prueba veamos si puedo asustarlo.- Si no haces lo que quiero puedo ejecutarte con solo tronar los dedos y alguien más tomaría tu lugar no eres realmente indispensable.
- A eso es lo que me refiero con berrinches. Nadie es una pieza de ajedrez majestad. Y si tiene razón. No soy indispensable ¿y mi remplazo tampoco lo será? Lo más probable que no. Si sigue con esa actitud nadie confiara en usted.
- No necesito la confianza de unos simples plebeyos.- Dije mientras contenía mi risa en verdad no puedo creer que se lo este tomando tan serio.- Aunque admito que tienes coraje para hablarme así Pit
- No es coraje majestad es... Un segundo. Yo nunca le dije mi nombre.- Dijo mirándome de manera acusadora.
Mierda es demasiado listo también supongo que mi diversión se acabó.
- Ups.- Exclamé encogiéndome de hombros.- Ya te he dicho que no me digas majestad.
El me miró de arriba a abajo entes de aventarse encima de mi.
- ¡Hey suéltame! ¡Estás llenando la alfombra de sangre! ¡Estás pesado!
- Es usted un bobo .- Dijo sin soltarme.- De verdad pensé que te habías olvidado de mi .- Dijo abrazándome un poco más fuerte.
- Si tu mente de cacahuate pudo recordarlo obviamente yo también.- Dije aguantando su abrazo.- Pero te lo merecías por idiota ¿Cómo dejaste que te lastimaras tanto?
- No había tiempo de hacer otros zapatos.- Dijo el aún abrazándome.- Y bueno... Tenia que aguantar.
- En resumen eres idiota.- Dije suspirando esto es algo irreal.
Pero ahora no me puedo quejar de cómo ha ido este día, pues aunque no sea el rey técnicamente parece que recupere algo más valioso.
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