Capitulo 1

Hace mucho mucho tiempo en algún lugar se encontraba un reino malvado y vil, el nombre de este lugar era Underworld y en el solía gobernar un Rey que no poseía ninguna humanidad,el nombre de ese horrible rey era Hades.

Hades era un rey cruel y sanguinario diestro en diferentes artes de la espada y su pasatiempo favorito era conquistar diferentes tierras ademas gastaba el dinero del reino en excesivas comodidades y lujos y no le importaba matar a cualquiera que se opusiera a su reinado y mandato.

Un buen día de sol en cuanto las campanas de la iglesia empezaron a sonar nació de una concubina el descendiente de ese horrible rey, el pequeño príncipe de ese lugar se llamaba Dark Pit, era un niño hermoso y encantador de cabello negro azabache y los ojos rojos y brillantes como era común en su linea de sangre.

Sin embargo aunque todo el reino se emociono con el nacimiento del joven príncipe el rey Hades tenia demasiadas expectativas sobre su pequeño hijo por lo que no dejaría que ninguna persona ajena al castillo lo conocieran, pues era demasiado preciado como para que simples plebeyos le conocieran o respiraran el mismo aire que el almenos en su opinión.

Diez meses después del nacimiento del joven príncipe nació un joven de cabello color chocolate y ojos tan azules como el cielo lo llamaron Pit, el era el niño mas tierno de todo el pueblo pero lamentablemente su madre murió en el parto asi que su padre que era guardia privado del castillo se hizo responsable de el.

El tiempo paso y el reino lamentablemente cada vez caía mas en la pobreza y opresión así mismo los dos niños crecían cada vez mas bellos y encantadores, el joven príncipe era entrenado para ser el futuro monarca y el pueblerino lo estaban entrenando para ser un guardia del castillo cuando creciera al igual que su padre.

La vida de los jóvenes niños de ahora 9 años se unirían de forma inesperada un día...
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El joven príncipe se encontraba cenando en la completa soledad, su padre estaba atendiendo asuntos importantes y no se reuniría con el, aunque el príncipe estaba completamente acostumbrado a ello, pues aparte de mal Rey el rey Hades era un mal padre siendo usualmente ausente y confiandole la crianza del principe a una sirvienta.

Todo ocurría con normalidad como cada noche hasta que una melodía llamo la atención del joven príncipe.

- ¿De donde viene eso?.-Pregunto al aire mientras se levantaba de la mesa dejando su cena a medio a terminar mientras salia del comedor buscando el sonido.

Camino y camino hasta que fue a parar a uno de los jardines reales, bañado por la luz del anochecer se encontraba un niño de cabello castaño cantando y realmente era el primer niño de su edad que veía, así que se le quedo viendo con total admiración.

Pronto su presencia fue notada por el niño de cabello castaño que le sonrió con emoción mientras sus ojos azules brillaban ilucionados, pues el príncipe era el primer niño que le prestaba atenciónmientras cantaba pues solía ser un niño solitario.

- Te pido me disculpes no quería molestarte.- Se disculpo el príncipe claramente nervioso recordando sus lecciones de modales.

- No me molesta... ¿te gusto mi canción?.- Pregunto Pit tiernamente.

- Bueno sonaba como si estuvieran ahorcando a un pájaro pero nada mal.-Dijo Dark Pit nervioso, era la primera vez que le daba un cumplido a alguien pues siempre se los hacían a el, nunca al revés.

Pit inflo las mejillas algo molesto pero se empezó a reír.

- Bueno... gracias supongo.- Dijo Pit mientras intentaba controlar la risa.- ¿Oye por que usas ropa tan brillante? te podrían ver desde el otro lado del mar.

- Ah pido me disculpes soy el príncipe Dark Pit.- Dijo este mientras hacia una reverencia poco marcada.

Los ojos de Pit inmediatamente se agrandaron por la sorpresa y sus labios hicieron una perfecta O.

-¡¿El...pri...principe?!.-Exclamo claramente impresionado mientras hacia una muy marcada reverencia.- ¡Lo lamento mucho! ¡no quería molestarlo alteza!

Dark Pit inclino la cabeza confundido y enarco una ceja en confusión.

-¿De que te disculpas? y...¿tu eres?.- Pregunto mientras cruzaba los brazos.

- Ah! Yo soy Pit.- Dijo señalando se a si mismo.

- Nos llamamos muy similares.- Afirmo Dark Pit lleno de curiosidad.- Bueno también nos vemos similares eso da miedo.- Dijo mientras caminaba alrededor de Pit.

- ¡Es una locura! no puedo creer que por fin haya conocido al principe.- Dijo Pit mientras le brillan lo ojos con ilusión.

-Supongo...¿Querias conocerme? ¿Por que?

-A bueno... es que yo quiero ser caballero para protegerte en realidad.- Dijo Pit mientras se ruborizaba con verguenza.

- ¿Seras un caballero?

- ¡Si!.- Dijo Pit con mucha ilusión.

- Los caballeros son asombrosos blandiendo espadas brillantes y filosas.- Dijo Dark Pit concordando.

- Si si y protegen a todos con una sonrisa ¡Son geniales!

- ¡Ah que envidia!.- Exclamó Dark Pit.- ¡A mi también me gustaría ser caballero!

- ¡Pero es mejor ser príncipe! Ellos ordenan a los caballeros.

- Solo son reglas y reglas y más reglas.

- Nunca lo había visto así, pero tú un día serás rey ¿verdad?

- Eso creo...

-¡Entonces ya no habrá nadie que te diga que hacer! Podrás ser lo que quieras y nadie podrá decirte nada.

- ¡Eso es verdad!.- Dijo Dark Pit con repentino entusiasmo.

- ¡Si si!

- ¿Y que haces solo?.- Pregunto Dark Pit mientras se sentaba en una banca.

- Ah ....bueno....

- ¿Hiciste algo malo?

- Me estoy escondiendo de mi tutora...

- ¿Por que?

- Mmm falle en una lección y hasta que no la hiciera bien tendría que repetirla y repetirla.- Dijo Pit con un evidente puchero.

- Te entiendo

- ¿Lo entiende alteza?

- ¡Deja de llamarme alteza! ¡No me gusta! Siempre es alteza esto alteza aquello.- Dijo Dark Pit con un bufido.

- ¿Y como te gustaría que te dijera?

- No lo sé piensa en algo.

- Mmmmmm que te parece.... ¿Pittoo?

- ¡Es horrible!.- Dijo Dark Pit cruzando sus brazos molesto.

- ¡Perdón!

- Pero...puedes usarlo, es el primer apodo que tengo.

- ¡Entonces siempre te llamaré Pittoo!

- Si si como sea.

- ¿Pero a qué te referías con que me entendías?

- Yo también tengo una tutora, o más bien es mi nana.

- ¿Y es mala contigo?

- No pero es molesta siempre diciéndome que hacer.

- Entonces somos más iguales de lo que pensaba.- Dijo Pit abrazando a Dark Pit.- Oye Pittoo ¡podemos ser amigos!

- No me abraces ¡pesas!.- Dijo intentandoselo quitar de encima.- Pero no veo por qué no podríamos ser amigos.

- ¡Si somos amigos! ¡Oye Pittoo juguemos a algo!

- Claro pero voy a ganarte en lo que sea que se te ocurra.

- No te dejare ganar por ser el príncipe que lo sepas....veamos...¿que te parece "las traes"?

- ¿Las traes? ¿Y eso como se juega?.- Dijo Dark Pit inclinando la cabeza confundido.

- Verás...- Dijo Pit sonrriendo traviesamente antes de tocar a Dark y empezar a correr.- ¡Ahora las traes! Tienes que tocarme de regreso si es que puedes.

En ese instante Dark Pit rio por primera vez de forma genuina mientras se ponía a jugar con Pit.

Ninguno de los dos chicos dió tregua hasta que acabaron cansados botados en el césped suave y fresco.

- Es un empate.- Dijeron los dos cansados mientras empezaban a reír.

- Debo admitir Pit que nunca me había divertído tanto.- Dijo Dark Pit mientras tomaba la mano de Pit.- Pero no te hagas muchas ilusiones.

- Siempre que quieras podemos jugar Pittoo y cuando crezca seré tu caballero y siempre estaré contigo.

- Eso no estaría mal...

- ¡PIT/ ALTEZA!.- Se escucharon dos voces femeninas gritar molestas mientras se acercaban a los dos chicos.

- Hay no....-Exclamaron los dos chicos mientras se sentaban.

- ¡Mira lo sucio y sudado que estás!.- Dijo una mujer de cabello negro mientras tomaba a Dark Pit del brazo y lo jalaba consigo.- ¡¿Si te viera tu padre que crees que diría?!

- ¡Sueltame!.- Exclamó Dark Pit mientras se rehusaba a dejar a Pit.

- Pit te busque por todos lados, no debes de estar aquí además aún no acabamos tus lecciones vámonos.- Dijo la otra mujer de cabello largo color verde primavera.

- Lo lamento.- Explicó Pit mientras era jalado por la mujer de cabello verde pero el se rehusaba a soltar a Pittoo.

- Palutena.- Dijo la mujer de cabello negro mientras miraba con enojo a la de cabello verde.- Controla a tu niño tu sabes mejor que nadie que nadie puede tocar al príncipe.

- ¡Tu eres igual de culpable que yo medusa!.- Dijo ella jalando a Pit consigo.

- ¡Suéltame! ¡Medusa! ¡No estaba haciendo nada malo! ¡El es mi amigo!.- Dijo Dark Pit mientras intentaba soltarse del agarre de hierro de medusa.

- Tu no puedes tener amigos Dark Pit.- Dijo ella mientras jalaba a Dark Pit que intentaba agarrar la mano de pit.- No insista o le diré a tu padre.

- ¡Pittoo!.- Grito Pit mientras se revolvia intentando soltarse.

- Pit.

- Es inevitable los chicos se encariñaron.- Dijo Palutena con cierto pesar mientras cargaba a Pit que había comenzado a llorar.

- Eso no habría pasado si tú hubieras controlado a tu niño Palutena.- Dijo ella jalando a Dark Pit para agarrarlo del cuello de su traje.

- Mi niño no tiene la culpa y tampoco el tuyo solo son niños quieren jugar.- Dijo Palutena intentando hacerla comprender que está situación no era culpa de nadie.

- Pero por si no se te ha olvidado el es el principe no un niño cualquiera y mejor mantén alejado al tuyo de aquí.- Respondió Medusa aún hecha una furia.

- ¡No te preocupes así lo haré!.- Dijo Palutena completa molesta mientras comenzaba a caminar de regreso al cuartel de caballeros.

- ¡Pittoo!.- Grito Pit en los brazos de Palutena mientras intentaba alcanzarlo y se revolvia completamente en sus brazos.

Pero Palutena solo lo abrazaba con más fuerza.

- ¡Pit siempre seremos amigos!.- Alcanzó a gritar Dark Pit antes de que ellos se fueran.

- Ya detengase su alteza este no es un comportamiento apropiado por parte de usted.- Dijo Medusa mientras lo tomaba del brazo y lo comenzaba a escoltar de regreso a adentro del palacio contra su voluntad.

- ¡Era el primer amigo que tenía!.- Exclamó molesto aún tirándose.- ¡Tenías que arruinarlo todo!

- Un príncipe no puede ser amigo de un plebeyo, ¿no lo entiendes? Tu estás en un rango superior a esa bola de personas incultas y salvajes , si tú padre se enterara lo mandaría a ejecutar inmediatamente ¿lo entiendes?

- ¡NO!.- Grito Dark Pit asustado en definitiva no deseaba que matarán a su nuevo amigo.

- Entonces por el bien de los dos nunca volverás a hablarle ¿está bien?.- Dijo Medusa mirándole con seriedad.

- Pero....

- Príncipe.

- Está bien.- Dijo Dark Pit mientras se daba por vencido aparentemente.

- Ahora limpiate las lágrimas nadie nunca puede verlo llorar en público lo sabe.- Dijo Medusa mientras le extendía un pañuelo.

Dark Pit decaído lo agarro.

- Si...- Dijo un Dark Pit muy triste mientras se limpiaba las miles de lágrimas que salían de sus bellos ojos rubí.

- Ahora iremos a darte un baño, acabarás de cenar y irás a darle las buenas noches a tu padre antes de dormir.- Dijo ella mientras lo hacía caminar denuevo.

-Está bien.

Y así Dark Pit desganado, impotente y molesto se resigno a obedecer lo que su tutora le decía sin oponerse a ello.

Mientras tanto Pit seguía llorando abrazado de su joven,tierna, gentil y amable tutora, Palutena no decía nada solo acariciaba su pequeña espalda intentando darle algún tipo de consuelo al pequeño que no paraba de llorar.

Al llegar a su habitación en el cuartel de caballeros Palutena lo sentó en su cama y limpio sus lágrimas con cuidado.

- Lady Palutena yo ....lo lamento.- Dijo Pit mientras intentaba controlar su respiración.

- Tranquilo Pit no hiciste nada malo, aunque deberías dejar de escaparte de mi.- Dijo ella sentandose a su lado mientras intentaba ofrecerle una sonrisa reconfortante.

- Lo haré Lady Palutena...el es mi amigo Lady Palutena ¿por qué no me dejan estar con el?.- Pregunto Pit con inoscencia.

- Pit mi vida es muy complicado, el es el principe y el rey tiene expectativas muy grandes con el, el tiene que cumplir con sus deberes y el rey se enfadaría si se distrajera con un amigo.- Dijo Lady Palutena intentando darle una explicación que el pudiera entender, pues no podría decirle que era por qué el Rey era un paranoico idiota.

- ¡Pero es injusto!.- Exclamó Pit inflando sus mejillas en un gran puchero.

- Lo se Pit pero la vida no es justa y te recomiendo que te enfoques tu también en tus lecciones de espada si quieres evitar problemas.

- Pero a mi me gusta jugar con el.

- Talvez algún día los tiempos cambien y puedan ser amigos además la distancia no romperá su amistad ¿o si Pit?

- ¡Claro que no! ¡Seré su amigo siempre!

- Entonces esfuérzate por ser un caballero digno de estar a su lado.

- Lo haré Lady Palutena ya verás.

- Ese es mi niño, lávate y duerme mañana continuamos con tus lecciones.

- Si Lady Palutena.

Y así con esa promesa en sus corazones los pequeños niños enredaron su destino para siempre.

Cuando Dark Pit obedeció a Medusa en todo lo que le dijo camino desganado a la habitación del rey.

Tocó la puerta con la cabeza algo gacha.

- ¿Quien es?.- Pregunto una voz masculina completamente autoritaria y intimidante.

- Su alteza soy yo el principe.- Dijo Dark Pit mientras abría la puerta.

- ¿Ya vas a dormirte hijo?

- Si padre .- Dijo el acercándose a él.

- Entonces ten buenas noches.

- Gracias padre tu también.- Dijo mientras hacia una reverencia.

- ¿Por que tienes la cabeza gacha?, un príncipe siempre camina derecho y con orgullo.

- ¡Lo lamento padre!

- ¿Y bien?

- Padre...¿por qué no puedo tener amigos?

- ¿Y a qué se debe ese repentino interés?

- Bueno....hoy conocí a un chico y bueno...jugamos y me agrado me gustaría... poder ser su amigo.

- Imposible.

- ¡¿Por que?!

- Dark Pit tú eres el principe de todo este reino.- Dijo levantándose de su silla de terciopelo mientras miraba un mapa colgado en la pared.- ¿Ves todo esto?

- Si...

- Tu lo gobernaras un día y es más harás este terreno más grande con las próximas conquistas que hagas.

- Lo se padre...

- En todo este terreno no hay una sola persona que no codicie nuestro dinero y poder, pero tú has sido elegido por los dioses para gobernar, tu sangre es valiosa y noble no merecen nisiquiera respirar el mismo aire que tú ¿lo entiendes?

- Si padre pero era agradable y éramos muy parecidos y fue divertido.

- Es mi decisión final Dark Pit.

Dark Pit suspiro de frustración mientras miraba al piso molesto.

- Si padre.

- Ahora que lo haz entendido ve a dormir.

- Si buenas noches padre.

Dicho esto Dark Pit se fue y Hades molesto mando a llamar a Medusa.

- ¿Me hablaba mi señor?.- Pregunto nerviosa mientras entraba al despacho y hacia una reverencia.

- De rodillas.

Medusa trago fuerte mientras obedecía.

- ¡CUIDARLO ERA TU TRABAJO!.- Finalmente Explotó Hades mientras le gritaba.

- ¡Lo lamento majestad!.- Se disculpó Medusa aterrada mientras pegaba la frente en el piso como disculpa.

- ¡Se junto con un plebeyo eso es inaceptable!.-Grito mientras le ponía el pie en los hombros a medusa y presionaba fuerte.

- Lo se su majestad.- Afirmó medusa mientras aguantaba el dolor sin quejarse.

- Te mataría si no fueras útil.- Dijo apartándose de ella mientras se sentaba en el escritorio.

- Lo se su majestad y valoro su generosidad.- Dijo ella mientras apretaba los dientes con fuerza por el enojo.

- Ahora me explicarás todo lo que ocurrió.- Dijo mientras se cruzaba de brazos.

Medusa como pudo le explicó lo que había ocurrido de forma honesta esperando a apasiguar la irá de su rey.

- Cállate, ahora ..... ¿Mencionaste que tiene apariencia similar a mi hijo?.- Pregunto con bastante interés.

- Si mi señor su parecido es extraordinario, hasta donde se el está siendo educado para ser caballero al igual que su padre.

- Parece que almenos podremos sacar algo bastante productivo de esto Medusa.- Dijo Hades mientras reía con mucho orgullo de su plan macabro.

- ¿Que desea su alteza?.- Pregunto ella con muchísimo miedo pues sabía que cualquier idea que tuviera ese hombre no podía ser buena.

- En vista de que ese chico tiene apariencia muy similar a la de mi hijo podemos aprovecharnos de eso.

-¿Cómo pretende hacerlo mi rey?

- Pienso que ese niño si muestra tener buenas habilidades para el combate podríamos hacerlo pasar por el principe en nuestra conveniencia, los estúpidos pueblerinos nunca han visto al príncipe así que puede sernos útil en algunos momentos.

- Como órdene su alteza...le mandaré la noticia a su instructora para que reciba la educación pertinente.

- Te lo agradezco...además...

- ¿Además?

- Últimamente los del reino de la naturaleza han hecho revueltas en nuestras fronteras...lleva a unos soldados a qué se encarguen de ellos.

- Por supuesto mi señor.

- ¿Y además mencionaste que el padre de ese muchacho es soldado no?

- Si es un caballero.

- Que muera

- ¿Perdón?

- Como oíste como castigo por no educar a ese mocoso con respeto y mano dura te aceguraras de que muera en esas batallas.

- Pero ...

- ¡No contradigas a tu rey!

- Si su majestad como ordene.- Dijo ella temblando de frustración.

- Es suficiente puedes irte....

- Gracias su alteza.

- Una cosa más Medusa.

- ¿Si?

- Esto se mantendrá en secreto incluso para ese niño dale el título del guarida personal del principe o algo así nadie puede enterarse de mi plan.

- Claro mi rey.

- Si te atreves a decir algo te mataré ¿Lo entiendes?

- Si mi señor.

Medusa se fue lo más rápido posible mientras evitaba estallar en coraje, eso era lo normal para todos quienes sirvieran al rey, pues no estaban deacuerdo con el pero si fallaban era una muerte acegurada.

No fue sorpresa para ninguno de los sirvientes cuando se enteraron de que un caballero murió de forma desafortunada y accidental pues ya intuían que el Rey se había desquitado con el sin ningún motivo en particular, pero ninguno se atrevió a decir absolutamente nada y nadie cuestionó nada.

Los años pasaron y los dos jóvenes nunca olvidaron la promesa que hicieron en sus corazones sin embargo cada uno estaba enfocado en cumplir con sus obligaciones pues era lo que se esperaba de ellos y así se fueron convirtiendo en jóvenes adultos.

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