Capítulo VII
—Bienvenido a Shakuras joven templario—dijo aquel sujeto mientras me extendía su mano.
—G-Gracias...eh... .
—Urech, me llamo Urech.
—Muchas gracias Urech, Mi nombre es Izuku Midoriya.
—He escuchado de la matriarca Vorazun de tu llegada aunque no esperé que nuestro encuentro sería de esta forma. Pero basta de charlas, nuestros guardias se encargarán de darte una habitación esta noche, mientras tanto sígueme; la matriarca espera en su despacho.— se dió la vuelta y emprendió el camino.
Izuku lo empezó a seguir pero apenas enfocó su vista a donde se fue Urech no lo vió por ningún lado. Miró a sus alrededores pero no lo vió; pero una voz se escuchó detrás suyo.
—Un humano...—el antiguo peliverde se sobresaltó e instintivamente prendió sus cuchillas de energía— Modificado a un purificador...—miró por los lados pero la voz parecía venir de todos los ángulos— Inaceptable... las artes oscuras de nuestro pueblo solo deben ser heredados a los dignos...— Izuku vió como un templario oscuro se posicionaba a unos metros de su posición.
—¿Quién eres?¿Qué es lo que desea de mí?
—¿Qué es lo que deseo? Nada, tu no me puedes otorgar nada que yo quiera.— sin avisar el desconocido arremetió contra él; a duras penas pudo esquivar la hoja de sus cuchillas. Sin opción contraatacó en un intento de incapacitarlo. Con sus armas en alto cargó hacia él para cortarlo pero su oponente sin esforzarse paró la carga con un solo brazo dejando sorprendido al joven que intentaba retroceder pero su brazo era sujetado fuertemente.—¿Cúal es tu nombre?— preguntó el asesino
—Izuku Midoriya. ¿Y el tuyo?
—Llamame Ryzse, aún no eres digno de saber mi nombre.
—¿Por qué me atacas?
—...
Ryzse no respondió, solo apretó más el brazo del chico y bruscamente se lo dobló. Izuku instintivamente gritó
—Aún no eres un templario, chiquillo. Siquiera puedes encender tu escudo de plasma. Un guerrero siempre debe estar en guardia aunque esté en su pueblo. Tú no eres uno, solo eres un humano disfrazado de un protoss. No mereces ser llamado un templario... eres solo un falso... — soltó su brazo y con su manto se hizo uno con las sombras.
En el piso se encontraba Izuku, con un dolor abrumador; normalmente a los purificadores se transferían sus memorias a un cuerpo sin un sistema nervioso pero parece que este prototipo de cuerpo era uno diferente. Todo su sistema está conectado a un módulo que genera distintas reacciones igual que el sistema nervioso humano.
Pero en medio de su dolor llega Urech.
—¡¡Izuku!! ¿Que sucedió?—con tono preocupado se acerca y pone su brazo bueno encima de su hombro.
—Ryzse...
—Ohh... veo que no tienes la mejor suerte del mundo... Ven intentaremos arreglarte.
Lentamente suben hacia el nexo principal. A pesar de no tener un rostro facial, Urech sabía que cara estaba poniendo el nuevo aprendiz de Vorazun
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