Capitulo 19- Secuestro.
Narra Ian
Arrojó la botella de ron hacia la pared con enojo.
-habla- dije mientras me sentaba en el sillón.
Adam alzó una ceja hacia mi dirección, talvez exagere pero eh tenido un mal día.
-Bueno- se aclaró la garganta Caín mientras caminaba y encendía la televisión plasma- en la tele podrán ver un par de fotos de unas camionetas blindadas- explico a la vez que aparecían las imágenes de siete camionetas viajando por fila- no sabemos que hay adentro, si es bueno o malo, pero según mis hombres esas camionetas no traen nada de bueno- hice una mueca mientras prendía un cigarro- cinco de esas camionetas llegaron está mañana a dos horas de aquí, mientras las otras dos agarraron otro camino que desconocemos.
-¿Y eso que tiene que ver con nosotros?- quiso saber Axel mientras se estiraba y bostezaba.
Caín miró a papá como si hablarán telepáticamente.
-¿Que esconden ustedes dos?- pregunté mientras alzaba una ceja y sonreía malévolamente.
Papá dió un suspiro mientras le hacía señas a Caín de que se sentara- Al parecer muchachos, no fue una gran idea mía al mandar a su hermana lejos de nuestros cuidados- empezamos a llenar de preguntas a lo que el nos callo- por suerte, mandé a tres de mis mejores hombres y están en camino más refuerzos- dijo.
-¿Solo tres?, ¿Cuántos más enviaste? Puedo enviar de mi gente también- hablo Ian preocupado.
-Y yo puedo visitar a mi hermana- hablo Axel.
-Nadien la visitara- hablo papá haciendo que empesaramos a renegar.- está mañana envié más de una docena de mis mejores hombres, ninguna moverá un solo dedo, entre más alejados estén de su hermana mejor será para ella, solo para un par de meses, en lo que todo se controla. Además estoy seguro que allá en dónde está, está segura.
(...)
Narra Ashley
Abro los ojos sintiendo un dolor y ardor en la cara.
Estoy atada de las manos y tengo un trapo en la boca, lo cual me da un mal sabor.
Miró alrededor y puedo notar como hay muchas personas asustadas y unas que otras golpeadas, como yo. Pero no encuentro a ninguna de mis amigas.
Suspiro mientras con mi lengua empiezo a mojar el trapo, es asqueroso pero ayuda. Mi pie izquierdo viaja hacia mi espalda dónde tengo mis manos atadas, (luego le agradezco a la abuela por meterme a clases de ballet a los 12) con cuidado y tratar de que no me cachen, saco una navaja pequeñita escondida entre mi tenis.
Me recuesto de lado y fingo que duermo al ver que alguien se acercaba hacia donde estoy yo, era uno de los secuestradores, tenía un arma en manos mientras me apuntaba.
-Despierta- me dijo mientras me tomaba bruscamente del brazo haciendo que me levantara- que el jefe le encantará conocerte.
Mientras caminabamos, trataba de soltar un poco la cuerda, no era tan ancha.
Caminamos hacia una puerta entrando por ella, al otro lado había como una oficina y muchos ventanales dejando una bella vista (significa que estamos en algún lugar del segundo piso) había una final de entre 20 o más mujeres (adolescentes como yo)
-Aparecio otra jefe- hablo el que me traía soltando mi brazo bruscamente, arrojándome cerca del "jefe".
-Es muy preciosa- hablo el jefe tomando mi cara entre sus manos- hola dulzura, no te asustes- me sonrió descaradamente- a dónde irás serás feliz, te llenarás de mucho, muchooo placer.- asqueroso- llévala con las demás- le ordeno a alguien de ahi- conoce a tus nuevas compañeras- me dijo riendo.
Rodé los ojos, maldito... Una bala en las bolas es lo que se merece.
Vendedor de mujeres, lo mas seguro.
Entre ella estaban mis amigas las cuales me abrazaron (bueno más bien me encerraron en un círculo entre sus cuerpos y el mío ya que teníamos nuestras manos atadas)
Tras nuestros balbuceos (porque teníamos un trapo en la boca) supe que estaban bien, solo uno que otro moretón en los brazos.
Cuando estaba afuera junto a los chicos eran como las 3:30 de la mañana, supongo que ya son las 4 por hay.
Suspiro mientras de apoco empiezo a liberar mis manos atadas.
Después de unos minutos logro soltar mis manos, me hago atrás de la chicas para que no me vean, quito el trapo de mi boca permitiendome respirar mejor.
Asegurándome de que no vea nadien, empeze a desamarrar a las chicas.
-Hagan silencio, saldremos de aqui- ella se tensaron.
-¿Estás loca?... ¡Nos van a matar!- chillo Celeste de miedo.
-Si no nos descubren es lo más seguro- susurre- cállate.
Ella asintió mientras bajaba la mirada. Azul me miró decidida:
-Bien, ¿Que haremos?, Estos idiotas nos quieren de prostitutas. Según escuché viene en camino un camión para llevarnos en el.
Yo hice una mueca- bien, tendremos que salir de aquí.
Mire hacia el "jefe" supongo, hablaba por teléfono mientras dos matones nos "cuidaban".
Suspiré mientras veía a todas las chicas. Estaban asustadas y otras lloraban.
Azul, Celeste y Camila me miraban tratando de saber que pienso.
-Bien- hablé mientras analizaba la situación- yo los distraere mientras ustedes escapan corriendo.
Azul abrió los ojos sorpendida- ¡Estás loca! ¿Cómo vas a hacerlo?, No, no lo harás. Bueno no lo harás sola. Te ayudaré.
Negué- ustedes tendrán a salvó a las chicas. La sacarán de aquí, yo no conozco tan bien este centro comercial pero ustedes si. Saben las salidas de aquí, ustedes sabrán por dónde ir- susurre- mientras miraba a todos lados.- saldré corriendo y cuando me persigan golpearas al "jefe" con un tubo agarrándolo de sopresa y de ahí saldrán corriendo, llevate el tubo por si aparecen más. Recuerden no hagan ruidos y si ven que traen armas no sean idiotas y corran. Un arma en veces puede más que un tubo.
Ellas asintieron pero no sé veían tan decididas.
Inhale y exhale aire al ver los guardias. Vi hacia donde poder correr.
-¿Listas?- las tres negaron.
Vi hacia las mujeres que me veian- Camila y Celeste desamarren a las mujeres sin que se den cuenta- ambas asintieron y cuando era seguro se acercaron a ella posicionandose como si estuvieran atadas con mucho sigilo las desamarraron.
Vi que un guardia se acercaba así que ví mi oportunidad. Con mucho trabajo tome un vidrio que estaba tirado a lado mío.
Inhale y exhale profundamente- ¡Oyes!, ¡Orangután!- grite.
Los dos hombres que nos cuidaban venían hacia a mi con su ceño fruncido.
-Estupida niña, ¿Cómo te soltaste?
-Niña lo que tienes ahí abajo- dije mientras le atascaba el vidrio al primero que se me acercó.
-¡Hija de tu!!!!
Rei mientras salía corriendo. Volteo un poco y pide ver a Azul acercándose al "jefe", sonreí.
Esa es mi amiga.
Corri en Zing Zang al escuchar los balazos.
¡Estos hijos de la guayaba!
Logro esconderme detrás de una pared. Tomándome de la panza, hace mucho que no corría así.
Por mi vida.
Miró a mis lados y busco algo para poder defenderme.
Cierro los ojos al escuchar pasos cerca de mi.
-¿Dónde estás?- hablo uno mientras chiflaba, me llama como si fuera un perro.
Pero el animal son ellos.
Trueno mis dedos preparándome.
-Ah de estar aquí cercas- hablo uno mientras más se acercaban a mi.
-El jefe se enojara si no la encontramos.
Cierro los ojos.
Espero y las chicas hayan podido salir.
Tomándolos de sorpresa, golpeó con el puño la nariz de uno, me subí a la espalda del otro mientras metía los dedos en sus ojos.
-Quitame a esta perra Jan- grito el hombre.
-¡Me está sangrando la nariz Jin!
-Nenita, apenas y lo hice con fuerza- me burle- ¿Jin y Jan?- me burle.
-Maldita mal parida- dijo uno mientras me daba un golpe en la cara.
Sentí un líquido caliente salir de mi nariz.
-Esta fue mi venganza- dijo Jan.
Rei mientras me quitaba la sangre con el dorso de mi mano.- Fíjate que mi madre puso mucho de su empeño para parirme y ¿Enserio está fue tu venganza?- me burle.
Los golpes hiban y venían, me lanzaban patada y puñetazos. Golpes que yo devolvía.
Jin y Jan son un poco flacuchos, al parecer no son buenos peleando, son más de armas. Y lo sé porque Jin o Jan saco una.
-Basta, maldita sea. Jin tómala y llevemos la con el jefe.
Suspiré cansada, me arde la cara, la panza y los brazos. Pero no hice nada. Deje que me agarraran.
Esperando que se hayan ido todas.
(...)
-¿Que paso aquí?- preguntó Jin cuando llegamos al lugar.
Sonreí satisfecha al ver al "jefe" gritando a varios de sus hombres mientras se tomaba de los pelos.
-Jefe, logramos capturar a una.
El jefe dejo de hablar apretando los dientes para voltear a vernos.
Con una sonrisa se acercó a nosotros-Valla, por lo menos dos de mis hombres pudieron hacer algo bien. ¿Cómo te llamas muñeca?
-Como me puso mi madre.- dije con una sonrisa, no queriendo decir nada.
-Chistosita. Eres hermosa, tienes buen cuerpo, ¿Cuántos años tienes?- preguntó mientras miraba todo mi cuerpo con deseo.
Asco.
-Sabes que te diré- hablé con una sonrisa- no debieron capturar me. La verdad es que no sabes con quién te metes.
Él junto a varios de sus hombres rieron.
-¿Ah sí muñeca?- preguntó burlona- y según tu, ¿Porqué?- dijo riendose.
Sonreí mostrando mis dientes- bueno, Esos puntos rojos responden tu pregunta.- dije señalando su corazón y cabeza.
El miró su cuerpo y vio los puntos- maldicion- susurro. Mientras miraba por las ventanas.
Sus hombres se exaltaron al ver también los puntos rojos en ellos.
-Tranquilos, es obvio que es falso- hablo el jefe.
¿Falso?, ¿Enserio?
Rei a carcajadas- ¿Falso? Falso és tu trasero, el cual morirá pronto.
-¿Morir yo?, Primero mueres tu.
Ladie la cabeza sonriendo- el que tiene los puntos eres tú, no yo. Con un movimiento mío ellos disparan. Y tú y tus hombres ¡BOM! Mueren.
Vi en sus ojos el temor- ¿Quien demonios eres?- preguntó con odio.
Rei- Nadien que conozcas...- me acerque a el- aun- susurre lo último- esto aremos, llamaras a tus hombres del piso de bajo y harás que dejen libres a los demas que secuestrastes. Y ya que los dejen libres irás preso junto a tus hombres.
El rio negando- me gusta ser libre, si dejo ir a los de abajo podrán capturar me más rápido. Mejor hagamos un trato.
Alze una ceja- ¿Que tipo de trato?
-Hace poco recibí una llamada, me pidieron capturar a una chica, es hija de unos de los más grandes de Canadá, un mafioso. Hija del Diablo.
Fruncí el ceño, ¿Porque me quieren a mi?
---No se cómo se llama ma chica, ese es mi trabajo, saber su nombre y poder capturarla.
Reí- ¿Y quieres que yo te ayude?- negue- primero muerta que ayudar a un vendedor de mujeres.- digo con asco.
Ya cansada de la situación, hago una seña. El jefe recibió un balazo en su pierna y en su brazo.
-¡Puta madre!- dijo mientras se tiraba al piso del dolor.
Me agache hacia él- Que vivas feliz en la cárcel.
Con eso, Vi como sus hombres se hayan escondidos y heridos.
Salí de ahí bajando las escaleras, con el aurícular hablé con Paul- ¿Cómo vas abajo? Voy para allá.
-Todo está bien, las personas están a salvó y las muchachitas junto a sus amigas salieron del centro comercial. Lo logro señorita.
Suspiré aliviada, pero dentro de mi aún había algo:
-Paul.
-¿Si?
-¿Sabes porque me buscan?
...
No hubo respuesta de el, porque cuando llegue hacia la puerta de la entrada del primer piso.
Se abrió entrando por ella....
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Helloooo!!!!!, Si, tarde pero aquí llegué.
¡Un capítulo maaas! Espero y le haya gustado, porque dure mucho. Además casi no me gustaba el resultado.
Pero al fin, aquí está.
Se que muchos dirán que watpad le aviso que ya había actualizado (si es que le aviso claro) y es que la verdad, se me fue por accidente. 😳😳😳
Preguntaaaaaaa: ¿Quien será ese que quiere a Ashley?
Lo sabrán al siguiente capítulo. O talvez no.
Los amooooooooo 😳😳
Luna.
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