𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝐸𝑋𝑇𝑅𝐴
Más tarde, a altas horas de la noche, Kai fue despertando poco a poco en la cama de Brightcito. Él parpadea bastante antes de irse sentado en su trasero mirando a todos lados, perdido. Estuvo dormido todo este tiempo y ahora es que se sentía bien. Miró frente a él y sus facciones se relajaron.
Brightcito estaba a unos pasos frente a él vestida como caperucita roja con una capucha roja de capa larga, botas de tacón largas, con un trajecito corto. Su cabello cayendo en ondas sobre su pecho. Ella sonríendo con sus labios.
—Despertaste.— Ella dice con sus labios pintados en rojo. Hace una pequeña reverencia.
—Bright...— Se sonroja Kai.
Ella deja la reverencia atrás para volverlo a mirar. —Sé que ya es muy tarde, pero Feliz Dulce o Truco.— Dice el vampiro sonriendo con sus colmillos súper lindo.
Se inclina hacia enfrente para bajar unas bragas negras muy sexys por sus muslos. Se las quita y sigue doblado hacia enfrente para subirse la camisa negra hasta sus clavículas revelando su sensual abdomen.
Los cachetes de Kai arden en rojo y él se pone de pie para caminar a su novia quién estaba actuando sexy. —Qué caperucita roja tan traviesa.— Dice el rubio subiendo la falda de su travestido al agarrar los glúteos de este mientras que Brightcito lo toma de los hombros con sus ojos enfocados en los labios carnosos de su novio.
—Qué ojos más grandes tienes,— Bright comienza a decir con una sonrisa.
—Para verte mejor.— Susurra divertidamente el otro.
—Qué pene más grande tienes.
—Para llenarte mejor.
Ambos ríen mientras se ven a los ojos ante su pequeño juego sensual y se besan. Besándose una y otra vez.
En unos minutos, Bright estaba acostado en el suelo gimiendo con sus colmillos por fuera mientras que Kai estaba encima de ella embistiendo su cuerpo mientras lamía sus pezones.
—Puedes tomar de mi sangre.— Gime Bright.
—Me avisas si te duele.
—Está bien. Confío en ti.
Bright le dice con una bonita sonrisa a su amado. Su amado le sonríe devuelta con una sonrisa de labios antes de mover su cabeza hacia aquel cuello. Deposita un beso, antes de abrir su boca en grande con sus colmillos, ojos negros...
Y penetra sus colmillos. Robándole un gemido a la demonio.
•Una Semana Después•
El Todopoderoso ascendió a los Cielos junto a muchos de los ángeles que quisieron marcharse de la Tierra. Los dioses volvieron a sus lugares también, pero S. M y Gulf se quedaron en la Tierra a vivir una mejor vida con los demonios chupa sangres por alrededor también.
Sin embargo, Gulf dijo querer proteger a las personas. Así que el Todopoderoso le dejó al león como mascota para montar y vigilar a las personas de cualquier matanza o caos. También, su ala fue curada.
En una noche, ya en climática de invierno, S. M y Gulf fueron a una tienda de joyerías que estaba abierta en mitad de la noche. Ambos vestían chaquetas que los protegían del frío. Y ambos miraban una barra de anillos. Anillos hermosos.
—¿Buscan a por un anillo?— Pregunta la chica detrás de la barra.
—Sí, creemos que, se nos acerca un futuro muy animado.— Dice Gulf con una tierna sonrisa. La pareja intercambia sonrisas.
—Oh~, ya veo.— Sonríe la trabajadora con una miradita tierna ya sabiendo lo que sucede entre la bonita pareja que tenía enfrente. —¿Cuál quieren?
—Mm. ¿Qué hay de esas de oro?— Dice el angelito apuntando a los anillos de oro sobre una tablita blanca. La chica saca esos de debajo de la barra para colocarlos arriba a la disposición de la pareja.
—Sergei Mew, ¿te gustan? Son muy bonitos.— Dice el angelito.
—Estaba pensando en, tal vez,— El vampiro señala una tablita de anillos negros. —tu podrías usar oro y yo uno negro.
—Vamos, debemos ir combinados~.
—No siempre. Es decir, ¿oro yo? Es como si me pusieras con el blanco.
—Pero he visto que todas las parejas usan el mismo color de anillos.
—Eso es solo para las fotos.
—¿Eh? Claro que no, Sergei Mew~.
—Yo quiero negro.
—Y yo oro.
Le pelea el angelito mientras que la cajera solo los miraba de extremo a extremo apenadita de no poder detener su pelea. El vampiro se rinde y desploma su cabeza encima del pechito de Gulf.
—¿Por qué eres así?— Murmura el demonio.
—¡Jum!— El angelito se llena de tanto orgullo que desvía su mirada con los ojos cerraditos no queriendo mirar al demonio.
—Mm, ¿chicos?— Llama la trabajadora así que la pareja la miran.
—¿Qué les parece estos anillos?— La trabajadora les ofrece una tablita con anillos rojos. Rojos color carmesí súper bonitos.
—Oh.— El demonio expresa acercándose a mirarlas. Al igual Gulf.
—Son muy bonitas.— Dice el ángel con una sonrisa.
—¿Te gustan?— Pregunta serenamente el demonio. Ambos mirándose a los ojos con sonrisas de labios.
—Me gusta.— Dice el ángel sin prestarle atención a los anillos y solo mirando al demonio. El demonio sonríe.
—Volveremos por las de oro.— Le dice S. M a la cajera con una sonrisa antes de marcharse.
—¿Eh? ¿Qué te hizo cambiar de parecer?— Pregunta el angelito siguiéndolo.
—Que no me importan los anillos o cualquier decoro, lo único que me importa es que estemos juntos y nuestra felicidad. No me sé ninguna mierda poética para defender mis actos, pero, mi ángel yo...— S. M. deja de caminar para voltear hacia su angelito. Ahora ambos afuera de la tienda. Mirándose a los ojitos. El demonio sujetándolo cariñosamente de los cachetes. —quiero que tengamos esos malditos anillos.
—Para un futuro muy animado.— Repite el ángel con una sonrisa.
—Eso.
Bufan unas risas antes de caminar hacia el león que tienen frente a ellos como transporte. Gulf sube al lomo del león y S. M. sube detrás de este. Rodea la cintura de su ángel con sus brazos y muchos pecesitos koi de los que S. M. crea, vuelven a volar imaginariamente alrededor de ellos.
Ambos ríen y se alejan de aquella tienda en el majestuoso león...
Con el sueño de un futuro muy animado.
FIN
*N/A: Espero les haya gustado esta temporada tanto como a mí me gusto escribirla, ¡gracias a todos y a todas por apoyar Los Oscuros! Ahora somos una bonita trilogía llena de momentos hermosos. L@s amo y espero tengan un bonito día ✨✨*
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