Al día siguiente los arrepentimientos afloraron en el menor ¿Qué estaba pasándole? Le había fallado al alemán al que juraba amar con toda su vida y aun peor, le había fallado con el enemigo

Rusia: --Recostado en el césped—Debemos repetirlo –Dice sonriéndole—

Peru: Solo cállate –Pide acomodando su ropa—Espero no volver a verte –Gruñe—

El menor tomo aire buscando tranquilizarse y aguantar el punzante dolor en sus caderas tratando de disimularlo...a quien engañaba, no podría mentirle ¿Cómo ocultar su evidente cojeo? ¿Cómo ocular todos los moretones en su rostro, cuello y brazos? No podría mentirle...no quería mentirle, Alemania no se merecía eso

Comenzo a caminar adolorido soltando pequeños quejidos alejando del soviético quien lo miraba divertido y a la vez enfadado ¿Creía enserio que se libraría de él?

Rusia:¡Tu me perteneces Perú, esto se repetirá cuantas veces yo quiera! –Le grita haciendo que él se detenga—Solo quería recordártelo

Sus ojos volvieron a acuarse dejo de lado el dolor y empezó a correr queriendo alejarse de ese ser que tan mal le hacía, sus pasos eran rápidos y sus ojos eran un mar de lágrimas ¿Con que derecho iría a ver a Alemania? ¿Con que cara le vería? Ni siquiera merecía su perdón...No merecía a Alemania

Se detuvo antes de llegar a casa, estaba a unos metros lejos de esa estructura sus ojos ya para ese instante eran un mar que desbordaba...No podía regresar...No podía ni quería hacerlo