Príncipe:

Cada día te recuerdo.
Antes de dormir, suelo tomar esta libreta y escribirte un pensamiento.
Es ilógico e irracional quererte como te quiero. Pero no puedo controlarlo. Está fuera de mi voluntad.

Al leer estas hojas te darás cuenta de cuánto me has inspirado.
En cada etapa has significado para mí diferentes esperanzas, distintas ilusiones, pero lo importante es que has significado siempre algo.

Este diario es tuyo, como tuyo mi corazón. No sé si lo merezcas, pero no me importa, pues no te amo porque te lo merezcas.

Te amo porque sí.

-¿Escribiéndole a Hope, otra vez?

Cerró de golpe la carpeta.

-No. Sí. Es decir. Hola, Mi Suk.

-¿Puedo hablar contigo?

-Adelante.

Se puso de pie para acercarle una silla a su amiga.

-Siéntate.

-Gracias.

-Te veo muy seria hoy.

-Estoy preocupada.

-¿Tines algún problema?

-Eres tú quién lo tiene.

-¿Cómo?

-¿Recuerdas que mi hermano, Gabino, estudia en el mismo grupo que Hope?

-Sí.

-Pues se ha hecho muy amigo de Jungkook. Ayer estuvieron en mi casa.

Taehyung alzó el mentón, movido por una alarma repentina.

-¿Y?

-Según esto, iban a hacer un trabajo por equipos. Eran cinco hombres. No alcanzaron a hacer nada en su tarea porque sólo se reunieron para decir chistes groseros y cacarear. Hablaron mucho de... Hope, no sé si a propósito, sabiendo que yo los estaba oyendo. Mi casa es chica y...

-Sí. Sí. ¿Qué dijeron?

-Jungkook le aseguró a mi hermano casi a gritos que ese chico era su novio, que Hope estaba enamorado de él. Que había caído redondito como los demás y las demás, y siguió diciendo muchas groserías que no puedo decirte...

-¡Maldición!

-Es que no vale la pena.

-Entonces, ¿Para qué rayos...?

-A Jungkook le gusta presumir con esas cosas. Se cree mucho sólo porque tiene una cara bonita.

-Y magnética.

-¿Cómo?

-Nada. Sigue.

-Frente a sus conquistas usa un lenguaje falso y ridículo, como si quisiera hacerse pasar por varón de la realeza, pero es de lo más vulgar cuando está con sus amigos. Yo lo he oído en los dos casos. Dijo que si te volvía a ver hablando con Jung, lo ibas a lamentar.

-¡Por supuesto!

-No te enojes. Si yo me hubiera dado cuenta que sólo estaban fanfarroneando no te hubiera dicho nada, pero Jungkook hizo que todos se volvieran en tu contra. ¡Son unos vulgares! Hablaron pestes de ti y se pusieron de acuerdo para... darte un susto.

-¿Qué clase de susto?

-Van a golpearte. Dijeron que así dejarás de molestar al novio de Jungkook.

Se quedó estático.

-Y eso no es todo. Cuando yo interviene defendiendote, Jungkook dijo...

-¿Qué, qué?, Termina de una vez.

-Que Hope no valía nada. Que era hijo de una prostituta, como su hermano Namjoon. Que la familia Jung era un modelo de corrupción y suciedad.

-¡Ya basta!

Taehyung se puso de pie, respirando con dificultad y caminó unos pasos para relajarse. Regresó a la mesa y preguntó:

-¿Qué hay de cierto en todo lo que dijeron?

-Siéntate.

Obedeció.

-Cuando los amigos de mi hermano se fueron, hablé con él. Primero, lo regañé porque había invitado a la casa a ese tipo de rufianes y después, le pregunté qué sabía él respecto a Hope.

-¿Y?

-Me dijo que su padre era alcohólico; que un día, estando borracho, le gritó todo eso a su madre...

Mi Suk continuó relatando y Taehyung se sintió desconcertado.

Al fin reaccionó.

-¿Cómo lo sabe tu hermano?

-Gabino dice que él mismo se lo contó.

-¿Y le crees?

-No sé que creer.

Se puso de pie.

-¡Vaya que me has amargado el día!

-Lo siento, pero tú sabes todo lo que te quiero y...

-Descuida, Mi Suk.

Tomó su libreta y salió de la biblioteca.

El patio estaba despierto.

Los estudiantes que presentaban exámenes extraordinarios tenían una vigilancia especial y no sé permitía a otros alumnos estar cerca de las aulas. Taehyung infringió la norma y entró a un salón vacío. Necesitaba estar solo.

Abrió su libreta y escribió.

C.C.S miércoles 17 de enero de 1979

Hope:
No sé si es verdad todo lo que me han dicho hoy. Sólo sé que tus palabras de ayer coinciden en varios aspectos. Dijiste: "Estoy muy confundido. Mi vida es un caos. La etapa que estoy viviendo es muy difícil. Nunca creí pasar por algo así."

Hoy, la hermana de un compañero tuyo me comentó que tu papá, borracho. Le gritó un día a tu mamá, diciendo: "¿De dónde vinieron nuestros hijos? ¡Yo no sé quién es el padre! Desconfío de ti, mujer. Sin duda los dos son fruto del demonio, producto del pecado de su madre. ¡Reniego de ellos! No sé de dónde vinieron".

Ignoro si en realidad has tenido que presenciar ese tipo de escenas en tu casa. De todos modos, no has sido tú el culpable.

La familia que formes cuando seas adulto, debe ser distinta.

Hope, yo sueño con crecer, estudiar una carrera profesional, encontrar un gran trabajo y tener un hogar.

Pienso en mi hijo. (¿Es nuestro hijo?)

Me imagino que a los cinco o seis años me cuestionará.

-¿De dónde he venido, papá?

Antes de responderle, lo sentaré en mis rodillas y le haré una pregunta:

-¿Sabes lo que es el amor?

Será interesante conocerlo, que piensa nuestro propio hijo acerca del amor, por que creo que la forma en que un hijo vive el amor determina gran parte del éxito o el fracaso de sus padres.

-¿Has pensado por qué yo soy tu papá y no lo es cualquier otro señor? Pues porque a ti y a mí nos une el amor -le diré después procurando dejar bien claro ese argumento-. Un lazo de unión que nos hace lo necesitamos para poder vivir, correr a abrazarnos muy fuerte después de un día de trabajo, preocuparnos el uno por el otro cuando estamos lejos; un lazo invaluable, ¿Comprendes? A ti no te trajo una cigüeña, ni naciste de ningún otro cuento absurdo. Naciste del amor. Del amor que nos une a tu papi y a mí; algo similar a lo que existe entre nosotros, ¿Si? Él y yo nos amamos y vivimos siempre cerca, un día nos acercamos cuerpo a cuerpo y tú naciste de esa máxima unión física, naciste de él y de mí. Cada uno aportó algo de sí mismo para que tú pudieras existir.

Será fundamental hablarle de sexo; así, desde pequeño sabrá que proviene de él; le enseñaré a ver la sexualidad como el clímax del amo, a respetarlo o respetarla, a valorarlo o valorarla y rechazar a todos aquellos que lo o la ensucien y envenenen.

Será hermoso compartir con ese hijo la verdad, las experiencias que me han ido formando. Sé que no será sencillo, pero pondré todo mi entendimiento en conseguirlo.

Hope, el reto, aunque lejano, me da miedo y me entusiasma. No sé cuántos años transcurrirran antes de que algo así pueda suceder. Lo único que sé, es que tú y yo debemos mantenernos fuertes inquebrantables ante la adversidad.

Si tus padres te han lastimado, perdónales y sigue adelante.

Cuando hayas leído mi libreta hasta esta página tendrás una radiografía de mi alma. Déjame conocerte a ti ahora. Escríbeme una carta. Dime con tus propias palabras si piensas lo mismo que yo... si estás de acuerdo en que cuando, enventualmente, nos casemos, abrazarás a nuestro hijo, lo mirarás a los ojos y le dirás lo mismo: que ha nacido del amor.

-Taehyung, ¿Qué haces aquí? -miró a los lados sudando, con un pedazo de papel en la mano-. ¡Es una suerte! Pedí permiso para ir al baño. Anoté estás ecuaciones. ¡No puedo contestarlas! Ayúdame, por favor.

Tomó la hoja y observó. Se trataba de sistemas simultáneas con tres incógnitas.

-Si nos sorprenden, nos expulsarán a los dos...

-Es mi última oportunidad para aprobar esta materia. Te dejo el papel. Voy al baño y regreso en diez minutos.

Gu Pei salió a toda prisa. Era un joven musculoso y noble, pero de escaso cerebro. Le decían el Cubano porque se ufanaba de que su bebida favorita era una que llamaban "cuba". La profesora Hyeon lo inscribió por error en el grupo de alumnos sobresalientes y aunque los compañeros tenían que ayudarlo con frecuencia, a todos les agradaba. Taehyung sacudió su cabeza como para acallar la voz de su conciencia que le gritaba "¡No lo ayudes a hacer trampa!", y sin pensarlo más, comenzó a resolver las ecuaciones. Se concentró al máximo. Estaba terminando cuando alguien tocó la puerta. Era un prefecto. Botó en la silla.

-¿Qué haces aquí?

-Escribiendo... mi diario, tú sabes. No había lugar en la biblioteca.

-El director prohibió usar estos salones. Hay exámenes extraordinarios al lado.

-Oh. Claro. Bueno, de todos modos, ya me iba.

Cerró su libreta, dobló la hoja y salió del aula. El prefecto caminó a su lado sin dejar de reprenderlo. Iban cruzando el patio cuando se le ocurrió algo.

-Olvidé mi bolígrafo.

-¡No puedes regresar!

-Voy rápido, lo prometo.

Corrió.

Entró al aula, sacó el papel con las ecuaciones y lo dejó sobre la mesa, para que lo recogiera su compañero. Murmuró:

-¿Por qué hago esto?

No está bien. Me estoy metiendo en líos.

Alcanzó al prefecto en el patio y le mostró una pluma.

-Gracias. Ya la recuperé. Estaba tirada en el suelo.

-Vete de aquí si no quieres problemas.

-Sí. Hasta luego.

Todo lo que lean no es relleno. Más adelante van a recordar algunas palabras o escenas :')

Jungyuli3312¿Recuerdas en qué termina la historia del esclavo y la princesa?

♡