Cap 3

- ¿Dirk Strider? - preguntó la detective Jane tras entrar en aquella habitación de hospital.

El rubio la miró de arriba a abajo.

- ¿Quién eres? - preguntó Dirk.

- Soy la detective Jane Crocker. Estoy investigando una serie de asesinatos que han estado ocurriendo en la ciudad recientemente. Creo que, lo que te ha pasado, está involucrado con ellos. -

- Y quieres hacerme algunas preguntas ¿no? - dijo Dirk.

- Así es. Siempre y cuando no sea ningún inconveniente. - afirmó Jane.

- Para nada. Adelante, pregunta. -

Jane se sentó al lado de Dirk y sacó una grabadora de su bolso. La encendió.

- ¿Recuerdas cómo era tu agresor? - Jane fue directa al grano.

Dirk frunció el ceño y miró a la nada.

- Era una mujer; diría que arabe, por su color de piel. Tenía el pelo negro y tatuajes en los brazos. Apareció de la nada y me rajó el estómago sin darme tiempo a reaccionar. Luego se me puso encima, parecía que quería sacarme los ojos o algo... -

Dirk dejó de hablar y se mordió el labio inferior.

Jane acarició su mano con cariño, queriendo transmitirle calma.

- ¿Conocías o habías visto a esa mujer antes? - preguntó la detective después de un rato.

Dirk negó con la cabeza.

En ese momento se abrió la puerta.
Jane se giró y su mirada chocó con la de Jake.

- Lo siento ¿Vuelvo más tarde? - preguntó nervioso el recién llegado.
Llevaba un gran ramo de flores entre sus brazos.

Jane se apresuró en apagar la grabadora.

- ¿Jake, qué haces aquí? - preguntó la detective sorprendida.

- Bueno... Yo... -

- ¿Os conocéis? - preguntó Dirk haciéndose el inocente.

- Nos conocimos ayer en una cafetería - dijo Jane y luego preguntó - ¿Qué relación teneis vosotros? ¿Sois hermanos? ¿Amigos? ¿Primos? -

- Novios - respondió Dirk.

Los ojos de Jane se abrieron a más no poder, mientras que la expresión de Jake no cambió en lo más mínimo. Pero, si la nueva información no hubiera desorientado a Jane, habría visto una gota de sudor deslizarse por la frente del azabache.

- Detective, si no es mucha molestia ¿Podrías dejarme a solas con mi... Cariñin? - pidió Dirk.

- Oh, claro... - dijo Jane tras volver en si.

Sé levantó del asiento y pasó por el lado de Jake para poder salir por la puerta.

- ¿A qué ha venido eso? - preguntó tras comprobar que Jane ya se había ido.

- Eres idiota ¿No has visto como te miraba la detective? - dijo Dirk de forma despectiva.

Jake se puso nervioso.

- ¿Creés que sabe que fui yo? - preguntó el humano.

- No, pero solo por que he intervenido. De no haber montado el espectáculo de ayer, probablemente ella habría estado pegada a ti como si su vida dependiera de ello - exageró Dirk.

- Espera... ¡¿Te abriste el estómago por mi?! ¡¿Para protegerme?! - preguntó Jake, sorprendido por el aparente acto de bondad del demonio.

- De nada - dijo el rubio esbozando una sonrisa sarcastica.

Jake se sonrojo.

En silencio, se acercó a Dirk y le entregó el ramo de flores que había traído. El demonio no apartó en ningún momento la mirada de su humano.

- Tengo que volver al trabajo, pero volveré a visitarte mañana ¿Sí? - se despidió Jake.

- Ten cuidado al salir, aún puedo sentir la esencia de la detective. Está en la entrada del hospital. - advirtió Dirk.

El azabache asintió y salió de la habitación.

Dirk tomó las flores y se puso a jugar con los pétalos.

"Estúpido. Es increíble lo fácil que es mentirle. " pensó el demonio con malicia.

La verdadera razón por la que Dirk se hizo la víctima ayer, no fue por que tuviera miedo de que la detective Crocker descubriera que Jake era el responsable de los asesinatos. Fue por que olió sus sentimientos por Jake.

Repugnantes y escalofriantes sentimientos de amor que recién comenzaban a formarse.

Dirk había pasado por una situación similar en el pasado, donde otro humano había hecho un pacto con él con tal de resucitar a su hermana. Pero se enamoró de una mujer que le hizo olvidar todas sus penas. Al final, Dirk tuvo que tomar la vida de ambos humanos como pago por no haber cumplido el pacto.

Dirk sentía rabia al recordarlo. Solo le faltaba una persona... ¡Una persona para cumplir el pacto! ¡Un solo sacrificio más para que Dirk pudiera convertirse en el nuevo príncipe de los infiernos!

- Pero el muy maldito se echó atrás... Todo por una mujer y ese estúpido amor... - murmuró Dirk hecho una furia, haciendo que sus cuernos volvieran a aparecer poco a poco.

Quemó el ramo de flores que le había regalado Jake y con el fuego que se formó comenzó a curar la herida en su estomago. Al final, desapareció todo signo de violencia de su cuerpo.

"Irónicamente, también fue el amor lo que hizo que aquel humano formara el pacto conmigo para empezar." pensó mientras volvia a hacer desaparecer sus cuernos con magia.

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- ¿Roxy? Soy Jake. Acabo de ver tu llamada perdida ¿Va todo bien? - preguntó Jake sujetando con fuerza su teléfono debido a los nervios.

Al otro lado de la línea telefónica solo podía escucharse una respiración entrecortada.

- ¿Roxy? - volvió a preguntar Jake cada vez más nervioso y ligeramente asustado.

- Jake... -

Aquella era sin duda la voz de Roxy, pero algo iba mal, muy mal.

- ¡¿Roxy, dónde estás?! - preguntó Jake entrando en pánico.

No recibió respuesta y la respiración entrecortada cesó, pero la llamada no se había cortado o finalizado.

No fue hasta varias horas después que Jake descubrió que había escuchado morir a su mejor amiga.

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Jane se encontraba comiendo una barrita energetica de chocolate al lado de la entrada del hospital.

Sé sentía avergonzada, no sabía que Jake tenía pareja. El solo pensar que casi intentó ligar con él ayer le generaba un profundo sentimiento de culpa.

"¿Cómo haré para mirarle a la cara ahora?" pensó la detective con la cámara roja como un tomate.

Estaba tan centrada en sus  pensamientos que no escuchó como la puerta a su lado se abria.

- Hola Jane - saludó Jake.

- ¡¡Aaaahh!! - el grito de Jane fue escuchado en Rusia.

- ¡¡Aah!! ¡¿Qué pasa?! - preguntó Jake asustado por el grito de Jane.

- Oh... Eres tú. Lo siento, no te oí llegar - se disculpó la detective mientras trataba de ocultar sus nervios.

- Ah... Bueno, quería disculparme por haberte interrumpido antes. - dijo Jake.

- Tranquilo, entiendo que quisieras tener un momento a solas con tu novio. -

- Sí... Aún no puedo creer que haya pasado todo esto... - Jake agachó la cabeza.

Jane puso una mano sobre el hombro del azabache.

- Encontraré al responsable. Lo prometo. - dijo la detective.

Jake se tensó y mostró su mejor sonrisa.

- Gracias. -

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