Cap 11

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Roxy contuvo la respiración y se mantuvo inmóvil.

Llevaba tiempo sospechando que algo iba mal con Meenah ¿Pero contrabando de armas? Eso sí que no se lo esperaba.

Y mucho menos se esperaba ver a Cronus ahí.

¿Estaba implicado voluntariamente o Meenah le estaba forzando a esto?

Roxy no lo sabía con seguridad. Lo que sí sabía era que debía hacer algo al respecto.

En silencio, Roxy sacó su teléfono para recolectar pruebas de todo lo que estaba sucediendo.

Pero cometió un grabe error, tenía el flash puesto.

- ¡Dijiste que no os habían seguido! - gritó furiosa la mujer de negro.

Roxy se asustó y comenzó a correr por su vida.

No fue una acción muy inteligente, el miedo había nublado su mente.

Un disparó resonó por todo el almacén y Roxy sintió un horrible dolor en el pecho.

Con una mirada de incredulidad y con sangre comenzando a salir por su boca, Roxy se giró para ver a la persona que le había disparado.

- Cómo puedes ver, hemos mejorado nuestros rifles de asalto. - le dijo Meenah a la mujer de negro mientras le mostraba el arma.

Segundos después, las piernas de Roxy perdieron su fuerza y cayó al suelo.

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Aranea se quedó con Horuss, vigilando la zona Sur y Oeste del exterior del bosque. Los otros tres policias que los habían acompañado, se desplazaron a las zonas Norte y Este. De esa forma habían conseguido tener vigilado todo el bosque y estarían listos para actuar en caso de que Jake y su cómplice intentaran huir.

- Veo que lo tenéis todo bajo control - dijo la detective Crocker acercandose a Aranea.

- Así es, todo gracias a ti. Sin ti no huvieramos encontrado al asesino - dijo la pelirroja.

- Gracias, pero el merito no es todo mio, todos hemos ayudado a nuestra manera. -

Un pitido interrumpió la charla entre ambas mujeres.

- ¡¿Qué es ese ruido?! - interrogó Aranea a Horuss.

- Es uno de los detectores de movimiento que pusimos en el bosque. Algo lo ha activado. - explicó el moreno.

- Activa las camaras. - ordenó la detective.

El policía hizo lo que le ordenaron. Una de las pantallas, de la sala de mandos improvisada que habían montado, mostraba a un hombre con chaqueta de cuero negro caminar por el bosque.

- ¿Quien es ese? - preguntó Aranea casi en un susurro.

- Cronus Ampora - respondió Jane.

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Cronus salió del supermercado tras compar un paquete de salchichas y un bote de ketchup para los perritos calientes que iba a preparar como cena.

Últimamente había estado comiendo de más, debido al estrés que su trabajo le estaba ocasionando. En las últimas semanas había ganado 2 kilos.

Por si fuera poco, su depresión no estaba ayudando. Primero perdió a Roxy, luego a Kankri,... ¿Quién sería la siguiente persona en morir?

Una parte de Cronus deseaba que fuera él, pero otra parte solo quería dejar de sufrir.

El periodosta vio el autobus nocturno acercarse a la parada y tuvo que correr para alcanzarlo.

Tras subirse, vio que las únicas personas que habían dentro eran él, el conductor y un tipo gótico sentado al fondo.

Cronus se sentó en la primera fila. Lo más lejos posible del tipo gótico que le daba grima.

Poco después de tomar asiento, sintió como alguien se sentaba a su lado.

Era el gótico.

- ¿Puedo ayudarte? - preguntó Cronus algo incomodo.

- No tienes idea de cuanto -

La voz del gotico era profunda y aspera. Por algún motivo, Cronus sentía que estaba en peligro.

- Me llamo Kurloz, soy policía. Sé dónde están escondidos el asesino y su cómplice. Tú vas a ayudarme a atraparlos. - explicó el gotico.

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- ¿Aún sigues enfado? - preguntó Dirk mientras le tocaba la mejilla a Jake, una y otra vez con su dedo índice, en un intento por molestarlo.

Jake apartó la mano de Dirk de un manotazo y le dio la espalda al demonio.

- ¿Te he dicho alguna vez que eres mi humano favorito? - preguntó el rubio con un sonrisa.

Jake ni se inmutó.

Al no recibir ninguna respuesta, Dirk se acercó cuidadosamente al cuello del humano y le mordió.

- ¡¿Qué hacés?! - gritó Jake, dándose rápidamente la vuelta para golpear a Dirk.

- Oh~ nada, esta es mi forma de mostrar amor - respondió el rubio, aún con una sonrisa burlona digna de su especie.

- Aquí, a lo que tú llamas amor, le decimos bullying. - dijo Jake con el ceño fruncido y un tono de voz amenazante.

- ¿Oh? ¿Entonces por qué no te defiendes? ¿O es que en el fondo te gusta y no quieres admitirlo? - provocó Dirk.

Jake apretó los puños.

- No vale la pena seguirle el juego a personas como tú... - respondió el azabache.

- Entonces, seguiré haciendolo. - dijo el demonio mientras se acercaba a Jake.

- ¡Alejate! -

Sin querer, Jake golpeó la cara de Dirk con su codo en un intento por alejarlo.

Se escuchó un leve "crack" en el momento del impacto, sangre negra comenzó a salir de la nariz del demonio.

-... - Jake estaba sin palabras.

- Lo has hecho... Maldito bastardo... Me has roto la nariz... - habló Dirk contemplando, incredulo, como gotas de su sangre manchaban la alfombra.

- ¡Dirk, lo siento, yo no quería...! -

Unos brazos envolvieron a Jake en un firme y agradable abrazo.

- ¡Bien hecho! - dijo el demonio.

Jake se quedó tenso como una farola. No sabía como reaccionar y aún no terminaba de procesar las palabras de Dirk.

El rubio se separó un poco de él, pero aun con sus manos en los hombros de Jake, le dedicó una sonrisa.

- Jake, eres más fuerte de lo que crees. No vuelvas a dejarte pisotear por nadie ¿De acuerdo? -

Jake no sabía a qué venían esas palabras, pero mentiría si dijera que no le hicieron sentir especial.

Desde el punto de vista del azabache, Dirk era raro, impredecible, insesible y un cabrón de primera. Pero recientemente, y a pesar de todo lo malo, estaba empezando a ver un lado más amable. Le gustaba.

De repete, la expresión del demonio cambió.

- Alguien ha entrado al bosque - anunció el ser sobrenatural.

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No había pasado ni media hora y Cronus ya se había arrepentido de haber aceptado la petición del policía gótico.

Por suerte, en pocos minutos llegaría a casa y podria descansar de una vez por todas.

Pero antes, tenía que hacer una pausa en un lugar especial.

Cronus miró a un lado y a otro antes de entrar a la tienda de articulos magicos. Una vez dentro, fue recibido por Erisol.

- Vaya vaya... Mira quien a vuelto arrastrándose como un gusano... - saludó el hombre del mechón verde y gafas 3D.

- No estoy aquí por tu estupido set de mago. - dijo Cronus en un tono amenazante.

- Lo sé, estas aquí por Fefeta. Las cartas se lo han dicho. -

- ¿Está aquí? - preguntó Cronus.

- Segundo piso a la derecha - fue la respuesta de Erisol.

El periodista siguió las instrucciones de Erisol.

En efecto, Fefeta le estaba esperando en su estudio.

- Toma asiento - pidió la chica de pelo lavanda mientras se ajustaba las gafas.

Cronus cerró la puerta con el pestillo y se sentó frente a Fefeta.

- Ya sabes cómo funciona esto. Dibuja tu signo zodiacal con tu sangre en esta pequeña lamina de madera y quemala antes de elegir tres cartas - le recordó Fefeta.

Cronus tomó un alfiler y se lo clavó en su dedo indice para hacerlo sangrar. Luego, dibujo el signo de Acuario en la madera. La lamina era muy fina, así que Cronus tuvo cuidado de no romperla. Una vez terminó de dibujar el signo con su sangre, quemó la madera en una de las muchas velas que Fefeta tenía encendidas.

La habitación se llenó de humo, tan blanco como una nube.

Fefeta colocó las cartas boca abajo frente a Cronus.

El periodista eligió su primera carta y le dio la vuelta.

- La torre. Es una carta que suele indicar cambio de trabajo, tambien replanteos propios acerca de la vida, de cómo se quiere vivir y qué se quiere hacer. - explicó Fefeta.

Cronus asintió y dio la vuelta a su segunda carta.

- El loco invertido. Quiere decir que serás propenso a los accidentes en un futuro próximo. -

Cronus se estremeció ante las palabras de la adivina. Un mal presentimiento le hizo dudar de si debía dar la vuelta a su última carta, pero al final lo hizo.

Fefeta se quedó en silencio.

- ¿Y bien? - preguntó Cronus nervioso.

- Un momento - pidió Fefeta.

La adivina se levantó de su asiento y comenzó a buscar algo en su baúl. Al rato, sacó un talismán y se lo entregó a Cronus antes de volver a sentarse y explicar el significado de la ultima carta.

- El demonio. Nos muestra que vivimos en caos, nuestro caos, todo lleno de riesgos y conflictos. Es la tentación en la que constantemente está sumido el ser humano. -

Fefeta hizo una pausa dramática antes de añadir.

- Viendo estas cartas, te puedo asegurar de que algo muy malo, sobre lo que no tienes control, te va a pasar. No sé los detalles, pero por favor, ten cuidado y promete que nunca te separaras del talismán que te he dado -

"Algo muy malo sobre lo que no tienes control" esa frase se quedó grabada en la mente de Cronus.

Si se hubiera tratado de cualquier otra adivina, Cronus no hubiera creido ni una sola palabra. Pero estabamos hablando de Fefeta, sus predicciones nunca se habian equivocado. Cronus había sido testigo de ello.

- Lo prometo - digo apretando el talismán contra su pecho.

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Aranea dejó a Jane con Horuss y se adentró en el bosque para detener a ese tal Cronus.

Gracias a sus entrenamientos como policía y a sus pasadas experiencias en las girl scout, la peliroja no tardó en localizar y alcanzar a Cronus.

- ¡Alto ahí! - gritó Aranea y derribó a Cronus con un placaje.

Acto seguido, lo inmovilizó y le puso unas esposas.

- Quedas detenido por traspasar una zona que está bajo vigilancia policial - habló Aranea.

- ¡Espera, esto es un malentendido! ¡Me envía Kurloz! - gritó Cronus.

La pelirroja puso a Cronus de pie de forma no muy delicada.

- ¿Kurloz qué más? - interrogó la policía.

- Kurloz Makara - respondió el reportero.

Aranea se sorprendió.

- ¿De dónde lo conoces? -

- De ayer. Me pidió que le ayudara a atrapar al asesino y a su complice. - explicó Cronus.

- ¿Por qué quería que tú le ayudaras? -

- No lo sé -

Aranea soltó un suspiro.

- De acuerdo, digamos que te creo ¿Por qué aceptaste ayudarle? ¿Qué ganas tú de todo esto? - quiso saber la pelirroja.

- Trabajo en un periódico, él me prometió una primicia. -

Aranea arqueó una ceja.

- ¿Me ves cara de estupida? Nadie en su sano juicio arriesgaría su vida por una primicia. Dime la verdad. - amenazó la policía.

- ¡Je! ¿Tan obvio he sido? -

Por un momento, en bosque solo se pudo escuchar el choque del viento contra las hojas de los árboles.

La pelirroja esperaba pacientemente la respuesta del periodista.

- La verdad... Es que necesito hablar con Jake... -

Un disparo resonó por todo el lugar, después siguió el grito de dolor de Aranea.

La policía trataba de hacer presión en la herida de su pierna.

Cronus estaba en shock, paralizado por el miedo.

Finalmente Jake decidió hacer acto de presencia, sujetando una escopeta con ambas manos.

Miro fijamente a Cronus.

- Roxy siempre te vio como a un amigo. Por eso, dejaré que te vayas esta vez. Pero a la próxima, te mataré. - le advirtió el asesino.

Con pasos torpes y con una mueca de terror plasmada en el rostro, Cronus retrocedió y huyó corriendo del bosque.

Mientras huía, no pudo evitar escuchar los gritos de dolor de Aranea.

Cronus no tuvo el valor de mirar atras. A pesar de que su imaginación ya le estaba mostrando todo lo que temía ver.

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