5. Conocer

Dos días pasaron desde la ultima reunión con Maya y como ella sólo me contaba lo que le pasaba no puedo estar seguro de qué acontecimientos le pasaron con exactitud, pero cómo esto lo escribo porque quiero. Creo que tomaré prestada de esos tales dioses espectrales la omnisciencia o de las camaras la sensación de los ojos que ven todo.

Ahí estaba caminando Maya en busca de alguien que mereciera su absoluta devoción por los pasillos de la escuela que eran tan estrechos y mugrientos que no podría estar menos desilusionada por el hecho. No había nadie que llamara su atención, ella no buscaba algo demasiado perfecto, pero tampoco quería algo que le diera la impresión de no quererlo ver. Su sentido de lo estético le impedía pensar en estar con gente muy guapa, pero tampoco le llamaba la atención una persona "fea".

La belleza es algo complicado de definir después de todo, pero a ella no se le hacía demasiado irresoluble, ya que por la forma en que le habían dicho en su casa, que no se juntara con personas mal vestidas, con defectos o tatuajes, se le hacía más fácil ir por el mundo con sus ojos, viendo lo que era estético y aceptable según lo que le habían inculcado. Bueno, su pensamiento estaba lleno de prejuicios por esa razón, pero para alguien que se había acostumbrado a esa manera de pensar, no era discriminación en lo absoluto hacer eso. Después de todo desde pequeños la mayoría de los niños de distintas culturas se inculcan en diferentes canons de belleza. Y por lo que sé, ella no maltrataba a las personas. Era simple después de todo y no quería problemas con nadie.

Así ella, después de pasarse el recreo caminando, les contó a sus amigas sobre sus planes:

-¿Por qué estás actuando tan raro?- Le preguntó Paula, una de sus amigas.

-Sí, nos estamos cansando de caminar subiendo y bajando las gradas a cada rato, Maya-dijo Susana su otra amiga.

-Si quieres bajar de peso hazlo tú sola-refunfuñó entre dientes, Brenda.

-Pero, no quiero bajar de peso, no me importa mucho eso-dijo Maya.

-¿Entonces?- preguntaron las tres chicas

-Sólo estoy viendo si alguien llama mi atención.

-¿Para qué, para golpearlos?-Preguntó Marcos que se había quedado atras mientras jadeaba.

-Sí... espera. No, no es para eso. ¿Qué rayos piensas de mí? Bueno, no importa. Sólo quiero ver si alguien me gusta y no encuentro a nadie.

-¿Es acaso por lo que hablamos la anterior vez, eso de enamorarse?

-Sí, bueno es por eso y la verdad no era necesario que me siguieran si no querían.

-Oh, eso es cierto, pero nos estabamos aburriendo en el curso como siempre-respondió Paula y asintieron todos.

-Bueno, no es necesario que salgas con alguien ahora mismo, yo tampoco tengo a nadie que me guste-dijo Marcos.

-Eso es mentira, te gusta la hermana de Brenda-espetó Susana.

-E-eso no, no es cierto-reclamó Marcos con unas expresiones que parecían afirmar lo que negaba.

-Mi hermana tiene novia, para que sepas-dijo Brenda.

-Sí, lo sé, pero ella una vez dijo que no le importaría estar en una relación doble.

-¿Y tú cómo sabes eso?-dijo Brenda con una sonrisa que sólo dejaba ver sus dientes un poco amarillentos y sus labios pálidos y resquebrajados por el ambiente seco de la ciudad

Maya me contó que ella no estaba muy atenta a su charla esa vez, pero sus amigas la habían dejado de esculcar, para molestar a su amigo. En sí, sus amigas eran agradables para ella, al igual que Marcos era como su hermanito menor. Eso sí, al momento de ser amigos todos, hubieron intereses ya que la mayoría de las chicas perseguían a Marcos y no era porque lo quisieran conquistar o quizás tambien era eso, pero según Maya, era porque les desagradaba que fuera el corcho del curso. Su personalidad era interesante para ella ya que se sentía como un estereotipo de chico tímido y un poco apuesto, aunque era muy hablador y era realista, a veces se enojaba como todos. Sus amigas no eran bellezas incomparables tampoco y casi no se maquillaban. Esas cosas no les importaban demasiado. Brenda estaba ocupada ayudando a su mamá en su trabajo de veterinaria; Susana solo iba por la vida sin demasiadas preocupaciones y en sus estudios no le iba tan mal y Paula se sentaba con Brenda en el ultimo banco del curso. En la clase la mayoría se llevaban bien y los rencores se dejaban para luego.

-No es necesario de que te enamores para estar con alguien-dijo Paula, que parecía ya averse aburrido de molestar a su amigo.

-Eso lo sé, pero no sé ni cómo es tener alguien que me guste y qué se siente gustarle a alguien.

-Yo tampoco entiendo, después de todo ninguno de nosotros a estado en una relación antes. La vida no es como la pintan en las series o por lo menos las nuestras no son así.

-Tienes razón en eso-respondió Maya y justo sonó el timbre para volver a los cursos y ese rato todos los alumnos de secundaria comenzaron a correr a sus salones. Como si fuera una estampida.

"Las cosas que aparecen en los libros no le pasan a gente como nosotros, por qué crees que la mayoría de historias que existen tratan de gente con ciertas capacidades o mediocres y su camino que los llevó a la mediocridad o historias de mataron al malo y vivieron felices por siempre" Le dije a Maya aquella vez.

-Entonces nunca podré ver cosas interesantes en la realidad.

-No, no es eso. Sino que a veces hay que dejar que las cosas pasen y disfrutarlas en el momento oportuno. Señorita Maya no tienes que apresurarte en querer sentir algo o eso creo.

-¿Por qué usted nunca afirma nada?, hay gente que quiere que le afirmen que lo que consultan tiene respuestas.

-Eso no es posible, la vida está llena de incógnitas, la mente de los humanos es todo un mundo después todo e incluso los adivinos dicen frases ambiguas. Yo no tengo las respuestas del todo, niña.

-Bueno, entonces yo quiero saber al menos cómo se siente tener sentimientos y no quiero una respuesta científica, eso ya lo sé.

-Tú, sí tienes sentimientos, Maya. No eres un robot y justo a ahora se nota que estás enojada.

-Ah, claro-dijo con un tono de voz irónica. Mientras yo hacía cómo que le creía.

-¿De acuerdo y luego qué pasó?-le pregunté.

-Mientras salía de la escuela vi a alguien que llamó mi atención, pero no sabía que hacer ya que yo estaba en el minibús con mi hermano. Aunque siento que tampoco hubiera hecho nada si hubiera estado ahí junto a esa persona. Bueno, no sé y tampoco quería intentarlo, ya que sólo pude contemplar. Ni una foto pude tomar.

Cierto día estabas andando con una amiga de la universidad a la que querías entrar y sentiste que alguien te observaba .Te volteaste y no había nadie detrás y esa vez te dije que dejaras de pensar que  eres el núcleo del planeta.

Ese día yo estaba con dolor de cabeza.

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