Maya nunca tuvo un proyecto o sueño para realizar, eso ya lo dije, pero eso tiene explicación. La verdad tampoco es muy complicada, pero para eso tendría que contar la historia detrás de eso. 

Maya estuvo intentando hacer lo mejor que podía en algunas actividades  que se había propuesto, ella era muy diligente después de todo. 

—Mamá, papá ¿cómo se conocieron?—les preguntó.

Ellos respondieron que un día en la universidad, ambos se sentaron juntos en una de las mesas del patio y como estaban haciendo hora antes de sus clases o de que sus amigos llegaran a llevárselos a otra parte, comenzaron una charla así no más por puro ocio y luego eso llevó a risas  y a citarse en el mismo lugar luego. Su mamá fue la primera en despedirse esa vez ya que su amiga la vino a buscar para que ir de compras, no de ropa o zapatos, sino que de material para un proyecto que tenían que hacer en grupo o algo así. Su papá de nombre Carlos se fue después al recibir una llamada de la que esa vez era su novia. Al parecer era una relación pasajera  así que no intervino luego cuando ellos ya eran pareja. 

Maya describía a sus padres, cómo poco apasionados o una pareja sin romance. Bueno, la verdad no se podía esperar algo hollywoodense de su parte, así que ella me preguntó a mí.

—Señorita, yo no tengo por qué hablarte de mi vida privada—le dije.

—Ah, pero qué aburrido que eres. Yo contando la historia de mis padres y usted diciendo que no quiere contarme nada de la suya.

—Es qué no hay nada que contar, la verdad. Al fin y al cabo no estoy casado.

—¿Y con el corazón roto?

—No, tampoco y mis relaciones no son de su incumbencia. 

—Oh, bueno... pero, por si acaso no conoce alguna historia de algún amigo o paciente que me quiere contar para sacarme de la duda—me dijo mientras me miraba con una cara curiosa.

—Soy  profesional, no siga con sus preguntas. Más bien, cuéntame cómo te fue hoy. 

—Bueno, hoy no pasó mucho. Sólo conocí a alguien muy extraño. No, más bien vi a alguien casi ser atropellado por un camion. Esa persona estaba pasando la calle con un pedazo de pan en la boca. Jaja, fue muy irreal, para ser sincera. Me pareció una escena que sólo vería en un anime. No pensaba que la gente en la vida real hiciera esas cosas o quizás estaba alucinando.

—Oh, bueno. Sí parece bastante irreal ver esas cosas, pero después de todo cada persona tiene su forma de comportarse. Hay quienes imitan situaciones que pasan en la ficción a ratos sin darse cuenta. Incluso hay quienes dicen que la realidad es un reflejo de la ficción a ratos. Por eso hay tanta gente que cree que los finales felices se obtienen casándose con personas ricas, aunque debo admitir que la gente rica tiene más fácil la vida en algunos aspectos, sólo algunos. Tambien hay quienes creen que el amor lo puede todo, pero de eso no se come y tampoco es pretexto para estar soportando maltratos y esperar a que la otra persona cambie. La vida no es como uno planea, pero tambien existen personas que planean tan bien su vida, que hasta ya puede llegar a ser mucha manipulación. Se puede llegar a ser psicópata según por donde lo mires, pero esas son sólo conductas humanas después de todo.

—Ósea, que me estás tratando decir que los humanos somos  basura, por donde sea que lo mires. 

—No y no sé cómo llegaste a esa conclusión, pero igual  ya va siendo hora de que nos despidamos.

—No, la cosa es que parece tan monótona su charla, cómo si estuviera respondiendo la pregunta de un examen. ¿Acaso no hay una verdad más entusiasta?

—Bueno, hay cosas que ni aunque pensaran un billon de años se podrían responder los humanos. Si es que nuestra especie logra vivir hasta ese tiempo.

Quisiera saber eso, después de todo yo mismo, pero no puedo estar seguro de si la vida me daría para pensar tanto, además que tampoco quiero pensar demasiado en problemas ajenos.  

Maya no era una  chica muy lista, pero a ratos parecía interesante.   

—Después de ver a esa persona me fui, ya que fue salvada por alguien más.

—Oh, bueno. Tambien por eso dijiste casi.

—La persona que le salvó creo que la conozco, aunque puede ser que tambien me esté equivocando.

—Hay muchas personas parecidas después de todo, pero continua. 

—Ya escogí una actividad que quiero hacer, quiero tener un amor, sólo para experimentar. Mis amigas hablan de eso desde hace un tiempo y la verdad no es que me interese mucho eso, pero mientras tenga algo de que hablar sería bueno intentarlo. Así que ayúdeme a conseguir algo. 

—Yo diría que se concentre en las estudios y que no descuide su educación, pero no soy tu padre o  tu madre para juzgarte. 

—Sí, la verdad ni a mis padres les importaría eso. Bueno, a mis amigas les gusta hablar de artistas famosos y cantantes que les gustan, pero a mí la verdad no me llaman la atención esas cosas...Quisiera sentir algo por alguno de mis amigos o compañeros, pero la verdad no me atraen, es cómo que me gustara mi hermano así que no me veo en ese tipo de relación con ellos.

—Sí, te entiendo, pero debes tener cuidado. No te involucres con alguien que no conozcas así de la nada. Situaciones como esa terminan mal la mayoría de las veces. Hay gente un tanto enferma que ronda por ahí. Yo trato con gente así de manera usual.

—Bueno, lo entiendo. Tampoco quiero morir joven.

Las palabras de Maya eran despreocupadas como siempre. Eso me hizo pensar en decirle que se veía ingenua y muy dentro mío deseaba que estuviera bien o quizás sólo quería comer algo. Ahí fue cuando recibí un mensaje tuyo donde me contaste que te habías caido en la calle y que te estarías quedando en la casa de tus padres por eso. 

—Hasta luego—dijo Maya y terminamos la ruenión.

Me contaste que habías visto alguien extraña esa vez y que te dio miedo esa persona ya que parecía que té llamó, pero no la viste luego. 

Yo me reía esa vez, tanto como ahora.