Capitulo treinta y cinco
"Dos corazones unidos"
Pov Marnie.
Estoy muy nerviosa, no dejaba de ver si todo estaba bien con mi ropa y demás. Resulta que ayer cuando acompañe a Víctor a dejar sus bayas este me invito a una cita, en el momento casi me desmaye de los nervios, pero tratamudeando y todo logre decirle que si, y ahora estoy aquí esperándolo en ciudad puntera.
Esa no fue la primera vez que pe pedían una cita pero si la primera que me lo pidió un chico que me gusta, se que debería estar pensando en otras cosas pero de verdad quería salir con el.
No era normal para mi el sentirme como un colegiala enamorada o sentirme nerviosa por la presencia de alguien...supongo que hay una primera vez para todo. Salí de mi ensoñación en cuanto vi aparecer a Víctor en frente de mi, este no llevaba su ropa usual, pues cambio su pantalón roto por uno impecable además de llevar una chaqueta gris y no tener su gorro puesto.
—Perdon, te hice esperar mucho—. Me pregunto, yo llevo unos diez minutos aquí, aunque aun faltan treinta minutos para la hora que acordamos reunirnos supongo que nos emocionamos un poco.
—No, acabo de llegar—. Dije con una sonrisa.
—Aun falta un rato antes de que sean las dos ¿Quieres ir a comer mientras tanto?—. Me pregunto regresando mi sonrisa y haciendome sentir Butterfrees en el estomago.
Yo le asentí así que Víctor me llevo a una cafetería cercana, aunque en el camino se volteó para decirme —Por cierto...te ves muy linda hoy—. Sentí como mi corazón latía más rápido que antes y me sonrojaba, realmente valió la pena el soltarme el pelo y dejar que Piers me maquillara.
Puntera no es realmente mi lugar favorito, siento que es demasiaso ostentoso y opulento y con la poca experiencia que tuve en las cafeterías de por aquí se que son excesivamente caras y algo decepcionantes.
Sorprendentemente Víctor me llevo a una cafetería algo más modesta, era más pequeña que las demás, pero el ambiente era más cálido y tranquilo, perfecto para el frío usual de Galar.
—Lamento si este lugar te parece algo pequeño, pensé que siendo de pueblo como yo te sentirías más cómoda en un lugar así—. Me parece muy tierno que haya pensado esto específicamente para mí.
—No te preocupes, es perfecto, mucho mejor que cualquier cafetería pomposa de Puntera—. Dije haciendo que ambos comenzaríamos a reír.
—Grácias, aunque no es la única razón por la que te traje aquí—. Dijo cundo terminó de reir, a lo que yo con la cabeza le dije que siguiera.
—Bueno, cuándo mi familia y yo llegamos a Galar lo primero que hicimos fue comer en esta cafetería. Yo no era realmente feliz en mi región natal así que estaba emocionado por conocer una nueva región—. Que lindo recuerdo.
—Puede sonar algo tonto pero desde entonces considero está cafetería un lugar importante y considere buena idea el traerte aquí—. Sentí mi corazón epretujarse, me hacía muy feliz que me trajera a un lugar importante para el en nuestra cita.
—Es perfecto Víctor, gracias—. Dije con una sonrisa y un sonrojo, desearía tener un Applin en este momento.
—Aunque también es muy cursi—. Dije con una sonrisa pícara haciendo que ambos comensaramos a reír.
—Supongo que es bastante cursi, pero vale la pena si logro verte sonrojada—. ¡Arceus! ¿Que la pasa a Víctor hoy? Está siendo demasiado coqueto.
Seguimos comiendo en calma hasta que llegó el momento que habíamos esperado, Víctor me llevo al acuario pokémon de Puntera, no es por insinuar nada pero este es un lugar muy famoso al que suelen ir las parejas, estoy emocionada.
El acuario era mayoritariamente oscuro, la mayoría de la luz era aportada por los acuarios, pokémon y luces de neon azules, esto daba un ambiente muy hermoso no me sorprende que las parejas vengan aquí en sus citas y sinceramente espero que sirva igual de bien para nosotros.
Nos quedamos viendo a un Buizel que jugueteaba al rededor de su tanque para divertirnos, el ambiente era muy bueno hasta que fuimos interrumpidos.
—¿Ustedes son los aspirantes Víctor y Marnie?—. Escuchamos detrás de nosotros, y al voltear nos encontramos con un par de chicas que nos estaban llamando.
—Si, son ustedes ¿Nos podrían autografiar estás tarjetas de liga?—. Tenía muchas ganas de negarme pero eso sería de mala educación así que simplemente firmé las tarjetas con una sonrisa.
—¿No estarán en una cita?—. Pregunto una de las chicas, tenía demasiadas ganas de decir que si e iba a hacerlo pero Víctor se me adelantó.
—Así es, estamos en una cita—. Le respondió con una sonrisa tranquila.
Vi como ambas chicas comenzaron a saltar y a chillar de la emoción, sabía que habían algunas personas que nos emparejaban pero no esperaba este tipo de reacción, son más ruidosas 1ue el tema Yell en mi cumpleaños, y la verdad temo que sus gritos rompan el cristal del acuario.
—¡Lo sabía! Sabía que ya estaban juntos—. Oí que decía una de las chicas extasiada.
—¡Siii! Nuestro shipp es canon—. ¿Shipp? ¿Que significa eso?.
—Lo lamento pero aún no somos pareja—. Escuché que dijo Víctor, se que es verdad pero me hace sentir decepcionada que lo niegue de es manera.
—Aunque si tengo suerte lo seremos para el final del día—. Esta vez no fueron solo ellas quienes chillaron pues yo en mi interior sentía como mi corazón iba más rápido que nunca.
Ellas decidieron dejarnos solos según para "no interferir en el romance". Yo no sabía que decir ahora, Víctor acaba prácticamente de confesarse, ¿Que hago? ¿Le digo que me gusta? ¿Lo beso? No sé que hacer.
—Marnie, acompáñame—. Me dijo Víctor ofreciendo su mano, sentí como mis mejillas se calentaban, así que le tendí mi mano temblorosa a lo que el la sostuvo con cuidado y me saco del acuario de esta manera.
Afuera las personas nos miraban fijamente, algunas incluso susurraban y sacaban fotos, había desde personas que reaccionaban como las dos chicas del acuario, algunos que tenían gestos de decepción e incluso personas mayores que nos miraban con ternura. Intentando no ver a las personas yo bajé mi mirada y la fijé en nuestras manos unidas, la mano de Víctor era más grande que la mía, además de ser cálida y suave al tacto, alce mi mirada a Víctor quien caminaba un poco delante de mi, ví que su cuello y orejas estaban rojos y me hizo feliz ver qué el estaba igual de nervioso que yo.
Después de un rato caminando llegamos a un lugar que conocía solo desde lejos, el "ojo de Puntera", la noria más grande de ganar y un patrimonio de la región.
Víctor pago por dos entrada y sin más nos montamos en la noria sentados frente a frente, además nuestra entrada concluyó justo con el atardecer lo que hizo la escena aún más hermosa.
—Supongo que estarás curiosa por lo que dije antes—. Dijo luego de un rato en silencio.
No tuve la fuerza para hablar así que solo asentí con nerviosismo hacia el.
—Bueno, antes de explicarme debo de decirte algo—. ¿Que sera?.
—Desde el día en que nos conocimos hasta hoy han pasado muchas cosas, tanto buenas como malas y realmente cuando veo atrás y pienso en el chico inseguro que era veo que has sido una de las personas más influyentes de mi vida, incluso después de conocernos por poco tiempo—. Honestamente es lo mismo en mi caso, el se ha vuelto alguien demasiado importante para mí.
—Al inicio solo eras una amiga para mí, pero con el tiempo ví cuánto te esforzabas, como luchabas, como madurabas...y...lo hermosa que eras—. Volví a sonrojarme por sus palabras, todo lo que decía apuntaba a un solo lugar y estaba impaciente por qué llegara a él.
—Por eso y por mucho más, te hice esto—. Víctor busco en su mochila de dónde saco un paquete color negro con un lazo púrpura, los colores de Crampon.
Abrí el paquete lentamente y con cuidado, al hacerlo ví algo hermoso... Dentro del paquete había un pastel con forma de Applin, este era del tamaño de mis manos y la más atenta los colores de un Applin real. Antes de que Víctor dijera algo yo salte hacía el y lo abrace con fuerza.
—M...Ma... Marnie—. Lo escuché tartamudear en mi oído.
Entre en razón y me aleje de Víctor rápidamente para hacerle una pregunté que tenía en la mente.
—¿Esto significa lo que creo?—. Pregunté jugando con mis dedos por el nerviosismo.
—Asi es, Marnie ¿Quieres ser mi novia?—. Dijo finalmente.
En lugar de responderle yo lo tome de las mejillas y lo atraje para besarlo, el correspondió de inmediato al beso. Este era mi primer beso y aunque se notaba la inexperiencia este era suave y dulce.
Nos separamos por la falta de aire y nos quedamos mira do con una sonrisa sonrojada, ya no habían más cosas que decir así que simplemente procedimos a sentarnos juntos ahora, mientras observamos las puesta de sol desde la noria y disfrutábamos del pastel que hizo Víctor, desearía que este momento durará para siempre, pero sabía que no lo haría, así que decidí disfrutarlo lo más posible mientras poyaba mi cabeza en el hombro de mi ahora novio.
¿Que tal? ¿Demasiado cursi? Bueno, acá está en capítulo que todos esperaban y sinceramente me gustó cómo quedó.
Bueno sin más se me cuidan y comen frutas y verduras (quiero hacer de esto mi despedida característica).
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