Capitulo catorce

"Estoy dentro"

Pov Gloria

Desde que trabajo para el presidente Rose eh Estado bastante ocupada, lo primero fue el presentarme oficialmente como una embajadora de la compañia macrocosmos junto a Bede, desde entonces también eh tenido que asistir a varios eventos de la compañia como guardaespaldas del presidente lo que a quitado bastante tiempo y también fue muuuy aburrido, aunque no todo es malo gracias a los recursos de la empresa mi entrenamiento a sido muy productivo y logre obtener mi tercera medalla, pero eso no quita que no eh tenido tiempo para hablar con mis amigos, lo más cercano a sido hablar con Oleana.

Ahora mismo estoy otra vez en un evento benéfico, aunque esta vez Bede no está pues se tomó el día libre para ir a buscar la medalla fuego.

El evento paso sin problemas, luego nos regresamos a macrocosmos, yo estaba por irme a mi hotel pero el presidente me dijo que tenía algunos asuntos que atender conmigo y que no me fuera todavía. Resignada me quedé en la sala de espera, como no tenía nada mejor que hacer entre a poketube a ver algo interesante, ví en la cuenta de la Liga pokémon que había un directo de una batalla en el estadio de pistón, pensé que sería de Bede, pero resultó que era Víctor, ví un poco de la batalla entre el Ninetales de Kabu contra el Carkol de Víctor, hasta que me aburrió y la saqué, me gusta Víctor, pero solo disfrutó sus batallas desde la primera fila.

Me quedé un rato buscando algo para ver hasta que me llegó una notificación, esta era de una cuenta que subía batallas entre aspirantes, casi muero el día que subieron mi batalla con Víctor, esta vez era una entre Hop y Bede, entre esperando ver una victoria de mi amigo, aunque no pude estar más equivocada, Bede destrozó a Hop y después le dijo unas palabras que estoy segura le dolieron más que el combate.

Estaba en un dilema, no sabía si quedarme a esperar que el presidente Rose me llame o ir con Hop, encima de todo Víctor no responde mis llamadas, estaba desesperada, al menos hasta que me respondió y me dijo que el se encargaría, no estoy segura, pero Víctor es su mejor amigo seguro que sabe que hacer. Aunque no me quedaré de brazos cruzados, esperare hasta que Bede llegue para tener una pequeña discusión con el.

Mientras lo esperaba me puse a pensar, más que nada en que hacer, realmente no tengo ninguna aspiración, salí en mi viaje para cuidar de Hop y Víctor, pero ahora dudo que ellos me necesiten, ambos ya tienen su meta definida, bueno todo menos yo tienen una, se que soy joven pero sería bueno saber que quiero hacer.

Seguí pensando un rato hasta que finalmente entró Bede, así que no perdí tiempo y fui hacia el. Ya cuando estuve frente a él este se detuvo y me miro raro.

—¿Que quieres? —. Oh no te harás el tonto conmigo.

—¿Tu que crees? —. Respondí de manera sarcástica.

—¿Es por el inútil de Hop? —. Fue un gran error el decir eso.

—Claro que si idiota, ¿Como se te ocurre humillarlo de esa manera? —. Dije tomándolo del cuello de su abrigo.

—El se lo buscó, se creyó demasiado y terminó luchando contra la persona equivocada, honestamente le hice un favor. El debería agradecerme—. Dijo este imbécil sin pizca de vergüenza o consideración.

—Eres un hijo de perra—. No suelo maldecir así, porque a mid amigos no les gusta pero en ocasiones no está demás.

—Que vulgar—. Dijo intentando provocarme.

—Bueno, no esperaba que alguien como tu entendiera a Hop, después de todo lo único que te importa es seguir siendo el perro faldero del presidente—. Dije soltando su abrigo y empujándolo un poco.

—Eso crees tu—. Dijo un poco enojado.

—No sólo lo creo, estoy segura de ello—. Dije provocandolo un poco.

—Te demostrare que no es asi. Sígueme—. Dudé un poco de si debía seguirlo o no pero al fin y al cabo me da curiosidad saber que me mostrará.

Me llevó al elevador y apretó el botón del último piso, una vez allí salimos y me llevó a donde había una puerta.

—Es mi habitación—. Dijo como si esperará mi pregunta.

Por mi parte solo entre sin que siquiera me invitará, su cuarto tenía demasiado rosa para mi gusto, luego de mi el entró cerrando la puerta y se puso a buscar algo.

—Y bien ¿Que me mostraras?—. Dije sentandome en la cama de Bede.

—Esto—. El me extendió una foto, en esta se veía a un Bede más joven, se le notaba bastante sucio, también tenía algunos moretones y su mirada estaba completamente vacía.

—¿Que es esto? —. Pregunte incrédula.

—Soy yo o era yo, es del día que conocí al Presidente—. Me respondió.

—Explicate—. Dije y Bede dio un suspiro antes de responder.

—Cuando era niño, fui abandonado por mi familia y tuve que vivir en un orfanato—. Mientras hablaba me indicó que me movieron para que el también se sentará en su cama.

—Por ciertas razones no me llevaba realmente bien con mis compañeros, esto llevó a que ellos me golpearan bastante seguido, pensé muchas veces el fugarme de ahí pero nunca tuve el valor. Ya me había resignado a vivir en ese lugar—. Mientras más hablaba más oscura se veía su mirada.

—Hasta que un día el dueño del orfanato nos dijo que un gran empresario de Galar vendría de visita al orfanato, así que nos dijo que diéramos la mejor impresión posible, resultó ser el presidente quien llegó, en ese entonces no me pareció alguien realmente destacable, creía que su sonrisa era estúpida y que su barba y cabello eran ridículos—. No pude evitar reírme pues yo pensé lo mismo cuando lo conocí.

—Como realmente no me importaba decidí mantenerme alejado de el, o al menos eso quería, ya casi al final del día, el presidente se me acercó y me pregunto porque me mantenía alejado de el y los demás, yo le respondo que ellos me golpeaban y ahí el presidente me pregunto si me gustaría acompañarlo, yo no estaba seguro así que me dio un día más para pensarlo. A la mañana siguiente recapacite y pensé que era la mejor oportunidad de salir de ese lugar y ser libre, así que acepte, el presidente también me dio a mi Hatenna, si soy sincero no se que sería de mi sin el, de verdad me salvo—. Ahora su mirada se veía feliz.

—Perdón por lo que dije Bede, no sabía nada de esto—. Dije un poco arrepentida.

—No te lo conte para que me perdonarás—. Dijo frío.

—Aunque aún no te perdono por lo que le hiciste a Hop, pero si necesitas una amiga, aquí me tienes, pero debe disculparte con Hop—. Dije acariciando su cabeza.

—Como sea—. Aunque alejó su mirada de mi no quito mi mano de su cabeza y eso me hizo un poco feliz.

Me quedé un rato más con el hasta que decidí salir de su habitación, mientras caminaba por la torre me tope con Oleana y ella me dijo que llevaba rato buscándome y que el presidente me estaba esperando.

Camine hacia la Oficina del presidente Rose (Que también estaba en el último piso) y al entrar lo ví sentado detrás su escritorio.

—Bienvenida señorita Gloria, por favor tome asiendo—. Obedecí y me senté en la silla frente a su escritorio.

—¿Para que me necesitaba? —. Pregunte algo impaciente, tengo esta duda ya desde hace unas horas.

—Quería mostrarle algo—. Dijo señalando hacia la izquierda donde había una pantalla.

En la pantalla empezaron a mostrarse imágenes de pokémon que estaban en terribles condiciones. Estas iban desde unos tipo agua que estaban llenos de petróleo a tipos planeta que estaban completamente quemados, era una imagen horrible.

—¿Por que me muestra esto? —. Pregunte.

—Horrible ¿Cierto? —. Pregunto de regreso.

—¡Claro que lo es! Es horrible—. Perdí la calma por un segundo, pero esto en serio es un asunto serio.

—Déjame decirte que todo es a causa del ser humano. Yo amo la región de Galar pero lo que le estamos haciendo. Es horrible, es asqueroso—. En la voz del presidente Rose se notaba un profundo odio, algo que no creí que tuviera.

—Aunque por el lado bueno encontré una solución—. Dijo ahora más calmado.

—¿Cual es? —. Pregunte interesada.

—Abriendo un portal a una dimensión paralela, se puede traer a un pokémon capaz de limpiar toda la contaminación, aunque no es tan fácil—. Dijo afligido.

—Esta estrictamente prohibido el intentar algo así debido a lo que sucedió en otras regiones, así que debo trabajar en cubierto—. Espera.

—Entonces ¿Por que me cuenta todo? —. Pregunte intrigada.

—Porque se que puedo confiar en ti, ¿Quieres unirte me para salvar a la región? Puede que debas enfrentarte a tus propios amigos en el proceso pero todo valdrá la pena con tal de salvar nuestra amada región—. Dijo el presidente mirándome a los ojos.

Quizás esto es lo que quiero hacer, para lo que puedo ayudar, lo que puede ser mi meta, quizá sea ilegal pero, es por un bien mayor.

—Estoy dentro—.

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