Pensamientos confusos
El Bombardero, El Bombardero, El Bombardero, El Bombardero, El Bombardero y más Bombardero. ¿Por qué todos sus pensamientos se resumían a él? Sería bueno si estuviera interesado en intentar detenerlo, pero no era así, David no podía dejar de pensar en su suave voz alentándolo, diciéndole que hacía un buen trabajo y en la delicadeza maestral con la cual vendó su herida, luego la escena cambiaba y estaba en el mar, siendo rescatado por el mismo terrorista que debía odiar, finalmente el ciclo de sus pensamientos terminaba en el tren, con El Bombardero literalmente sacándolo sano y salvo de la estación e incluso dándole dinero para que se comprará algo de camino a casa.
¿Qué pretendía? David no lo sabía, pero de algo estaba seguro, El Bombardero no era tan malo como todos creían. Y al parecer David no era el único que pensaba así
— Es posible que sea un esclavo.
Comento Tabares en una reunión para intentar saber qué es lo que quería El Bombardero y cuales serían sus siguientes pasos, usualmente los terroristas tienen ciertas demandas o una idea explicita que enseñar, pero con El Bombardero no había nada, ni demandas, ni ideas, nada, solo un claro odio hacía UML.
— ¿De qué hablas? — pregunto Suárez.
— En Un Mundo Libre algunos hombres son esclavizados sexualmente para que tengan bebés y venderlos. Quizás El Bombardero sea uno de esos hombres y le quitaron a sus bebés, quizás por eso mata a los hijos de los sectarios de UML.
— Entonces es cierto — dijo Ramírez —, todas las victimas son miembros activos de UML.
— Sí — confirmo Tabares —. Incluso quienes estuvieron en el tren, se descubrió que no eran inmigrantes comunes, sino "misioneros" que reclutaban a más personas a base de engaños para unirse a la secta.
— ¿Y porqué no los detienen? ¡Sí esos terroristas están aquí deberían ser detenidos! — Tabares miró a David con recelo, como si él acabará de decir una mentira clavada en cierta verdad.
— Lamentablemente la ley de libertad religiosa los protege, no importa que exalten las violaciones y la pedofilia, siempre y cuando no lo hagan en público nadie hará nada.
David apretó los dientes y no volvió a decir nada durante toda la reunión, decir que estaba cabreado era poco, estaba cabreadisímo, desde siempre los países extranjeros a Gondwana predicaban sobre la igualdad y los derechos humanos, siempre era lo mismo, cada campaña presidencial, cada movimiento político extranjero estaba enfocado en acabar con los "horrores" de la secta supremacista de UML, pero nunca hacían nada y si lo hacían era demasiado mínimo para generar un cambio. Los únicos que realmente parecían haber hecho algo era la dinastía conquistadora Fairchaild, cuyos ataque directos a pueblos de UML y atentados directos a Gondwana había sembrado el terror en la secta, pero hacía tiempo que dichos ataques se habían detenido, nadie sabía porqué, pero se rumoreaba que era debido a la expansión del imperio, con Allegra y Omoro adoptando a niños de ciertas nacionalidades para poder tomar el poder dichas regiones, y después colocarlos al frente de las mismas como reyes, reinas, presidentes, emperatrices o zarinas. Al fin de cuentas todos buscaban lo mismo: tener el poder absoluto en el nuevo mundo y los Fairchailds lo estaban logrando, demasiado rápido.
Al terminar la reunión David salió disparado hacía la sala de descanso, varios de sus compañeros que habían salido antes de la reunión habían ido hacía allá y David necesitaba calmarse, la rabia lo estaba matando, era tan irónico que una ley protegiera a unos sectarios violadores mientras que los mismos creadores de dicha ley hacían todo lo posible para capturar a alguien que sí hacía algo, incluso si era una solución radical y horrible, pero era una solución, una solución necesaria. David estaba a punto de entrar en la sala de descanso cuando escucho las risas amortiguadas de sus compañeros de comisaría, pero se detuvo en seco al escuchar el alías del "Bombardero" en la conversación de sus compañeros.
— Yo no sé ustedes chicos, pero yo no quiero seguir tras El Bombardero.
— ¡No nos podemos rendir! — alentó otro.
— No es eso, ¿Okay? Literalmente nos salvó y no solo una vez, ¡Dos veces! ¿Acaso necesitas que te lo recuerden? En la fábrica y en el mar, y más aún nos alentó, ¡RAYOS! No recuerdo la última vez que uno de mis superiores me dijo que hacía las cosas bien. Además solo mata a miembros de UML, así que...¿Cuál es el problema? — David no pudo contener la sonrisa, él no era el único que pensaba así, no estaba loco.
— ¡Mató a nuestros compañeros! — dijo otro oficial indignado poniéndose de pie.
— ¿Y? El Bombardero debió tener una razón — "Exacto" pensó David.
— Estoy de acuerdo y si realmente resulta que El Bombardero es un esclavo cuyos hijos le fueron arrebatados no seguiré con esto.
— Yo también.
— Igual yo.
— En todo caso de ser esa la verdad El Bombardero no sería un terrorista, sería una víctima tomando la venganza que por derecho le corresponde, ¡Estaría tomando venganza en nombre de todas las víctimas! Pero aún más importante, estaría tomando venganza en nombre de los hijos que le forzaron a engendrar y luego le arrebataron — el oficial termino de beber de su taza de café —. No me imagino lo que tuvo que sufrir, estoy casi seguro de que El Bombardero es eso, una victima que no supo encontrar otra solución.
David entró en la sala de descanso justo cuando el oficial que se había enojado por tales palabras salía de la sala, bastante enojado.
— ¡Están locos!
David no le tomo importancia a las palabras vacías del oficial, en vez de eso miró con orgullo a sus compañeros, todos estaban en la misma sintonía, todos ellos sabían que El Bombardero hacía dichas cosas por una razón e incluso sino fuera una victima o un esclavo sexual de UML, estaba acabando con los desquiciados que tantas vidas habían arruinado. Fuera como fuera, El Bombardero era un héroe. A David le agradaba no se el único que pensaba de dicha manera, pero no le gustaba mucho la forma en la que se habían dado cuenta, literalmente si Tabares no hubiera dicho nada, David estaría velando por la seguridad del Bombardero por su propia cuenta.
— ¿De qué estaban hablando? — David intento disimular su alegría tomando una taza y sirviendo café en ella, aunque en realidad a David no le gustaba mucho el café.
— Del Bombardero, la teoría de Tabares suena muy posible.
— ¡Sí! Sé que es difícil que los esclavos sexuales escapen, pero es posible.
— No, la verdad yo no me creo esa teoría — todos miraron al oficial Suárez que tecleaba algo en su computadora.
— ¿Así? ¿Y porqué? — pregunto David derramando un poco del caliente liquido en su mano, en un breve intento de contener sus ganas de decirle hasta que de mal se iba a morir.
— Es que yo tengo mi propia teoría.
— ¿Cuál?
— A puesto mi sueldo de un año a que El Bombardero no es uno de Los Niños Del Rey, pero tampoco creó que sea un chico Grimore, sino que es un Niño De Alambre.
— ¿Niño De Alambre?
— Los Niños Del Rey son los esclavos sexuales masculinos que deben cumplir todos los deseos de los altos señores de la secta, la mayoría de ellos no se usan con fines reproductivos, solo placenteros, por lo tanto dudó que El Bombardero sea uno de ellos, a no ser que fuera un Niño Grimore, eso sí no solo son abusados sino que son obligados a abusar de mujeres para producir bebés — el oficial Suárez se puso de pie y tomó varios cubos de azúcar, metiéndoselos a la boca uno por uno —, pero a juzgar por su violencia excesiva estoy casi seguro de que fue torturado, porque de ser así es posible pero Los Niños De Alambre o testigos son prácticamente quienes son sometidos a torturas extremas para hacerles sentir el máximo dolor posible y de esta forma "Ver el más allá" o la Nebulosa Ancestral como ellos lo llaman.
David dejó caer la taza de café la cual se rompió al llegar al suelo, ¿Cómo...cómo él no sabía de la existencia de Los Niños De Alambre?
— ¿Y qué...qué es lo que les hacen?
— Según investigue Los Niños De Alambre son seleccionados desde su nacimiento, pero solo los empiezan a usar hasta que se desarrollen, hasta entonces les dan la mejor vida posible, todo lo que ellos quieran se les da y sus ordenes son ley, pero cuando se desarrollan son llevados a campos de torturas — el oficial Suarez se metió otro terrón de azúcar a la boca —. Les cortan los dedos, les arrancan las uñas, les sacan los ojos, les quitan la piel, los apuñalan, los azotan, les echan ácidos, los golpean en grupos, les quitan los dientes, les cortan las piernas, les cortan las orejas, les aplastan los brazos y sin fin de cosas más — Suarez volvió a sentarse bajo la mirada aterrada de todos —. El 100% de ellos mueren a manos de las torturas, los llaman "Niños De Alambre" ya que los retuercen y les quitan tantas partes del cuerpo que no pueden llamarse humanos, de hecho esa es la forma más fácil de acabar con ellos, los atan a un poste con cada extremidad extendida, si es que les queda y con ayuda de una maquina les muelen los huesos, hasta que simplemente no queda nada más que una deformada masa de carne demasiado retorcida como para ser siquiera humano y ninguno a visto lo que pasa en la "Nebulosa Ancestral". Todo eso lo hacen para que estén más cerca de la muerte, así podrán saber que hay en el "más allá" — eso lo dijo riendo.
Todos se miraron extrañados y David tuvo que salir al pasillo al no aguantar las ganas de vomitar, ¿Cómo podían existir personas tan enfermas? Literalmente asesinaban a niños en masa solo para saber qué pasa después de la muerte. Ahora más que nuca David quería proteger Al Bombardero, sin importar cuál fuera la verdad, si era victima o no, si El Bombardero se vengaba de UML, merecía ser protegido.
David iba para el baño a descargar lo poco que había comido cuando Ramírez se interpuso en su camino.
— Oye, ¿Recuerdas lo del infiltrado? — David contuvo las nauseas y asintió.
— Sí.
— Creó que podría estar protegiendo al Bombardero, intenté usar un vídeo del dron en la plaza, pero fue borrado, alguien quiere cuidarlo.
Las nauseas desaparecieron por completo, David miró a Ramírez con cuidado, ¿Acaso sabría que fue él?
— ¿Cómo quién?
— No lo sé, pero quien sea debe ser detenido y ejecutado lo antes posible, ¡Es un peligro para la unidad! — Ramírez se dio la vuelta y comenzó a marcharse —. No te preocupes David, Tabares y yo ya estamos trabajando en eso.
David se giro al lado contrario y camino de brazos cruzados, meditando qué debía hacer, a la hora en la que Tabares estaba involucrada significaba que pronto descubrirían que fue él quién borro el video, pero eso era a David lo que menos le importaba, debía proteger Al Bombardero, sin importar el costo. Solo El Bombardero era capaz de vengar a todas las victimas de UML.
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