Los Niños De Alambre

David espero pacientemente a que Loren llegará y le preparará el desayuno, pero por más que esperaba su novia simplemente no se dignaba a dar la cara.

David intento imaginar las posibles razones que llevarían a Loren, la clase de novia que se levantaba casi cuatro horas antes que él para prepararle la comida del día, limpiar la casa y arreglarse a desaparecer de repente, lógicamente la primera posibilidad recaía en que estuviera atrapada en uno de los atentados...o directamente muerta, pero David simplemente no encontraba ningún motivo por el cual Loren podría haber quedado entre el atentado, sencillamente no había alguna razón para que Loren hubiera estado en las cercanías del parque o el hospital, mucho menos en el edificio principal, así que entre más lo pensaba David menos le encontraba sentido.

Pero sin duda alguna lo que más angustia le provocaba era pensar en El Bombardero, claro, era triste imaginarse a Loren muerta aplastada bajo alguna lamina de concreto o mejor aún, agonizando debajo de los escombros, diciéndole a su hijo no nato que no se preocupara, que su padre iría a buscarlos cuando en realidad David estaba tranquilamente sentado frente al televisor con un plato lleno de papas fritas, chocolates y gomitas, viendo tranquilamente como por fin El Emperador y La Emperatriz daban un discurso al respecto, exaltando a Tabares y dando la orden directa de capturar Al Bombardero. David ciertamente estaba preocupado por El Bombardero, pero no por que pensará o le preocupará que volvería al ataque con todos sus explosivos, David se preocupaba más por imaginarlo moribundo en algún rincón de la ciudad, sin que nadie lo ayudará, las ultimas 10 horas David las había pasado ayudando a los heridos y fingiendo que realmente le importaba el bienestar ajeno, el bienestar que no incluyera a su querido Bombardero, pero a penas tuvo la oportunidad siguió la calle a la cual daba el callejón, David lo buscaba incluso debajo de los autos, esperando verlo escondido en algún rincón apartado, incluso entro en varios patios traseros, uno el cual tenía un adorable rottweiler que solo levanto la cola cuando vio a David y siguió con su siesta de la tarde, pero por más que David buscaba no lo encontraba.

Puede que sonará patético y fantasioso pero David esperaba poder encontrarlo en los alrededores de su hogar o directamente inconsciente en su sofá, en su imaginación El Bombardero ya había comprobado que David era su aliado y podía confiar en él, por eso escapo hacía el hogar de su protector, porque sabía que allí estaría a salvo, David esperaría pacientemente a que despertará, mientras tanto se encargaría de curarle la herida dándole así uso por fin al curso de enfermería que debió tomar en la academia, después de curarlo David prepararía el desayuno, adorables trozos de carne en forma de corazón con huevos revueltos en forma de caritas sonrientes y cuando despertará, y le diera el desayuno David lo ayudaría a quitarse la máscara, con ello toda la ropa con sangre y escombros, después de dejarle una muda de ropa en el baño David lo esperaría pacientemente en la sala y El Bombardero bajaría lentamente por las escaleras, luciendo nervioso, en su mente El Bombardero y él tendrían una charla, donde David le preguntaría sus motivos para hacer todo eso, pero sobre todo el motivo por el cual lo salvo en varias ocasiones, David tendría que concentrarse mucho en no mirar la zona donde debería estar el brazo izquierdo, pero no ayudaba el hecho de que El Bombardero fuera más pequeño en contextura y estatura que él. Tras saber sus motivos simplemente lo tomaría del brazo que le quedaba y le diría que todo iba a estar bien, él lo cuidaría y cuando Loren regresará David terminaría con ella, dándole un mes para que tomará todas sus cosas e irse, a no ser que estuviera dispuesta a cederle la custodia total del bebé por nacer y renunciara a todos sus derechos parentales, en ese caso la dejaría quedarse por un año, y luego le daría dinero suficiente para que se comprará una casa. Así sin Loren de por medio David podría ser feliz con su futuro hijo y con su Bombardero.

El sonido del teléfono hizo a David salir de su mente...o sueños, la imagen de El Bombardero sentado frente a él, con un pequeño bebé entre ambos le resultaba sumamente cálida y alentadora, ¿Cuándo David dejo de amar a Loren? David no lo sabía, pero suponía que todo sucedió cuando él descubrió que había alguien más fuerte que UML. David contesto el teléfono dejando caer el plato vacío al suelo y contestando algo cansado.

— Diga.

— Necesito tu ayuda, ¡David tienes que ayudarme! — David se enderezó sorprendido, era la voz del Bombardero.

— ¿Qué acabas de decir? — David se puso de pie y rápidamente se puso los zapatos —. ¿Estás bien? No te preocupes, ¿Dónde estás? Iré por ti, te ayudaré, lo prometo, todo saldrá bien, te ayudaré ¿Dónde estás? — David tomó las llaves de su auto y corrió a la puerta, por fin estaba pasando, El Bombardero, SU Bombardero necesitaba su ayuda y David no iba a fallarle.

— ¿De qué hablas, Nadylan? — David miró extrañado el teléfono, la voz no era la misma del Bombardero, al contrario, era la voz de Suárez.

— ¿Con quién hablo?

— Con Suárez, pero como sea debes venir ahora mismo.

David corto la llamada bastante desconcertado, pero supuso que al no haber dormido en casi 48 horas su cerebro lo estaba jugando una mala pasada, enojado David lanzó el teléfono hacía la pared y salió de su casa.

David Nadylan estaba lleno de defectos, al igual que cualquier ser humano, pero su principal defecto era enamorarse, siempre se enamoraba de personas débiles, un príncipe, un héroe, pero Loren ya no era suficiente para calmar el insaciable hambre de David por personas caídas en desgracia, era una especie de patrón, necesitar de proteger a alguien, a David no le importaba si era hombre o mujer, guapo o la mayor abominación facial de la historia, lo que importaba es que necesitaban de él, de la protección de David. Loren lo había dejado prendado con esos ojos verdes aguamarina congelándose y tras revelarle que era una niña usada en la secta, violada y torturada, criada con el único objetivo de ser torturada hasta la muerte David supo que había encontrado a alguien especial, Loren saciaba el complejo de protector que David tenía, pero pronto Loren se volvió perezosa y dejó de interpretar el papel de victima traumatizada que David tanto deseaba, estaba dejando ir el pasado, estaba superando su trauma y eso a David no le gustaba, y como un ángel del cielo llego El Bombardero, una victima que se defendía con uñas y dientes pero al final era solo una victima necesitada de protección. David era la fantasía de caballero andante definitiva: alejar a la maltratada princesa de sus desventuradas circunstancias y ampararla en un castillo al que nadie salvo él tenga acceso, pero ahora David se había cansado de la princesa y quería, NECESITABA traer al motilado príncipe a la seguridad de su castillo. ¿Para que tener a alguien violada y torturada que quería dejar ir el pasado cuando podías tener a alguien violado, torturado, motilado y vengativo que no dejaba ir fácilmente el pasado? Además de que sin un brazo David sabía que El Bombardero necesitaría de sus cuidados y de solo pensarlo David sentía un hormigueo de placer indescriptible.

David llegó por fin a la comisaría, estaba sorprendentemente silenciosa, por un momento pensó que estaría vacía, pero no, no lo estaba, al contrario estaba repleta, pero nadie decía nada, solo miraban el suelo cabizbajos y se servían insípidas tazas de café llorando, David los entendía, le agradaba Tabares, pero no era para tanto. Sin perder el tiempo fue directamente hacía la oficina de Ramírez y se encontró con Suárez cruzado de brazos enojado, y Ramírez desconcertado. "Sabemos que ayudaste Al Bombardero" pensó David que dirían.

— ¿Qué sucede?

— Esto, esto sucede — Ramírez le extendió unos documentos a David, donde se veía a Tabares encontrándose con un joven hombre cubierto de pies a cabeza, David rápidamente reconoció a su Bombardero —. Teníamos razón, había un infiltrado y ese infiltrado era Tabares, parece que ayudo y encubrió Al Bombardero pero las cosas se salieron de control, intento detenerlo, pero ya era tarde.

David apretó sus puños, ¿El Bombardero había acudido en busca de ayuda a Tabares y no a él? 

— Encontramos que el túnel de la casa que fue explotaba daba directamente a los túneles del subterráneo, creo que fue allí que Tabares se arrepintió de haber ayudado al genocida maldito, pero nada se pudo hacer.

David intento no mirar a Ramírez, no solo porque el hombre lo miraba con una extraña intensidad, sino porque temía que él hubiera logrado verlo con El Bombardero.

— Además de que recuperamos esto — David se estremeció al ver un brazo izquierdo amputado en una caja de icopor sobre la silla de Ramírez —. No pertenece a ningún paciente y como la única victima fatal fue Tabares sospechamos que posiblemente El Bombardero necesite una mano — Suárez empezó a reír por su propio chiste.

— ¿Y cómo saben que es de él?

— Intentamos hacer un rastreo genético pero no arroja ningún resultado, eso significa que no esta en la base de datos, así que debe ser un inmigrante, uno de Gondwana — Suárez miró con burla el brazo —. Pobre hombre, espero que haya sido diestro, sino no podrá volver a masturbarse.

— ¡Suárez! — lo reprendió Ramírez.

— ¿Qué?  Si es un hombre lo hace. Pero debo admitir que tiene lindas manos el maldito — ahora que David miraba bien notó como la mano era en realidad delgada y fina, casi femenina, pero le sorprendió notar una marca de quemaduras en su piel, "Consecuencias de la explosión", pensó.

— Dejanos solos, Suárez.

Suárez pareció sorprendido por la orden de Ramírez pero en vez de reaccionar violentamente, insultando y maldiciendo como usualmente lo hacía, solo le lanzó una mirada de <<V.E.T.E.A.L.A.M.I.E.R.D.A>> a Ramírez y se fue. David paso saliva, ahora más que nunca quería rezarle a alguna deidad que lo salvará. Ramírez se sentó sobre la mesa de su escritorio y con los brazos cruzados miró interrogante a David.

— David, ¿Dónde conociste a Loren?

— En un barco humanitario mientras escapábamos de Gondwana.

Ramírez asintió y con nada de delicadeza le paso una tableta a David, ahí se podía ver la imagen de una mujer pelirroja y delgada, pero lo que más le llamo la atención fue que en su documentación, en la parte de nombre decía "Loren", David se confundió más al notar que el apellido de la chica también era el mismo de Loren, Martínez.

— Que extraña coincidencia, ¡Mi novia se llama igual! — Ramírez miró a David como si acabará de decir la mayor estupidez de la década.

— David, ¿Entiendes lo que te quiero decir?

— ¿El nombre de Loren y su apellido es muy común?

David pensó que Ramírez lo golpearía, pero en vez de eso le entrego otra tableta donde había varias fotografías de lo que parecía ser una pasarela y entre la multitud David reconoció a Loren, tan elegante, imponente y sensual que le sorprendió a David verla así.

— No sé con quien estás saliendo, pero sea quien sea la verdadera Loren fue encontrada ahogada en una de las playas costeras hace dos años, no se pudo encontrar ningún familiar o indicio de su identidad hasta que infiltrados en UML publicaron una lista de fugitivos y he aquí que la verdadera Loren esta muerta. David, tú novia suplanto su identidad.

David coloco ambas tabletas en el escritorio y se relamío los labios intentando procesar lo que escuchaba.

— No, no, es mentira, no es posible, ¡Yo conozco a mi novia!

— Logró engañar a la embajada y no quiero asustarte pero la verdadera Loren tenía claros signos de traumatismos, lo que significa que alguien la ahogo y se deshizo de su cuerpo.

David de repente se sintió entumecido, ¿Con quién carajos se había estado acostando los últimos años? David estuvo a punto de hablar cuando Suárez abrió la puerta, luciendo temeroso.

— Ramírez, los oficiales personales del Emperador están aquí.

David aprovecho ese momento y salió de la oficina.

— Necesitamos que nos entreguen toda la documentación sobre este caso, en especial sobre la oficial Tabares, es una orden imperial, no deben conservar ni una copia. Las ordenes del Emperador son claras, nadie debe saber lo que aquí ha pasado.

Escucho David mientras salía por la puerta.

Al subir a su auto David no se permitió pensar en ello, Loren o como se llamara ya no era su problema, tampoco el bastardito en su vientre, ahora lo único que importaba era encontrar Al Bombardero, aunque ahora que lo pensaba Loren nunca le había dicho su nombre mientras estaban en el barco humanitario, no lo descubrió hasta que la llevo al hospital por su intento de suicidio. ¿Quién era la mujer que le preparaba el desayuno todos los días? La que le planchaba la ropa, la que le bailaba en lencería una vez a la semana, ¿Quién era ella? ¿Quién?

David llegó a su casa y fue directamente al gran armario que compartían los dos, buscando algún indicio de la verdadera identidad de su mujer, después de todo siempre olvidamos cosas en nuestros bolsillos, David abrió el gran armario y separo con sus manos unos abrigos, y vestidos, pero a penas lo hizo notó a una figura mirándolo aterrada en el suelo en la equina del armario. 

Y allí estaba, Loren, de cuclillas en el armario, vestida de negro, con unas extrañas prótesis esparcidas a su alrededor, con una venda ensangrentada alrededor del lugar donde debería estar su brazo izquierdo. Fue así como David supo el verdadero objetivo de la maqueta, no era un regalo, era un plan. Y allí estaban, una maqueta a escala hecha de alambre, con los edificios y lugares que ella atacaría. David se sintió estúpido, ella lo hizo todo el tiempo debajo de sus ojos, sólo tendría que ser más observador y habría logrado salvar a esos niños, pero al menos los niños de la maqueta tenían alas y corona de ángel, al menos los niños de alambre estaban a salvo, con figuras de metal que simulaban adultos protegiéndolos a su alrededor.

Al menos ellos estaban bien.

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