Capítulo 3

Los rayos de sol que se filtraban por las copas de los árboles fueron cayendo sobre mi nuca.

Abrí los ojos, somnolienta, y me paré sin entender dónde estaba. Luego de unos segundos, mi cabeza hizo un "click" y recordé que estaba en el Bosque Abejorro.

El Bosque donde decían que se ocultaban cosas antiguas e inexplicables, raras...

Examiné con mi mirada el entorno, buscando algo que comer. Mi estómago rugía por el hambre.

¿Alguien se preocupará por mí?¿Se darán cuenta de mi ausencia?¿Se habrán olvidado de mí?

Un mareo me invadió, provocando que me tambalee un poco. Cerré mis ojos con fuerza mientras masajeaba mi cabeza.

Al abrir mis ojos azules, me quedé perpleja de lo que me encontré.

El bosque estaba igual que cuando entré, tumbas profanadas, olor desagradable, cadáveres en descomposición...

Comencé a oír murmullos, distorsionados, algunos más audibles que otros, de distintas voces. No había nadie a mi alrededor.

Y me estaban aturdiendo, por lo que en un acto de desesperación, cubrí mis oídos con mis manos. Los seguía escuchando, pero en menor intensidad.

¿Qué estaba pasando?

No lo pensé dos veces y corrí, corrí veloz creyendo que así podría dejar de escucharlos. Por el camino escuché algunos crujidos que sabía muy bien de dónde provenían, pero... ¿Eso que importaba?

Mi respiración estaba agitada, en un momento paré porque ya no aguantaba de tanto correr. Me recosté contra un árbol, tratando de respirar más lento.

Los murmullos cesaron, ya no los escuchaba. Solté un suspiro de alivio, me exasperaba escucharlos sin saber que decían... No estaban en un idioma conocido para mí.

Parecía el idioma con el que me habló esa esfera de luz... ¿Cómo era su nombre?

—Hola —musitó alguien a mi lado y yo di un pequeño salto del susto—. No te asustes, no te haré daño.

Visualicé a la esfera de luz azul a mi lado, tal vez en otra circunstancia hubiera corrido o gritado, pero... No lo haría, porque era mi única esperanza de salir del bosque.

—Hola... —titubeé un poco, recelosa. Ella se me acercó más—. ¿Sabes dónde puedo encontrar algo para comer?

Seguro que se preguntarán, ¿Eso que importa, Maldyra?¡Estás perdida en un bosque y no sabes cómo salir de él!

Y la verdad, es que estaba tan desesperada por algo de comida que la verdadera preocupación había pasado a segundo plano.

Severe, nou det. Sevartfruncí el ceño confundida. No entendí lo que quiso decirme.

—¿Rasti? —inquirí mientras retiraba mi cabello de mi cara. Había mucho viento.

Una ráfaga más fuerte que las otras, me provocó escalofríos.

—Oh, no. No soy ella, soy su hermana —respondió despreocupada. Mi desconcierto aumentó más—. Lo siento, me gusta hacer bromas. La verdad es que no sé dónde encontrar comida, perdón. Eso te dije.

Asentí levemente, no podía despegar mi vista de ella. Su color azulado claro me hipnotizaba.

—¡Deja de asustarla! —reclamó una voz que no supe reconocer, a la lejanía.

Mis ojos azules viajaron a esa dirección, tragué saliva al ver de quién se trataba, pero a la vez me sentía más aliviada y tranquila.

—Sígueme —ordenó y, aunque odiara las órdenes, preferí acatar la orden.

Recobré la compostura y comencé a caminar, mis pies hormigueaban por haber corrido antes.

¿Será que me asesinaría?¿Me ayudaría?¿Por qué seguía su orden?

Mercink~

Por ahora las preguntas son, ¿Quién es él?¿Qué oculta el bosque?¿Cómo se puede salir de él?Paciencia, mis queridos, esto irá algo lento (un poquito)

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