Capítulo 1

30 años después

Era de noche, una mujer y una chica corrían por las calles de una ciudad en dirección a uno de los gremios. La mujer se deslizaba como una sombra, en cambio la chica no era tan ágil. La mujer llegó a una casa y tocó la puerta mientras la chica todavía estaba a unos metros de ella.

Abrió la puerta un hombre con una túnica que le tapaba todo el cuerpo.

—Bienvenida Karen, veo que la has traido — dijo mirando a la chica que estaba al lado de la mujer.

—Sí.

—Bien, pasad.

Entraron en la casa, el interior estaba iluminado por velas y había muchas más personas con la misma capa mirándolas fijamente.

—¿Qué edad tiene? — preguntó una de las muchas mujeres que estaban a su alrededor.

—Quince —murmuró la chica.

—Supongo que tu madre no te ha explicado nada... — dijo el hombre de antes avanzando hacia ella.

—No, y cuanto menos sepa mejor — intervino la madre.

—Te equivocas, y ...¿qué te hemos dicho sobre interrumpir a tus superiores? — dijo con tono calmado agarrando a la madre por el cuello y levantándola del suelo de madera. —.Ya que si la encuentran estará en peligro porque  no sabe defenderse y no nos queremos arriesgar a perder a nadie más.

Dicho esto el hombre la volvió a dejar en el suelo.

La madre recuperó el aliento mientras el hombre se acercaba a la chica.

—¿Y bien, cómo te llamas querida?

—Susan —respondió la chica desconfiada.

—Ahora te explicaré de que va todo esto — dijo una mujer que antes estaba apartada del grupo de gente que se arremolinaba alrededor de la chica mientras se acercaba y cogía unos polvos de un cuenco. Los tiró al aire, en vez de desvanecerse como haría el polvo normal se quedó inmóvi en el aire. La mujer pasó su mano estirada por delante y aparecieron unas imagenes en la capa de polvo.

Susan se quedó inmóvil al observar lo que estaba pasando. En el polvo se mostraban imagenes de supuestas brujas quemandose en la hoguera, lo cual era muy habitual.

—¿Ves esto?

—Sí, pero ...no entiendo que tiene que ver.

—Desde tiempos remotos la gente ha creido en la existencia de la magia, unos por seguridad y otros por el simple hecho de creer en algo, los que creen no se equivocan ya que es verdad que existe, de hecho estas hablando con la que una vez estuvo acusada de serlo.

—Usted esta loca.

—Cree lo que quieras niña, pero una de cada diez de nosotras es quemada cada día en la hoguera, tú podrías ser la siguiente. — dijo  amenazandola.

Susan salió de la casa corriendo, no tenía ganas de escuchar más estupideces que solo la causaban inseguridad. Empezó a llover así que buscó una posada cercana, sacó una bolsa con dinero que le dió su madre el día anterior y pagó una habitación.

Después de cenar subió a dormir, no tenía ganas de pensar en nada de lo sucedido.
Espero que les esté gustando , hasta el próximo capítulo ^^.

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