Capítulo Treinta y Siete



Capítulo treinta y siete.

Le diré a todo el mundo cómo se siente que te halaguen por tu primer trabajo realizado en la editorial en donde eres la chica nueva: increíblemente genial.

No soy tonta, desde que entré a trabajar muchos quizás se planteaban el por qué contrataron a alguien tan joven que apenas en un par de meses se gradúa y que por ende no tiene título universitario – siendo honesta tampoco planeo ir a la universidad –, he escuchado cada rumor que algunos malintencionados hacen, pero también me he ganado el respeto de muchos, y definitivamente con mi primer trabajo, el diseño por el que me han felicitado, he terminado de dejar mi nombre muy bien parado.

Tal vez por eso es que no puedo dejar de sonreír como tonta.

—Bonita sonrisa, Grace.

—Ah ¿Por qué no me sorprende que Gordon esté invadiendo mi espacio?

—Porque me gusta respirar tu aire.

—Adivino ¿Leíste esa frase en el libro que estás corrigiendo?

— ¿Me da eso puntos extras?

—No, porque no estoy otorgando puntos.

Él resopla y pasa una mano por su cabello rizado como si yo lo frustrara, lo cual me hace reír. Admito que de hecho comienza a gustarme un poco. Y gustar un poco dentro de mi rango de sentimientos es lo máximo que puede conseguir.

— ¿Qué tal si me invitas un café? — cedo. Él de inmediato sonríe.

—No solo uno, puedo invitarte el café de cada día.

—Cuidado galán, tómalo con calma.

—Entendido capitana.



Mis ojos se abren mucho mientras el traga en seco y suspira. Su mano aún se mantiene cubriendo mi boca.

—Me pone de los nervios y ansioso decírtelo y tú solo lo empeoras sin callarte— vuelve a suspirar—. Se supone tendría tiempo para prepararme y decírtelo en un concierto. Pero aquí estoy diciéndote la verdad y lo que has ocasionado. Te amo, no se lo digo a muchas personas y tampoco lo digo siempre. Pero te amo a ti habladora.

»Acabo de entender que puedes decir que algo no va a suceder, pero cuando el órgano que me mantiene con vida comienza a acelerar sus latidos solo por ti, me doy cuenta de que sin importar cuántas veces resentí sobre no querer algo, los sentimientos me atraparon: me enloqueces— sonríe y mantiene su mano cubriendo mi boca, siento mis ojos humedecerse un poco—, estás en cada pensamiento. ¡Joder! Me tienes.

»Entonces me encuentro en la zona donde siempre dije que yo no estaría: La zona de los hombres enamorados. Soy uno más de los idiotas enamorados que son sinónimos de estar dominados. ¿Lo peor? Me encanta serlo. Me encanta tenerte en mi vida, me encanta que seas lo opuesto a mí. Me encanta tu cuerpo, tu mente, tu ingenio, tu corazón. Me encanta amarte Grace. Estoy descubriendo me encanta decirte que te amo.

Poco a poco retira su mano de mi boca. Todo lo que hago es observarlo temiendo que mi corazón escape de mi pecho para irse junto al suyo ¡Vaya! Eso me salió hasta romántico. Muerde su labio pareciendo nervioso y ansioso.

Ethan acaba de ser el primero en decir las dos palabras de manera oficial. Ha admitido sus sentimientos, me los ha dicho. Ha expuesto su corazón ante mí y eso es sorprendente. Espero y no sea un sueño.

— ¿Todas esas palabras se te ocurrieron ahora? Porque fueron perfectas.

—No planeé decirte todo eso, no pensaba siquiera que hoy iba a decírtelo— estira el cuello de su camisa—. No sé si lo notas, pero estoy nervioso esperando a que digas algo al respecto.

Llevo una mano a mi boca y río, antes de prácticamente arrojarme a sus brazos y besar todo su rostro. Sus manos van a mis caderas.

— ¿Me amas? — debo preguntarlo de nuevo porque sigo sin creerme que lo ha admitido en voz alta.

—Lo hago.

—Yo te amo Ethan y me siento celosa de que tu declaración fuera tan impresionante como para que cualquier cosa que yo diga palidezca en comparación— río— ¿Cómo no iba yo a amarte? Durante seis años estuve solo viviendo en automático y desde que comenzamos todo se sintió más real. Dudo que haya alguien en este mundo que no te ame. Yo lo hago, yo te amo.

Su sonrisa es pequeña mientras observa sus pies, luego vuelve una vez más sus ojos hacia mí. Me acerco y presiono mi frente de su pecho mientras entrelazos los dedos de nuestras manos. No puedo evitar suspirar.

»Te amo de la forma en la que no he amado a ningún hombre Ethan. Me has hecho descubrir cosas de mí y me aceptas como soy. Una vez tu voz envuelta en una canción que tú mismo escribiste me hizo sentir capaz de avanzar y ahora eres tú con tus gestos y palabras quien me ha enseñado que no estoy entumecida y soy capaz de sentir y amar con pasión—río—. Siento ganas de alzar mi puño al aire porque no me esperaba esta declaración.

—Yo tampoco, aun no venía.

—Pero me alegra que sucediera. Te he echado de menos, no solo te convertiste en novio, también te has vuelto mi amigo, mi ayudante de trabajo, mi cocinero... todo.

—No va a ser fácil para mí creer que puedo ser bueno en lo que tanto me han dicho que fallaría, pero voy intentarlo ¿Y Grace?

— ¿Sí?

—Yo si veo un futuro contigo, seguro seguiré arruinándolo a veces, pero siempre querré estar para lo que sigue contigo ¿Qué te digo? Tienes mi corazón, esta maltratado y con muchos baches, pero de alguna manera me gusta entregártelo.

—Nadie me advirtió que salir con un compositor me haría querer volverme un charco porque él sabe qué cosas decir.

Se ríe antes de envolver sus brazos a mí alrededor y abrazarme con fuerzas. Es uno de los abrazos más fuerte que he recibido de Ethan. Ladeo mi rostro presionando mi mejilla de su pecho y acariciando su espalda.

Se da la vuelta y camina hasta la cama, se deja caer conmigo encima de él y acaricia mi cabello. Permanecemos en silencio.

— ¿Quieres hablar de ese día, Ethan?

—Me gustaría no tener que hacerlo, pero sé que debemos.

— ¿Qué pensaste?

— ¿Realmente quieres saberlo?

—Por algo te lo pregunto.

—Ruda—cierro mis ojos sintiendo sus dedos en mi cabello—. No lo vi en un primer momento. Pero no estaba oculto tampoco, se veía en la papelera. Por mi cabeza pasaron muchas cosas, sentí que las paredes se cerraban y un peso se instalaba en mí.

»Seguramente piensas que exagero Grace, pero así se sintió. Luego pude verme siendo un desastre y decepción, y estaba furioso. Furioso de que todo se fuera al carajo así de rápido porque yo no iba a ser capaz, no iba a ser bueno aunque no quisieras creerlo.

—No, Ethan...

—Déjame continuar, por favor— masajea mi cuero cabelludo—. Fui el niño que mis padres querían hasta los 11 años que tuve conciencia y amé ensuciarme con lodo jugando con April y otros niños. Desde entonces mis defectos solo crecieron para ellos. Cuando tenía 7 años recuerdo haberle dicho a Cecilia que quería un hermanito y dijo que conmigo ya para qué intentar otro, que igual tampoco me buscaron.

—Discúlpame por esto, pero ella es una bruja.

—Estaba pequeño no lo entendí del todo. Cuando comencé a desviarme de lo que querían solo señalaban lo que estaba mal, un día dije eso de que sentía que no eran los mejores padres, me sentaron en el sofá y entonces señalaron cómo podían ser padres de un niño que no era menos que imperfecto— me incorporo un poco para recargar mi barbilla de su pecho, mantiene su vista en el techo mientras sigue jugando con mi cabello—. Dijeron tantas cosas, pero siempre recuerdo «imagina, si nosotros lo hacemos mal ¿Qué podemos esperar de ti? Solo piensa en el pobre niño destinado alguna vez a llamarte a papá. Hazte un favor y no te reproduzca Ethan, el mundo tiene suficiente con uno solo de ti», me sentí horrible.

»Pasé días pensando sobre ello, me daba miedo preguntarle a mamá Victoria y que lo confirmara. Cuando tenía 12 y empezaron las hormonas me gustaba intentar lograr que las niñas me besaran y Cecilia pilló rápido eso, así que la próxima pulla fue sobre cómo iba a terminar siendo una deshonra y que no se sorprendía porque de igual manera yo no tenía material para amar. Así fui recibiendo sermones.

—Qué horror.

—Una noche ellos hicieron una cena con el socio de Isaac, ellos llevaron a su hija. Yo tenía 15 al igual que ella. No salimos realmente, solo nos besamos y ella luego me dejo tocarla. Dijo que quería experimentar su primera vez conmigo y como el adolescente que estaba encantado con la idea de descubrir mucho sobre el sexo, acepté. Error, asumió que éramos novios y cuando trate de aclararlo se lo dijo a sus padres y los míos. Todos concluyeron en que no se podía esperar más de mí cuando mis habilidades eran nulas y no había nada en mí para amar.

»Ella me gritó muchas cosas y dijo que amarme era una maldición, que yo no sabía lo que era amar porque estaba seco, sin vida y maldito. Que yo no era bueno para nadie y por eso mis padres no me querían.

—Estaba dolida.

—Sí, me dije eso cada noche de esa semana después en las que sus palabras daban vueltas en mi cabeza. De alguna manera fui creciendo escuchando como las personas esperaban lo peor de mí, las chicas comenzaron a interesarse en dormir conmigo lo cual no me molestaba, pero escuchaba esos rumores de que yo era ese chico que servía para un buen rato, pero no para ser un buen novio. No pensé que me iba a afectar tanto escucharlas decir eso, pero sentí que todo dentro de mí se enfriaba.

»Tuve el susto de mi vida pensando que había dejado embarazada a una chica, estaba dispuesto a asumir mi responsabilidad, pero todo lo que ella hizo fue llorar de alivio cuando dio negativo y luego riendo dijo algo como «qué alivio, estar embarazada hubiese sido horrible, pero de ti más, Ethan, todos sabemos lo que no puedes ser. Eres divertido para el sexo, pero no para más »

—Que pequeña zorra— siento ira, quisiera tener a esa estúpida frente a mí y que llorara de miseria viendo al hombre a quien le dijo eso.

—Fue mi golpe de realidad, y asumí que entonces eso era todo lo que yo era, un buen polvo. Hice las paces con la idea y me fue bien en ello, vivía bien con ello, no puedo mentirte y decirte que me sentía vacío porque no era el caso, solo seguía la corriente. La única vez que me detuve de hacerlo fue porque salí con April.

— ¿Saliste con April?

—Ehm... sí, pero fue incómodo y raro para ambos, no hubo sexo ni toques sexuales.

—De acuerdo...

—Estaba bien con ello, hasta que conocí a Samantha.

Se hace un silencio. Por supuesto que Samantha perra saldría a colación. Espero a qué va a decirme guardándome la información de su visita no grata.

—Yo- yo en este momento podría tener un niño o niña algo más pequeño que Harry Daniel. Samantha estuvo embarazada.

Me estremezco, ya lo sabía pero aun así sigue llenándome de sorpresa.

»Solo que supe y comprendí su existencia cuando ya no estaba. Sé que parte de ello es mi culpa.

Por favor, no digas que le pediste abortar, te conozco y sé que no fue así.

—Ethan... ¿Qué quieres decir?

—Ya estaba medio jodido, así que ella sabía que no me sentía abierto a la idea de ser padre. No porque tuviera miedo, como ahora, solo porque no sabía si sería bueno en ello cuando muchos me dijeron que fallaría. Ella también quería compromiso, pero no me sentía listo, no sentía las ganas de darle un anillo, no lo sé, me enloquecía pero aún no estaba en ese punto y de nuevo tenía detrás de mi espalda la experiencia de chicas considerándome el buen polvo pero no el indicado—sacude su cabeza, palidece un poco—. Así que he creído que quizás sin planearlo sí tengo culpa en lo que hizo. Ella abortó y cuando lo supe había pasado un mes y fue porque dejo caer la información como si fuera una bomba.

»Semanas antes había estado teniendo mis dudas sobre a dónde iba nuestra relación y realmente pensé que quizá solo era un cobarde y estaba dando vueltas para darle lo que ella tanto quería: compromiso. Cuando ella dijo lo que hizo estaba impactado, sentía mi estómago revolverse. Nunca olvido la manera en la que me sentí— toma un profundo respiro—. Recuerdo que hice preguntas en mi desconcierto y luego la terminé, pero pregunté por qué lo hizo y sus respuestas, bueno, entendí que todos tenían la misma opinión de mí.

»Tanta culpa recayó en mí, solo podía pensar que si ese bebé no hubiese sido mío, ella le hubiese dado la oportunidad de vivir porque sabría que contaría con un buen padre.

—No es así, nunca ha sido así. Nunca será así— interrumpo, baja la vista y me observa—. Lo hizo porque quiso, tú nada tuviste que ver porque ni siquiera te dio la oportunidad de formar parte de la toma de esa decisión.

Mi corazón se estruja cuando una lágrima rueda por su pómulo. Samantha le hizo esto, ella junto a todas las personas que nunca creyeron en él.

—Yo... a veces siento que lo condené a morir por el simple hecho de venir de mí. Lo dañé con mi sangre y eso apesta porque yo lo hubiese intentado Grace, no estaba tan dañado como ahora y yo lo hubiese intentado, solo que por ser una mezcla de mí, ella ya lo había condenado.

Cierro mis ojos y lo abrazo como puedo en esta posición, me alzo un poco y beso el rastro que dejó la lágrima solitaria que derramó. Puedo recordar la voz de Samantha alardeando cómo dijo las cosas que sabía que iban a herirlo, cómo quiso marcarlo.

No dejaré que ella gane.

—Quizá ella solo quiso herirte, tú no lo condenaste Ethan. Con ser parte de ti ya lo hacía maravilloso.

Sacude su cabeza y hace una expresión muy triste. Su dedo acaricia el arco de mis cejas.

—Ella lo dejo en claro, lo hizo por mí, debido a mí. Lo que soy, lo que represento. Condené a ese bebé y nunca he querido causar eso de nuevo. Me niego a ser quien cree estas situaciones y me niego a sentir más de esta culpa. Por eso enloquecí Grace, me sentía regresando en el tiempo, yo sabía que tú no eras ella, pero estaba aterrado y desorientado.

»Todo lo que podía pensar es que lo había arruinado para ti de nuevo, que una vez más fallé y luego estaba esa horrible sensación volviendo. El dolor de saber que no soy bueno, que no sirvo para ello y todas esas jodidas cosas. Exploté. Estaba furioso conmigo por arruinarlo, por la situación y tú estabas ahí, paralizada, pálida con un silencio que sonaba a una confirmación y cuando hablaste no lo negaste y me perdí. Seguro no es justificación, pero todas esas emociones que siempre trato de guardar, estallaron.

—Creo... creo que lo entiendo.

Mis sospechas sobre cuán miserable es Samantha solo acaban de ser confirmadas.

— ¿Por qué no desmentirme, Grace? ¿Por qué dejarme creerlo?

—Creo que ese fue mi error fatal. Pero me asusté, noté como veíamos un camino diferente y me asustó que ese fuera el escenario real para un futuro— beso sus dedos cuando acarician mis labios—. Entendí a lo que te referías cuando me respondiste lo de la confianza rota de ambos lados, porque había roto la tuya afirmando algo que te estaba afectando, pero fue mi reacción Ethan. Me dolió escucharte decir todo eso y ver lo molesto que estabas.

—Es uno de los miedos que más odio, porque cuando fui un niño deseaba tener mi propia familia. Supongo que fue el primer sueño que me aplastaron.

—Yo no estoy pidiendo niños ahora o una boda, pero... yo te amo y en un futuro quizá lejano a mí me gustaría...

—No sé qué depara el futuro Grace, pero supongo que es cuestión de paciencia. Quiero trabajar en este miedo, de verdad que quiero, pero sé que no será fácil.

—Entonces tenemos años para superarlo.

—No quiero condenar a un bebé.

—No lo harás— beso su pecho—. Gracias, finalmente me has dicho uno de tus miedos más grandes para que yo pueda entenderlo.

—Lamento haber tardado, pero hablar sobre ello siempre abre la herida.

—Lo entiendo ¿Puedes aclararme otra duda?

—Está bien.

— ¿Por qué también te aterra cargar a los bebés? Te vi palidecer cada vez que te insinuaban cargar a Halle o Jeff.

—Se trata de los pequeños, suaves y lindos que son. Me recuerdan a lo que perdí, a quien solo condené por ser parte de mí. Lo que se supone nunca tendré— muerde su labio—. Me asusta cargar a alguien tan indefenso y solo terminar lastimándolo.

Me recuerdo a mí misma que está mal querer asesinar a alguien, que no quiero ir a la cárcel, pero es tan difícil contener toda mi ira hacia Samantha. La detesto y desprecio.

Me incorporo y siento a horcajadas sobre su torso, me inclino hacia adelante y mi cabello cae a los lados de su rostro.

— ¿Puedo ahora usar mi pase para besarte? — susurro viendo sus labios.

—Por favor hazlo.

Sonrío antes de bajar mis labios hacia los suyos. Primero mordisqueo su labio inferior, lo delineo con mi lengua para luego chuparlo antes de comenzar a besarlo. Como siempre Ethan no tarda mucho en ponerse al día y pronto estamos compartiendo un beso lento y profundo que me hace tener cada parte de mi cuerpo despierta.

Su lengua acaricia la mía, siento sus manos en mi trasero sosteniéndome mientras nos besamos. Cuando parece que necesitamos urgentemente un poco de aire, nos separamos, pero lo siento dejar pequeños besos en mi barbilla.

—Te eche de menos habladora, había demasiado silencio.

—Esperaba por ti.

—Espero no haber tardado demasiado.

Me alzo y quedo sentada a horcajadas sobre él observándolo, me sonríe y lleva las manos detrás de su cabeza en una posición muy casual.

—Estuve pensando sobre las flores que me enviaste, tú no tienes ese tipo de gestos ¿Entonces por qué yo?

—Deberías saberlo Grace. Ethan Jones no envía flores, al menos no lo hizo hasta que se enamoró. Si recibiste esas flores es porque él está enamorado de ti. Yo estoy enamorado de ti.

No puedo evitar la sonrisa tonta que ocupa mi cara, es como mi momento de felicidad y me siento extasiada.

—Yo estoy muy enamorada de ti, tanto que me puedo poner tonta.

— ¿Más?

— ¡Oye! — golpeo su pecho y él ríe, toma mi mano y besa mis dedos.

—Ahora soy yo quien tiene preguntas para hacer.

—Copión.

— ¿Por qué estabas con Anthony esa noche? Tengo que admitir que los celos casi me hacen enloquecer. Me veía caliente todo celoso, pero me sentía como que quería degollarlo.

Paso mis dedos por su cabello, en serio que su cabello es muy suave. Parece impaciente a la espera de mi respuesta.

—Si te digo que dormí con él ¿Qué sucedería?

Aprieta sus labios y observa el techo. Las venas de su cuello se marcan, toma un profundo respiro antes de volver su vista a mí.

—No sé si esta es la respuesta equivocada, pero seré sincero. Estaría cabreado, cegado y herido. Me pondría de pie con un montón de imágenes desagradables de ustedes y como no soy el ser más comunicativo del mundo ni del todo racional no sé si me permitiría volver—parpadea un par de veces—. Creo que no podría evitar sentirme traicionado. No sé si decirte toda esta respuesta sea malo, pero soy sincero.

—Un gran nivel de sinceridad.

—No voy a mentirte ni siquiera en esto.

—Está bien, para mi parece una respuesta racional. Me hubiese retorcido de ira y dolor si en poco más que dos semanas te hubieses acostado con alguna mujer. No me gusta ni siquiera suponerlo.

—Sí, solo puedo tener sexo contigo ¿Verdad?

—Evidentemente, sin duda alguna—respondo y frunzo el ceño— ¡Ni siquiera deberías preguntarlo!

—Vale— se ríe, luego borra su sonrisa— ¿Por qué me preguntas eso?

—No lo sé. Pero en fin, fue casualidad. Nos conseguimos y ya sabes cómo me pongo con la bebida, me trajo a casa y de hecho me dijo que dejará de llamarte ebria porque iba a asustarte. Fue amable y agradable.

—Me siento tranquilo porque las chicas no llaman a un hombre, que les atraiga, amable y agradable.

—Ethan, tú eres amable y agradable.

—No. Soy caliente y atractivo.

—No importa si él me resulta atractivo y caliente, te amo a ti. Además, no soy yo la que siempre se está rodeando de estrellas deslumbrantes.

—Tienes razón, yo siempre me ando rodeando de mi estrella principal, tú.

— ¡Oigan! Creo que Bucker necesita un paseo como ya mismo, no deja de ladrar e ir hacia la puerta—grita Lola.

Doy un beso breve sobre los labios de Ethan antes de ponerme de pie, él se incorpora y pasa una mano por su cabello. Me sonríe.

— ¿Vienes con nosotros? Te invito a almorzar luego.

—Primero debo cambiarme de ropa, esta es para estar aquí en casa.

—Aquí te espero, no veré algo que no haya visto ya.

— ¿Qué pasa si tengo bragas vergonzosas?

—Me reiré, pero igual disfrutaré de la vista.

— ¿Y si tengo la menstruación?

—Ya... sí que sabes cómo arruinarlo, gracias.

—No tengo mi periodo y mis bragas son bonitas.

—Me alegra saber eso, deja que mis ojos lo comprueben.

Trato de ignorarlo, aun cuando mi cuerpo es muy consciente del suyo, cuando me desvisto rápidamente para ponerme una larga y suave falda hasta mis tobillos con una sencilla camisa. Me encargo del calzada y él comienza a suspirar, como siempre que se impacienta, mientras me coloco un poco de brillo labial.

Cuando salimos Bucker parece aliviado pero no muy feliz de obtener la cuerda atada a su collar. Tomo un pequeño bolso diagonal y me despido de la siempre apasionada pareja que conforman mis dos amigas.

Ethan entrelaza nuestros dedos mientras caminamos con Bucker guiándonos. Se siente perfecto y no puedo evitar suspirar.

—Eres un idiota pero te extrañé.

—Y tú una habladora, pero no me gustaba todo ese silencio.

Siento algunos flashes, ya parece tan... normal, han estado a mí alrededor aun después de la ruptura con Ethan, pintándome algunos de ellos como una zorra y otros apuntando a que solo era joven y tranquila.

— ¿Has visto todos los artículos que han estado saliendo de mí?

—Sí, lo siento por eso. Alguno de ellos no son realmente malos en su trabajo, pero si abundan los idiotas que se recrean toda una historia que resulte mediática.

—Apuesto que a muchas fivers ya no les agrado. Rechazada en mi propio Fandom, eso es triste.

—Se darán cuenta de que eres buena y si no sucede, pues que se jodan.

Pienso en que ya siendo "buena" y sin esos artículos tenía a un grupo de fans celosa detrás de mí, seguro quieren triturarme ahora. Pensé que yo era una persona agradable, no voy a disculparme por estar con el hombre de mi vida.

»Y yo nunca dudaría al verte con Leo y aun estando celoso sabía que solo estabas reunida con Anthony de buena forma, eran fotos normales.

—La prueba de embarazo era de Marly—digo viendo hacia el suelo mientras caminamos.

— ¿Eso puso mal a Leo? Porque en las fotos solo un estúpido podría ignorar lo destrozado que se ve.

Me detengo para observarlo con la boca abierta. Los medios han estado inventando cada cosa de esas fotos y muchos lo han creído, e Ethan simplemente fue sensato y observador para notar que algo no estaba bien con mi mejor amigo.

— ¿Qué? ¿Por qué me miras así?

—Tú...me encantas.

—Bueno, gracias, pero ya lo sabía.

Río y retomamos la caminata, creo que Bucker no tiene ninguna necesidad fisiológica que hacer, solo quería aire libre y ladrar libremente sin sentirse prisionero en un apartamento pequeño como el mío.

Parecería normal, ser como cualquier pareja, estar caminando con Ethan, excepto por los fotógrafos que de buena manera sabemos ignorar. Eso junto a la gran mole humana detrás de nosotros a una distancia prudente cuidándonos. Tiene que ser nuevo, no lo vi antes.

—No está feliz porque no es suyo—digo finalmente retomando el tema de Leo y Marly—. Eso lo tiene con el corazón roto.

—Por situaciones como esa considero el matrimonio algo un poco descabellado. Es como un juego al azar, a muchos les va mal y a pocos les va bien.

—Pero los pocos son felices.

—Seguramente, no puedes ser infeliz si te va bien y genial en tu matrimonio. Doug y Harry son de esos afortunados. Seguro tienen a veces sus problemas, pero realmente lo hacen bien. Nunca se los he dicho, pero enorgullece ver los hombres de familia que son ahora— ríe—. Siempre supe que Harry sería muy bueno en ello, siempre ha sido centrado en cierta forma y hogareño. En cambio Doug, él ha sido toda una sorpresa.

»Un día era un desmadre, una rubia putona y al otro estaba buscando el modo de bajar las estrellas para Hilary. Siempre supe que le gustaba, no era tan bueno en ocultarlo siempre, a veces creía que había una parte de él que deseaba que todos descubrieran sus sentimientos, porque era obvio, pero no me esperaba que fuera el siguiente de BG.5 en alguna vez casarse.

—Los fiver siempre creímos que Andrew sería el primero.

—Nosotros estábamos entre Andrew o Harry— vuelve a reír—. Y siendo honesto, cuando Harry se casó pensé que el siguiente entonces sería Dexter. No lo había visto tan lanzado y loco por una mujer desde que lo conozco hasta que tropezó con Juliet. Cada vez que él manifestó que quería decirme algo preparaba en mi mente una manera de no resultar un cabrón para felicitarlo, en serio, pensé que iba a ser el segundo.

— ¿Y ahora?

—Podría ser el tercero. No lo sé, ya me he hecho la idea de que con BG.5 nunca se sabe quién cae. No esperaba que yo fuera el BG.5 con novia paseando a su perro y seguro nadie esperaba que Andrew fuera el último soltero siendo vinculado con otras mujeres.

»Andrew nunca les dio dolor de cabeza a las fivers, pero desde que está soltero lo vinculan con tantas mujeres al azar y algunas acertadas que ellas han de querer degollar a quienes crean los rumores tras algunas fotos.

—Ya, pero Andrew si se ha enrollado con unas cuantas, no me creeré que estando así de bueno no hace nada.

—Es que Andrew no es un santo. Estar con Isla le dio a todos esa idea, pero donde lo ves es un torbellino. Pregúntale si le gusta ir de fiesta, bailar y ser caballero con las mujeres, te puedo apostar las respuestas. No es un puto, solo que él es tan educado y cariñoso con las mujeres que ellas se interesan y él no es de hierro. Supongo que a veces necesita compañía, después de todo por mucho tiempo estuvo con alguien siempre a su lado, no la persona correcta, pero nunca solo. A él no le gusta la soledad.

—La manera en la que hablas de Andrew es...

— ¿Rara?

—No, es impresionante.

—Lo admiro y estoy orgulloso de él. Desde que lo conocí nos llevamos bien, no sé, si quiero hablar siempre está para mí y lo conozco bien. Somos polos opuestos pero eso nunca ha sido inconveniente, creo que es lo que hace tan unidos.

— ¿Dónde queda Dethan?

—Dethan es también genial. A diferencia de Andrew, con Dexter e incluso Doug se trata más de que tengamos cosas en común, seguro en otra vida fuimos hermanos o algo, porque no hay manera en la que alrededor de ellos no me sienta cómodo, a gusto y seguro. Desde que nos conocimos fue como encontrar a otras partes de mí.

— ¿Harry?

—Tú no sabes lo divertido que es Harry sin proponérselo. Con él siempre lo vi como un escalón por encima, siempre ha sabido lo que quiere e ir por ello, lo admiro por eso. Si quería un consejo sobre decisiones o solo conversar sobre la vida o experiencias Harry siempre estaba. Todos votamos una vez a que Harry podría ser presidente ¿Nunca has escuchado sus discursos? Te envuelve.

—No he tenido esa oportunidad, excepto cuando ustedes reciben un premio y él hace llorar a todos con sus palabras.

—Es bueno con las palabras, no sé ni cómo lo hace. No lo piensa mucho, él comienza a hablar y tú le crees todo.

—BG.5 es tu vida.

—Cuando yo entré a la banda no solo conseguí un sueño. Conseguí una familia. Mi familia. Por fin había conseguido los hermanos que en su momento siempre deseé tener, pero mucho mejores. Y estuve tan agradecido de un Max en mi vida, seguro solo es un poco mayor que nosotros, pero es como tener un tío estresado y genial cuidando nuestras espaldas y garantizando nuestro bienestar, yo no estaba acostumbrado a nada de ello ¿Te cuento un secreto y no se lo dices a nadie?

—Lo prometo.

—La primera vez que me sentí en casa con ellos, llevábamos un mes de conocernos. Llamé a mamá Victoria y cuándo ella me preguntó cómo me iba, no pude detenerme. Hablé muchísimo y luego ella me pregunto si estaba llorando por qué se me quebró la voz. No lo supe hasta que toque mi rostro y noté lágrimas, que lloraba de emoción, porque sentía que finalmente había encontrado un lugar donde no iba a ser juzgado y me aceptaban como era. Había encontrado a mi familia.

Siento un nudo en mi garganta de emoción, es una hermosa declaración y apuesto que el resto de los chicos nunca lo ha sabido, pero aun así ellos saben el papel importante que juegan en la vida de Ethan.

—Eres la primera persona, aparte de mamá Victoria, que lo sabe.

—Te guardaré el secreto, lo prometo.



Nos detenemos frente a un local de comida sencillo al aire libre donde no hay quejas por la presencia de Bucker. Ethan pide una botella de agua y de algún modo se las arregla para hacer beber a Bucker. Es tan cuidadoso con lo que su cachorro necesita que no entiendo cómo podría ser un mal padre. El hombre se desvive por el bienestar de Bucker, no entiendo como aun no ha llegado a esa conclusión.

Hago mi pedido y me tomo el atrevimiento de ordenar por él, eso parece divertirlo. Cuando nos quedamos de nuevo solos recargo mi barbilla de mi mano.

—Fui a ver un cirujano.

— ¿Por qué?

—Para hacerme el culo y las tetas, por supuesto.

—A mí me encantan muy bien cómo están esos atributos. Te amarraré a la silla para evitarlo.

—Tonto.

—Pensé que no querías hacerlo ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

—Solo fue un momento estúpido en el que creí que complacer a otros me haría sentir mejor porque en ese momento me sentía mal.

— ¿Tú quieres hacerlo, Grace?

— ¿Tú qué opinas de esto?

—A mí me parece que eres hermosa, me gusta besar cada parte de tu piel incluso aquellas con son tu marca de guerra. Nunca me ha importado tu cicatriz, pero es tu decisión. Es tu cuerpo y solo tú tienes poder sobre él. Yo solo soy el novio que va a apoyarte tanto si quieres o no hacerlo.

—Hoy estas diciendo muchas cosas perfectas— sonrío—. Yo no quiero hacerlo. He aprendido a vivir con ella y se siente parte de mí. Me ayuda a sentir que sobreviví, que me propuse seguir—me sonrojo—. Y cuando tú me besas ahí, me siento orgullosa de llevarla, como una guerrera.

Me sonríe y se pone de pie hasta estar detrás de mí, siento su cálida respiración contra mi cuello haciendo que me estremezca.

— ¿Qué haces?

—Voy a darle un beso a mi guerrera.

—Estamos en público— digo en voz muy baja viendo alrededor.

—Tranquilízate mujer, por mucho que quiera tampoco es que vaya a desnudarte.

Sin embargo me hace sentarme un poco en diagonal para que mi espalda no este contra la silla, alza mi camisa y deja un beso en mi espalda baja, sus labios van subiendo sobre el patrón de la cicatriz y mi corazón se vuelve loco, mis mejillas se sonrojan, mi cuerpo tiembla y yo nunca en mi vida podré llegar enamorarme de otro hombre de la manera en la que lo estoy de él.

Alguien nunca será tan espontaneo para darme un momento como este sin importarle nada más que hacerme sentir de la manera en la que lo manifesté.

Puedo imaginar las fotos que podrán salir en apenas minutos en internet, los encabezados acertados y los alejados de la verdad, pero no me importa. De verdad que nada podría importarme en este momento.

Sus labios llegan un poco más allá de la altura del broche de mi sujetador antes de dejar caer mi camisa y besar mi mejilla. Volteo mi rostro buscando el contacto de su boca contra la mía, luego lo abrazo.

—Por todo lo verdadero en este mundo y cualquier fantasía que yo te amo Ethan, te amo.

—Es bonito amarte Grace, me gusta hacerlo.

Sonrío y me lleno de dicha. Cuando me libera y toma asiento me guiña un ojo. Acabo de notar que por primera vez él ha sido comunicativo, ha hablado desde el momento que nos vimos y ha sido sincero con todos sus sentimientos.

No hablaba solo por hablar, cuando dijo lo que sentía fue sincero. Realmente me ama.




Holaaaaaaaaaaaa, bueno este capítulo quedó largo, no lo recordaba así de largo y con tanto diálogo Grethan. Pero bueno, disfrútenlo.

Como quizá este capítulo es de suspiros e importante debido a que finalmente Ethan nos da un  poco más de dialogos, este capítulo va dedicado a toooodos los Fivers :D

Hay tantas personas despreciables en la vida de Ethan :D , me es díficil entender cómo aun los dejo respirar ficticiamente :D

y Awww no sé si soy la única que se derrite cuando un BG.5 habla con tanto cariño de los otros *_* ¡Se aman! Y yo los amo por amarse.

Por otra parte quizás algunos notaron que la declaración de Ethan tiene partes de lo que fue su introducción en la historia *_*

Espero les guste.

Un beso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top