Capítulo Cuarenta y nueve
Capítulo cuarenta y nueve.
No esperé encontrarme con Ethan Jones el día de hoy, pero eso tiene sentido teniendo en cuenta que estoy visitando a Kaethennis en su hogar. Así que mientras como trato de ignorar que él me está viendo lo cual es totalmente contradictorio a lo que él siempre suele hacer: evitarme cuando estoy a su alrededor.
Solo que hoy parece muy interesado en observarme.
—Grace.
De inmediato le doy mi atención a Dan, le sonrío y él me devuelve la sonrisa mientras toma su pequeño vaso de jugo.
» ¿Quieres?
—Gracias cariño, pero tengo mi propio jugo.
— ¿Quieres el mío?
Ante sus palabras volteo a ver a Ethan, me observa divertido mientras bebe un poco del jugo que acaba de ofrecerme. Niego con mi cabeza.
»Tú solo dime cuando quieras algo y yo te lo daré.
—Oh, Dios. Sonaste como un completo...—Kaethennis se silencia ante la atención de su hijo y observa luego a su hija dentro del coche—Amigo al que le gusta compartir.
—Lo sé. Pero solo con Grace, porque ella me mostró algo.
— ¿Ah?
Su vista baja a mis pechos y lucho contra las ganas de cubrirlos con mis manos. Aún resulta tan vergonzoso.
—Ethan, ya, déjala— la manera en la que Harry hace la petición no oculta ni un poco su diversión, Kaethennis frunce el ceño hacia él—; no estoy diciendo nada malo.
—Claro.
Terminamos de comer y mi misión se hace ignorar las miradas burlonas de Ethan, respiro de nuevo cuando estoy en el baño. Salpico mi rostro con un poco de agua fresca, no voy a dejar que juegue conmigo.
Seco mis manos y procedo a salir, pero hay cierto obstáculo.
—No de nuevo.
—Voy a disculparme.
— ¿Lo harás?
—Sí.
—Bien.
Mira hacia el techo antes de bajar su vista y darme una sonrisa ladeada. Esa no luce como la expresión de alguien arrepentido.
—Me disculpo por negarme a olvidar tus pechos y por no querer dejarte olvidarlo.
— ¿Qué clase de disculpas son esas?
—Las mías.
Estiro mi mano y tomo su muñeca dispuesta a hablar, pero él frunce el ceño y se aleja de mi toque. Me sorprendo por su actitud.
—No hagas eso.
— ¿Qué?
—Tocarme.
— ¿Qué?
—Solo no lo hagas.
— ¿Por qué? — estoy entre avergonzada y ofendida.
—Solo no lo hagas... Alteras todo.
Dicho esto se va pareciendo muy molesto, pero ¿Qué se supone que hice?
20 de noviembre, 2014.
Mi historia está en todo internet.
Y no solo la historia del incendio ocasionado por mi mamá.
Está relatado de un modo muy resumido como hace unos años hubo una tragedia en mi vida. Dicen la muerte de mis hermanos a manos de Jorge. Dicen una cantidad aproximada de las intervenciones quirúrgicas que tuve. Mencionan que pasé un tiempo largo en la clínica y cómo fui una sobreviviente.
No saben las razones del ataque, no saben datos precisos y exactos. Pero ahí está de igual forma, mis duros momentos para que todos lo vean.
Dejo de leer en la laptop y observo un punto indefinido en la pared.
— ¿Es muy malo, Grace?
Volteo a ver a Gina analizando su pregunta. De alguna manera sabía que iban a indagar, que algún día sabrían de esto y con la noticia de la casa de mi infancia siendo consumida por el fuego todos iban a querer averiguar más sobre la vida de la novia de Ethan Jones.
—No puedo ir a trabajar. No quiero salir de aquí.
— ¿Por qué?
—Solo por hoy quiero quedarme en casa— digo llevando una mano a mi cuello—. Hoy no quiero solo leer lo que están diciendo ¿No podía solo quedarse en el pasado? ¡Tienen información de las enfermeras! ¿Cómo es eso posible?
—Algunas personas no tienen ética de trabajo, Grace.
—No quería que todo el mundo supiera la horrible manera en la que murieron mis hermanos, ni lo que vino después. Es mi derecho contar esa parte de mi vida cuando yo lo deseo, no porque otros revuelvan en mi pasado para dejarlo caer en páginas de internet.
»Sabía que esto podía pasar, pero eso no implica que no me haga sentir un poco como desnuda y vulnerable—suspiro mientras cierro mi laptop—. Solo, voy a acostarme un rato ¿De acuerdo? Necesito no ponerme emocional.
Camino hasta mi habitación y me dejo caer en la cama de costado, abrazo la almohada debajo de mi barbilla. Creo que estoy sintiendo culpa de que ellos hayan sido expuestos de esta manera, más que sentirme vulnerable siento un poco como si los traicioné. Y quizás sentirme así no es racional o sano, pero no puedo evitarlo.
—Lo siento— susurro.
Antes, muchas veces, me sentía mal cuando me daba cuenta que yo podía avanzar de muchas maneras en mi vida mientras para ellos el tiempo se congeló simplemente en los 7 años. Fue duro entender que no tendrían el proceso de pubertad, no tendrían su primer beso, su primer amor, la secundaria, ir a la universidad si así lo querían. Aventuras, recuerdos y vivencias. Todas las cosas que yo aún tenía.
Me sentí de ese modo muchas veces, pero por extraño que parezca, cada momento feliz que he tenido con Ethan no lo he sentido como si no lo mereciera, como si fuera injusto que yo disfrutara mientras ellos nunca tendrán la oportunidad. Sentí que merecía cada uno de esos momentos y que aunque ellos no pudieran nunca tener ese tipo de vivencias, yo era afortunada y debía vivirlos.
Sé que estar con Ethan viene con todo este asunto de estar expuesta, una parte mí estaba consciente de que esto era una probabilidad, que en algún momento todos querrían saber de mi vida, de dónde vengo y saldría a la luz. Y aunque imaginé que estaría histérica y aterrada, solo me siento triste como si el mundo contara una tragedia que no es solo mía. Una tristeza que no solo me pertenece a mí.
Me doy cuenta que mi celular se encuentra aún en el bolsillo de mi pantalón. Agradezco haber decidido encender mi laptop mientras desayunaba, de esa manera me enteré antes de salir. Saco mi celular y llamo a Kaethennis.
— ¿Hola?
—Hola jefa, soy Grace. Creo que querrás despedirme, pero me temo que hoy no iré al trabajo.
Escucho la voz de Dan entre lo que parece el llanto de Halle. Luego ella suspira.
— ¿Estás bien?
Kaethennis ha sido la primera amiga que hice en muchísimo tiempo, ella ni siquiera tuvo reservas en darme su amistad cuando todo lo que hice fue acercarme en el comedor y nunca se lo dije, no porque no confiara. Solo que no quería que me viera diferente.
—No lo sé...— me sincero no teniendo reservas con ella por primera vez— ¿Leíste la noticia?
—Sí.
— ¿Y no quieres preguntarme si es verdad?
—No voy a presionarte, no me gusta cuando lo hacen conmigo y si no me lo has dicho hasta ahora tus razones tendrás, yo seguiré aquí si algún día quieres hablar de ello.
—Te considero mi amiga y eres muy importante para mí, gracias a ti conozco a Ethan y...
—No vayas a llorar.
Sorbo por mi nariz riendo, pero ya las lágrimas están cayendo. Finalmente asimilando que todos saben de mi vida.
—Es que realmente eres mi amiga y antes quise contártelo, pero me duele cuando hablo de eso y no quería que me vieras diferente, que sintieras lástima.
—Grace, no soy de dar miradas de lástima, yo simplemente te hubiese escuchado y estado para ti.
—Tenía hermanos mellizos. Chery y Chase, ellos eran preciosos, llenos de vida y alegría— río limpiando mis lágrimas—. Peleaban cómo no tienes una idea, pero se amaban de la misma forma. Cheryl era la pequeña princesa, a veces mamá me decía que la consentía mucho porque ella era mandona y algo llorona.
—Como mi Halle.
—Sí, algo así. Era más independiente que Chase, queriendo dar órdenes y que todos la siguieran. Chase en cambio era más apegado a mí, si tenía pesadillas él no buscaba a mamá, me buscaba a mí. Siempre quería estar a mí alrededor. Ellos eran mi vida, era como tener hijos. Me encargaba de llevar a Cheryl a sus clases de ballet, peinarla y calmas sus berrinches. A Chase lo llevaba a sus clases de futbol y yo... ¡Dios! Dedicaba parte de mis días a ellos.
»Yo era feliz teniéndolos como hermanos— sollozo—. Los amaba, los amo tanto. Me ha costado ir aceptando que ellos no están. Fue hace 6 años. Querían que los llevara al cine, pero yo tenía una cita con el chico que por tanto tiempo me había gustado, me negué y los dejé en casa con mamá y Jorge. Jorge era su papá. Es importante que entiendas que él era su papá.
—De acuerdo.
—Todo fue maravilloso, la cita, el beso de despedida, sentía mariposas en mi estómago y pensé que esa era la mejor noche de mi vida— la puerta de mi habitación se abre y observo a Ethan. Camina con cautela hacia mí, se sienta en la cama, toma mi mano y la besa. Permanece en silencio—. Había tenido la cita que tanto soñé. Yo noté que algo no iba bien desde el primer momento en el que abrí la puerta y todo estaba oscuro. Lo primero que escuché fue a Chase gritando mi nombre.
Ethan aprieta mi mano, los detalles específicos nunca se los he dicho, pero ahora los está escuchando.
»Nunca podré olvidar los escalofríos que recorrieron mi cuerpo. Entré aterrada y lo llamé, pero él no respondió; lo primero que vi fueron los pies de Cheryl debajo de la mesa, temblando y abrazando un oso de peluche— cierro mis ojos, puedo verlo tan claramente en mi mente—, le pedí que hiciera silencio y pregunté por Chase, él estaba arriba. Yo...subí, lo busqué en su habitación, en todos los lugares. En mi mente solo pensaba en la necesidad de saber que estaba bien.
Abro los ojos cuando Ethan me atrae y me sienta sobre su regazo, puedo revivir esos momentos con tantas fuerzas. Siempre me ordeno no pensar en ello, suelo hacerlo durante marzo porque no puedo evitarlo, pero durante los otros meses nunca lo pienso. Duele mucho.
—Grace, si no quieres...—intenta Kaethennis sonando afectada.
—Lo busqué en cada lugar y luego fui a la habitación de mamá. No estaba ahí y luego... Luego yo fui al baño y todo lo que vi fue sangre— sollozo y Ethan me abraza con fuerzas—. Vi a mi hermanito en un charco de su propia sangre.
— ¡Oh, Dios mío! — Kaethennis jadea.
—Yo no quería creerlo. Su cuello estaba... Había tanta sangre y sus ojos. Sus ojos eran una mirada vacía, sin luz, sin vida. Recé, rogué, imploré que solo fuera un juego, una parte de mí quería creer que todo era una broma, pero sabía que todo era real. Fue la primera vez que mi corazón se partió, mientras sostuve su cuerpo y sentía su sangre. No puedo olvidar cómo se veía, el dolor, quisiera solo recordar los momentos felices ¡Pero no puedo!
»Me dolía tanto mi corazón, y entonces Cheryl me llamó. No puedes imaginar cuánto me costó tener que liberar a Chase de mis brazos, pero sabía que mi hermanita me necesitaba... Yo creí que podría salvarla. Realmente lo creí. Llamé a emergencia y cuando bajé, alguien se cernía sobre ella. Era su papá, mi padrastro. Era Jorge.
— ¿Qué? ¡Cristo!
—No sé si actúe mal o demasiado rápido, pero yo quería salvarla. Ataqué a Jorge y luego todo pasó tan rápido pero a la vez tan lento. Nunca sentí tanto dolor. Me golpeó, me lanzó contra la pared y luego simplemente estrelló mi espalda contra la mesita de noche— la mano de Ethan se cuela bajo mi camisa, deshace el broche de mi sujetador y acaricia mi espalda, reconociendo de memoria los lugares marcados—. Cada vidrio atravesó mi piel y dolió tanto.
Me encojo porque siento como si mi piel ardiera, un fuego doloroso que no se apaga. Controlo mi respiración. Son solo recuerdos, no lo está sucediendo.
»Mi espalda estaba destrozada y algo atravesaba mi vientre. Él me vio fijamente y decía tantas cosas que no entendía. Estaba fuera de sí y entonces lo dijo. Mis hermanitos no eran sus hijos. Pensó que yo no iba a sobrevivir, yo también lo pensé. Pero antes de perder el conocimiento, mi corazón se rompió por segunda vez. Yo escuché disparos y supe que no la había salvado.
—Grace ¿Por qué...? Es decir... Yo...—Kaethennis balbucea con voz temblorosa y la escucho sorber su nariz.
—No lo supe hasta despertar de un coma. Jorge sufría de esquizofrenia, no tomó su medicamento y enloqueció al saber la verdad. Él se disparó luego de haber asesinado a Cheryl— lloro otro poco más—. Fue la peor noche de mi vida y no importa cuánto tiempo pase siempre duele. Cada marzo duele tanto. Por mucho tiempo sentí que avancé, pero es ahora realmente que he conseguido tener una vida que trae felicidad.
—Y ahora los medios lo han...
—No me siento terrible por los medios, solo que siento que los he expuesto, que las personas querrán verme diferente. He aprendido a aceptar que no es mi culpa vivir y que ellos no tengan la oportunidad de hacerlo, pero hay días que no resultan fáciles.
—Eres muy fuerte Grace. Tienes muy buenas cualidades y eres de las mejores personas que he conocido en mi vida. Estoy orgullosa de la persona que eres y cómo has superado algo tan triste. Y si tú vas a agradecerme por esta amistad, entonces yo también lo haré.
—No tienes que...
—Sí, sí que tengo. Llegué sola y pérdida a una sede donde nadie se me acercaba, no tenía amigos en Londres y tú me brindaste tu amistad. Y si eso no bastara, me seguiste en mi proyecto de editorial aun cuando no sabíamos si tendría éxito, decidiste creer que en mí, por lo cual siempre estaré agradecida, fuiste mi cómplice durante todo ese viaje profesional. Fuiste mi dama de honor en un día tan importante para mí como lo fue mi boda y siempre has estado para mí. No creas que solamente las personas que conoces logran hacer impacto en tu vida, porque tú también haces impacto en las nuestras.
Sonrío en medio de lágrimas y la escucho a ella reír mientras solloza.
»Y deja la tontería de que voy a despedirte por faltar. Sé que uno no debe mezclar amistad con trabajo, pero eres una excelente diseñadora y no creo que alguna vez vaya a despedirte ¡Pero no te portes mal por saber que no te despediré ¿Eh?!
—Entendido jefa.
—Un beso muy grande para ti, amiga. Y gracias por compartir algo tan importante conmigo.
—Gracias por escucharme, hablar ayuda.
—Ya sabes dónde encontrarme siempre que me necesites.
Nos despedimos y suspiro. Arrojo mi celular a un lado de la cama y abrazo a Ethan. Me estrecha con tanto fuerza que todo lo que percibo es su calidez y exquisito olor.
—Lo siento mucho. Nunca quise que el estar conmigo te expusiera de esa manera.
—Hay cosas que no podemos evitar Ethan, esta es una de esas cosas. No es tu culpa ni mía. Siempre habrá personas que se sientan con el derecho de saber todos nuestros secretos, porque a veces es más sencillo exponer y enfocarse en la vida de otros para ignorar las fallas en las nuestras.
—Tan sabia— sé que intenta subirme el ánimo y eso me hace sonreír—.Entonces ¿Sobrevivimos a este escándalo?
—No tengo de qué avergonzarme y al menos ellos no fueron tan específicos. Ya lo hecho, hecho está. Ahora solo nos queda avanzar desde aquí.
—Igual Max ya está haciendo lo suyo— besa mi sien.
—Bendito sea Max.
—Bendito sea— sus dedos toman mi barbilla para que lo observe, su boca baja en una mueca triste—. No los conocí, pero me duele que se hayan ido, no puedo sentir ni la mitad de tu dolor, pero es increíble lo fuerte que eres y siempre va a sorprenderme que me contaras algo tan personal y privado.
—Estábamos compartiendo secretos— sonrío de costado— ¿Nos conocemos ya, Ethan?
—Nos conocemos, habladora— me sonríe.
—Hemos sido medio cursis. Di algo totalmente caliente o perverso que lo compense.
—Me gusta besar mucho tus pezones y luego chuparlos.
— ¡Vaya! Sí que eres dedicado para compensar los momentos dulces.
—Pero te he hecho reír, eso es lo que importa.
Dejo descansar mi mejilla sobre su pecho y siento sus dedos acariciar mi cabello.
—Traje helado.
—Eso podría hacerte el novio perfecto.
—Y Nutella.
—Tú definitivamente eres el novio perfecto.
Permanecemos en silencio, mis ojos ahora se sienten irritados por el llanto y seguro están hinchados. Mi rostro ha de estar rojizo.
»Jorge le hizo creer que le tenía una sorpresa en otro lugar.
— ¿Qué?
—A mamá, siempre me pregunté por qué no estaba. Y me lo dijo luego del incendio— suspiro—. Jorge he hizo creer que era un juego y la envió a otro lado. Cuando ella llegó encontró una nota. Dice que nunca va a olvidar lo que decía.
»Traicionaste el amor. Me quitaste mi vida, me llevo la tuya. Mentirosa.
—Eso tuvo que haber sido...
—Ella no lo entendió, pero notó que Jorge estaba mal. Tiempo después, horas, llegó a casa. Y nos encontró a todos. Siempre creí que la policía nos había encontrado. Pero fue ella, nos vio... Fui la primera a la que vio y pensó que yo también me había ido.
»Nunca voy a justificarla, pero tuvo que haber sido horrible ver todo. Cada cuerpo lastimado de un modo distinto, eso marcó su vida. Nunca nada va a ser lo mismo. Ella nunca será la misma madre, pero no voy a odiarla o la odio. Nuestra relación es frágil y vamos a cuidarla. Siempre estaré para ella y ella seguirá estando ahí, quizás no del todo para mí, pero con saber que ella está bien, yo me conformo.
—Con sus errores aun te seguirá queriendo. Tuviste una madre que te dio la mejor infancia y lindos recuerdos, ahora ella no es lo que solía ser, pero aun te dice que te ama y de manera no tan presente sigue en tu vida. Está en ella— lo observo, él mantiene la vista al frente—. Es mucho más de lo que Cecilia me permitió alguna vez tener.
— ¿Tienes algunos buenos recuerdos con ella?
—Son tan pocos y tan mínimos que parece difícil recordarlos. Quizás la vez que tenía 5 años y me llevó al zoológico o a conversar en el parque. Cuando estaba muy pequeño las cosas no eran tan malas, pero supongo que crecer fue la parte mala de nuestra relación.
—Bueno, no había manera en la que pudieras quedarte pequeño para siempre.
—No había manera— me sonríe—, pero mamá Victoria me dio tantos momentos buenos como pudo. Me dio buenos recuerdos.
— ¿Te sientes muy feliz de que esté viviendo contigo, verdad?
—Sí, me hace sentir feliz en casa, no me siento solo y ella me ama tanto como yo la amo.
—Yo también te amo como tú me amas.
—Aw, que cursi ¿Vas a regalarme flores?
—Tonto.
Se deja caer contra la cama llevándome sobre él, suspiro con mi mejilla apoyada aun sobre su pecho.
— ¿Sabes? Estuve pensando y creo que en parte debí disculparme con Samantha. Fui un novio material y todo sobre lo físico, pero emocionalmente nunca le di mucho de mí. Creí que había sido un novio muy bueno, pero ya veo que pude ser mejor.
»No voy a decir que eso justifica que tomara la decisión sin tan siquiera decirme o pensar en mi opinión, pero seré justo admitiendo mi error como novio al estar cerrado a ella en otros aspectos. Supongo que era una relación que de alguna extraña manera duró 2 largos años y medios.
—Bueno, está es la primera vez que soy una buena novia. Fui una terrible con Anthony, supongo que era un poco como tú. No vinculada emocionalmente, antes de disculparme con él me sentía terrible porque lo utilizaba y fui cruel cuando lo dejé. Estaba herida y no me daba cuenta que mis heridas lastimaban a otros.
—Éramos malos novios.
—Y ahora somos geniales.
—Unos novios geniales, ardientes y con una química sexual impresionante— declara haciéndome reír. Siento sus dedos acariciando mi espalda.
—Estaba pensando.
—Por favor, Grace, ya basta. Deja de pensar tanto en mí, en serio, tomate un descanso cariño y piensa en algo más que no sea tu caliente novio, el hombre que moja y quita tus bragas.
— ¡Oh, Dios mío! Estás quitándome todo mi aire con tu enorme ego ¡Me estás asfixiando!
Pataleo cuando nos hace rodar y está sobre mí. Su cabello le cae sobre la frente mientras me observa totalmente divertido.
— ¿En qué pensabas aparte de mí?
—Quiero ir a ver a Dominic.
— ¿Y quién se supone que es ese y por qué quieres verlo?
Su ceño se frunce mucho y me parece divertido. Cuando estoy alrededor de Andrew siendo una total fiver, Ethan bromea sobre estar celoso o al menos eso espero, pero ahora se ve realmente no muy a gusto con mi declaración.
—Dominic es este hombre increíblemente apuesto que me hace suspirar. Tiene una voz que me derrite y es tan cálido cuando todo lo que siento es su piel.
—Grace, no es gracioso— su ceño se frunce aún más mientras su mandíbula se tensa.
—Oh, espera. Mi error.
— ¿Qué?
—Acabo de describir a Ethan Jones. Dominic en realidad es el empleado de Doug ¡Que tonta soy! Pero no puedo concentrarme cuando estás presionando a tu quinto miembro contra mi zona totalmente de chica.
—Tu papá tiene razón, te pones más tonta.
— ¡Ethan!
— ¿Para qué quieres ver a ese chico que suspira totalmente por ti? Cuando Doug diseñó mi yeso, él estaba totalmente babeando sobre la mención de tu nombre.
—Exagerado— ruedo mis ojos—. Seguro me confundió con una de esas señoritas modelos con las que salías antes.
—Te vas poniendo más tonta a medida que continúas hablando. Obviamente hablábamos de ti.
—Bueno, no he querido hacerme más cirugías y... pensé en las veces que dices que no es necesario.
—Porque eres perfecta así.
—Ahora tú eres el cursi. Pero en fin, me gustaría tatuarme unas frases.
— ¿Tú? ¿Con un tatuaje?
—Sí. No es que seré la mujer tatuada y tendré miles, solo quiero uno y es pequeño. Me ayudará a cargar de una manera más sana mi pasado.
—Los tatuajes no son un juego, siempre deben tener un significado.
—Lo sé, no soy estúpida. Por eso he decidido hacerme uno.
— ¿No te aterran todos esos mitos sobre el dolor?
—He sentido dolores que son difícil de describir, un tatuaje parece juego de niños.
—No sé cómo sentirme al respecto de que digas que has sentido tanto dolor.
—Sobreviví y actualmente tengo una vida 90% feliz.
— ¿Me dirás cuando llegues a 100%?
—Si eso quieres.
— ¿Dónde te tatuarías?
—Mi espalda. No porque intente ocultar algo, sino que es ahí donde está la marca de guerra.
—Ambos sabemos que no soy de muchas palabras y que los momentos profundos surgen cuando menos lo espero. Pero ahora me gustaría decirte que admiro mucho tu determinación, fuerza y el valor que has tenido para avanzar y llegar a lo que eres hoy. No cualquiera se hubiese levantado tras una dura caída y tú lo hiciste. Eres una persona maravillosa Grace, y cualquiera que te conozca es una persona afortunada.
»No todos los días se conocen a personas especiales como tú, yo me siento afortunado.
—Una canción me dijo un día que no estaba sola y me motivo a seguir.
— ¿Esa canción decía algo como esto? — aclara su garganta antes de proceder a cantar:
Las heridas sanan cuando las dejamos ir.
Lo emocional supera lo físico.
Comparte tu dolor, déjame tomar un poco de el. Quiero estar ahí.
Gritas y gritas, lo haces hasta cansarte ¿Nadie te escucha? Cariño, yo te estoy escuchando.
Escucho tu llanto, siento tu dolor. Quiero sanarlo.
Dame tus heridas, no es fantasía, es realidad.
Duele, duele, quieres llorar. Hazlo, sostente en mí.
Las heridas sanarán, sólo si las dejas ir.
Parpadeo continuamente con un molesto nudo en mi garganta. Amo tanto a Ethan Jones. Lo amo de tantos modos: como fiver, como amiga, como alguien que admira la persona que es y como su novia. Es una persona con un corazón de oro.
—La canción decía justamente eso ¿Cómo lo sabes?
—Alguien una vez me dijo que mis palabras le dieron vida. Que yo le daba vida.
—Esa persona debió saber lo que decía.
—Eres linda.
— ¿Y sexy?
—Y muy sexy— sonríe antes de darme un beso.
Holaaa como lo dije en mis otras historias, espero y hayan tenido una navidad bonita.
Creo que no se esperaban que este fuera el antepenúltimo capítulo, pero bueno, todo tiene su final y Grethan no es la excepción. Poco a poco he llegado al punto de la historia que pretendía y ya va siendo hora de que nos despidamos de esta pareja tan peculiar y especial.
Capítulo dedicado a @FiverNewer sin duda alguna muchas gracias por el constante apoyo, tarde pero seguro, el hada te ha señalado y espero eso te haga feliz.
Que tengo un bonito año nuevo y que este 2017 sea uno muy próspero y genial para cada uno de ustedes fivers. Los ti amu y gracias por el maravilloso año que hemos compartido.
Espero les guste.
Un beso.
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