Capítulo Cuarenta y Cinco



Capítulo cuarenta y cinco.

Bueno, aquí estoy yo.

Una chica sintiéndose afortunada de haber sido invitada a quizás uno de los cumpleaños más esperados. Siento mis manos frías mientras sostengo el volante de mi auto. Sé que debo bajar del auto, pero estoy nerviosa.

No quiero parecer rara.

No quiero desmayarme.

No quiero balbucear.

¡Y por todo lo sagrado! No quiero decir o vivir un momento vergonzoso frente a mi banda favorita en todo el mundo.

Quizás cualquier fiver en mi lugar estaría igual de nerviosa que yo. ¡Voy a conocerlos! No quiero que piensen que soy rara, espera ¿Yo seré rara?

—Muy bien Grace, ahora estás siendo estúpida. Toma el regalo de Harry Daniel y baja del auto antes de que te acobardes.

Salgo de mi auto y casi de inmediato quiero volver a subir, pero como una niña grande camino dentro del edificio y luego tomo el ascensor. Y después quiero devolverme a mi auto, pero otra mujer sube y las puertas se cierran.

—Bonito cabello ¿Qué número de tinte es?

—Eh... soy rubia natural, no sabría decirte— respondo tocando mi cabello.

—Suertuda.

Ella baja en su piso y me deja sola. Cuando llego a mi destino paso aproximadamente 5 minutos debatiéndome, pero me doy otro empujón de valor y toco el timbre. Casi de inmediato una muy embarazada Kaethennis abre la puerta.

— ¿Llegué a buena hora?

—En una perfecta hora —anuncia con la mirada perdida detrás de mí.

Controlo con fuerzas las ganas que tengo de moverme de un lado a otro. Quiero conocerlos, pero también estoy asustada de hacerlo ¡Una locura! ¡Una maldita locura!

—Estoy preocupada de que enloquezca, Kae —confieso y no puedo contener más mis movimientos por lo que paso una mano por mi cabello, pero le sonrío para no verme rara o muy loca.

Por un momento todo lo que ella hace es observarme, como si me evaluara y estuviera haciendo notas de mí, eso me desespera un poco.

—Tranquila, mi hermana pasó por esto y todo salió de maravilla, ¿Quieres que hagamos la prueba?

— ¿Cómo haríamos la prueba? — no puedo evitar la desconfianza. ¡Hola! No quiero hacer el ridículo.

—Dándote la vuelta y diciendo hola.

Me giro y casi tengo miedo de hacerlo. Tomo el más profundo de los respiros cuando me enfrento a la realidad.

Está tan cerca, es tan real y está sonriéndome de forma ladeada.

Huele maravillo.

Es atractivo.

Es sexy.

Es cautivador.

Y es Ethan Jones.

¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío!

Mi corazón late desesperadamente ¿Cómo se respira? ¿Y si morí y este es un momento antes de que pase a la cosa del túnel?

—Hola cariño, ¿Qué tal todo? —pregunta y eso solo hace más irreal.

Es imposible no detectar su acento, su voz es ronca y profunda. Y yo me siento pérdida. Si ahora mismo, alguien me preguntara cuál es mi hombre soñado, respondería: Ethan Jones.

—Oh, mierda, tu voz es caliente —se me escapa, no puedo controlar mi lengua y pensamientos. No puedo callarme—. Espera un segundo, creo que necesito respirar.

Él ríe sin dejar de observarme. De nuevo paso una mano por mi cabello, espero no estar despeinada. Entonces recuerdo que lo suyo siempre son las morenas o castañas y casi quiero golpearlo, pero me controlo con rapidez.

Vuelvo a verlo a través de mis pestañas y jadeo porque efectivamente es real y no se vuelve feo mientras más lo veo, de hecho se vuelve mejor. Él ríe una vez más de mi reacción, solo que está vez ríe más fuerte.

—Tú... vaya... las fotos no te hacen justicia —balbuceo y casi quiero callarme, pero no podría dejar de hablar aunque quisiera—. Solo... vaya... mierda, ya va, intento decir algo coherente.

—Tómatelo con calma, quiero decir que eres realmente una belleza de observar —me guiña un ojo y me contengo.

—Ella es mi amiga Grace, es una fiver, así que compórtate.

—Me estoy comportando Hottie, no seas gruñona, mira que traje un rico pastel para el cumpleañero.

—Solo porque Harry te lo pidió —ella rueda sus ojos y yo solo observo cómo interactúan.

—Lo que cuenta es la intención —Ethan me observa con una sonrisa más pequeña pero más sincera y menos coqueta. Casi parece una sonrisa que no usa mucho, respiro hondo de nuevo, no me esperaba esa sonrisa. —. Eres realmente hermosa, es agradable que Hottie te haya invitado, un placer conocerte Grace.

No puedo evitar darle una gran sonrisa. Solo así él me hizo sentir especial. Pasa por mi lado y se adentra al apartamento llevando el pastel. Quiero tanto suspirar.

Kaethennis me mira divertida y solo tengo ciertas cosas para decir:

—Él es malditamente caliente, oh Dios, su voz, he escuchado a Ethan Jones hablarme y no me he desmayado.




—Estás molesta.

— ¿No tendría por qué estarlo? Me trajiste a mi apartamento con falsas promesas.

Me dejo caer sobre mi cama y cierro mis ojos antes de respirar profundamente. De verdad terminaré por enloquecerme si guardo las 3 semanas de reposo que me dio el doctor, más cuando Ethan me trata como una muñeca de cristal que en sus manos puede quebrarse.

La cama se hunde a mi lado y luego siento sus dedos acariciar mi cabello. Suspiro.

—Abre la boca que quiero ver cómo va ese labio curándose.

—Claro, doctor Jones.

— ¿Es esa una fantasía? ¿Un doctor?

No puedo evitar reírme mientras abro mi boca. Creo que me he comido unos puntos y ha cerrado estupendamente, ni siquiera me duele realmente. Para mí, los puntos en el interior de mi labio solo representaron una herida leve.

—Solo si el doctor también sabe cantar y tocar la guitarra.

—Me parece que si te comiste unos puntos. Se ve bien.

—Te lo dije.

Baja su rostro al mío y con su nariz acaricia la mía para luego trasladarse a mi mejilla y posterior a ello hacia mi mentón. Pasa una pierna a través de la mía sosteniéndola entre mis piernas. Se sostiene con su brazo libre sobre una almohada mientras el yeso reposa sobre mi estómago.

Luego presiona sus labios suavemente sobre los míos para besarme con suavidad y lentitud. Con mucho cuidado. Esto es precisamente lo que necesitaba, este tipo de contacto.

Llevo mi mano a su cuello para acercarlo más mientras abro mi boca esperando que profundice el beso, lo cual hace, pero es lento y los movimientos de su lengua son cuidadosos. Mi mano libre viaja por su espalda antes de colarse en el bolsillo trasero de su jean y apretar su trasero en un intento de acercarlo más a mí. Pero supongo que de nosotros 2 él es el más sensato porque es quien procura no hacer contacto con mi herida más dolorosa. Mi costado.

Aun así, eso no le impide presionar su rodilla contra el vértice entre mis muslos, haciéndome gemir contra su boca y bajar mi cadera buscando de nuevo esa deliciosa presión. No tengo que rogar por ello porque entonces en un ritmo lento y doloroso presiona su rodilla una y otra vez. Libera mi boca para darme un respiro mientras besa mi cuello pero de nuevo regresa a ella.

—Vamos a mejorarlo— anuncia arrodillándose y estirando su mano para comenzar a desabrochar los botones de mi camisa.

— ¡Vaya! Tiene que ser una habilidad saber hacer eso con una sola mano.

Todo lo que hace es sonreírme antes de abrir la camisa por completo y bajar las copas de mi sujetador. Vuelve a su posición inicial en donde me tortura con su rodilla y esta vez su boca va directo a la cima fruncida de uno de mis pechos. Y bueno, ahí se va mi cordura.

Lo siguiente son mis gemidos, palabras incoherentes y mi cuerpo sometido a la dulce tortura de Ethan Jones. Cuando sus dientes se ponen en eso de morder antes de succionar con fuerza y presiona deliciosamente su rodilla contra mí, mi mundo da vueltas y mi orgasmo da un espléndido "hola" mientras me vuelvo papilla.

Continúa besando los contornos de mis pechos mientras aterrizo de mi viaje de lujuria. Me observa con una amplia sonrisa.

— ¿Mejor?

—Mucho mejor. Lo que necesitaba.

—Lo sé, te conozco y estabas toda gruñona y tensa a mí alrededor. Me veías como si yo fuera tu mayor enemigo por no darte orgasmos.

—Lo eras.

Se ríe antes de darme un beso rápido e incorporarse hasta arrodillarse. Me levanto hasta estar en su misma posición. Empujo su pecho hasta que su espalda golpea contra el colchón y me siento a horcajadas sobre sus muslos.

—Mi turno para jugar.

—No es necesario, habladora.

—Oh, pero a mí me gusta jugar con tu juguete.

Me encargo del botón de su jean junto a la cremallera. Toco por encima del bóxer, pero eso es francamente aburrido por lo que voy por lo que me interesa y sonrío cuando lo sostengo.

—La primera vez que te vi no pensé que fueras del tipo de chica que estaría tan feliz y a gusto por el simple hecho de sostener mi polla...grande.

—Cállate.

Lo acaricio y las bromas se acaban. Me encargo de enloquecerlo tanto como él lo hizo conmigo y me siento plenamente satisfecha cuando no puede resistirse y su abdomen se tensa antes de liberarse.

Me da una sonrisa perezosa y feliz. Ah, mira, esa es la mirada de un hombre saciado.

—Tú...ni siquiera sé cómo describirte—murmura.

— ¿Qué tal si intentas con: amor de mi vida?

—Hecho.





La ensalada cesar que Ethan ha hecho de cena es simplemente maravillosa. Me deleito con cada esplendido sabor en mi paladar. Él me observa, sentado en la cama y vistiendo solo un pantalón de pijama porque acaba de bañarse.

Soy consciente de que Ethan desde que fui dada de alta ha estado durmiendo aquí, estando en mi apartamento. Seguro sale a encontrarse con Max para resolver lo que él llama pequeños problemas o hablar con los chicos.

Un día le pregunté quién estaba con la abuela Victoria, puesto que se suponía que ella iba a estar con él durante un tiempo indefinido antes de que él viniera e invadiera mi hogar, lo que me hace feliz. Su respuesta fue sencilla: por ahora ella estaba con April en Bolton porque primero él debía solucionar unas cosas y luego me distrajo hablándome sobre Andrew interesado en alguna mujer. Lo cual por supuesto fue un buen chisme para acaparar mi atención.

Él juega con su comida y enarco una de mis cejas hacia él.

— ¿Qué te sucede?

—Estuve pensando— comienza.

—Creo que finalmente he aprendido que no puedo darle la espalda a mis problemas, debo enfrentarlos. Enfrentar mis miedos.

—De acuerdo...

—Muchas personas han contribuido a dejar crecer en mí una serie de inseguridades— baja la vista a su plato—. Y estoy cansado, porque cada vez que huyo o me cierro me siento luego terrible de haberlo hecho. No quiero más de esa mierda.

»Entonces, Samantha ayudó a engrandecer mis miedos— traga y me mira los ojos—. Finalmente creo que debo hablar con ella. Necesito hacerlo, cerrar esa puerta, poder decir lo que pienso, lo que me he guardado por tanto tiempo y que ella me vea a los ojos diciendo por qué se supone todo fue mi culpa. No puedo huir toda una vida de ella, no es sano y tampoco me hará más fuerte.

No sé qué decir por lo que balbuceo un poco y eso lo hace esbozar una pequeña sonrisa.

—La habladora sin nada qué decir.

—Me has tomado por absoluta sorpresa.

—Y no sé si te parece sensato o fuera de lugar, pero me gustaría que estuvieras conmigo cuando me reúna con ella.

— ¿Por qué?

—Porque confío en ti y tú eres quien me ha enseñado a valorar y conocer cualidades de mí que no sabía. No sé, tú me haces pensar que todo se trata de que me esfuerce y quiera lograrlo. Me has ayudado a entender que si me lo propongo puedo alcanzarlo. Que no soy como un amuleto maldito.

—Eso es...ni siquiera puedo decirte cómo me hace sentir escucharte decir eso. Seguro debería decir que fueras solo a verla, pero ¡Joder! La detesto y sé que verme le desagradará y si tú me quieres ahí, ahí me tendrás.

—Somos un equipo.

—Equipo Grethan.

—Tú me ayudas a superar mis miedos—no puedo creer que sus mejillas se sonrojen antes de mirarme directamente a los ojos—. Tú me das vida.

Siento que mi pecho va a explotar, es demasiado. Nunca pensé que pudiera sentir tanto hacia una persona. Es un sentimiento tan inexplicable que siento mis ojos humedecerse mientras le sonrío.

—Entonces estamos a mano, copión de palabras. Porque tú me das vida a mí.

***

17 de septiembre, 2014.

Papá come de la taza de helado que le serví. Estamos sentados lado a lado en el sofá escuchando a Lola hablar sobre lo que será su viaje a sus países de origen: Venezuela y Colombia. Seguro ella ama vivir en Londres, pero me asegura que un latino siempre se sentirá en casa en su tierra.

Sé que tengo un montón de ansiedad debido a que papá esté aquí. Cada día me llama para saber de mí y no hay incomodidad en nuestras conversaciones, pero de alguna manera el que me visite es lo que termina por garantizarme que pase lo que pase, nosotros estaremos bien.

—Eso suena como un viaje increíble Lola.

—Seguro. Ustedes deberían alguna vez venir. Ethan ha ido un par de veces, con BG.5 por supuesto. Si ellos hacen alguna gira tienes que convencerlo de que vaya Grace. Debes hacerlo.

—Esa será mi misión de vida, Lola. Todo sea por tu bienestar mental.

—Gracias, eso es ser una verdadera amiga.

Los 3 reímos y luego el celular de ella suena. El grito que da junto al nombre de Gina es todo lo que escuchamos antes de que corra riendo hacia su habitación con el celular pegado a su oreja.

—Ah, así es el amor papá.

—Ya veo.

Siempre me agradó que papá nunca juzgara o viera con malos ojos a Lola, que respetara sus preferencias y la tratara como mi amiga sin importarle o afectarle sus preferencias sexuales. Eso hizo que mi papá fuera más grande ante mis ojos.

—Veo que estás mucho mejor.

—Sí, debo ir mañana al médico para verificar que no haya ningún problema con la cicatrización de mi herida.

— ¿Ethan irá contigo?

—Ethan actualmente es como un chicle.

—Él es un buen hombre, me agrada lo suficiente como para saber que no debo sentir miedo de que te lastime.

—Lo amo.

—Lo sé, ambos tienen en esa vergonzosa mirada de estúpidos enamoradas y te hace volverte más tonta.

— ¡Papá!

—Solo hago un punto, cariño.

—Claro.

—Hablé con Holly.

Permanecemos en silencio. Juego con mis dedos.

Confieso que no sé cómo sentirme sobre mi mamá. La amo y sé que ella me ama, pero hace 6 años se trazó un puente que ninguna de las 2 cruza. Sé que nunca nada volverá a ser lo mismo, como también sé que ella no ha muerto y está ahí.

Sé que cuando nos abrazamos en un primer momento siempre estamos tensas, pero luego todo es cálido. Sé que a veces solo no puedo evitar verla con algo de rencor junto al dolor, sé que una parte de mí se niega a juzgarla.

Sé tantas cosas y a la vez hay tantas que no. Siempre va a ser mi mamá, pero siendo honesta, todos sabemos que nunca será lo mismo.

—Ella me dio razones por las que la ocultó.

—Y lo aceptaste.

—Honestamente sus razones me parecieron egoístas y decepcionantes. La respeto y siempre tendré sentimientos hacia ella aun cuando nuestro matrimonio no funcionó, pero eso no quiere decir que voy a cegarme— me ve—. Ya eres una adulta y eres capaz de entender este tipo de situaciones. Algunas veces somos lo suficiente egoístas para mentir y asegurar que lo hacemos para proteger o por el bien de los demás, pero solo son palabras que usamos para protegernos a nosotros mismo cuando sabemos que lo que hacemos simplemente no es correcto.

»Es el caso de Holly. Ella se escudaba con la intención de querer proteger a unos bebés que no habían nacido, con no causarte confusiones y no hacernos ver ante otros como unos inmorales. Esa es la razón sobre tener miedo de decírselo a Jorge y que todo resultará mal.

—Pero resultó mal.

—Fue egoísta, Grace, no importa cuántas veces quiera mentirnos con excusas, ella no puede mentirse a sí misma y no admitir que fue un error ocultarlo, robarme ese derecho y engañar a Jorge quien la veneraba. Cometí una falta a involucrarme con ella y dejarme llevar sabiendo de la existencia de Jorge, lo sé.

»Pero no me hubiese importado recibir la repercusiones por saber que iba a ser padre de nuevo. Holly siente todo este dolor porque sabe que cometió un error y le pesan las consecuencias de mentir a su favor. Seguro muchos en su lugar por miedo también lo hubiesen hecho, pero eso no solo va a esconder el polvo debajo de la alfombra.

»Por primera vez en mucho tiempo pude hablar con ella viéndola a los ojos, con ella sintiendo y no siendo solo un robot. No creas que tu madre no te ama, solo que ella esta lo suficiente avergonzada y se siente tan culpable que no es capaz de verte a la cara. No voy a exigirte que vuelvas a ser con ella como lo fuiste antes, es tu decisión.

— ¿Cuál es la tuya? — susurro.

—No soy perfecto cariño, y aquí— señala su corazón—. Hay sentimientos agrios hacia Holly y su decisión, no puedo evitar sentir que me arrebató una oportunidad y sentir dolor ante el hecho de que ella dudara de mí para decirme algo tan importante. No la odio, pero no creo que el amor que siento por ella desde que la conocí ahora sea tan puro como lo fue antes.

»Ella tiene sus propias heridas internas y le pesa cargar con ellas, no me hace sentir bien ni se las deseo, pero ella tampoco quiere librarse de ellas. No puedo seguir llamando a Holly mi amiga, para mí ella es tu madre y siempre agradeceré él que te tuviera, pero supongo que ese es el modo en el que ahora puedo verla. Como la madre de mí...mis hijos.

—Yo no la odio. Amo a mi mamá y siempre tendré buenos recuerdos de ella, pero por mucho que lo intente, no volverá a ser lo mismo, mucho menos cuando ella me cierra las puertas para avanzar.

—Siempre vas a tenerme mí, niña tonta.

—Y eso me hace feliz. Sé que nunca voy a estar sola.

—Nunca, Grace.

—Y eres el mejor padre, lo hubieses sido para ellos.

—Gracias cariño.

—El mejor.

***

20 de septiembre, 2014.

Jeff tiene una curiosidad genuina hacia el yeso de Ethan mientras Juliet lo sostiene. Tenía un par de semanas sin saber de ella, pero la respuesta fue tan simple como que su trabajo cada vez se hace más grande. Mientras Ethan y Dexter lideran una conversación sin sentido, Jeff está estirándose para tocar de nuevo el yeso.

Observo al pequeño rubio sin creerme que esté cumpliendo su primer año lo cual ha hecho que Hilary hoy sea una llorona. Cuando la saludé y felicité lloró. Cuando Doug dijo que recordaba cuando Jeff estaba dentro de vientre lloró un poco más y cuando Jeff estiró sus brazos hacia ella llamándola una y otra vez mamá, pensé que ella iba a crear un océano.

No es que pueda juzgarla, no sé lo que se siente ser mamá y ver a tus bebés crecer, supongo que es un choque de emociones entre nostalgia y felicidad. Pero lo cierto es que Hilary hoy está llorando más que todos los niños juntos de este cumpleaños y mira que Halle tiró del cabello de algún pobre niño de 3 años que le arrancó un globo. Ya sabes, es mejor no meterse con Halle enojada.

Bajo mi vista cuando Zoey viene corriendo hacia Ethan y comienza a dar vueltas alrededor de él riendo mientras grita su nombre. Es adorable, incluso si aún no soy de sus personas favoritas, me encanta lo risueña y alocada que es.

— ¡Zozo!

Nathan llega corriendo y se esconde detrás de mis piernas llamando a Zoey, ella ríe escondiéndose detrás de las piernas de Ethan y supongo que ellos entienden su loco juego mientras no usan. Encantado con la idea del desorden, Jeff pide ser dejado sobre el suelo, Juliet lo deja y él tira de la camisa de Zoey mientras la abraza.

—Oye, Jeff. Deja de intentar propasarte con una de mis chicas— pide Ethan, Dexter ríe.

—Ah, me encanta que mis sobrinos quieran adueñarse de tus chicas. La pequeña bestia de Grace y Jeff de Zoey. Siento tanto maldito orgullo.

Madito— repite Nathan antes de empezar a canturrear la maldición.

—Oh, mierda. No, no, no Nathan, no digas esa mierda o April va a matarme.

Merda. Merda. Merda.

—Joder, no.

Jode, jode. Jode.

—No, de ninguna jodid...

—Mejo cállate idiota. Estás empeorándolo— Ethan se agacha hasta estar a la altura de Nathan, despeina su cabellera castaña—. Nate no podemos decir esas palabras, a mami no va a gustarle y tenemos como misión hacer a April feliz. Así que solo palabras buena ¿Verdad? — Nathan asiente con la cabeza, maravillado por él, creo que es un efecto que Ethan consigue en los bebés—Dime una buena palabra.

— ¡Bebé! — grita Nathan señalando a Jeff que sigue tirando de la camisa de Zoey.

—Bueno, no está mal, te aceptaré esa palabra. Dale los 5 al tío Ethan.

Nathan obedece y luego sale corriendo riendo, por supuesto que Zoey sale detrás de él y Jeff cae de culo sobre el jardín de Hannah, pero no parece importarle porque entonces su atención está en los zapatos de Dexter, específicamente en sus trenzas que intenta arrancar.

—Este niño cuando crezca va a ser la réplica de su papá— murmura Ethan, antes de que pueda incorporarse de nuevo, los pequeños Jefferson vienen hacia él.

Te digo, Ethan tiene algún poder que atrae a los niños. El primero en llegar es Dan quien tiene los ojos muy abiertos.

—Súper E.

—Nunca entenderé por qué él lo llama súper— señala Dexter— ¿Qué traes en esa mano Halle?

—Chocho— responde con una sonrisa.

— ¿Qué...?— voy a preguntar pero Dexter responde antes de que termine.

—Se refiere a chocolate.

— ¿Y por qué no te lo comes dulzura?

—Dáselo— le indica Dan y ella extiende su mano hacia Ethan con el chocolate.

— ¿Para mí? ¿Y por qué yo estoy recibiendo este regalo?

—Eres Súper E, súper regalo— Dan toca su yeso. Supongo que lo que Dan y Halle pretenden es consolarlo, o al menos Dan pretende eso y Halle solo le sigue la corriente.

Antes de que Ethan pueda tomar el chocolate, Halle muerde un trozo y se lo entrega. Supongo que hacía control de calidad. Aun así Ethan se come el trozo de chocolate baboseado por Halle y finge que es la mejor delicia que ha probado en su vida.

—Maravilloso.

Despeina los rizos de Dan y besa la mejilla de Halle antes de ponerse de pie. Halle no está contenta y extiende sus brazos hacia él.

—Yo te cargo dulzura, Ethan ya lo está haciendo bastante bien con ustedes hoy— Dexter la alza y ella extiende de inmediato su mano hacia el collar de Juliet—. Oh, te gustan las joyas ¿Por qué no me sorprende, Halle?

Siento un tirón de mi pantalón y bajo la vista notando a Jeff entretenido con el dobladillo.

—Mío, mío, mío—canturrea Halle hacia la pelota que no muy lejos Adam tiene. Como si la detectara, Adam corre hacia Keith, huyendo— ¡Ayam!

—Ve por Adam— Dexter la deja de nuevo en el suelo y ella corre contra el pobre niño que intenta huir.

—Bonita.

Dirijo mi vista hacia Dan quien me observa con una sonrisa y las mejillas muy sonrojadas. Le devuelvo la sonrisa antes de inclinarme y besar sus mejillas.

—Y tú eres precioso.

— ¿Quieres galleta?

—Gracias cariño, pero estoy bien.

—Aprende de mi sobrino, Ethan.

—Estoy tomando nota.

—Lo bueno es que Juliet no tiene de qué quejarse ¿Cierto, Juls?

—Creo recordar que cuando empezamos a salir dijiste que no había buzón de quejas por lo que no tenía permitido quejarme.

—Mi ganancia, tu pérdida.

—Poético— rueda ella sus ojos, luego le sonríe— ¿Es tu frase del día?

—No. Mi frase célebre de hoy será: Jode mientras vivas que cuando mueras estarás jodido.

—Doblemente poético. Cada vez te superas Dex.

—Lo sé, Juls, te dejo demasiado impresionada.

—Más que impresionada. Esta es mi cara de anonadada.

—Pensé que esa era la cara de vamos al baño por un rapidito. Mierda, me había emocionado.

—Oh, Dios mío— murmuro conteniendo la risa mientras Dan observa a su tío no muy feliz.

—Mala palabra, se lo diré a nani.

—No, no de nuevo pequeña bestia.

Le da lo que parece una sonrisa de suficiencia y Dexter suspira.

—Te conseguiré dos nutellas. Promesa. Pero no le digas a Hottie.

—No puedes mentir Dan— digo, y él asiente. Dexter entrecierra sus ojos hacia mi mientras Dan corre hacia Harry.

—Ethan, tu novia me ha traicionado.

—Lo sé ¿No lo hace eso encantadora?

— ¿Estás poniendo a Grethan sobre Dethan, cabrón de mierda? —alza a Jeff mientras finge estar indignado.

—Ella me da lo que tú no.

—Joder, si lo que quieres es sexo entonces vamos a mi antigua habitación ahora mismo.

—Seguro Juliet y yo vamos a otra habitación también entonces.

—Mierda ¿Y nos dejarían ver? — me pregunta Dexter entusiasmado.

—Eres tan hombre— lo acuso y eso lo hace reír.

—Iré con Hannah que hoy está en su fase intensa, Juliet será mi escudo.

—El sueño de toda mi vida, escudar a Dexter Jefferson.

—La mejor novia.

Los vemos alejarse, vuelvo mi atención a Ethan que está sonriendo.

— ¿Qué?

—Eso no es cierto. La mejor novia eres tú.

—Tienes razón, la mejor novia soy yo— me acerco y paso mis brazos alrededor de su cuello— ¿Aprendí bien la modestia de ti?

—Te sienta perfecta esa modestia.

—Entonces aprendí con el mejor.

—No dudes ni un segundo de eso.

Voy a besarlo pero alguien se aclara la garganta nos giramos y encontramos a un sonriente Doug con el brazo alrededor de los hombros de Hilary.

— ¿Te sientes mejor? — cuestiono. Ella ríe.

—Es tonto, pero ni siquiera puedo controlar las lágrimas cuando noto que realmente mi bebé creció.

—Ya te dije, Rayito tiene que crecer, sería anormal si no lo hace, princesa.

—Lo sé, pero él es tan perfecto así todo bebé.

—Y seguirá siendo perfecto al crecer— la consuela Doug.

—Pero no va a dejarse mimar luego.

—Cualquiera se dejaría mimar por ti— le da un beso en el cuello—, a mí me gusta que me mimes.

—Eh, rubia, estamos aquí. De hecho interrumpiste lo que iba a ser un buen momento para mí.

—Bueno, es la fiesta de mi hijo e interrumpo cuando me plazca.

—Perra presumida.

—Perra envidiosa— le devuelve Doug.

Ambos se observan antes de que comiencen a reír. Hilary y yo nos vemos antes de encogernos de hombros. Supongo que ambos son perras.

—Ellos son niños— me dice Hilary.

—Oye, no me ofendas princesa. Los dos sabemos que mi rayo no es de niño.

— ¿Rayo? — pregunto.

Ethan frunce el ceño y lo observa con desconfianza.

—Ni siquiera quiero pensar a qué exactamente estás llamando Rayo.

Hilary se sonroja mucho y entonces lo entiendo. Estoy en mi momento tonto y digo lo primero que me viene a la mente.

—A Ethan le llamamos polla grande.

Doug se ahoga antes de comenzar a reír y Ethan gime dolorosamente.

— ¡Grace!

—Oh, Dios mío. No puedo creer que dije eso.

—Lo dijiste ¡Mierda! Que risa— Doug se dobla—. Polla grande.

Mis mejillas están muy sonrojadas, Ethan golpea la parte trasera de la cabeza de Doug.

—Eso es más digno que llamar a tu basura rayo.

—Rayo de rayo McQueen—escucho a Hilary y se sonroja aún más. La entiendo, ella tampoco quería decir eso.

—Eres raro Doug— señala Ethan. Todo lo que Doug hace es encogerse de hombros mientras deja de reír y abraza a Hilary

—Solo sé que mi rayo hace las mejores carreras.

— ¿De qué hablan? — cuestiona Harry llegando con algún jugo.

—Del rayo de Doug y de las carreras que hace con tu hermana— informa Ethan con una sonrisa ladeada. Harry observa a Hilary.

— ¿Rayo y carrera?

—Su polla. El rayo es su polla y la carrera entonces...—sigue Ethan.

Harry escupe el jugo antes de voltearse del todo hacia Doug, quien alza sus manos mientras trata de dar una sonrisa inocente.

— ¿Qué puedo decirte? Soy muy creativo.

—Estás buscando tu muerte, Doug. ¡¿Qué carajos?! ¿Quién se llama así mismo Rayo?

— ¿Rayo qué? — pregunta Carter apareciendo. Ethan se ríen mientras Doug palidece y nos observa a todos.

— ¡No le digan!

— ¿Decirme qué? ¿Debo ir por una corbata, Doug?

—No... ¡Que va! Solo hablamos de...

— ¡Pene! —corre Nathan gritando— ¡Pene! Pene, pene.

—Yo no le dije eso— grita Dexter a una corta distancia aun con Jeff. Mientras Nathan canturrea la palabra pene.

—Esta familia está loca— susurra Ethan—. Mi familia está loca.

— ¿Y bien Doug? ¿Qué Rayo?

—Princesa ¿Qué tal si te desmayas?

— ¿Qué? Oh, sí. Me desmayo.

Me río cuando Hilary cae entre sus brazos y todos pronto también lo hacen y la conversación del Rayo de Doug queda olvidada, al menos por Carter porque Ethan aún se ríe y Harry sacude su cabeza perturbado.

¿He dicho ya que me encanta la familia BG.5? Porque ¡Demonios! La amo.





Holaaaaaa aquí estoy :D más que estudiar para parciales a mi lo que me destruye es no dormir y madrugar, eso es lo que arruina mi humor y planes. En fin, creo que el capítulo quedó largo, así que disfrútenlo.

Por otra parte a los recuerdos ya llegamos al bello Ethan *-*

Capítulo dedicado a @Fiverlover nena, gracias por amar la historia con tanta pasión, el hada te ha señalado y espero eso te dé una gran sonrisa :*

Página de facebook: Saga BG.5 de Darlis Stefany (o pueden encontrar el link en mi biografía) y grupo de facebook: stefflovers-Darlis Stefany.

Para noticias sobre mis historias:

Instagram: DarlisStefany

Twitter: Darlis_Steff

YouNow: DarlisStefany

Espero les guste.

Un beso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top