La primera y falsa impresión
De repente todas las chicas se pusieron bondadosas y quisieron compartirles hojas y materiales de escribir. Tn intentó compartir, no porque eran lindos, sino porque era su naturaleza. Pero no la dejaron incluso un chica la miró con asco y otra le dio una buena tunda en la mano. Después de un momento comenzó la clase de lengua y literatura. Tn se trataba de calmar, las chicas de su colegio eran muy ricas, lindas, egocéntricas, pero BIEN estúpidas. Ninguna era virgen. No le sorprendían, andaban con chicos lindos o musculosos o ricos o mayores que ellas. Por ejemplo más de 20. Y todas tenían entre 15 y 16 o sea que la adolecencia era muy cruel con ellas. Se creían que tenían más de 18 y las muy malcriadas tenían lo que querían y si no lo tenían hacían un berrinche peor que niños de 3-5 años.
Cuando tocó el timbre, fue una bendición. La profesora era exigente y les exigía actividad por actividad y luego hablaba y hablaba monótonamente. Tn salió rápidamente al recreo y se fue a pasear. Sus amigas eran de otra escuela y eran normales, como Tn. Cuando volvía del 1er recreo y subía las escaleras, oyó voces varoníles. "Oh no ¿qué mierda se van a buscar?". Reconoió que eran sus compañeros y los ingleses. Tn se imágino que se burlaban de la pronunciación de los muchachos. Ellos eran como sus compañeras, pero no estúpidos. Más bien, bravucones. Tn salió para ayudar a los ingleses, pero lo que vio la dejó petrificada. Martín Perez el más burlón y bravucón de todos, o sea el líder, colgaba cabeza abajo con los pantalones bajos. Los otros estaban inconsientes en el suelo. Tn vio a Sammuel y James "colgándolo" con algo invisible (o eso creía) y Alex no haciendo más que leer.
J: ¿Vas a seguir? ¿eh?
S: Ohhh ¿Se asustó el pequeño Martín? ¿querés que llame a tu mamita?
Como nadie hacía nada y el profesor de matemáticas estaba por llegar, Tn decidió salvar por última vez al bravucón. Ni loca lo volvería a ser.
Tn: Chi....¿chicos?
Sirius y James la miraron.
Tn: El profesor de matemáticas está por llegar y si ve esto...
J: ¡Claro!
Lo soltó y lo dejó caer con un golpe en la cabeza. De repente los otros despertaron asustados y se apiñaron contra la pared. Martín al incorporarse notó que tenía los pantalones puestos de nuevo. Que raro. James se acercó al bravucón.
J: Ni una palabra de esto o lo lamentarás.
Tn se alejó de ellos pensando:
Nota mental n° 1: alejarse de los extranjeros siempre.
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