Ya no hay vuelta atrás

La casa de los Barton estaba a las afueras de Nueva York, no muy lejos de la Torre, pero para Natasha el trayecto fue más largo que un viaje en avión.

Por fin llegó a su destino y tocó varias veces en la puerta. Un minuto después, Clint abrió la puerta.

-Hey Nat -dijo contento de ver a su mejor amiga.

-Hola Clint -contestó ella sonriendo y abrazándolo.

-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en la Torre? -preguntó tras romper el abrazo.

-¿Acaso es malo que tu hermanita venga a visitarte? -dijo en tono burlón.

-No..., pero sí es malo para mi ego el saber que no vienes a visitar a tu querido y apuesto hermano -contestó Barton con una sonrisa torcida y cruzando los brazos.

-¿Qué? -Natasha trató como fuera posible esconder su nerviosismo- Pues claro que vengo a visitarte a ti, Laura y los niños.

-Mentira.

-¿Cómo dices? -preguntó confusa.

-Hoy es domingo y sabes perfectamente que a esta hora Laura lleva a los niños al parque y yo me quedo en casa preparando la comida. Has venido porque necesitas mi ayuda y sabías que estaría solo en casa -dijo en plan "te he pillado".

La pelirroja maldijo por dentro.

-Maldita sea, ¿cómo no lo recordé? -se gritó a sí misma.

Vencida por la verdad, dió un largo suspiro y sonrió.

-Me conoces demasiado bien.

-Ya lo sé. Soy un genio, aunque rezo para no parecerme a Tony en un futuro próximo-se rió.

-Oh no, lo último que quiero es que haya dos Starks.

-Bueno, hasta que él y Pepper decidan tener hijos, creo que estaremos a salvo.

Tasha no pudo contener la risa.

-En fin, no te quedes aquí parada. Pasa a mi humilde morada.

-Gracias.

Y con esto entró en su casa y se sentó en una de las sillas de la cocina.

Ojo de Halcón le dió un vaso de agua y se sentó junto a ella. Su amiga tenía el rostro calmado y sereno, pero la conocía lo suficientemente bien como para ver que estaba desesperada por algo, y creyó saber lo que era.

-Te ha pasado algo con el Cap, ¿verdad?

La rusa no dijo nada, simplemente suspiró frotándose los ojos con las manos.

-Bueno..., eso responde a mi pregunta -cruzó los brazos encima de la mesa, esperando a que hablara.

-Es una larga historia.

-Descuida, tengo todo el tiempo del mundo.

La espía le sonrió. Sabía que podía contar con él en todo.

Comenzó a explicarle lo que había pasado con Steve: su pequeña charla en la fiesta, la conversación con Betty y el motivo por el que se sentía miserable tras el entrenamiento y el reencuentro de los Vengadores.

-Wow, no me extraña que estés así -comentó el arquero tras escuchar la historia- Demasiadas cosas para asimilar, supongo.

-¿Supones? -le preguntó molesta la rusa- ¿Sabes cuánto tiempo llevo guardándome esto? ¡Desde que lo conozco, Clint! ¡Desde que lo vi por primera vez!

-¿Desde hace 4 años? -esta confesión le sorprendió- Pero yo pensaba que no sentías nada por él desde antes de lo de HYDRA

-Yo tampoco lo creía. Cuando quise darme cuenta, ya se había marchado con Sam a buscar a Barnes -respondió con cara triste.

-¿Y no pensaste en llamarle para hablar sobre eso?

-No. No es que no quería, es que no podía hacerlo.

-¿Por qué? Si hacéis muy buena pareja, y ya sabes que siempre a deseado formar su propia familia, empezando por enamorarse de alguien especial. Y sé que tú eres esa persona, Nat.

-No, no y no... No puede enamorarse de mí, no estoy enamorada de él y no soy nadie especial -negó bruscamente con la cabeza. ¿Por qué todo el mundo le decía que era perfecta para el soldado si era más que obvio que lo suyo jamás funcionaría?

-Venga ya... Si cada vez que lo ves u oyes hablar de él te sonrojas inmediatamente y tartamudeas como si no pudieras hablar. Y a él le pasa lo mismo. Eso, hermanita, se llama "enamoramiento", y el primer síntoma es la negación.

-No, no, yo no... -quería seguir negándolo, pero una vez más, fue interrumpida.

-Todos os hemos visto mirándoos y Sam nos ha contado cómo os comportasteis cuando os conoció. Está más claro que el agua que que el destino os quiere juntos.

-¡NO, no podemos estarlo! -exclamó furiosa y dando vueltas por la cocina, tratando de calmarse- ¡Somos completamente contrarios! ¡Él es un buen hombre que merece toda la felicidad del mundo, mientras que yo soy una asesina con un oscuro pasado y que no puede darle la familia propia que tanto ansía!

-¿Acaso no has oído el dicho "los polos opuestos se atraen"?

-¡Sí, lo he oído cientos de veces!

-Pues vosotros dos sois la viva imagen -dijo en tono divertido, mientras que ella gruñía tratando de calmar su ansia de golpearle en la cara.

A Clint no le gustaba ver a su mejor amiga en esa situación, pero la espía ya llevaba mucho tiempo rechazando la idea de tener una relación con Steve, y ya iba siendo hora de que aceptara sus sentimientos hacia el soldado.

De lo contrario, ambos vengadores se quedarían solteros de por vida.

-Sólo aclárame algo, si no es molestia -dijo en tono serio, provocando que se volviera a sentar y lo mirara a los ojos.

-¿Qué quieres saber ahora?

-Si como tú afirmas, no sientes nada por el Cap, ¿por qué llevas años tratando de conseguirle una cita?

-Oh, no... -pensó asustada, suplicando que no lo descubriera- Eso no... Por favor, que no lo sospeche. Que no se me note...

-P-pues porque estaba demasiado concentrado en el trabajo y creí que presentándole a una chica podría...

-La Viuda Negra, la espía que yo conocí era fría y distante -la interrumpió de nuevo, y esta vez iba a conseguir que su amiga se diera cuenta de su error de no hacerle caso a su corazón- No le interesaba ser una mujer normal. Sólo le importaba su trabajo y el vivir bajo una identidad falsa. Pero mi mejor amiga, Natasha Romanoff, la vengadora a la que tengo delante, sí quiere serlo y formar una familia. Me parece increíble que no se diera cuenta de que el hombre de sus sueños ha estado cerca de ella todo este tiempo.

-Se acabó... -se dijo en pensamientos y comenzó a llorar, mirando fijamente los ojos del arquero. Esa era la señal que necesitaba para continuar.

-Amas tanto a Rogers, que te preocupas más por su felicidad que por la tuya propia. Le has ayudado y apoyado en todo momento y en cualquier lugar, sin importar en qué situación estuvierais. Y antes de darte cuenta, te habías enamorado perdidamente de él. Pensaste que contigo nunca sería feliz, y creíste que la mejor manera de olvidarte de él, era que se enamorara de otra mujer. Pero no funcionó, ¿sabes por qué?

La pelirroja negó con la cabeza, mientras las lágrimas continuaban su curso por sus mejillas.

-Él se negaba a todas esas chicas porque él se había enamorado de ti, y cuanto más tratabas de alejarle de ti, más sufrías al pensar que cedería y se juntara con otra. Lo que no sabías, es que Steve también estaba sufriendo, por miedo a que no sintieras lo mismo por él.

Los ojos de Natasha se abrieron a más no poder. Aún no se creía no lo que su amigo le estaba contando.

-Y para terminar mi discurso, ¿te cuento un secreto?

Ella, todavía atónita, asintió, temerosa de lo que escucharía a continuación.

-Cuando todos creíamos que tenías algo con Banner, ¿sabes cómo estaba Steve?

-¿Cómo?

Clint le sonrió y susurró...

-Estaba celoso.

-...- ahora sí que la pobre pelirroja estaba en shock.














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