"Lo que no te mata, te hace más fuerte"

Nota: ¡¡¡160 K de visitas!!! Mi obra no podría haber llegado hasta este punto de no ser por vosotros/as, mis queridos seguidores. ¡Una vez más, gracias de todo corazón!

Ahora, cambiando de tema... Sólo diré una cosa sobre el trailer de Thor: Ragnarok: ¡¡¡INCREÍBLE!!!

Y no sólo por los detalles de cómo será esta tercera entrega de Thor (al estilo de los gladiadores), sino por que también ha sido coronado como el trailer más visto en 24 horas en la historia de Marvel: más de 136 millones de visualizaciones en su primer día de lanzamiento.

Aunque tengo una duda... ¿Es el más visto por la pelea que tendrán Thor y Hulk? ¿Será porque llevábamos muchísimo tiempo sin saber de estos dos desde Vengadores: La Era de Ultron y los echábamos de menos?

Sea cual sea la razón, sólo espero que no nos decepcione y sea una maravilla de película, como las anteriores de Marvel. Sin embargo, tendremos que esperar hasta el 3 de noviembre para verla en cines, pero no hay nada mejor que quedarse en la intriga para desear ver con ansias el resultado final, ¿no?

Y hablando de intriga... disfrutad de este nuevo capítulo y deseadme suerte para finalizar de una vez por todas mi obra "Los Mellizos Rogers", que cumplirá dos años de publicación en julio.

Muchas gracias ;) y perdonad el retraso.







Sin que nadie se diera cuenta, ya había transcurrido una hora desde que los héroes más poderosos de la Tierra comenzaron su charla con los padres de Iron Man.

Bucky, Dalia y Gabe habían regresado a la sala y, por la cara que traía el supersoldado, estaba claro que las palabras de Gabriel habían logrado hacerle entrar en razón. Sin perder el tiempo, se sentó junto a sus amigos para saludar por fin a los espíritus de los Stark.

Fue un rato realmente animado y tranquilo, pero ya iba siendo hora de decir adiós.

Tanto Tony como Piper querían seguir hablando con Howard y María, pero Geneviève les advirtió que no podían estar más tiempo pues el uso a largo plazo de los poderes de Grace podía agotarla rápidamente, así que no tuvieron más opción que despedirse, no sin antes permitir que padre e hija les prometieran a los fantasmas que volverían a llamarlos pronto.

Más tarde, se produjo otra despedida.

Charles y Ororo tenían que regresar a la Mansión X, ya que no podían estar fuera tanto tiempo debido a sus alumnos y el resto de los X-Men. Se despidieron de los Vengadores y de Grace, a quien prometieron llevar a la escuela pronto para volver a ver a sus amigos y antiguos profesores.

Gen se quedaría en la Torre hasta que se resolviera el asunto de HYDRA y el KGB. Los superhéroes no le negaron su petición ya que era la hermana mayor de su nueva compañera y tenía derecho a vengarse de los terroristas por lo que le hicieron a Psíquica.

Tras decirle "adiós" temporalmente a los mutantes, todo el mundo se dispersó, salvo Grace y Wanda. Ésta última estaba muy preocupada por Pietro que, tras enterarse de su verdadero origen, salió de la Torre hecho una furia. No tenía ni idea de dónde se encontraba, de modo que le pidió a Piper que lo localizara.

Los demás también se marcharon para realizar sus respectivas actividades: Fury y Hill volvieron a la base de S.H.I.E.L.D; Steve, Natasha, los primos y los Nuevos Vengadores se dirigieron al gimnasio a entrenar; y Grace salió de la Torre a buscar Pietro. Lo hizo por petición de la gemela Maximoff, quien decidió dejar en manos de la francesa la oportunidad de convencer a su hermano de no seguir enfadado con sus padres.

Iron Girl logró encontrar al peliblanco con la ayuda de FRIDAY y, en cuanto lo supo, Bellerose salió de la Torre en su búsqueda. Geneviève había insistido en ir con ella por miedo a que HYDRA la encontrara, pero Grace quería hablar a solas con el velocista, pues creía saber cómo ayudarle.

Sólo esperaba que le escuchara como él la escuchó cuando le reveló su terrible pasado.






Castillo Belvedere  (16:00 p.m)

La soledad nunca es la solución para sentirse mejor, pero a veces resulta buena idea tener tiempo para uno mismo, sobre todo si se quiere tener paz y tranquilidad.

Eso era justo lo que Pietro necesitaba desesperadamente en ese momento.

Era comprensible que quisiera estar solo. No todos los días alguien descubre que es adoptado y que sus padres biológicos se habían mantenido ocultos durante años.

De todos los sitios de la ruidosa Nueva York, el mejor lugar para relajarse era sin duda Central Park, donde no existía zona más serena y hermosa que el Estanque de las Tortugas, cuya belleza destacaba por el magnífico Castillo Belvedere.


Y justamente era en ese lugar donde estaba el gemelo Maximoff, sentado a la orilla del lago, dejando que el tiempo transcurriera.

No le importaba saber las horas que llevaba allí. Tan sólo necesitaba aclarar sus pensamientos y pensar en lo que pasaría cuando él y su hermana fueran al colegio de mutantes, concretamente cuando conociera a sus progenitores.

Estaba furioso por el hecho de que sus padres los habían abandonado y dejado con las personas que los habían criado como sus verdaderos hijos. Sin embargo, una parte de Quicksilver le suplicaba que viera las cosas desde el punto de vista de Peter y Luna.

Ambos estaban en grave peligro por culpa de los científicos que utilizaron a la mutante para sus propios beneficios. Si era cierto que esas personas eran como HYDRA y el KGB, eso significaba que, en cuanto descubrieran el embarazo, experimentarían también con los bebés.

Además, gracias a su decisión de dejarlos al cargo de sus amigos sokovianos, Pietro y Wanda habían descubierto sus poderes y conocido a los Vengadores, los mejores amigos que podrían haber encontrado.

De tanto pensar en las distintas opciones de cómo debía actuar cuando los conociera en persona, su mente se había convertido en una verdadera encrucijada. ¿Cuál sería la decisión correcta? ¿Darle a sus padres desconocidos la oportunidad de explicarles a los gemelos los motivos de su desaparición? ¿O simplemente debería ignorarlos y continuar con su vida tal y como era antes de conocer al Profesor y a Tormenta?

-Falta una hora para que la visita al castillo termine -la voz de Grace le sacó de sus pensamientos. El peliblanco, sin vergüenza a demostrar su sorpresa de verla allí, se giró para encontrarse con su mirada- Tenemos tiempo suficiente para pasear por los alrededores.

La manera en la que había dicho eso era del todo natural, como si fuera una curiosa turista deseando conocer más allá de lo que sus ojos eran capaces de ver, pero el velocista sabía que la actitud de la francesa sólo era una máscara.

A pesar del poco tiempo que llevaban siendo amigos, Pietro ya había visto las distintas personalidades que mostraba Psíquica.

Antes y durante su primera cita, conoció su lado dulce, divertido y lleno de vida. Luego, fue testigo de su identidad oculta: la de una joven inocente y de corazón frágil que vivió una verdadera pesadilla en su infancia. Y ahora, sin saberlo todavía, estaba a punto de ver su lado sabio y valiente, como el de Dalia en su faceta de psicóloga.

-Te hará falta algo mucho más tentador que una visita a un castillo para animarme -murmuró Quicksilver, esperando que su amiga le escuchara.

-Tienes razón -contestó ella, sentándose a su lado y tendiéndole una bolsa blanca- Comida rápida. Siempre me levanta el ánimo. Espero que funcione contigo también.

Maximoff no pudo evitar soltar una risita entre dientes. Curiosa relación compartían ambos mutantes: él la conocía por su carácter y ella, por sus costumbres.

Bellerose era paciente. Sabía que ayudar a Pietro en un tema tan delicado como su origen llevaría un tiempo, así que era mejor animarlo con lo que más le gustaba en primer lugar. Después vendría la conversación.

Sin más preámbulos, comenzaron a comer. Los aperitivos consistían en perritos calientes, patatas fritas y batidos de frutas. La comida rápida típica de Nueva York... ¿Quién no podría resistirse?

Unos minutos después de terminar la comida, llegó el momento que Quicksilver tanto temía. El momento de hablar acerca de su actitud negativa hacia sus progenitores.

-Wanda me ha contado lo de vuestros padres biológicos -susurró Grace, lo suficientemente alto como para que la escuchara sólo él- Lamento que os hayáis enterado por el Profesor y Tormenta.

El silencio entre ambos era tan tenso que se podía cortar con un cuchillo. Parecía que Psíquica era la única que hablaría durante un buen rato, pues Pietro no se sentía con fuerzas de hablar sobre el tema. Sin embargo, no quería dejar pasar la oportunidad de entender la situación con alguien que no fuera su hermana, y mucho menos quedarse callado cuando lo que tanto necesitaba era desahogarse.

-¿Estaban allí? -su pregunta confundió al principio a Bellerose- En la escuela. ¿Los conociste u oíste hablar de ellos en algún momento?

-No. Bueno... mis amigos y los profesores los mencionaron en alguna ocasión, pero sólo sus nombres.

Él asintió con timidez. Le dolía el pensar que su amiga supiera de ellos y no le dijera nada. Pero confiaba en ella y sabía que lo que decía era cierto.

-Te lo juro por mi vida, Pietro. Si hubiera sabido que su apellido era Maximoff, os lo habría contado a Wanda y a ti.

-No importa. Si te soy sincero, creo que de hacerlo probablemente no te habríamos creído. Pero de lo contrario... Créeme, jamás me enfadaría contigo. Sé que, de conocerlos, nos lo habrías contado. Tranquila, no te culpo.

Aquello tranquilizó a Grace, pero sólo un poco. Algo le decía que estarían allí por un breve período de tiempo. Pero él hablaba, no parecía querer matar a alguien y se estaba abriendo a ella. Eso era buena señal, ¿no?

-¿Los odias? -preguntó con timidez- Porque eso sería un error por tu parte. Un grave error.

-¿Por qué lo sería? -quiso saber, sin entender lo que Psíquica quería decir con "error".

-Porque muchas personas no entienden el verdadero significado de la palabra "odio". El odio es un desprecio profundo e intenso hacia alguien o algo. Ese desprecio es lo que nos provoca el deseo de causarle alguna desgracia a aquello que odias, ya sea a una o muchas personas o a cualquier otra cosa. Es una emoción nociva y peligrosa. Tan poderosa como el amor. Fácil de activar e inmensamente difícil de controlar. Es justo lo que sentí cuando utilicé por primera vez mi mutación, ¿sabes? Marcio Sangnoir asesinó a mi familia y a la de Gen. Le vi matar a mi propia madre delante de mí. Escuché cómo le partía el cuello con sólo una mano. Observé cómo tiraba su cadáver por las escaleras de mi casa. Mi mamá... Vi cómo se apagaba la luz de sus ojos... cómo la vida se separaba de su cuerpo.

Grace luchaba por contener las lágrimas, tratando de no recordar aquella fatídica noche de nuevo. Era el pasado y ya llevaba años llorando por su pérdida. Ahora todo estaba bien: los espíritus de su familia descansaban en paz, tenía una hermana y amigos que se preocupaban por ella y la amaban... Tenía a Pietro, la persona con quien compartió su pasado, algo que nunca había hecho con nadie, salvo con Geneviève.

Ella ya había curado su dolor. Ahora le tocaba a Quicksilver. Su deber era ayudarle, y eso era lo que tenía que hacer.

-¿Y sabes qué? El odio que sentí... al principio no iba dirigido hacia Sangnoir, sino hacia mí misma. Me maldije por ser la única superviviente de aquella matanza. Porque no pude salvar a mi madre, quien murió a sólo unos centímetros de mí. Sé que suena ridículo: una niña de 10 años intenta salvar a su mamá de un fantasma asesino. Pero era lo que quería hacer, aunque pareciera imposible. Te juro que, de saber que tenía el poder para acabar con aquel monstruo, lo habría utilizado sin pensármelo dos veces. Pero lo descubrí justo después de perder a la única persona que me quedaba en el mundo. Ella estuvo dispuesta a dar su vida por mí y yo... no pude hacer nada por ella. Me sentía impotente, una completa inútil. No era justo que yo estuviera viva y el resto de mi familia muerta.

Maximoff quería pedirle que no continuara, pero sentía que su amiga necesitaba desahogarse, calmar su frustración, al igual que él. Grace tomó unos segundos para tomar aire y luego continuó:

-Cuando desperté, los espectros de mis padres me animaron a seguir adelante. Me dijeron que me amaban, que el culpable de todo era Sangnoir. Entonces, supe que había cometido un gran error al culparme a mí misma. Tenían razón, y les había hecho daño al hacerles creer que me estaba rindiendo cuando se supone que debería haberme sentido más fuerte que nunca. Yo soy la prueba de un dicho que, desde ese día, me he estado repitiendo una y otra vez, incluso cuando estaba presa de HYDRA. ¿Sabes cuál es?

El velocista negó con la cabeza sin dejar de mirarla. Ella le correspondió, posando sus ojos en los suyos.

-Ce qui ne te tue pas te rend plus fort.

Pietro sonrió ligeramente. Daba gracias a Dios por su empeño en aprender francés para comprender el idioma natal de la rubia.

-Lo que no te mata, te hace más fuerte -tradujo el sokoviano.

-Hay quienes creen que, después de pasar por una vivencia dolorosa y traumática, el ser humano se vuelve más frágil e inestable, incapaz de autoreconstruirse. Pero hay otros, como yo, que piensan lo contrario. El superar una experiencia como la mía te ayuda a aprender de tus errores, de darle más valor a lo que antes ignorabas... De ser más valiente, sabio y maduro de lo que nunca creíste poder ser. La vida es una aventura por la que vale la pena arriesgarse a veces. En muchos momentos creemos perderla y es ahí cuando nuestras ganas de seguir adelante se ponen en marcha. Y si fallamos, está bien. No pasa nada. Los fracasos nos ayudan a crecer. En ocasiones, perderemos la confianza y tendremos miedo de lo que esté por venir, pero debemos intentar hacernos más fuertes, a encajar mejor los golpes, y a superar los problemas que se nos presenten. Porque la vida es como un reloj eterno: nunca se detiene. Y aunque aparezca la muerte, o como Gen la llama "la hermana melliza de la vida", no debemos tener miedo de ella, ni tampoco del futuro.

Tal y como había imaginado Maximoff: Grace Bellerose como psicóloga era magnífica. Ahora ya sabía cómo se sentía Bucky después de una larga pero cómoda y emotiva charla con Dalia.

-La vida no es un castigo, Pietro. Es una bendición. Existe para que la disfrutemos, sin importar los obstáculos que se nos pongan por el camino. La pregunta es, ¿estamos dispuestos a aceptar el reto de afrontarla? Eso depende de nosotros mismos.

Ella tenía razón. Esa era la razón por la que Quicksilver le estaría eternamente agradecido. Grace le había devuelto la vida (literalmente) sin ni siquiera conocerle, y no había nada en el mundo lo suficientemente valioso o hermoso para compensárselo. La admiraba tanto. Esa mutante sabía perfectamente lo que tenía que decir y en qué momento. En serio debería pedirle a Dal que la convirtiera en su aprendiz.

-Te digo todo esto porque tienes la oportunidad de volver a vivir. Y creo que la mejor forma de empezarla es conociendo aquello que no habrías podido ver si hubieras continuado siendo un fantasma.

Ahora sí habían vuelto a la conversación inicial. El tema de Peter y Luna Maximoff.

-No te pido que los quieras o les llames directamente "papá" y mamá" cuando los tengas delante de ti. Sólo... me gustaría que les dieras una oportunidad de explicaros los motivos por los que se marcharon. Y aunque no quieras, por lo menos hazlo por Wanda. No eres el único que está sufriendo en estos momentos. Es tu hermanita y te necesita, ahora más que nunca. El conocer a vuestros padres... no puede ser peor que cuando sintió tu muerte.

Era cierto. También había el peor día de Pietro. Se alegraba de haber salvado a Clint de Ultron, pero en el fondo no quería morir por miedo a dejar sola a su gemela. Ahora estaba allí, vivo y con ganas de hacer todo lo que deseaba hacer desde que se unió a los Vengadores. Ver a sus progenitores no podía ser tan malo. Al menos... tanto él como Wanda sabían que los dejaron para protegerlos, no porque no querían cuidarlos y criarlos.

Después de un buen rato en silencio, el peliblanco decidió su respuesta.

-Lo intentaré.


Grace por fin se quitó ese gran peso de encima, el peso por el temor de que su amigo no estuviera de acuerdo con ella respecto a aceptar ver a sus verdaderos padres por primera vez. Pero lo habría logrado y se sentía feliz y aliviada por ello.

Ambos se levantaron al unísono y, de la nada, Pietro la abrazó fuertemente. Bellerose le correspondió, dejándose llevar por el momento.

-Gracias -le susurró Maximoff.


-De nada. Para eso están los mejores amigos, ¿no? Para quererse y apoyarse.

Eso era verdad, salvo por el hecho de que el velocista ya no consideraba a la rubia su "amiga". Bueno... sí lo era, pero gracias a ese apoyo y cariño que sentía por ella, ahora Pietro sabía que ya podía quitar de su lista de "planes para el futuro" el encontrar a su alma gemela. Porque ya la había encontrado. Pero no iba a presionarla, así que sería paciente, aunque él no fuera precisamente una persona a la que le guste esperar demasiado. De no ser así, no existiría el dicho "mejor tarde que nunca", ¿verdad?

Al separarse, Quicksilver se propuso a caminar a su lado de camino a casa. Sin embargo, algo lo detuvo. Ese "algo" era la extraña sensación de que no podía moverse, y no porque se había detenido a sólo unos pasos de donde estuvo sentado anteriormente, sino porque le era imposible mover las piernas... literalmente.

Con el ceño fruncido en confusión, bajó la mirada para ver el motivo de su inmovilización. Lo que se encontró fue algo completamente insólito... y muy conocido además.

Sus pies se encontraban atrapados dentro de un humo blanco, demasiado familiar como para no reconocerlo. Giró ligeramente la cabeza para encontrarse con la expresión juguetona de la dueña de ese humo, quien tenía la mano derecha totalmente abierta.

-N'avez-vous pas vu venir, monsieur Maximoff? (¿No lo vio venir, señor Maximoff?)


El susodicho se rió entre dientes. Esa chica era realmente su segunda mitad, la mujer de sus sueños. E iba conquistarla, de una forma u otra. La había sorprendido con su recién descubierto gusto por la lengua francesa. Su primera cita fue del todo perfecta, a pesar de que aquella noche, la pobre había revivido los desagradables recuerdos de su pasado. Pero todo había valido la pena, pues ambos abrieron sus corazones el uno hacia el otro, mostrando sus fortalezas y vulnerabilidades. Ya era hora de pasar al otro nivel, según pensaba el sokoviano. Tenía miedo de cometer algún error y alejar de su lado a Psíquica, pero era peor si no hacía nada para demostrarle que, en poco tiempo, había llegado a enamorarse de ella.

Mientras la seguía mirando, sus ojos se posaron en el agua del lago y se le ocurrió la forma perfecta para confesarle sus sentimientos. Cruzó los dedos mentalmente para que fuera correspondido.

La mutante dejó de reír y le liberó de su control paralizante. Estaba a punto de disculparse cuando, de repente, el peliblanco desapareció. Ya lo había visto correr antes, pero no creía que fuera tan rápido como para igualar o incluso superar la velocidad del propio sonido. Ahora ya entendía porque Tony le llamaba "Sonic", y no porque le recordara al famoso erizo azul de los videojuegos.

-¡Te he congelado las piernas hace unos segundos, Pietro! ¡No tengo ningún problema en hacerlo de nuevo! -exclamó, esperando que su pequeño grito le llamara la atención al gemelo Maximoff.

Miró en todas las direcciones, buscándole con todos los sentidos alerta, pero como el fantasma que era en lo más profundo de su ser, Quicksilver se había esfumado en el aire. A punto estaba la francesa de llamarle de nuevo cuando notó que unos fuertes brazos la agarraban de la cintura y, antes de que pudiera gritar, ella y el "desconocido" cayeron al agua.

Sólo unos segundos después, salieron a la superficie. Lo normal sería que la francesa se cabreara y le golpeara por darle ese susto de muerte, pero no era el caso. Ambos mutantes se miraron a los ojos y estallaron a carcajadas.

-¿No lo viste venir? -preguntó Maximoff con su típica sonrisa.

-Te vas a enterar... -le amenazó Grace, tirándole agua a la cara. Él no tardó ni cinco segundos en devolverle el chapoteo.

Cualquiera que los viera pensaría que eran unos niños grandes jugando, o más bien luchando, para saber cuál de los dos terminaba más mojado. Unos minutos después, sus risas y la guerra de chapoteos se detuvieron, pero sus sonrisas todavía dominaban las expresiones de sus caras, que poco a poco terminaron en convertirse en miradas de cariño y otro sentimiento que ninguno pudo identificar.

Inconscientemente y a merced de los hermosos ojos azules de la chica, Pietro la rodeó de nuevo con los brazos en su cintura, y ella hizo lo mismo con los anchos y duros hombros del mutante. Al instante, sin decir ni una palabra, Maximoff chocó sus labios con los de ella, dándole a Bellerose su primer beso.



A unos pocos metros del Estanque de las Tortugas

Los dos mutantes estaban tan ocupados besándose, que no notaron la presencia de una persona que llevaba un buen rato mirándoles.

Se trataba de Piper Stark, escondida detrás de un árbol y soltando un profundo suspiro de enamorada, feliz de haber presenciado en primera fila el primer beso de Silver Psychic.


Sin duda alguna era digna hija de su padre. Al igual que Iron Man, ella era una de las principales casamenteras de la familia Vengadores, además de su tía Darcy.  

-Oh, Kalet, esto tienes que verlo -susurró emocionada mientras tecleaba en su brazalete el número del chico al que estaba a punto de llamar.










26 años en el futuro

Año 2042. Planeta Tierra, también conocido como Midgard o Terra.

En comparación con la Tierra de antaño, la cual había sufrido guerras en las que habían muerto millones de personas, y tenía una política corrupta e injusta, con miles de problemas como los derechos de los seres humanos y los animales, el calentamiento global, los desastres naturales (tsunamis, terremotos, inundaciones...), el peligro de las armas, la violencia de género, todo tipo de tráfico como de drogas o personas, el racismo, etc., ahora parecía la viva encarnación del jardín del Edén.

La naturaleza abundante rebosaba de vida, los países se llevaban mejor. Ya no había animales maltratados o en peligro de extinción y la mayor parte de los humanos vivían en perfecta comodidad, sobre todo los de Oriente Medio o África, que ya no sufrían los horrores de morir por las luchas sin sentido o las enfermedades aparentemente incurables.

Todavía había muertes en todo el mundo por accidentes o asesinatos, pero no a gran escala como en el pasado. Las plagas que antes devoraban todo a su paso ya estaban controladas, al igual que las enfermedades como el cáncer y el resto de virus mortales.

Y todo esto, ¿cómo ha sido posible? Pues con la ayuda de ciertos superhéroes y sus hijos que habían salvado el planeta en incontables veces mientras vivían sus propias vidas con sus familias, y les abrieron los ojos a aquellos que carecían de la esperanza de que la Tierra pudiera superar todos sus problemas.

S.H.I.E.L.D continuaba su tarea de salvaguardar el mundo de los actuales peligros, exterminando poco a poco los últimos vestigios de la antigua HYDRA y las organizaciones terroristas restantes. Los X-Men habían conseguido que los mutantes y los humanos pactaran la paz y expandido sus ideales de igualdad a lo largo del planeta, incluso habían adoptado en sus hogares a los propios inhumanos. También se habían creado colegios para "jóvenes talentos" en cada rincón del mundo, teniendo a la Mansión X como su principal inspiración.

Pero no sólo habían paz permanente en la Tierra, sino también en el resto del universo. Los Vengadores, junto con los Guardianes de la Galaxia, consiguieron evitar y acabar con las múltiples amenazas que habían amenazado a todos los planetas del cosmos.

Muchas especies de alienígenas, que anteriormente no encajaban en sus respectivos lugares, habían hallado refugio y compañía en la propia Tierra, que ya no era considerada una "roca insignificante", sino un mundo que consiguió mejorar y evolucionar a lo largo de la primera mitad del siglo XXI. Un claro ejemplo de eso se podía apreciar en los polos Norte y Sur, donde ya no se corría el riesgo de que se descongelaran, pues sus nuevos habitantes habían ayudado a los diferentes grupos étnicos de humanos que seguían viviendo allí.

Y, ¿quiénes eran esos nuevos habitantes? Sorprendentemente, eran los jotun, también conocidos como Gigantes de Hielo, originarios del reino de Jötunheim.

Sí, los eternos enemigos de Asgard ahora visitaban los sitios más fríos de Midgard. Según su nuevo rey, Einarr, antiguo general del ejército jotun durante el reinado de Laufey, era un sitio agradable donde vivir, sobre todo en invierno. Al fin, después de tantos problemas, los Nueve Reinos estaban en paz, justo como Odín, padre de Thor, había deseado toda su vida.

Otro de esos bellos y pacíficos lugares en el planeta era sin duda París, en Francia. Por sus calles ya no caminaban sólo seres humanos, sino también especies de otros planetas y gente con poderes de todo tipo.

Una de esas personas "especiales" estaba contemplando por la televisión de su cuarto cómo la gente normal y los aliens trabajaban codo con codo en cubrir la Torre Eiffel con acero totalmente inoxidable. Por fin, los habitantes de Francia ya no tenían que preocuparse del continuo efecto de la corrosión sobre la estructura metálica de su símbolo nacional.

Esa persona era muchacho de 22 años, rubio, de profundos ojos azules y una mirada que enamoraría a más de una adolescente en busca del amor. Él, al igual que toda su familia, era universalmente conocido y amado por millones de admiradores/as por su agradable personalidad, férreo sentido de la justicia, dulzura irresistible y fuerza enérgica. O mejor dicho... velocidad enérgica.

El chico acababa de llegar a casa después de dar una tranquila vuelta por la calles de Saint-Germain-en-Laye, la ciudad donde nació y creció. La noticia sobre la Torre Eiffel le llenaba de felicidad. No podía esperar a decírselo a sus padres, quienes en ese momento se encontraban celebrando su aniversario de bodas en la Isla de Porquerolles.

Estaba a punto de ir a bañarse a la piscina de su jardín cuando, sin previo aviso, su móvil se activó, dando comienzo a la canción Strike Back de la banda de rock japonesa Back-On. Adoraba esa canción desde que la escuchó por primera vez como el opening 16 del anime de Fairy Tail*.

*Nota: No he podido evitarlo XD Me encanta este manga, y el anime es increíble. Para las personas que no lo conozcan, os lo recomiendo.

P.D: Espero que, de verlo, os volváis shippeadores/as de las múltiples y "futuras" parejas protagonistas ;) Y para información de aquellos que ya lo conocéis o lo habéis visto, soy shippeadora de NaLu (Natsu y Lucy) :)

https://youtu.be/Fdj_IEyuYRs


Una vez que terminó la canción, respondió a la llamada, sonriendo al ver de quién se trataba.

-Hola, Miss Inteligencia. ¿Qué tal todo en el pasado?

-Mi querido primo, ya puedes respirar tranquilo. La misión "juntar al Silver Psychic" ha sido un éxito. Observa.

El chico sabía qué pretendía hacer Piper al otro lado de la línea. Iron Girl había perfeccionado los brazaletes de la familia Vengadores para que, a través de una imagen holográfica captada por éstos, se pudiera ver en los móviles lo que se estaba gravando, como si fuera un videochat en tiempo real.

Dejó su teléfono encima del escritorio y esperó la imagen que su prima quería enseñarle. En cuanto ésta llegó, la sonrisa que adornaba su cara aumentó.

-¿Lo estás viendo?

-Sí, lo veo -respondió, encantado de presenciar aquel momento tan íntimo entre los mutantes- Así que, así fue el primer beso de mis padres.


¡Sorpresa! El misterioso muchacho se llamaba Kalet Walter Maximoff Bellerose, conocido entre los superhéroes y mutantes de todo el mundo como Wind Ghost, el Fantasma del Viento.

Miembro de los Guardianes Vengadores X y perteneciente a una poderosa familia: hijo de Pietro y Grace Maximoff, sobrino de la Bruja Escarlata y Geneviève Bellerose, nieto de Peter y Luna Maximoff, y bisnieto de Erik Lehnsherr alias Magneto.

También era mutante de nivel Alpha y, como su padre y su abuelo antes que él, había heredado el don de la velocidad supersónica. Pero también compartía los mismos poderes "espirituales" que su madre, por lo que, gracias a la combinación de ambas habilidades sobrehumanas, Kalet era capaz de utilizar los mismos poderes que los fantasmas (volverse invisible o transparente, traspasar superficies sólidas, comunicarse con otros espectros, etc.).

-Me recuerdan a mis padres cuando celebraron su décimo aniversario de boda. Aunque ellos se cayeron en la piscina gigante del parque acuático Wet'n'Wild SplashTown en Texas, no en un lago frente a un castillo.

-Pues a mí me recuerda el día que la tía Helen nos llevó de vacaciones a las Cuevas Reed Flute. Aquel lugar sí era surrealista... y muy romántico.

-Y que lo digas. Mi padre todavía tiene las fotos de los besos de todos los matrimonios, sobre todo los de Scarlet Vision.

-Es lógico, celebrábamos el cumpleaños de tía Wanda. Piper, de verdad, muchísimas gracias por enseñarme esto. Me ha subido mucho el ánimo. Pero, ¿estaba el "espionaje de parejas" incluido en los entrenamientos de los tíos Clint y Nat?

Respeto por la intimidad. En eso se le parecía Kalet a su madre, aunque no le importaba ver el primer beso de sus progenitores de esa forma.

-Lo sé, pero sabes que no puedo evitarlo. Lo mejor será que me vaya y los deje solos, ¿no?

-Me has quitado las palabras de la boca -se rió él.

-De acuerdo. À plus tard, Fantôme du Vent (Hasta luego, Fantasma del Viento) -se despidió la joven Stark, dando por finalizada la llamada.

Al colgar el móvil, también desapareció la imagen, pero el joven mutante sabía que no se olvidaría de ella tan fácilmente y rezaba para que no sucediera nada en el pasado que pudiera poner en peligro la relación de sus padres, cosa que dudaba pero al mismo tiempo temía.

-Una pareja menos. Sólo queda juntar al Romanogers -pensó seriamente, preocupado por Steve y Natasha.

Había visto en la imagen holográfica la fecha en la que sus padres se habían besado por primera vez. Si Rogers y Romanoff no estaban "juntos" esa misma noche, James y Maggie jamás existirían, y probablemente el soldado y la espía estarían en peligro de muerte por los mismos monstruos que secuestraron a su madre hacía tantos años: HYDRA y el KGB.







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