Los rayos del sol se colaban por las cortinas de la ventana de Natasha, cuyos ojos se abrían poco a poco.

Mientras su vista intentaba adaptarse a la luz del amanecer, notó que algo la sujetaba por la cintura. Ese "algo" era un brazo musculoso. Sonrió de oreja a oreja al saber de quién era.

-Buenos días -susurró una voz a su oído. La espía no pudo evitar sonrojarse y se giró hacia el hermoso rostro que la volvía loca.

-Buenos días Rogers. ¿Has dormido bien? -le preguntó acariciando su mejilla.

-Mejor que bien -respondió el sonriente soldado- Anoche fue...

-¿Fantástico? ¿Increíble? ¿Asombroso?

-En realidad iba a decir "no tengo palabras para describirlo". Pero sin duda ha sido todo lo que has dicho.

- He de admitir que me has sorprendido, capitán -contestó pícaramente y él le lanzó una mirada interrogativa- Nunca pensé que serías tan bueno en la...

-Por favor -la interrumpió al instante- No lo digas. Lo último que me faltaría es que destruyeras lo que me queda de mi caballerosidad.

-Oh, no tienes porque sentir vergüenza -se acercó a él hasta posar la cabeza en su cálido pecho y con la mano notaba los fuertes latidos de su corazón- Tarde o temprano debe llegar el día en que los caballeros deben dejar que sus doncellas les roben su "pureza".

Steve se rió por el comentario. Aún no se lo podía creer. ¡Natasha y él habían hecho el amor! Por fin pudo confesarle todo lo que sentía por ella y dió gracias a que ella le correspondiera.

Aunque su cara mostraba pura alegría, su corazón latía a mil por hora al recordar lo que hicieron. Y latía aún más al sentir sus cuerpos desnudos y que sólo una fina manta impedía que contemplara la anatomía de la pelirroja otra vez.

Era una tontería estar avergonzado por eso si anoche se desvistieron mutuamente, pero no podía evitarlo.

-Bueno... en eso no puedo decirte que no. Me siento aliviado.

-¿Aliviado de no tener que seguir ocultando que te morías por mí? -preguntó con voz juguetona.

-Sí... y de saber que Tony podrá al fin dejar de llamarme "Capitán Virginidad".

Nat no soportó estallar a carcajadas. Se sentía la mujer más feliz de todo el universo, aunque todavía le dolía el saber que no podría darle a Rogers hijos. Tenía que saber la verdad.

-Steve, tengo que confesarte algo.

-¿Qué ocurre, Nat? -preguntó preocupado por el repentino cambio de humor de la ojiverde.

-Cuando te dije que no podía darte la familia que querías... lo decía literalmente.

-¿A qué te refieres?

-Verás... cuando terminé mi entrenamiento en la Sala Roja, me inyectaron un suero derivado del tuyo. Este suero me mejoró físicamente como a ti, pero me dijeron que también me haría estéril porque una asesina jamás debería amar o ser madre.

El rubio se quedó perplejo.

-¿Qué clase de monstruos se atrevieron a hacerle eso a mi chica? -pensó furioso.

-Cuando descubrí que tu mayor sueño era tener hijos, supe enseguida que no había futuro para nosotros. Esa era otra de las razones por las que me negué a creer que podríamos ser pareja.

Romanoff sentía que las lágrimas estaban a punto de salir de sus vidriosos ojos esmeralda. El soldado ya estaba harto de que el pasado de Nat continuara destrozándole la vida y se dispuso a hacerle entrar en razón.

-Tasha, no ocultaré que lo más deseo es tener hijos contigo. Pero tampoco pienso abandonarte por saber que eres infértil porque no me importa. Hay otras maneras de ser padres, así que ni pienses que voy a dejar de amarte por eso porque lo único que quiero ahora mismo es a ti y sólo a ti -dijo Rogers sin apartar la vista de la mujer que amaba.

Con esto la vengadora lloró pero de felicidad y se puso encima del capitán, besándole con pasión y cariño, a lo que él correspondió, acariciándola por la espalda desnuda.

Sin embargo, su momento mágico se vió interrumpido por unos golpes en la puerta.

-¿Nat? ¿Estás despierta?

Era Betty. La espía se levantó cubriéndose con la manta y Steve cogió su ropa rápidamente.

-Escóndete en el baño. Cuando se vaya te avisaré -le susurró mientras él se ponía la ropa interior y el pantalón.

Cuando se metió en el cuarto de baño, Tasha ya tenía puesta una bata, se secó las lágrimas y abrió la puerta.

-Hola Betty -dijo fingiendo una sonrisa.

-Buenos días, el desayuno ya está listo. ¿Quieres que te prepare un café u otra cosa?

-Ah, no gracias. Prefiero desayunar afuera.

La novia de Bruce notaba algo raro en la pelirroja. Saltaba a la vista que tenía los labios hinchados y el pelo alborotado. Por un momento creyó haber oído a alguien hablar con ella en susurros pero no logró reconocer la voz de ese "alguien".

La situación resultaba extremadamente incómoda y Betty decidió irse y dejar que Tasha se vistiera.

Al marcharse Ross, Steve salió del baño, vestido y riéndose.

-¿Qué te hace tanta gracia?

-Parece que tenías razón en lo de que el amor es para los niños.

-Que me vas a contar. Me siento como una niña traviesa que oculta un gran y divertido secreto.

-Lo mejor será que vuelva a mi cuarto, tengo que ir correr con Sam en unos minutos.

-Vale, nos vemos luego -se despidió de su hombre con un pequeño pero apasionado beso y este se fue.

...

El desayuno ya estaba preparado y todos se reunieron en la mesa en compañía de Grace. Los mellizos se adelantaron a ellos y se encontraban en el gimnasio. Clint regresó a su casa después de ver el vídeo y llamó a las 9 a.m diciendo que volvería más tarde a la Torre.

-¿Te ha gustado la visita guiada por nuestra casa, Grace? -le preguntó dulcemente Betty a la vidente.

-Sí, me ha encantado. No sé cómo agradeceros que me hayáis salvado -dijo mostrando por primera vez su reluciente sonrisa.

-No te preocupes por eso. Ahora lo importante es que estás aquí y haremos lo imposible para protegerte de HYDRA -le aseguró Wanda apoyando una mano en el hombro de la nueva mutante.

-Muy bien dicho brujita. Por favor, un brindis por nuestra nueva vengadora -exclamó Stark levantando su taza de café.

-Tony, estamos desayunando, no es una fiesta -contestó Bruce riéndose.

-Entonces esta noche celebraremos la bienvenida de la señorita Bellerose y de los "gemelos" del Capipaleta y la Arañita.

-Cariño, ¿no sería mejor mañana? Sólo ha pasado un día desde que llegaron. Necesitan descansar un poco más -trató de convencerle Pepper.

-Bueno... está bien. Pero mañana fiesta sin falta ¿eh?

El multimillonario ya tenía planeado cómo declararse a su novia y se notaba su desesperación por pedírselo pronto. Los únicos que sabían lo que planeaba eran sus posibles padrinos: Steve, Rhodey y Bruce.

-¿Tan impaciente estás por otra "cena familiar", Stark? -se rió Falcon preparándose para ir a correr con Rogers como todas las mañanas.

-Por favor, soy el rey de las fiestas y el alma de esta familia -respondió señalándose a sí mismo con orgullo- Mi deber es mantenernos a todos juntos y darle a los nuevos Vengadores la bienvenida que se merecen.

-Si la celebración es mañana por la noche, ¿no debería comenzar ahora con los preparativos, señor Stark? -entró en la conversación Visión.

-Ay madre, tienes razón. Gracias por recordármelo, amigo -se apresuró a levantarse.

-Bueno, yo me voy a dar una vuelta por Central Park. ¿Sabéis si Steve está despierto?

Todos se quedaron callados ante la pregunta de Wilson. No era normal que su líder durmiera tan tarde.

-Pues ahora que lo dices, nadie le ha visto desde ayer -respondió Rhodey extrañado.

-Yo fui a buscarle, pero no estaba en su habitación -respondió Bruce.

-¿Y Natasha? -quiso saber Iron Man.

-Le avisé del desayuno. Me dijo que no vendría -dijo Betty levantándose- Pero antes de entrar... juraría que la oí hablar con alguien.

El silencio se formó en la sala y se rompió por un sonido proveniente del móvil del multimillonario. Pepper supo enseguida qué estaba haciendo su novio.

Tony había activado la cámara de fotos.

-Como gritó mi yo del futuro en el vídeo de 2042: Romanogers existe -murmuró con una sonrisa maliciosa.

Dicho esto, salió corriendo hacia el cuarto de Nat con el móvil por delante, seguido de cerca por Pepper, quien le gritaba:

-¡¡¡ANTHONY EDWARD STARK, NI SE TE OCURRA HACERLO!!!

...

Los demás seguían atónitos ante lo que acababa de pasar.

-Si los pilla, ¿qué creéis que hará con la foto? -preguntó Wilson rompiendo el hielo.

-Conociendo a Tony seguramente la publicará en todos los medios de comunicación del mundo -respondió Banner algo cómico.

-Pobrecito, si llega a hacerlo dudo mucho que pueda escapar de nuestra Viuda Negra -comentó algo graciosa Wanda continuando con su desayuno.