Batalla en las Alturas

Nota:

"El universo está en peligro, y por eso los héroes se han reunido"

"Más Vengadores que nunca"

¿¡230 k de visitas en "Los Mellizos Rogers"!? ¡Realmente os amo, seguidores míos! Ahora... ¡¡¡Vengadores: Infinity War!!! ¡He estado contando los días para cuando saliera en cines! Ha habido muchos gritos, lo sé (he sido testigo en primera persona, XD). Y, por desgracia, muchas lágrimas también... :(


Pero aún así, ha sido una de las películas más épicas que he visto en mi vida. Y la mayor alegría que me ha dado es sin lugar a dudas el retorno de nuestro más que amado Romanogers, que ha vuelto a la carga más unidos (y cambiados) que nunca<3    


Aunque es sólo la primera parte del épico final, no cabe duda de que la misión de los Vengadores de proteger la Tierra ha llegado a su punto álgido. Para celebrar su estreno (y mi regreso con este nuevo capítulo), os traigo un vídeo en el que se demuestra el enorme impacto que las películas de Marvel ha causado en mi corazón a lo largo de todos estos años:

Canción: "Live Like Legends" de Ruelle


Han sido unas semanas bastante buenas para mí, y espero que vosotros/as las hayáis disfrutado también, a pesar de la "interminable" espera a que volviera a actualizar (perdón por la tardanza, el instituto otra vez). Pero si hay algo que ha mejorado mucho mi humor es el escuchar todos los días el opening 2 de Nanatsu no Taizai: Imashime no Fukkatsu...


... y por supuesto, el tan esperado Eurovisión 2018.

Con respecto a las canciones, ha habido muchas que me han encantando como Estonia, Dinamarca, Chipre, Israel, etc. Pero si tengo que elegir una favorita que podría escuchar durante todo el día, entonces sería la de Australia, no sólo por su ritmo, sino por el mensaje que transmite: "No te rindas, porque tenemos amor". Mirad los subtítulos en español, y sabréis lo que significa.

Canción: "We Got Love" de Jessica Mauboy


Como dije en el capítulo anterior... 2018 pinta muy bien ;)

...

Cuando salieron de la Torre, los Vengadores tenían la esperanza de llegar al Denali sin ningún contratiempo en el camino, buscar la guarida de HYDRA, salvar a Steve y Natasha, vencer de una vez por todas a ambas organizaciones terroristas y volver a casa todos juntos, sanos y salvos. Pero con unos diez jets enemigos pisándoles los talones, la situación se complicaba aún más. De estar en tierra firme, podrían acabar con ellos fácilmente. Sin embargo, cuando uno se encontraba en una nave, sobrevolando una gran ciudad con miles de personas paseando por las calles, mientras era perseguido por gente que sólo podían clasificarse como una auténtica "plaga", las cosas no eran agradables en absoluto. Ni tampoco fáciles.

-No me sorprende que esas ratas hayan salido de su madriguera, ¿¡pero tenía que ser justo ahora!? -se quejó Sam.

-Con HYDRA y el KGB nunca sabes lo que va a pasar. Son demasiado impredecibles -comentó a duras penas Bruce, que luchaba por controlarse y no convertirse en Hulk.

Lo último que los héroes más poderosos de la Tierra necesitaban en ese instante era tener que lidiar con el grandullón verde, al mismo tiempo que intentaban quitarse de encima a las naves enemigas.

-Pues nosotros lo seremos aún más -dijo Clint, justo en el momento que dos de los jets comenzaron a dispararles.

Hill y Barton hacían todo lo posible por mantener el control del Quinjet y esquivar los disparos, además de intentar no acercarse demasiado a los edificios de Vancouver. Los daños colaterales serían demasiado grandes como para permitir que ocurrieran, incluso aunque fueran por accidente. Podrían contraatacarles, pero era imposible entrar en batalla mientras tenían debajo de ellos a todos aquellos transeúntes, inconscientes de la situación gracias al modo camuflaje de la nave de los superhéroes.

Por desgracia, los disparos de los jets de HYDRA no estaban "camuflados" e impactaron en varias zonas de las construcciones, muy cerca del Quinjet, provocando temblores y la caída de casi todos los Vengadores, salvo los que lograron sujetarse a algún soporte y seguir de pie, pero con dificultad.

-¡Maldición! ¡Tenemos salir y luchar! -gritó el príncipe de Asgard, alimentando su martillo con descargas eléctricas, señal de que estaba listo para iniciar una batalla.

-¡Ni se te ocurra, Thor! ¡No podemos arriesgarnos a que la pelea ponga en peligro a la gente que está ahí abajo! -le advirtió sombríamente María. Definitivamente no estaba de humor para armar un plan de estrategia mientras conducía la nave y evitaba que volaran en pedazos.

-¿¡Y qué hacemos entonces!? -preguntó Scott, quien fue uno de los desafortunados en caer al piso- ¡No podemos simplemente huir y esperar a que nos dejen en paz!

-Creo que va siendo hora de sacar la artillería pesada, ¿verdad, chicos? -comentó de repente Piper, con una sonrisa depredadora. Conociendo a la hija de Iron Man, fuera cual fuera el plan que se le había ocurrido, el resultado sería devastador para los jets de HYDRA.

-¿En qué estás pensando, nena? -le siguió el juego Tony, aunque él estaba tan confuso como el resto de sus compañeros.

Iron Girl no pudo dar ninguna explicación, ni tampoco quiso hacerlo, pues en ese preciso momento miró a los hermanos Barton, quienes se juntaron en el centro de la pequeña sala del Quinjet. Cooper y Lila preparando sus pistolas y Nathan, en compañía de su inseparable ballesta, se puso la mochila que activaría las alas de Falcon, convirtiéndose en el Guardián Vengador X con el nombre de Horus. Parece ser que eran ellos a los que Piper se refería con "artillería pesada".

Los hijos de Ojo de Halcón terminaron de preparar sus respectivas armas para luego dirigir sus sonrientes caras a los mellizos Rogers.

-Soldado América, Viuda Roja -habló Coop, ganándose la risa de sus primos por haber utilizado sus alias de superhéroes. Realmente estaban tramando algo de lo que disfrutarían muchísimo hacer- ¿Sus órdenes?

Ambos hermanos se miraron sin dejar de sonreír, hasta que hablaron con perfecta sincronía.

-Dadles una olímpica paliza... -dijo primero James, y luego le siguió su hermana.

-...y procurad hacerlo con estilo.

-Brutalidad y elegancia... -Lila saboreó esas simples pero importantes palabras como si de caramelos se trataran- Mi combinación favorita en una pelea.

-Como diría la tía Nat: "Esto va a ser divertido" -recitó Nathan, despidiéndose con una mano del resto de la familia, totalmente confundida por lo que estaba pasando- Nos vemos en un rato.

En el momento en que salieron de la sala, Clint activó los monitores de las cámaras de seguridad de toda la nave, esperando averiguar qué pretendían hacer los yo del futuro de sus niños. Todos los Vengadores se fijaron en la pantalla y se sorprendieron al verlos abrir la trampilla trasera del Quinjet, con la clara intención de saltar en dirección a los jets que todavía les disparaban.

-¿Van a luchar contra ellos solos? -casi grita el arquero, preocupado por la seguridad de sus hijos.

-¿Los hermanos Barton? -preguntó divertida Ashley, emocionada por la vista ante sus ojos, igual que el resto de los viajeros del tiempo- Esos tres son capaces de meterse dentro de un megatsunami, y salir por el otro lado como si hubiera sido una ligera ola.

-HYDRA y el KGB ya pueden decir sus últimas palabras -bromeó Bred, mostrando lo orgulloso que estaba de su prometida y sus mejores amigos- Los halcones han sacado las garras y van a por ellos.

-¿Seguro que estarán bien? ¿No deberíamos ir a ayudarles? -expresó su preocupación por sus sobrinos Wanda.

-Para nada -negó Siriana sentándose en uno de los asientos, preparada para ver el espectáculo que estaban a punto de realizar sus primos- Subestimar a este equipo será el mayor error que esos agentes cometerán en toda su vida.

Mientras tanto, sabiendo que los Vengadores los estaban observando por las cámaras, el equipo de hermanos se tomó su tiempo antes de ir a por los jets enemigos. Tanto Cooper como Lila, con una pistola en cada mano, activaron sus "aerobotas" y Horus desplegó las alas de acero de su traje. Justo como el trío deseaba, tres jets aceleraron nada más verlos y se prepararon para volver a disparar. Pobres desgraciados, no tenían ni idea del lío en el que se habían metido al desafiar a los futuros agentes de S.H.I.E.L.D.

-Uno para cada uno -eligió rápidamente Coop a su presa- Me pido ir por el del medio.

-Todo tuyo. Iré por abajo -se ofreció Nathan, deseando poder ver las caras de su familia ante lo que estaba a punto de pasar. La sorpresa que se llevarían no tendría precio.

-Yo por arriba. Buena suerte a los dos -se despidió de sus hermanos Lila, cogiendo la delantera.

Nathan fue el siguiente en saltar, en dirección a la izquierda, y Cooper activó su transmisor para hablar en un susurro con quien estaba al otro lado.

-¿Ya estamos protegidos?

-Coloqué tres escudos individuales en vuestros cuerpos antes de que salierais por la puerta. A por ellos.

Sin nada que temer, el primogénito de la familia Barton voló hacia el jet que tenía justo enfrente. Pero a medida que se acercaba, los pilotos enemigos se dieron cuenta que Coop no tenía pensado cambiar de rumbo. ¡Iba directamente hacia ellos!

Esto también lo notaron los Vengadores, lo que asustó tremendamente a Clint.

-¿¡Qué está haciendo!? ¿¡Quiere chocar contra el jet a propósito!?

-No te preocupes por él -le dijo Bred a su lado- Tenéis que ver esto para creerlo.

Nadie tuvo tiempo de decir nada más, porque es cuanto volvieron a posar sus ojos en la imagen, se quedaron mudos. Y el enemigo tampoco pudo hacer absolutamente nada. Creían que en el último segundo, el hijo de Ojo de Halcón esquivaría el inminente impacto.

Grave equivocación.

Justo en el momento en que el sonriente Cooper estaba punto de colisionar contra la cabina, una extraña aura azul apareció de la nada, envolviendo completamente su cuerpo. Y de repente... ¡BUM!


El mayor de los hermanos Barton cruzó en un santiamén todo el jet... por el medio.

Al salir del humo, miró hacia atrás todavía con su gran sonrisa y disparó contra los últimos restos de la nave, impidiendo que cayeran al suelo y así proteger a los inocentes, que continuaban caminando como si ninguna batalla se estuviera librando encima de sus cabezas. Tras cumplir su objetivo, se dispuso a ayudar a sus hermanitos con las nueve naves restantes.

Mientras tanto, en la sala del Quinjet, los héroes aún no se habían recuperado del shock, mientras que los Guardianes Vengadores X se entretenían riéndose y aplaudiendo por el "espectáculo". ¿En serio, había ocurrido de verdad lo que acababan de presenciar? ¿Cooper Barton se estrelló intencionadamente contra el jet de HYDRA, el cual había explotado, y había sobrevivido sin ni siquiera un rasguño? Habían visto muchas locuras y cosas imposibles a lo largo de los años (mayormente en las últimas semanas), pero ésta se llevaba el premio gordo.

-¿¡CÓMO HA HECHO ESO!? -gritó a todo pulmón Pietro.

-¡¡¡Partió el jet por la mitad con sólo atravesarlo!!! -le siguió el atónito Tony, con una mano en la frente, sin creerse todavía lo que acababan de ver sus ojos.

-¡Ese es mi hijo! -saltó Clint del asiento y con los brazos alzados, orgulloso de la victoria de su primogénito. Le daba igual cómo lo había conseguido. Coop era un fenómeno, y nadie le quitaría esa ilusión. Salvo...

-¡CLINT! ¡LOS MANDOS! -chilló con todas sus fuerzas Hill.

El arquero volvió a la realidad y regresó a su asiento, aún con la expresión de felicidad en su rostro.

-Perdón... la emoción - se excusó, sin dejar de mostrar en su rostro el tremendo orgullo que sentía por su hijo.

-¿¡Pero cómo fue capaz de...!? -continuó con las preguntas Wilson, mas no pudo obtener respuestas debido a otra onda de explosiones que le hicieron caer de nuevo a él y los demás Vengadores.

-Os lo contaremos en cuanto nos los quitemos de encima, ¿de acuerdo? -prometió Gabe, quien, junto con Siriana, era el único que no se había inmutado por ninguno de los temblores.

Al escuchar sus palabras, Wanda no pudo evitar mirar hacia él. Le sorprendía lo tranquilo que estaba, incluso en una situación de vida o muerte como la que los héroes se encontraban en ese momento. Sin embargo, su admiración por el joven pasó a convertirse en confusión y sorpresa. La razón de esto es que, debido a su mutación, la Bruja Escarlata era capaz de percibir anomalías en el cuerpo de los que estaban a su alrededor. Fiándose de su curiosidad y con mucho cuidado, utilizó su telepatía para leerle la mente al Guardián Vengador X. Pero tras unos cuantos intentos, descubrió que era imposible. Era como si Gabe tuviera un muro en su interior que lo protegía de la "invasión de memoria" de Wanda. Se concentró aún más en averiguar qué estaba pasando... y lo que vio en él la tomó completamente desprevenida.

Gabriel tenía la misma aura azul misteriosa que todos habían visto en Cooper cuando destruyó el jet, pero la suya era invisible para los ojos de todos los presentes en el Quinjet, salvo para ella. Y además, era muchísimo más fuerte. Aunque la gemela Maximoff no quería creérselo, esa extraña energía... era idéntica a la que sintió cuando vio por primera vez el escudo de Dalia en acción.

Deseaba saber la razón del porqué el muchacho de ojos azules tenía el mismo poder que Shield Woman, pero como él mismo había dicho: no era el momento adecuado para hablar.

...

La batalla aérea entre los jets de HYDRA y los hermanos Barton continuaba, y por suerte para los superhéroes, las probabilidades de ganar parecían estar del lado del trío. Los agentes terroristas tenían serios problemas intentando apuntar a cada uno de sus atacantes y no ayudaba en absoluto el recuerdo de que Cooper había destruido una de sus naves en un abrir y cerrar de ojos sin ni siquiera utilizar sus pistolas. Por otro lado, no parecían estar dispuestos a rendirse, aunque eso sería peor para ellos.

Coop no era el único obstáculo que se interponía en su misión de acabar con el Quinjet de los Vengadores, con éstos dentro. Nathaniel era un maestro a la hora de atacar por sorpresa y su puntería no se quedaba atrás. Era, sin lugar a dudas, un digno hijo del arquero conocido como Ojo de Halcón.

Lila también tenía mucho que mostrar a su familia. Al igual que sus hermanos, era una excelente combatiente a la que no era recomendable subestimar, y eso se veía claramente en la forma en la que luchaba. En ese momento, se encontraba luchando contra uno de los jets y éste no daba acertado, no sólo porque la joven mujer era muy buena esquivando, sino porque acababa de activar con su brazalete una especie de escudo que hacía desaparecer los disparos en cuanto éstos lo tocaban.

La única hija de los Barton, al igual que sus hermanos, no iba a darse por vencida. No cuando era su familia la que estaba en peligro.


...

En sólo unos pocos minutos, los hijos de Clint habían destruido cuatro de los diez jets, pero su objetivo era acabar con todos, y obviamente no podían deshacerse de ellos en medio de edificios y con el temor de que algún inocente resultara herido o muerto por la lucha. Esto lo sabían tanto los Vengadores como los viajeros del tiempo, pero fue Hill quien lo expresó en voz alta.

-¡Estamos causando muchos destrozos en la ciudad! ¡Será mejor llevar la batalla a otro lugar!

Sin perder el tiempo, Barton y María dirigieron el Quinjet lejos de Vancouver y se adentraron en las aguas costeras, rumbo al Océano Pacífico Norte, sin edificios ni gente de por medio. Además, aquel espacio abierto les daría mucha más libertad para moverse y continuar con la huida. Aunque eso también era una desventaja, porque ya no estarían protegidos por algún obstáculo que les salvara de los jets, lo que aumentaba el temor de que podrían algún disparo y acabar en el agua.

Los tres hermanos deberían destruirlos a todos cuanto antes, pero eso sería muy complicado.

No estaban cansados ni nada, pero no podían hacer todo el trabajo y proteger su nave hasta que llegaran a Alaska. Los agentes de HYDRA, como macabros estrategas que eran, también estaban al tanto de eso y aprovecharon la oportunidad.

En cuestión de segundos, los jets enemigos liberaron unas cien armas especiales, pequeñas pero letales, que se dirigieron velozmente hacia el Quinjet.


Dentro de éste, las alarmas se volvieron locas y mostraron lo último que los Vengadores querían ver.

-¿¡Drones militares!? ¿¡Van en serio!? -preguntó gritando Rhodey, aún más molesto que impactado.

-Mini drones asesinos sería el nombre más adecuado -comentó Stark, apretando con fuerza los dientes, porque aunque no lo demostrara, Iron Man estaba empezando a cabrearse de verdad.

-Definitivamente están haciendo todo lo posible por impedir que sigamos adelante -dijo Sif, en la misma condición que sus compañeros con armaduras de metal.

-Lástima para ellos, porque no lo conseguirán.

Quién prometió cumplir con esa amenaza fue Ashley, quien, junto a Bred y Siriana, se estaba preparando para ayudar a sus amigos a darles la paliza que los terroristas se merecían. Los tres nuevos viajeros del tiempo, con sus respectivas armas preparadas para la batalla (los dos agentes de S.H.I.E.L.D. con sus pistolas y la futura princesa de Asgard con la lanza de Odín), se disponían a salir de la sala cuando las voces decididas y suplicantes de las hermanas Bellerose interrumpieron su camino.

-Chicos, por favor, dejadme acompañaros. Quiero que paguen por lo que les han a Steve y Natasha. A todos vosotros.

-Y yo quiero enseñarles lo que pasa cuando enojan a un fantasma -el tono que utilizó Geneviève provocó escalofríos en la mayoría de los héroes.

Todos sabían a qué se refería la francesa del siglo XVIII. Deseaba venganza, no sólo por sus amigos, sino por Grace. Su adorada hermanita había estado en las garras de esos monstruos durante un año, soportando torturas, golpes e insultos. Esa era la mejor oportunidad que tenía para darles una lección, para hacerles saber el tremendo error que habían cometido al secuestrar y hacer daño a Psíquica. Además, si su petición se cumplía, sería la primera vez que los Vengadores verían de lo que era capaz un poderoso espíritu con Dios sabe cuánta rabia acumulada.

-Si hay algo que nunca hemos hecho antes es negarle un deseo a alguien que tiene derecho a liberar su ira contra esos genocidas dementes -alegó McKlaus, dispuesto a darles el gusto a las hermanas de acompañarles.

Ambas rubias le sonrieron, para luego despedirse de sus compañeros, quienes mostraban su ánimo con asentimiento. Aunque había algunos que no podían evitar exhibir su preocupación por lo que iba a suceder en cuanto el grupo de cinco saldría por la puerta, sobre todo los gemelos Maximoff por Grace.

-Por favor, ten mucho cuidado -le pidió la Bruja Escarlata a su mejor amiga.

-Estaré bien. Tendré a Gen y a los demás cubriéndome las espaldas.

Ambas mutantes se dieron un fuerte abrazo, al cual se unió enseguida Pietro. A pesar de la promesa de su nueva novia de tener cuidado, él todavía no estaba para nada tranquilo. No es que pensara que Psíquica fuera débil o que no podría luchar con todos los enemigos que estaban echándoles literalmente todas las armas que tenían. Ella era la primera chica de la que se había enamorado verdaderamente y ahora que la había encontrado por fin, se negaba a imaginar que existía la mínima posibilidad de perderla. Pero tenía que dejar que lo hiciera. Grace había confiado en él cuando le contó su horrible pasado, así que ahora era el turno de Quicksilver de confiar en ella.

Lo mismo ocurría con los superhéroes. Debían confiar en los Guardianes Vengadores X, como Thor y Sif confiaban en que su hija sabría defenderse sola.

Al terminar de abrazarse y sonreír ante el resto de sus amigos con el claro mensaje de que todo saldría bien, la vidente se fue en compañía de su hermana mayor, Ash y Brendan hacia la batalla aérea que les esperaba al otro lado de la puerta.

...

El ruido de disparos y explosiones dio la bienvenida al grupo en cuanto llegaron al borde de la trampilla del Quinjet. Los Barton habían hecho un gran trabajo manteniendo ocupados a los jets mientras la nave de los Vengadores continuaba alejándose de ellos. Por desgracia, no podrían continuar su trabajo y, al mismo tiempo, mantener a raya a los drones. Necesitaban ayuda y rápido.

-Debemos evitar que logren adelantarse y atacar el Quinjet de frente -explicó el objetivo de su tarea Siriana a sus compañeros y las francesas- Si eso ocurre, todos se verán obligados a defenderse. Es vital que ahorren fuerzas para la verdadera pelea.

-No lo permitiremos. Si eso es lo que HYDRA y el KGB quieren, antes tendrán que pasar por encima de nosotros -prometió con optimismo Bred, mirando con orgullo a su prometida.

-Lástima que no haya tierra seca aquí -se quejó Gárgola mientras preparaba sus pistolas y miraba hacia abajo, observando maravillada y, a la vez, con pena las olas del océano- Me hubiera encantado verlos chocar contra mis montañas. ¿O sería mejor empalarlos por el medio con mis pináculos de piedra?

-Descuida, Ash. Podrás hacerlo en cuanto lleguemos a Alaska -le aseguró Siri que, al igual que su padre, envolvió su lanza con rayos.

Las hermanas Bellerose no entraron en la conversación de los viajeros del tiempo en ningún momento. Estaban demasiado ocupadas pensando en cómo disfrutarían limpiando el cielo de esos malnacidos, obteniendo así su venganza personal. No tuvieron que esperar mucho porque, en ese momento, los mini drones volaron directamente hacia ellos, dejando atrás la lucha de los hijos de Ojo de Halcón contra los jets.

Como si lo hubieran practicado tiempo atrás, el nuevo equipo comenzó a atacar al unísono, combinando sus habilidades y poderes mutuamente.

Grace utilizaba su humo blanco para paralizar a los drones que por poco entraban en el Quinjet, así como desintegrar los disparos que lanzaban antes de quedarse completamente inmóviles en el aire.


Y mientras estaban prácticamente indefensos, sin posibilidades de escapar, McKlaus y Ashley se encargaban de destruirlos disparándoles con una puntería perfecta.


Siriana y Geneviève llevaban la lucha más allá de la trampilla: la Diosa de la Familia volaba en medio de un enorme número de drones que no tuvieron tiempo ni de atacar. Gungnir, completamente envuelta en luz y electricidad, los destruía al más mínimo contacto. En cuanto a la mujer espectro... empleaba el mismo método que Visión. Se volvía transparente y rompía en pedacitos las armas con sus propias manos. Podría acabar con todos ellos fácilmente utilizando su grito sónico, pero no quería dejar sordos de por vida a su hermana y sus amigos. Por ahora, guardaría ese as en la manga, sólo hasta que estuviera a solas con los agentes de HYDRA. Como decía el dicho... "la venganza se sirve fría", ¿no?

...

Pasados unos cuantos minutos, la mayor parte de los drones habían sido destruidos, junto con otro jet, completamente destrozado por Cooper, Lila y Nathaniel, que lo atravesaron como misiles volando en todas las direcciones hasta el punto de convertirlo en un montón de chatarra. Su destino fue inevitable: explotó y sus restos cayeron al mar.

Ahora sólo quedaban cinco jets y un puñado de drones que apenas podían volar con normalidad. Pero había un problema. Esa batalla se estaba prolongando demasiado y ya habían perdido un tiempo precioso atacándoles y tratando de despistarlos por Vancouver. Los Vengadores tenían que terminar con el enemigo pronto, o de lo contrario no lograrían llegar al Denali a tiempo para sacar de allí a Rogers y Romanoff.

Todos estaban de acuerdo con el plan. Era el momento de acabar con ellos de una maldita vez.

Los hermanos Barton habían regresado a la trampilla al mismo tiempo que Ash, Bred y Grace destruían a los pocos drones que se habían acercado demasiado a la nave. Después de felicitarse los unos a los otros, Siri y Gen llegaron volando... y no traían ni buena cara ni buenas noticias.

-Vamos a tener invitados no deseados a bordo -explicó la princesa de Asgard mientras señalaba a uno de los jets.

El equipo, más los Vengadores que no se habían movido de la sala del Quinjet, estuvieron a punto de maldecir cuando vieron a qué se refería la hija de Thor y Sif. Pero si había alguien que estaba realmente cabreado e indignado, ese era Sam Wilson.

Unos cuatro agentes de HYDRA acababan de aparecer de la nada e iban volando con trajes muy parecidos al de Falcon, dirigiéndose hacia ellos a toda velocidad.

-¿¡Me han copiado el traje!? ¡Ahora sí que les voy a dar una paliza hasta que me quede bien a gusto!

-Tranquilo, tío Sam. Nosotros nos encargaremos de ellos -le dijo Nathan por el transmisor, sabiendo que eso no calmaría en absoluto al ex militar.

-No podemos seguir perdiendo el tiempo -recordó Lila a los demás.

-Dejádmelos a mí.

Nadie se sorprendió al escuchar esa petición de Geneviève. Tanto ellos como su hermana pequeña sabían que era el momento perfecto para que la fantasma obtuviera su venganza por Grace. Nada ni nadie podía impedírselo ahora que el enemigo venía directo hacia ella. Sin decir ni una palabra, el grupo desapareció detrás de la puerta, dejándola sola con sus próximas víctimas.

Preparando su poderoso grito de ultratumba, esperó a que los agentes llegaran y entraran por la trampilla. Una vez ahí, daría el golpe de gracia.


El cuarteto de asesinos por fin había llegado, pero no tuvieron ni un sólo segundo para reaccionar ante el aterrador peligro que se les había caído encima... así como el fantasmal estruendo de sonido que provocó un grave sangrado en sus oídos.

-¡¡¡ESTO ES POR MI HERMANA!!!


De verdad, los Vengadores tenían muchísima suerte de no estar allí para escuchar el insoportable grito de la hermana de Psíquica, pero sí para ver con sus propios ojos cómo la onda sónica expulsaba a los intrusos del Quinjet, sin posibilidades de activar sus trajes a tiempo mientras caían directamente al océano Pacífico.

Se quedaron petrificados ante la inmensa cantidad de poder y rencor que Geneviève había utilizado como arma. Como criatura sobrenatural ya era aterradora de por sí, pero como hermana mayor vengativa... era aún peor, y aquella "demostración" sólo había incrementado la certeza que todos los superhéroes pensaban en común: el provocar cualquier tipo de daño físico, psicológico o verbal a Grace Bellerose, traería consigo una terrible experiencia que ningún ser, humano o no, querría vivir jamás.

El que sin duda alguna había recibido el mensaje alto y claro era Pietro. Puede que fuera un fantasma como Gen, y tuviera ventaja sobre ella por ser un mutante, pero realmente no tenía ganas de poner a prueba la ira del espíritu que su novia tenía por hermana.

Los héroes más poderosos de la Tierra iban a felicitar a su compañera por su victoria sobre los agentes ya desaparecidos en el agua, pero los últimos jets de HYDRA no estaban de acuerdo con ese plan y decidieron ir a por todas.

Acelerando de nuevo hacia el Quinjet, y acompañados por los mini drones supervivientes del ataque de los viajeros del tiempo y las francesas, las naves dejaron a la vista todas y cada una de sus armas restantes, que incluían misiles y ametralladoras, preparadas para atacar de nuevo.

-¿Es que esos tíos no se cansan nunca? -preguntó con fastidio Ashley.

Una todavía furiosa Geneviève se preparaba para lanzar un nuevo grito y cargárselos a todos de una vez, pero la voz de Siriana, quien había aparecido como por arte de magia a su lado con la lanza de Odín fuertemente unida a su mano, se lo impidió.

-Guarda tu verdadera ira para Belova, tía Gen -le dijo la asgardiana con una estoica expresión en su hermoso rostro, evidentemente heredada de su madre- Yo me haré cargo de la limpieza a partir de ahora.

La fantasma, a pesar de su deseo de continuar con el castigo que aquellos monstruos tenían más que merecido, tuvo que aceptar la petición de Siri. Su único alivio era el saber que tendría la oportunidad de acabar personalmente con la mujer que le había causado tanto dolor a Psíquica.

Tras susurrarle a la hija de Thor y Sif un calmado "gracias", se retiró al interior del Quinjet, junto con el resto del equipo. Ahora era el turno de la Diosa de la Familia de demostrar, tanto a los suyos como a sus enemigos, su divino poder.

-Definitivamente, no tenéis ni idea de con quién os la estáis jugando -sus palabras podrían estar cargadas de odio, pero su tono vino acompañado de una mueca de diversión.

Ella sabía lo que tenía que hacer y cuál sería el resultado final. Sólo deseaba poder ver la reacción de sus progenitores cuando revelara el extraordinario don que su padre, el Dios del Trueno, le había otorgado desde el momento en que fue concebida.

Sin perder más el tiempo, Siri activó de nuevo sus poderes eléctricos, envolviendo por completo Gungnir con pequeños rayos y una cegadora luz azul. Su acto provocó enseguida que las nubes se fusionaran unas con otras y comenzó a levitar mientras sus ojos verde oliva se tornaban a un espectacular dorado, tan deslumbrantes como el oro.


Alzó la lanza hacia el cielo y, enseguida, los rayos fueron directamente a las nubes, alimentándolas con la energía eléctrica que controlaba de la misma forma que los movimientos de su cuerpo. Luego, utilizó su electrokinesis para concentrar toda esa energía en un único punto, el cual no tardó en convertirse en una enorme tormenta que en poco tiempo se elevó hasta estar encima de los jets. Ahora sí que los jets no tenían escapatoria.


Unos cuantos rayos serían suficientes para destruir a las naves y los drones, pero como Diosa asgardiana de la Familia que era, Siriana consideraba ese castigo "demasiado piadoso". Aquellos terroristas habían asesinado a sangre fría a miles de personas durante décadas, secuestrado a sus tíos Steve y Nat, atacado en innumerables ocasiones a los héroes y a gente inocente, obligado a Bucky a ser su marioneta personal... y la lista continuaba más y más. Merecían algo mucho peor que ser atacados por unos pocos rayos.

Siri sabía perfectamente cuál era el mejor método para hacer caer a los jets y obtener la justicia que buscaba.

Una vez decidida su sentencia, la princesa de Asgard procedió a crear tornados gigantescos, por los cuales corría la electricidad generada por la lanza de Odín. Todo eso combinado no destruiría las armas de HYDRA, no.

Las reduciría a cenizas.


...

Desde la sala del Quinjet, la familia de superhéroes miraba, paralizada de la estupefacción, a Siriana. Ni en sus más locos sueños podrían haber imaginado que Thor y Sif tuvieran una descendiente tan poderosa y aterradora. Pero por encima de la sorpresa, todos sentían una intensa sensación de orgullo hacia su futura sobrina.

Obviamente, la pareja de asgardianos eran los más impactados y felices de todos los presentes. El príncipe no podía estar más satisfecho por ver la forma en la que su "adorable" hija machacaba a sus enemigos. Le recordaba tanto a él en su juventud. Sin embargo, no había duda alguna de que Siri era la viva imagen de su prometida: fuerte, intrépida, hábil... ¿y qué decir de su impecable dominio sobre sus poderes?

Definitivamente era digna hija del Dios del Trueno y la Diosa de la Guerra.

...

Cuatro jets convertidos en simple chatarra y todos los mini drones pulverizados. Todo eso ocurrido en un abrir y cerrar de ojos. Otra victoria aplastante para los Vengadores gracias a la futura generación de héroes.

Sin embargo, uno de los jets había logrado escabullirse durante el caos y estaba a punto de largarse de allí como alma que lleva el diablo. Literalmente hablando, porque Siriana, al ver que una de las naves se había librado, estaba más que furiosa y se disponía a terminar el trabajo. Pero la mano de Cooper en su hombro la detuvo. Los hermanos Barton, Ash, Brendan, Grace y Gen habían vuelto a la trampilla a tiempo para ver cómo los destrozados jets caían al océano para desaparecer para siempre.

-Has hecho más que suficiente, prima.

La princesa de Asgard entendía que era mejor ahorrar esfuerzos y poder para la verdadera batalla, que sería en el Denali de una forma u otra. Pero eso no cambiaba su ansia de hacer que aquel jet sufriera el mismo destino que los otros.

-Se escapa -murmuró iracunda, sin dejar de mirar la nave, que se alejaba cada vez más y más.

-Ohh, no... -le contradijo sonriendo, para luego mirar a Nathan- No lo hará, ¿verdad, hermanito?

-Desde luego -estuvo de acuerdo el susodicho.

Del mismo que Clint con su inseparable arco, Nathaniel preparó su ballesta/ametralladora. Pero en lugar de utilizar alguna clase de flecha como su padre, como las hermanas Bellerose esperaban, el menor de los hermanos Barton colocó un extraño proyectil recubierto por pequeñas planchas de cobre. Fuera lo que fuera lo que estuviera escondido ahí dentro, no había duda de que su propietario estaba orgulloso de su arma.

Terminada su tarea, había llegado el momento de que Horus demostrara la razón por la que era el sucesor de Ojo de Halcón. Tomando la postura adecuada para el disparo, Nathan miró por la mira telescópica y esperó pacientemente a tener la vista perfecta para derribar el jet con sólo disparo.


Unos segundos después de tensa calma, al fin, el concentrado y sonriente Guardián Vengador X, disparó.


Y dio en el blanco. El jet al instante se incendió por completo y cayó directamente al océano para reunirse con el resto. Pero eso no fue todo. Luego de acabar bajo el agua, explotó de tal manera que la onda expansiva creó grandes olas alrededor de la zona y el sonido del estallido se escuchó incluso dentro del Quinjet.


...

Dentro del mismo, la familia de superhéroes celebró el triunfo del equipo cantando victoria y aplaudiendo. Seguramente, de tener un vaso en la mano, Thor, como asgardiano que era, lo habría arrojado al suelo con una sonrisa de oreja a oreja enmarcando toda su cara. Pero en lugar de eso, se conformó con estrujar en sus enormes brazos a su hija, junto a Sif.

Clint tampoco se quedaba atrás de los dioses nórdicos. En cuanto sus hijos entraron de nuevo en la sala, dejó los mandos y corrió a darles un gran y merecido abrazo de "papá" oso. Hasta le dio la mano a Bred, para sorpresa (y alivio) de Lila. Futuros suegro y yerno se sonrieron, Barton con admiración y McKlaus con gratitud.

Grace y Geneviève también recibieron un abrazo grupal por parte de Visión y los Maximoff. Psíquica permaneció un buen tiempo atrapada en los brazos de su novio, el cual no paraba de susurrarle que había estado fantástica.

Ashley recibió también felicitaciones de sus compañeros y un imperceptible guiño de ojo del orgulloso James, que no fue tan disimulado como él pensaba ya que escuchó la inconfundible risa de su hermana a su lado.

-Y dices que no te gusta -se burló Mag, una vez que Vinogradov se había ido a saludar a los impresionados Rhodey, Sam y Scott.

Su mellizo no quiso hablar, por temor a que alguien de la sala le oyera, pero eso no le detuvo a lanzarle el ceño fruncido de molestia que había heredado de su madre, la Viuda Negra.

...

Para cuando terminaron de expresar su enhorabuena al equipo victorioso, María avisó a todos que muy pronto llegarían al monte Denali, ya que en ese momento estaban sobrevolando el famoso Golfo de Alaska. Los héroes finalmente podían dejar de preocuparse por el tiempo. Ahora debían concentrase en buscar el escondite de HYDRA y salvar a Steve y Natasha.

Pero la alegría poco a poco se fue desvaneciendo y en su lugar apareció la incertidumbre. ¿Cuál era la razón de ese cambio en el ambiente? Pues no fue otra cosa que el fuerte sonido de unos truenos muy cerca del Quinjet. Lo que vieron por las ventanas les dejó sin habla.

La tormenta que había destruido por completo a los jets de HYDRA aún estaba allí y, aunque pareciese imposible, se movía en dirección al mismo destino que los Vengadores, como si tuviera vida propia.


Enseguida, los presentes (salvo los viajeros del tiempo) fijaron sus miradas en Thor. El príncipe de Asgard sólo les devolvió una confusa y sorprendida expresión en su cara mientras levantaba las manos, declarándose a sí mismo inocente.

-Os juro por Mjolnir que no soy yo.

Confiando en su palabra, dirigieron sus sospechas a la única persona, a parte del Dios del Trueno, que podía hacer algo como eso.

-Son las dos de la mañana. A las cuatro estarán a salvo -fue lo único que dijo Siri para después irse a uno de los bancos de la sala a dejar apoyada en la pared la lanza de Odín y... ¿quedarse dormida?

El silencio era inevitable que sucediera. Si la vida de los superhéroes era rara de por sí, no querían ni imaginar cómo era la de sus hijos en el futuro. Más rara, obviamente, pero "cuánto" era difícil de adivinar.

-¿Qué acaba de pasar? -se limitó a preguntar Iron Man.

La cuestión fue respondida por el siempre lógico Visión.

-La señorita Siriana ha usado mucho poder al derribar a cuatro jets de HYDRA con su electrokinesis y tras decir la hora que es...

-Sé perfectamente lo que ha pasado, Vis -le interrumpió el multimillonario- Era una pregunta que no necesitaba respuesta. Ahora... éstas que estoy a punto de formular sí que requieren de respuesta: ¿A qué ha venido eso de decir la hora? ¿A quién se refería con "estarán a salvo"? Y, ¿siempre se queda dormida después de una batalla?

-Vale, supongo que ha llegado el momento -comunicó Piper a sus primos, los cuales uno a uno se fueron acomodando en sus diferentes partes del Quinjet, salvo James y Maggie.

-Cariño, ¿puedes explicárnoslo tú? -le pidió Tony, esperando no sufrir una jaqueca por lo que fuera que ocultaran los jóvenes.

Iron Girl asintió mientras se sentaba en una de las sillas de la mesa de hologramas del centro de la sala, a punto de contarles toda la verdad a su padre y sus tíos. Hill y Barton también se unieron, dejando el piloto automático y con el camuflaje "invisible" activado. Ahora que no había jets persiguiéndolos, por fin podrían tomarse un descanso.

-Pues veréis todos... En primer lugar, Siri ha anunciado la hora actual para hacernos saber que debemos descansar, ahora que estamos fuera de peligro. Para cuando sean las ocho de la mañana, estarán completamente listos para la verdadera batalla, en el Denali. Y todos deberíamos hacer lo mismo.

-¿¡Las ocho!? -preguntó sorprendida y confusa la Bruja Escarlata- ¿Cómo vamos a descansar sabiendo que Steve y Nat están atrapados en donde sea que HYDRA los haya metido?

-El cómo no es lo que importa, tía Wanda. Sino el "por qué".

-De acuerdo, entonces, ¿por qué? -preguntó en nombre de todos Rhodey.

Piper no dijo nada por un momento porque quería que alguien de su familia averiguara primero la verdad, y así ahorrarse el tener que explicar cada detalle de su "misión". Su plan funcionó antes de lo que esperaba, y el misterio fue resuelto por el brillante Bruce Banner.

-¡El capitán del futuro y vuestro otro tío! Dijisteis que ellos se ocuparían de salvar a Steve y Natasha.

Al instante todo tenía sentido para los héroes. Con toda la atención en la lucha contra los jets, se habían olvidado por completo de esa información.

-Por eso mismo no podemos ir ahora mismo a buscarles -aclaró James- Ellos solitos pueden acabar con la mayor parte de los agentes que los tengan encerrados y liberarlos en poco tiempo.

-De acuerdo, eso explica por qué estáis tan tranquilos y algunos ya están dormidos como troncos -dijo Clint mirando un tanto divertido a sus agotados hijos- Pero eso no aclara la razón por la que la tormenta que creó Siriana sigue activa y se dirige hacia allí.

-Para crear interferencias entre sus comunicadores -explicó Maggie- En cuanto papá y nuestro tío cumplan su misión, HYDRA y el KGB harán lo imposible por traer refuerzos de todas partes y convertir el Denali en un auténtico infierno. Mientras la tormenta esté encima de ellos y abarque todas las hectáreas de la montaña, ningún dispositivo electrónico que tengan a su alcance funcionará. Tardarán hasta la mañana siguiente en conseguir llamar a alguien.

-Pero entonces el capitán y Natasha tampoco podrán comunicarse con nosotros -recordó desilusionada Grace- ¿Cómo sabremos entonces dónde estarán?

-Para eso está Miss Inteligencia -sonrió el mellizo a su prima- Nuestros brazaletes no sólo están diseñados para resistir cualquier tipo de golpe o disparo que puedan romperlos, también pueden funcionar perfectamente desde cualquier parte del universo, con o sin interferencias y fenómenos atmosféricos de por medio.

-Así es... Y antes de que te me eches encima para comerme a besos, mi querido papá... -detuvo a su padre, que estaba a sólo unos centímetros de ella para hacer justo lo que su hija había adivinado que haría- Una vez que el tío Steve del futuro y su compañero liberen al Romanogers, les darán uno de los brazaletes que he creado para que nos llamen en cuanto están en un refugio seguro, donde sí o sí deben pasar la noche.

-Espera, ¿y qué hay del Cap y vuestro otro tío? -quiso saber el preocupado Scott- ¿Van a quedarse toda la noche luchando contra los agentes de HYDRA y Yelena mientras nosotros dormimos?

-Sabemos que parece injusto y una tontería de plan, pero sabrán pararles los pies a esas ratas para que no persigan a nuestros padres ni encuentren su escondite. A eso se refería Siri con "a las cuatro estarán a salvo" -alegó confiada y decidida Maggie.

-¿Por qué es tan necesario que esperemos hasta mañana para ir a buscarles? -preguntó Bruce, pero no fue necesario que nadie contestara a su duda porque en ese momento el doctor recordó la conversación que todos tuvieron con los mellizos en la Torre- ¡Pues claro! Es esta noche cuando vosotros dos seréis concebidos.

-Exacto -confirmó su respuesta James- Tiene que ser hoy mismo. Si esperamos, aunque sea sólo un día, la fecha de nuestro nacimiento se vería completamente alterada.

-Todo lo que James y yo hemos hecho desde el día que nacimos podría cambiar por completo. Es vital que papá y mamá estén juntos, a solas y alejados de HYDRA y el KGB durante toda la noche.

La explicación había sido más que entendida y aceptada por todos los héroes. Aún dudaban respecto a los miembros de los Vengadores del futuro que supuestamente pelearían durante toda la noche, no sólo contra los terroristas, sino también contra las gélidas temperaturas del monte Denali, pero si los hermanos Rogers y la primogénita de Tony y Pepper decían que lo tenían todo bajo control, entonces debían confiar en que todo saldría bien. Ahora que lo pensaban... era ridículo pensar que perderían esa guerra. Acababan de ver a la princesa de Asgard destruir cuatro jets creando Dios sabe cuántos tornados eléctricos de la nada. Ni siquiera Thor podría haber hecho eso en sólo unos segundos como lo había conseguido su hija.

Y hablando de eso...

-Respecto a tu última pregunta, papá. Sí, Siri se queda dormida después de terminar una batalla. Cuando usa mucho de su poder, la pobre se queda completamente agotada.

-Igual que cierto fortachón que yo conozco -comentó en voz alta pero disimula Sif.

-¡OYE! -protestó el asgardiano, aunque se notaba se tenía que darle la razón a su prometida.

Los superhéroes agradecieron ese momento de risa. Realmente lo necesitaban.

Tal y como había recomendado Piper al principio de la conversación, todos se disponían a irse a cualquier rincón del Quinjet para dormir. Pero como si el Universo no estuviera de acuerdo con ellos, unos minutos después el molesto sonido del móvil de Tony con la canción "Highway to Hell" de AC/DC llenó por completo la sala, rompiendo el tranquilo ambiente.

-Stark... ¿Quieres apagar esa infernal cosa, por favor? -gruñó Hill, luchando contra el impulso de coger ella misma el celular del filántropo, abrir una ventana y arrojarlo al océano.

-Tal vez sea Pepper. Le prometí que la llamaría pronto.

El genio multimillonario estaba a punto de descolgar y saludar a su mujer, hasta que vio un misterioso detalle en el número. Su gesto de confusión y desconfianza no pasó desapercibido para los demás.

-¿Qué ocurre, señor? -le preguntó Visión, cuyo hombro se había convertido voluntariamente en la almohada de Wanda.

-Este no es el número de Pep -reveló mientras mostraba a todos sus amigos la pantalla de su móvil. Y efectivamente allí estaba el texto "número desconocido".

Todos los superhéroes se acercaron de nuevo a la mesa, donde Tony dejó el celular, aún sonando. Después de mirar a sus compañeros en busca de una ayudita para saber qué hacer, al final todos decidieron que no perdían nada averiguando quién estaba al otro lado de la línea. Sólo rezaban que no fuera Yelena, porque si era así, el grupo que todavía seguía dormido se despertaría por los rugidos de furia del Dios del Trueno.

Descolgando la llamada, la música dejó de sonar y se hizo el silencio en la sala. Sospechoso y muy raro. Fuera quien fuera, parecía estar esperando que fuera Stark quien hablara primero.

El susodicho notó todas las miradas en él y, poniendo el móvil en "manos libres" para que todo el mundo escuchara, contestó, tratando de que no se le notara el nerviosismo en su voz.

-¿Quién es?

-No quiero meteros mucha presión, pero, por favor, no os retraséis demasiado mañana por la mañana, ¿queréis? Vamos a necesitar bastante ayuda aquí.

De nuevo reinó el silencio en la sala. Pero esta vez no indicaba incomodidad ni miedo o preocupación. Más bien fue de pura sorpresa y felicidad. Los Vengadores conocían a la perfección a quién pertenecía esa voz.

-¿¡STEVE!? -gritaron todos al unísono, aunque, para asombro de muchos, ni los hermanos Barton, ni Ashley, Siriana o Bred se despertaron. Realmente tenían un sueño pesado.

-¿¡Capitán, es usted!? -volvió a gritar María, sin creerse aún lo que sus oídos acababan de escuchar.

¿Él y Natasha ya habían sido liberados? ¿Tan rápido?

-Sí, soy yo... pero no vuestro Steve.

-¡Es el tío Steve del futuro! -exclamó Iron Girl, con una cara de ilusión que recordaba a un niño en la mañana de Navidad.

-Me alegra escucharte, Piper, pero a quienes quiero oír ahora mismo son a mis Soldados Espía -se rió el líder de los héroes más poderosos de la Tierra desde el otro lado.

-¡Aquí estamos, papá! -le saludó Mag, igual de contenta e ilusionada que su hermano mayor por hablar con su padre después tantas de semanas.

El Capitán América del futuro desearía tener un rato para hablar con sus hijos, pero el tiempo era oro y tenía que cumplir con su misión si quería asegurar la existencia de James y Maggie y la seguridad de Natasha.

-Me encantaría charlar con vosotros, pero tenemos mucha prisa. Mi compañero y yo estamos a punto de entrar en la "guarida" de HYDRA y el KGB. Os envío las coordenadas de la base secreta. Nos vemos mañana. Y no os preocupéis por Bucky y Dalia. A ellos también los pondremos a salvo. Buenas noches a todos.

Una vez que el rubio colgó,un mapa holográfico apareció en el móvil de Tony y apuntaba justo al lugar donde se encontrarían al día siguiente. Junto con un mapa de la base, que cómo habían sospechado, estaba bajo tierra.


Ahora sí que la familia podía descansar en paz sin más preocupaciones. La verdadera batalla comenzaría pronto y estarían listos para ella. Pero hasta entonces, lo mejor era dejar que el Steve Rogers del futuro y el tío misterioso de los primos se encargaran de la tarea que tenían por delante.

Eso sí, no podían quedarse en medio del Golfo de Alaska y esperar hasta mañana para llegar allí a tiempo. De modo que, mientras la mayoría de los héroes se iban definitivamente a dormir, Clint copió las coordenadas del celular de Stark en el sistema del Quinjet. Así, la nave volaría hasta el Denali y se detendría en cuanto llegara a su destino.

Con la esperanza más elevada que nunca, los Vengadores descansaron con la promesa de que, al día siguiente, harían honor a su nombre: vengarían la Tierra y a todas las vidas víctimas de la existencia de HYDRA y el KGB, así como salvar a sus amigos de sus garras.


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