Capítulo 29.
En el receso, Carlos, Silvia y Jaime estaban conversando acerca de todo lo que había sucedido.
—¿Cómo ves, Carlos? —Preguntó Jaime—. Ya regresó el imbécil de Víctor, lo bueno es que no le pasó nada grave, además a estas alturas no creo que te haga más bullying...
—Me alegra que esté bien —dijo el castaño.
—Sí —concordó Silvia—. En la mañana lo vi con Eva. Se ven lindos juntos.
—¿Apoco piensas que se ven lindos? ¿Después de que ella te dijo gorda y él le hizo maldades a tu novio? —Al ver la mirada molesta que le dirigieron sus amigos, agregó—. Sin ofender...
—Jaime, ya —se quejó Carlos—. Cambia de tema.
—Está bien. ¿Qué creen? Ven que ya se acerca la graduación y todo el mundo ya está viendo con quién va a ir la fiesta de despedida.
—Sí.
—Pues ya sé a quién voy a invitar para que sea mi cita.
—¿A quién? —Preguntó Silvia.
—¡A Ximena!
—¿Te parece buena idea? —Preguntó Carlos.
—Sí, ¿por qué no?
—¿No te odia? —Preguntó la rubia.
—No, en el fondo me ama.
—Dices que se enojó desde que le pediste un beso —le recordó su amigo.
—Pero en el fondo le gusto. Hice todo el trabajo cuando ella no hizo absolutamente nada y sacamos diez, estoy seguro de que está tan agradecida que me ama.
Carlos y Silvia se miraron entre ellos pero ya no dijeron nada más.
—Es más, está por allá, ahora mismo le pediré que sea mi pareja en la despedida.
Sin agregar más, se alejó de sus amigos. Ambos lo quisieron detener pero no los escuchó.
—No, Jaime, espérate...
—Ella es un poco... ¿Cómo decirlo...? ¡Jaime! —Exclamó Silvia.
Entretanto, Ximena se encontraba platicándole a Ariana que había retomado su amistad con Víctor.
—¡Me alegro muchísimo! —Exclamó la morena.
—Sí, bueno, Eva tiene razón, la vida dura muy poco y él es mi amigo de toda la vida, no sería justo dejar su amistad...
En el momento en que Jaime se puso delante de ellas, Ariana lo miró con curiosidad y Ximena hizo una mueca.
—Ximena —dijo él, tratando de ser galante—, tengo que hablar contigo a solas.
—No, si me vas a decir algo, va a estar mi amiga aquí.
Ariana la miró con duda.
—Si quieres puedo irme...
—No te vayas. A ver, dime. —Se dirigió al chico.
—Es que... —En seguida perdió su falsa seguridad—. Bueno, quería saber algo... ¿Querrías ser mi cita en la fiesta de despedida?
—Iuu, no —dijo cortante—. Ahora vete.
—Pero...
—¡No! —Rodó los ojos y le hizo una seña para que se alejara. El chico se fue cabizbajo.
—¡Qué mala eres! —La regañó Ariana cuando el chico se alejó un poco más.
—Me cae mal.
—Eso no se hace, hubieras salido con él.
—No. Mejor sal tú con él.
—Amm... —Se quedó pensativa—. No tengo pareja todavía, nadie me ha invitado, así que por qué no.
—Espérate un poco, tengo entendido que Federico quiere ir contigo a esa fiesta...
—Tal vez deba probar ir con otra clase de chicos... Iré con Jaime —dijo con decisión.
—¿En serio?
—Sí —sonrió.
— ¡Qué rara eres! —Hizo una mueca de disgusto.
Por su parte, Jaime se dirigía con sus amigos. Al notar la expresión que tenía, supieron que lo rechazaron. Antes de llegar con ellos, Ariana lo detuvo.
—¡Jaime!
Él volteó hacia la chica y la miró con duda.
—¿Qué pasa, Ariana?
—Bueno, sé que querías ir con Ximena a la fiesta de despedida, pero si quieres puedes ir conmigo, ¿te parece?
Él la miró con estupefacción. ¿En serio una de las chicas más guapas de la escuela le estaba pidiendo salir con ella?
—¿Es en serio? ¿No es una mala broma?
—No.
—¿No me van a echar sangre de puerco?
—Eres gracioso —se rio—. ¿Qué dices?
—Amm, sí... ¡Sí! —Exclamó finalmente.
Ariana le sonrió y le dio un beso en la mejilla.
—Está bien. Te veo luego...
—Sí —respondió embobado.
Cuando Ariana se alejó de él, Carlos y Silvia se acercaron rápidamente.
—¿Qué pasó? —Preguntó el chico.
—Ximena me rechazó, pero Ariana me invitó —explicó.
Silvia y su novio abrieron los ojos con impresión.
—¿Ya ves? No hay mal que por bien no venga —dijo la chica—. Ariana se me hace mucho más simpática que Ximena.
—Sí... Vaya, qué suertudo soy — dijo Jaime, haciendo que sus dos amigos rieran un poco.
***
Al siguiente día, Jaime les contó a todos que iba a ir con Ariana a la fiesta de despedida. Por supuesto que no lo tomaron en serio. En el receso Ximena le comentó a Ariana esa situación.
—Ariana, ese Jaime les ha dicho a todos que lo invitaste a la despedida, ¿no te molesta?
—Pues no —respondió.
—¿En serio? —Alzó una ceja.
—Digo, es lindo que alguien esté tan orgulloso de salir contigo que te presuma.
—¡Qué rara eres!
Las demás porristas, que las escucharon, empezaron con los cuestionamientos.
—¿Es verdad que irás con él?
—¿Por qué?
—Le ganaste a Eva —dijo una de ellas, recordando la impresión que tuvieron cuando se enteraron que era novia de Carlos.
—Pensaría que te quieres aprovechar como Eva, pero tú sí eres responsable con tus tareas.
—Y eres buena.
—¿Entonces por qué?
—Nada más. —Se encogió de hombros—. Es lindo, ¿no creen?
—No —respondió Ximena por todas.
—¿Cómo puedes andar con él después de haber estado con el papacito de Erick? —Preguntó otra.
Ariana bajó la mirada.
—Prefiero estar con un chico que le interesen mis sentimientos a estar con alguien que solo juegue conmigo...
—Eso sí, pero ni sabes si a ese Jaime le interesan tus sentimientos —dijo Ximena.
—Para mí que está bromeando —murmuró otra animadora.
—¡No estoy bromeando! —Apretó los puños.
—A ver, demuéstralo.
Ariana tomó su bandeja de comida, se levantó y se dirigió hacia la mesa donde estaba Jaime con sus amigos. Una vez allí, preguntó con amabilidad si podía sentarse, a lo que el moreno respondió que sí inmediatamente. Al verla sentada con ellos, las animadoras se quedaron anonadadas. En seguida comenzaron a cuchichear entre ellas. Ximena se limitó a darse un golpecito en la frente con la palma de su mano derecha.
Al ver a Ariana, una de las chicas más estudiosas, talentosas y bellas del instituto, sentada al lado de Jaime, los demás estudiantes también empezaron a murmurar. La chica los ignoró mientras platicaba con el chico y sus amigos.
Amanda notó que Erick los estaba viendo con el ceño fruncido.
—¿Entonces sí es verdad? —Se preguntó a sí mismo—. ¿Cómo puede...?
La pelirroja sonrió, había encontrado algo con qué fastidiarlo. Sentía la necesidad de burlarse de él, pues siempre le sacaba el tema de Felicia.
—Awww, se ven lindos juntos.
Erick la miró de mala manera.
—Claro que no.
—¡Awww! —Exclamó con exageración—. Estás celoso.
— ¿Qué? ¡No! Solo digo que pudo conseguirse a alguien mejor... En sí no iba a encontrar alguien mejor que yo, pero pudo haber escogido a alguien pasable.
—Te ves tan tierno cuando estás celoso. —Apretó su mejilla, a lo que él le dio un manotazo para quitársela.
—¡Que no! Sólo digo que si va a la fiesta con él, tú tienes menos oportunidades con ella...
—Sí... Pero yo no estoy celosa —canturreó.
—¡Que no estoy celoso!
—Lo que digas... —Miró su comida. Después de darle un bocado, vio a su amigo de reojo. Parecía furioso y no sabía si era por lo de Ariana o por sus burlas—. Hey, Erick...
—¿Qué? —Respondió de mala gana, para después llevarse un trozo de emparedado a la boca.
—Hablando de la despedida, ¿quieres ir conmigo? ¿O hay alguien más a quien quieras invitar?
Él chico pareció tranquilizarse, así que la miró con atención.
—Vamos juntos, total, si ya nos hemos aguantado tanto sería un desperdicio no pasar el último día de preparatoria juntos.
—Ya rugiste.
Ella le sonrió y él le devolvió el gesto.
¡Holi!
¡Ya llegamos a 20k vistas! :'D gracias por todo su apoyo.
Espero les haya gustado el capítulo, estuvo un poco corto pero ya casi es el final, solo faltan algunos detallitos.
Pero bueno, no hay mucho qué decir, solo que es divertido ver a Erick celoso xD
¡Nos vemos pronto!
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