HISTORIA CORTA

Naruto | Los juegos del Hambre

Aclaración: Este fic toma como base los sucesos ocurridos en el primer libro, Los juegos del hambre.

Ningún personaje me pertenece, sin embargo la historia aquí plasmada es de mi propiedad.

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Conociendo al enemigo

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Una delgada tira de tela nos separa, puedo escuchar sus quejidos y los murmullos de nuestro equipo de preparación quienes agotados ordenan volverla a lavar y por un momento me sorprendo preocupado por ella.

- ¿Sucede algo? - pregunto con la esperanza de que alguien tenga la decencia de responderme, pero nada, todo nuestro equipo se encuentra de su lado y pasan de mí por completo - ¿Sucede algo? - insisto, pero la única chica que logra escucharme se dedica a mal mirarme y volver a lo suyo así que completamente irritado me levanto pese a que sus órdenes fueron claras - He preguntado si... - y me quedo ahí paralizado por completo.

- Un día de locos - suelta una chica - tendremos que volver a lavarlo y de paso atarlo, solo una cosa pedí - se muerde los labios frustrada- Tenemos demasiado trabajo intentando dejarlos medianamente decentes antes... - me sacan de inmediato. Todo pasa tan rápido que no nos permiten avergonzarnos por nuestra evidente desnudez.

- Te gusta lo que has visto, chico listo - me pregunta un tipo afeminado, mientras me obliga a desprenderme de mi única prenda que me han permitido llevar.

- No ha sido mi intención, yo solo estaba preocupado por... - intento aclarar pero él tipo solo se limita a sonreír divertido - No estoy mintiendo - hablo lo más fuerte que puedo, tengo la intención de aclararlo.

- Si, como no - todos alrededor se sueltan a las risas y mi vergüenza aumenta.

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- No es lo que esperaba pero admito - Obito entra a la habitación y me reincorporó de inmediato - Que has dado un paso gigantesco - sonríe de medio lado y no puedo evitar sentirme irritado.

- Cuantas veces debo aclararlo - tomo una bocanada de aire, intentando serenarme - Fue un accidente -

- Accidente o no ¿Verla te causo una reacción? -

- ¿Qué? - lo sigo con la mirada, confundido.

- Olvídalo - remuevo la cabeza, la vergüenza me consume - Ella no está molesta, increíblemente avergonzada, si, por supuesto, era de esperarse, tal parece que eres el primero. Sin embargo deben superarlo rápido, aún queda mucho por delante -

- De mi parte ya está olvidado - suelto obstinado. Obito me toma del hombro.

- Me agrada escucharlo - La sonrisita dibujada en el rostro de Obito me produce cólera - Esta noche es la presentación de tributos, debes dar una buena impresión, sentirse cercanos, puedes tomarla de la mano, un poco de protección no estaría de más - estira los brazos, los cuales finalizan en mis hombros - Todo ante esa gran multitud que esta ansiosa por conocerte - sonríe - Conocerlos - me estruja y es un tanto bochornoso.

- Sí, claro - suelto aburrido, intentando aguantar mis ganas por rodar los ojos ante ese incómodo abrazo - Qué hay del vestuario ¿Nos cubrirán de hollín? - digo irónico nuestro distrito no se caracteriza por ser el más bonito.

- No creo, aunque admito que te verías ridículamente lindo - se burla - Pero haremos algo diferente a lo acostumbrado, además buscaremos que sus trajes vayan a juego -

- Aun no te rindes -

- Nunca querido primo - y finalmente se va, dejándome completamente solo en aquella fría habitación.

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Verme con el vestuario me molesta, me parece innecesaria tal falta de tela en el abdomen, pero lejos de quejarme con quién diseño tal vestuario, me muevo con completa confianza por el lugar intentando demostrar que nada ni nadie logra intimidar al chico del distrito 12.

- Perfecto - me toma por el brazo Mei completamente extasiada - Jóvenes, atléticos y encantadores no me cabe ni un grano de duda - continua sonriente, arrastrando a Hinata hasta colocarla a mi lado- Todo mundo quedara encantado, así que sonrían, manténganse firmes y procuren no caerse eso sería catastrófico - se da vuelta para dirigirse a nuestro equipo de preparación que parece estar celebrando nuestra anticipada aceptación.

- Hola, Sasuke - me saluda avergonzada y sé que llego el momento debo aclarárselo.

- Debo disculparme - le aclaro, despacio. Observándola de reojo, lleva un lindo vestido negro descubierto de los hombros y no puedo evitar recordar a Mei envidiar su cuerpo, sus cu.... - Tus curvas - niego de inmediato, se me han entrecruzado los pensamientos con las palabras - Simplemente no deseaba verlo - ya está, patética y simplona pero al final una disculpa.

- Solo estabas preocupado - dice atrapando mi atención - Al menos eso es lo que ha dicho nuestro mentor, Obito - y no puedo evitar maldecirlo al menos desde mi interior.

- Bueno ya sabes eres de casa - es lo único que se me ocurre decir, pues he tenido el tiempo suficiente como para acoger su propuesta y si he de fingir estar enamorado más me vale dejarle pistas aun sobre el aire.

- Suban, suban - nos ordenan y como lo ha mencionado Obito no me vendría mal empaparme de ella así que le extiendo una mano y la ayudo a subir.

- Gracias - me sonríe aunque noto en su mirada un rastro de confusión - Creí que no te agradaba, ese día en el tren -

- Tampoco me disculpe por eso - suspiro profundamente, ganándome su atención - Tantos errores en tan poco tiempo - esbozo una sonrisita de medio lado.

- Oh no, yo - se toma el pecho con ambas manos, luce preocupada - No quise, ... discúlpeme - y aunque me irrita el hecho de que no pueda terminar ni una sola frase, remuevo la cabeza los caballos están avanzando y dentro de poco seremos incapaces de dirigirnos la palabra.

- Comencemos de nuevo ¿Te parece? - le cuestiono mientras le sostengo la mano con delicadeza para luego sostenerla de la cintura cuando su cuerpo se desestabiliza por el movimiento de los caballos.

- Sí, claro - me responde completamente ruborizada y aunque luce encantadora no puedo evitar pensar en que si bien no logre salvarla podrá servirme de salvavidas tal como lo dijo Obito, de ganar tendré más oportunidades de vivir una vida tranquila si logro complacer a su padre con mi actuación.

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Por la manera en la que se dirigen hacia nosotros puedo deducir que nuestra actuación pareció encantarles.

- Excelente - Obito aplaude, mientras ayuda a Hinata a bajar - Han visto sus rostros, están encantados. Pero el detalle de las manos ¿A quién se le ocurrió? - observa con una mirada picara a la chica, sin embargo ella niega y me señala - Tu - suelta incrédulo y me parece vergonzosa su mala actuación, pero lo dejo ser.

- Me asegure de no dejarla caer - mi respuesta parece encantarle pues me toma del hombro y sonríe.

- Todo un caballero - chilla Mei encantada - Pero debemos darnos prisa - chasquea los dedos y en un segundo el equipo de preparación aparece - Límpielos por completo - mira su reloj y finaliza - Todo antes de las 6, aún queda mucho por delante - se aferra a mí y no puedo hacer más que seguirla haciendo que pierda mi oportunidad para con la chica Hyuga.

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A la mañana siguiente cuando me encamino hacia el comedor no puedo evitar asombrarse cuando noto el gran parecido de nuestros trajes de entrenamiento.

- Buenos días Sasuke, anda ven y desayuna - me llama Obito quien parece divertido tras mi reacción.

- Gracias - realizo un gesto con la mano y todos parecen recibir mi saludo, luego me siento justo a su lado, logrando una vez más inquietarla - Buenos días, Hinata - la saludo solo a ella, evidenciando mi falso interés.

- Buenos días - responde al instante, cubriéndose la boca que está repleta de pan.

- Basta, me volverán loca - manotea exasperada Mei y no puedo evitar notar que está molesta, por que pase de ella, de su elegancia y belleza.

- Hoy comenzaran su entrenamiento, durante esta semana los evaluaran para posteriormente calificar públicamente y solo tengo algo que decir, impresiónenlos. Sin embargo - agrega ya que la chica Hyuga ha parado en seco angustiada - No lo es todo - le toma la mano gentilmente.

- Hace unos años una chica del distrito 8 gano, dejando a todo el mundo asombrado ya que su calificación fue de 2 puntos así que no importara demasiado como los califiquen, solo intenten dar un buen show -

Me giro hacia Mei inquieto que es lo que ha dicho ¿un buen show? me pregunto si será posible que este coludida con los planes de Obito, no me extrañaría de ganar, a ella le resultaría ventajoso.

- ¿Todo está bien, querido? - me ha sorprendido mirándola sin tapujos así que me obligo a guardar la calma.

- Lo siento - me muevo un poco - Es increíble, el sabor de estos panecillos - me llevo uno a la boca y finjo perderme en su sabor.

- Te comprendo, debe ser difícil pasar de comer basura a.... - y no hay necesidad de aclararlo, ella se ha percatado de su rudeza - Pero, que tarde es - se levanta de prisa dejando los cubiertos en su lugar - Andando, como es su primer día. Seré yo quien los lleve - como Obito no parece intervenir, los dos la seguimos.

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Las palabras de Mei no dejan de inquietarme y aunque cabe una enorme posibilidad de que todo se trate de una casualidad. Lo sucedido en el desayuno no deja de darme vueltas en la cabeza, continuo tan distraído incluso cuando me acerco a las áreas especializadas, no le tomo importancia a las apariencias de los demás tributos y por supuesto no parezco reparar en lo hábil que es mi compañera cuando la actividad se trata de escalar.

Aturdido me siento en el área de descanso y aunque soy consciente de que los ojos de algunos vigilantes me observan no me muevo ni un centímetro solo hasta que nos llaman al almuerzo y es cuando ella parece reparar en mí.

Puedo ver su pequeña cabeza asomarse entre la multitud y en cuando me ve esboza una sonrisita, así que cambio por completo mi humor, me pongo de pie y camino hasta llegar a ella.

- Debiste comenzar - le extiendo una charola, la cual acepta y me agradece.

- No sin mi compañero - retengo mi deseo de aclararle que de no ser por su padre y mi primo no existiría un nosotros.

- Que considerada - le coloco un tazón con lo que parece ser hongos y paso al siguiente cubículo.

- Luces inquieto, algo te molesta - me toma desprevenido, no obstante sacudo la cabeza en negativa - Puedo entenderte, ella no suele decir nada amable - y comprendo lo que intenta decir, erróneamente a creído que la falta de tacto por parte de Mei ha logrado lastimarme - Cuando dijo esas cosas horribles sobre mi cuerpo - me coloca un juguito de cartón en mi bandeja - Esa noche llore a mares - admite molesta.

- Ha vivido toda su vida en el capitolio no es de extrañarse que sea cruel y desconsidera con sus palabras -

- Tienes razón, pobrecita -

- ¿Pobrecita? - cuestiono pues a diferencia de nosotros ella no parece haber pasado hambre, ni soportado días helados.

- Si bueno. Debe ser sumamente difícil guiar a niños hacia su muerte - agacha la cabeza - Yo no podría soportarlo - finaliza.

- Viéndolo desde ese punto, puede que tengas razón - y los recuerdos de Obito se me cuelan, su ausencia, su dependencia hacia las mujeres y la bebida. - Debe ser duro - el tener que regresar al distrito luego de un fracaso inminente, de volver vacío y soportar los ojos acusatorios de los padres, hermanos y nietos que te culpan por su desgracia.

- Demasiado - finaliza.

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Obito me obliga a colocarme uno de sus trajes finos y aunque me queda un poco grande levanta sus pulgares satisfecho.

- Ah, el encanto Uchiha - me examina desde todos los angulos posibles sonriendo e inesperadamente su actuar me asusta asi que inconscientemente doy un paso hacia atrás.

- Me pica - admito colando mi mano hacia la espalda.

- Soportalo, hasta que no llegue el traje a tu medida tendrás que hacerlo -

- Solo debo responder unas cuantas preguntas, puedo hacerlo usando otra cosa -

- No, no mi querido primo - me toma del antebrazo - Puedo reconocer tu confianza, pero una puntuación de 10 no podría ser lo suficientemente buena como para conseguir patrocinadores, ellos quieren conocerte, debes interactuar, dejarte llevar y... -

- Y podría hacerlo usando la pijama, me gusta estar comodo - frunzo el ceño.

- Podrías pero no puedes, la elegancia es parte fundamental. Todos ellos te examinaran mas alla de tus habilidades y se preguntaran si podrías formar parte de su entorno, solo mírame - no puedo evitar poner los ojos en blanco - Recibí todo su apoyo por que consideraron que valia la pena salvarme, por mi apariencia, por mi elegancia -

- Supongo que fue antes de que aquella piedra te cayera en cima y acabara con tu poco atractivo -

- Puede ser, sin embargo no existe vencedor feo - me tomo un minuto para analizar sus palabras y tiene razon, todos al menos la gran mayoria son guapos - y eso es lo que planeo hacer con ustedes, quiero dejarlos encantados, dejarlos deseosos por más - corta de tajo - El atractivo juega un papel principal en los juegos -

- Comprendo -

- Bien - aplaude y un avox le extiende unos cuantos papeles - Comienza la ronda de preguntas - vuelve a aplaudir y otro avox se encarga de bajar la luz de la habitación.

- ¿Y bien Sasuke Uchiha que me dices sobre tu estancia en el capitolio? -

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