Capitulo 69: "Dolorosa Despedida"
"Hojas de oro están bailando en el suelo.
Hace frio, frio
A salvo del tiempo seremos jóvenes por siempre
Nunca viejos, viejos
Ver una bola de fuego en el espacio, haciendo zoom detrás de mi
Todas las preguntas en tu cara.
Estaba allí en mi interior
No te vayas demasiado tiempo,
Porque tu no estarás allí para amarme cuando te hallas ido."
-ArianaGrande'♡Dont be Too Long
Narra Starfire
Me desperté confusa. Mis pensamientos eran inconexos y se perdían en sueños y pesadillas. Me llevó más tiempo de lo habitual darme cuenta de dónde me hallaba.
La habitación era demasiado impersonal para pertenecer a ningún otro sitio que no fuera la elegante habitacion de Bruce.
Intenté recordar cómo había llegado allí, sin conseguirlo al principio.
Luego, me acordé de Jason, de la discusion por la estupidez que estaba apu to de cometer, el ya lo sabe, lo sabe todo y sabe mi plan.
También recordaba a Raven, sentada junto a mi mientras lloraba en su regazo. En algún momento de la larga noche reposé la cabeza sobre su cuello. Mi cercanía no pareció alterarla en absoluto y su piel me resultó extrañamente cómoda. La parte delantera de su fina capa violeta de algodón estaba fría y húmeda a causa de las lágrimas vertidas hasta que mis ojos, rojos e hinchados, se quedaron secos.
Me había desvelado y permanecí con los doloridos ojos abiertos.
Después vino a mi memoria cuando llego Bruce en el sitio donde estabamos Barbara y yo en el comienzo ..., pero en mi recuerdo no vi enque momento se alejaron. Supongo que debió de ser entonces cuando me dormí.
Aunque ahora que recuperaba los recuerdos tenía la vaga impresión de haber salido del tunel sur con un brazo sobre los hombros de Raven y el suyo firme alrededor de mi cintura, sujetándome mientras yo tropezaba en mí caminar bajo las sombras cálidas y secas.
No recordaba llegar a la habitación de bruce.
Miré el reloj digital en la mesilla de noche. Los números en rojo indicaban la una, pero no se si eran de la tarde o de la madrugada. A través de las espesas cortinas no pasaba ni un hilo
de luz exterior, aunque las lámparas iluminaban la habitación.
Me levanté entumecida y me tambaleé hasta la ventana para apartar las cortinas.
Era de noche, así que debían de ser la una de la madrugada. La habitación daba a una zona despejada del enorme aparcamiento de estacionamiento prolongado de los vehiculos de Bruce Wayne. Me sentí algo mejor al saber dónde me encontraba.
Me miré. Seguía llevando mi uniforme, que ya no me quedaba nada bien. Recorrí la habitación con la mirada y me alborocé al descubrir un baño privado a pocos metros de mi.
Volvi a tener nauseas y mis nueve estomagos se retorcian, por lo que no podia esperar para abrir la puerta y vomita violentamente de nuevo. Limpie mi boca con mi brazo y despues tome agua para deshacerme del mal sabor de boca que tenia.
Iba en busca de ropa nueva a mi habitacion cuando me sobresaltó un ligero golpecito en la puerta.
_¿Puedo entrar?_ preguntó Raven.
Respiré hondo.
_Sí, claro_
Entró y me miró con cautela.
_Tienes aspecto de necesitar dormir un poco más._
Me limité a negar con la cabeza.
En silencio, se acercó despacio a las cortinas y las cerró con firmeza antes de volverse hacia mí.
_Debes quedarte aqui dentro un poco mas_ me dijo.
_De acuerdo_ mi voz sonaba ronca y se me quebró.
_¿Haz vomitado?_
_Me encuentro bien_ me encogí de hombros. _¿Y tú qué tal?_
_Nada que no pueda sobrellevarse_
Me tomó de la mano con delicadeza y entonces preste atencion en el acto cuando aparecio su aura negra alrededor de mi.
Empujé la bandeja a un lado, con el estómago repentinamente revuelto. Raven me miró.
_¿Qué es lo que va mal, Raven?_
_Todo va bien_ abrió los ojos con sorpresa, con expresión sincera... y no me creí nada.
_¿Hay algo malo en mi?_
Me pareció que me iba acercando al meollo del asunto. Los ojos de Raven revolotearon desde los míos hacia una pequela cajita azul que estaba encima de la cama; luego volvió a mirarme. No me habia dado cuenta en que momento habia colocado eso ahi.
_¿Qué significa eso?_ me temblaba la voz y luché para controlarla.
_Simplemente tenemos que estar seguras de una cosa_
Pero su voz sonaba demasiado monótona y el aire se me hizo más difícil de respirar.
De repente, Chico bestia se situó junto a Raven, más cerca de ella de lo habitual.
_Starfire_ dijo con una voz sospechosamente tranquilizadora. _No hay de qué preocuparse. Estaras estás completamente a salvo._
_Ya lo sé._
_Entonces, ¿porque quieres sacrificarte?_me preguntó confundido. Ahora tambien el ya lo sabe. Aunque podía sentir el
tono de mis emociones, no comprendía el motivo.
_No puedo peemitir que Slade se salga con la suya_ mi voz era sólo un susurro, pero estaba segura de que podía oírme. _Si Robin sufriera algún daño..._ tragué saliva y hablaba cada vez más alto, y en mi voz apareció una nota de histeria. _¿Cómo podré vivir después sabiendo que fue por mi culpa? Ninguno de ustedes debería arriesgarse por mí... No puedo ganar a la larga, Raven. No puedo proteger a toda la gente que conozco durante toda la vida. ¿No ves lo que está haciendo? No me persigue directamente a mí, pero encontrará y hará daño a cualquier persona que yo ame... Raven, no puedo..._
_Lo atraparemos, Starfire_ me aseguró ella.
_¿Y si te hiere, Raven? ¿Crees que eso me va a parecer bien? ¿Crees que sólo puede hacerme daño a través de mi familia Tamaraneana?_
_Star, Star, para..._ me interrumpió Chico bestia, pronunciando con tal rapidez que me resultaba difícil entenderle. _Te preocupas por lo que no debes, Starfire. Confía en mí en esto: ninguno de nosotros está en peligro. Ya soportas demasiada presión tal como están las cosas,
no hace falta que le añadas todas esas innecesarias preocupaciones. Nuestra familia es fuerte y nuestro único temor es perderte_
_Pero ¿por qué...?_
Raven le interrumpió esta vez, tocándome la mejilla con sus dedos.
_Por ti y por Robin No sabes cuánto ha cambiado, pero nosotros sí lo vemos, después de llevar juntos tanto tiempo. ¿Crees que podríamos mirarle a la cara los próximos años si te pierde?_
La culpa remitió lentamente cuando me sumergí en sus ojos violetas. Pero, incluso mientras la calma se extendía sobre mí, no podía confiar en mis sentimientos en presencia de Chico bestia.
Un pequeño golpe sordo me hizo volver a la situacion.
Entonces recorde la cajita azul.
Me sente en la cama y ella se sentó a mi lado con las piernas entrecruzadas. La ignoré al principio, pero de repente me sentí demasiado
cansada para dormir. Al cabo de varios minutos hizo acto de presencia el pánico que se había mantenido a raya en presencia de Chico bestia. Entonces, deseché rápidamente la idea de dormir.
_¿Raven?_
_¿Sí?_
Hice un esfuerzo por aparentar calma y pregunté:
_¿Tu crees que estoy embarazada?_
_Solo hay uba manera de averiguarlo_ dijo colocando la cajita en mi regazo.
Me percaté de que otra vez era demasiado temprano. Sabía que estaba invirtiendo progresivamente el horario habitual del día y de la noche. Me quedé tumbada en la cama esperando a que la prueba finalizara completamente. Solo unos minutos mas y lo sabre, escuché las voces tranquilas de Chico Bestia y Raven en la otra habitación.
Resultaba muy extraño que hablaran lo bastante alto como para que los escuchara. Rodé rápidamente sobre la cama y me incorporé. Luego, me dirigí trastabillando hacia el saloncito.
El reloj que había sobre la televisión marcaba las dos de la madrugada.
Raven y Chico bestia se
sentaban juntos en un sofá. Raven estaba meditando otra vez, Chico bestia miraba por encima del hombro de ésta. Estaban tan absortos en la meditacion de Raven que no miraron cuando entré.
Me arrastré hasta el lado de Chico Bestia para echar un vistazo.
_¿Ha visto algo?_ pregunté en voz baja.
_Sí. Algo ha hecho regresar Slade a Ciudad Gotica_
Observé a Raven con el ceño fruncido debido a la concentracion.
_¿Y Robin? ¿No sabido nada de el?_
Raven miró a Chico bestia de forma significativa. Una espesa niebla y un profundo letargo en el aura negra de Raven se apoderaron de mí y los ojos se me cerraron sin que pudiera evitarlo. Mi mente luchó contra la niebla y el aura negra cuando me di cuenta de lo que estaba pasando. Forcé a mis ojos para que se abrieran y me levanté, alejándome de la mano de Raven.
_No quiero volverme a dormir_ protesté enfadada.
Caminé hacia mi habitación y cerré la puerta, en realidad, casi di un portazo para dejarme caer en la cama, hecha pedazos, con cierta privacidad. Raven no me siguió en esta ocasión. Estuve contemplando la pared durante un minuto, hecha un ovillo, meciéndome. Mi mente vagabundeaba en círculos, intentando salir de alguna manera de esta
pesadilla. Pero no había forma de huir, ni indulto posible. Sólo veía un único y sombrío final que se avecinaba en mi futuro. La única cuestión era cuánta gente iba a resultar herida antes de que eso ocurriera.
El único consuelo, la única esperanza que me quedaba era saber que pronto salvaria a Robin y lo veria por ultima vez. Quizás, sería capaz de hallar la solución que ahora me rehuía sólo con volverle a ver.
Regresé a buscar a Raven y Chico bestia, sintiéndome un poco culpable por mi comportamiento, cuando sonó mi comunicador.
Esperaba que ninguno de los dos se hubiera enfadado, que supieran cuánto les agradecía los sacrificios que hacían por mí.
Pero lo que me llamó la atención fue que, era Robin quien llamaba a mi comunicador, era el.
Esto era imposible, la sangre se habia helado en el interior de vientre, ¿esto era Real? Finalmente el pudo lograr escapar y esta pidiendo ayuda.
_¿Robin?_
_¿Starfire? ¿Starfire? ¿Estás ahí?_
Era el, era su voz, finalmente podia oirlo. Pero habia algo raro en el. Lo que albergaba su voz. Era el timbre del pánico.
Hice una pausa, sorprendida de que no hubiera respondido mas.
_¿Robin?_
_Ten mucho cuidado de no soltar prenda hasta que haya dicho todo lo que tengo que decir_ la voz que acababa de escuchar me fue tan poco familiar como inesperada. Era una
voz de hombre, tosca, muy ruda e impersonal. Hablaba muy deprisa. _Bien, no tengo por qué hacer
daño a Robin, así que, por favor, haz exactamente lo que te diga y no le pasará nada_ hizo
una pausa de un minuto mientras yo escuchaba muda de horror. _Muy bien_ me felicitó. _Empiezo a darme cuenta de que esto no va a ser fácil_ la voz parecía divertida, todavía tosca y ruda. _¿Por qué no entras en otra habitación para que la expresión
de tu rostro no lo eche todo a perder? No hay motivo para que Robin sufra_
Me encaminé muy despacio hacia el dormitorio sin dejar de sentir la mirada preocupada de Raven clavada en mi espalda.
Cerré la puerta al entrar mientras intentaba pensar con claridad a pesar del pavor que nublaba mi mente.
_¿Hay alguien contigo donde te encuentras ahora? Contesta sólo sí o no._
_No_
_Esto ha salido bastante mejor de lo que yo creía. Estaba dispuesto a esperar. Es más fácil de este modo, ¿no crees? Menos suspenso y menos ansiedad para ti_
Esperé.
_Ahora, quiero que me escuches con mucho cuidado. Necesito que te alejes de tus amigos, ¿crees que podrás hacerlo? Contesta sí o no_
_No_
_Lamento mucho oír eso. Esperaba que fueras un poco más imaginativa. ¿Crees que te sería más fácil separarte de ellos si la vida de Robin dependiera de ello? Contesta sí o no_.
No sabía cómo, pero debía encontrar la forma.
_Si_
_Eso está mejor. Estoy seguro de que no va a ser fácil, pero si tengo la más mínima sospecha de que estás acompañada, bueno... Eso sería muy malo para tu novio_ prometió la
voz amable. _A estas alturas ya debes saber lo suficiente sobre nosotros para comprender lo que queremos y la rapidez con la que voy a saber si acudes acompañada o no. Trae contigo el Glock y las piedras y no le haremos daño a Dick ¿Entiendes Responde sí o no_
_Sí_ mi voz se quebró.
_Muy bien, Starfire. Esto es lo que has de hacer. Quiero que vayas a la Torre de los Titanes. Hay un número junto al teléfono. Llama, y te diré adonde tienes que ir desde allí_ me hacía
idea de adonde iría y dónde terminaría aquel asunto, pero, a pesar de todo, pensaba seguir las
instrucciones con exactitud. _¿Puedes hacerlo? Contesta sí o no. Y que sea antes de que salga el sol, por favor, Starfire. No tengo todo la noche_ pidió con extrema educación. _Adiós, Starfire. Estoy deseando verte de nuevo_
Y colgó.
Mantuve el comunicador pegado al oído. El miedo me había agarrotado los dedos y no conseguía estirar la mano para soltarlo.
Sabía que debía ponerme a pensar, pero el sonido de la voz aterrada de Robin ocupaba toda mi mente. Transcurrieron varios segundos antes de que recobrara el control.
Despacio, muy despacio, mis pensamientos consiguieron romper el espeso muro del dolor. Planes, tenía que hacer planes, aunque ahora no me quedaba más opción que ir a hacia Slade y morir. No había ninguna otra garantía, nada con lo que pudiera salvar la vida de Robin.
Mi única esperanza era que Slade se diera por satisfecho con quedarse con el Glock, que derrotar a Batman y los Titanes fuera suficiente. Me agobiaba la desesperación,porque no había nada con lo que pudiera negociar, nada que le importara para ofrecer o retener. Pero por muchas vueltas que le diera no había ninguna otra opción. Tenía que intentarlo.
Situé el pánico en un segundo plano lo mejor que pude. Había tomado la decisión. No servía para nada perder tiempo angustiándome sobre el resultado. Debía pensar con claridad,
porque Raven y Chico bestia me estaban esperando y era esencial, aunque parecía imposible, que consiguiera escaparme de ellos.
Contuve el miedo, la ansiedad, intentando sofocarlos. No podía permitírmelos ahora, ya que no sabía cuándo regresaría. Era prioritario alejar a Raven como fuera... Era consciente de que me esperaba en la otra habitación, curiosa. Pero tenía que resolver otra cosa más en privado antes de que Chico bestia volviera.
Mire de nuevo la pequeña caja azul, y la prueba de embarazo aun no se encontraba finalizada. Faltaban unos minutos mas, minutos que debian esperar. Tome la prueba y la coloque de nuevo en la caja mentiendola en el primer cajon de Bruce que pude encontrarme.
Debía aceptar que no volvería a ver a Robin nunca más, ni siquiera una última mirada. Iba a herirlo y no le podía decir adiós. Dejé que las oleadas de angustia me torturaran y me inundaran un rato.
Entonces, también las controlé y fui a enfrentarme con Raven.
La única expresión que podía adoptar sin meter la pata era la de una muerta, con gesto ausente. La vi alarmarse, y no quise darle ocasión de que me preguntara. Sólo tenía un guión preparado y no me sentía capaz de improvisar ahora.
_He perdido la prueba, se me ha caido en el drenaje del baño_ mi voz sonaba sin vida. _Pero todo va bien, el resultado fue negativo_.
_Nos aseguraremos de que todo este bien, Starfire, no te preocupes._
Le di la espalda para evitar que me viera el rostro.
Con un plan ya formándose en mi cabeza. Vi un sobre en blanco encima de una mesilla esquinada. Buena idea.
_¿Raven?_ pregunté despacio, sin volverme, manteniendo inexpresivo el tono de voz. _¿Podrias traer otra prueba ... solo por si acaso?, ¿Lo harias? Quiero decir si ..._
_Sin duda, Star_ respondió con voz cautelosa, porque veía que estaba totalmente destrozada. Tenía que controlar mejor mis emociones.
_Gracias. Te estere esperando en la habitacion cuando regreses_
Me dirigí de nuevo al dormitorio y me arrodillé junto a la mesita de noche para apoyarme al escribir.
_Robin... _ comence a garabatear en una hoja de papel. Me temblaba la mano, tanto que las letras apenas eran legibles.
_Te quiero. Lo siento muchísimo. Tengo que hacerlo y he de intentarlo a
pesar de saber que no funcionará. Lo siento mucho, muchísimo. No te enfades con Raven y Chico bestia, si consigo escaparme de ellos será un milagro, dales las gracias de mi parte en especial a Raven por favor. No podría soportar que alguien saliera herido por mi culpa, especialmente tú, por favor es lo único que te pido. Hazlo por mí.
Te quiero,perdóname
Starfire_
Doblé la carta con cuidado y sellé el sobre. Ojala que Robin la encontrara. Sólo podía esperar que lo entendiera y me hiciera caso, aunque fuera sólo esta vez.
Y también sellé cuidadosamente mi corazón.
Todo el pavor, la desesperación y la devastación de mi corazón habían requerido menos tiempo del que había pensado. Los minutos transcurrían con mayor lentitud de lo habitual.
Me sentía desesperanzada.
Raven se habia marchado junto a Chico bestia y era el momento de aprovechar mi oportunidad.
Esperando que nadie pudiera verme, tenia miedo de escapar ahora.
Me di prisa en llegar al tunel sur y me senti aliviada cuando estuve a salvo en las tinieblas. Aliviada y horrorizada.
Ahora si que se habia acabo mi tiempo.
Estoy tan asustada.
Antes de que pudiera hecharme a correr, una mano pesada me tomo del hombro en la oscuridad.
_¿Vas algun sitio?_
Estaba tan tensa que se me escapo un grito de terror. Pero estaba tan asustada que mi grito no fue mas que un chirrido, sin aire.
_¡Lo siento!_ el brazo de Jason me rodeo los hombros, tranquilizandome. _Lo siento. No queria asustarte_
_¿Que haces aqui?_ le pregunte aun sin aliento.
_Siguiendote. Te he estado siguiendo toda la noche_
_Bien, pues no lo hagas_
Hubo un titubeo en la oscuridad y su brazo no se movio. Me retorci intentando sacudirme su abrazo. Pero el me tomo de la muñeca. Su pulso era fuerte, no podria soltarme facilmente.
_¿Vas aver a Bruce?_ inquirio. Su pregunta no dejaba lugar a dudas.
_Claro que si_ sisee, para que no pudiera percibir el panico y la mentira en mi voz. _¿Que otra cosa puedo hacer despues de lo de hoy? Mañana no va a cambiar para bien. Y no es una decision que deba tomar Bruce_
_Lo se. Estoy de tu lado_
Me irrito que sus palabras pudieran herirme, que hicieran brotar lagrimas de mis ojos. Intente aferrare al pensamiento de Robin. El era mi ancla, pero dificil hacerlo cuando Jason me tocaba, con su aroma pegado a mi nariz.
_Entonces dejame ir, Jason. Vete. Quiero estar sola_ las palabras me salieron rapidas, con aspereza. Era facil darse cuenta de que no eran mentiras.
_Deberia ir contigo ..._
_Solo te pido unos minutos, Jason. Dame eso, al menos_ replique con brusquedad.
Se hizo otra pausa, pero su mano no se aflojo.
_Kori, venia a estar contigo_
Las lagrimas empezaron a derramarse por mis ojos. Senti gratitud por la oscuridad.
_Preferiria que no lo hicieras_ susurre. _No tiene caso_
Por supuesto, no deseaba que Jason enrealidad supiera que mi proposito era salvar a Robin de Slade ahora. No hiba a seguir viviendo, lamentandome siempre los amores que dejara atras, todos estarian muertos si yo no hacia algo. Este era mi planeta y nadie me hiba obligar a abandonarlos. Una tumba humana para la humana en la que me habia convertido.
_Pero Starfire, yo ... hay tanto que necesito decirte_
_No quiero tu gratitud, Jason. Creeme_
_¿Que es lo que quieres entonces?_ susurro, con la voz rota y ahogada. _Te daria cualquier cosa_
_Cuida de mi familia. No dejes que Slade los mate_
_Desde luego que cuidare de ellos_ rechazo mi peticion con brusquedad. _Me referia a ti. ¿Que puedo darte?_
_No puedo llevar nada conmigo Jason_
_¿Ni si quiera un recuerdo, Starfire? ¿Que es lo que quieres?_
Me limpie las lagrimas con la mano libre, pero otras tomaron su lugar enseguida. No. No mellevaria si quiera un recuerdo.
_¿Que puedo darte, Starfire?_ insistio.
Inspire profundamente e intente que mi voz sonara firme.
_Mienteme. Jason. Dime que quieres que me quede_
No hubo duda esta vez. Sus brazos me rodearon en la oscuridad y me estrecho contra su pecho. Presiono los labios contra mi frente y senti su aliento mover mi pelo al hablar.
_Quedate aqui, Starfire. Con nosotros. Conmigo. No quiero que te vayas. Por favor. No puedo creer que vayas a irte, no puedo verlo. No se como ... como ..._ su voz se quebro.
Era un mentiroso sensacional. Y tenia que estar muy muy seguto de mi para decir esas cosas.
Descanse contra el un segundo, pero senti como se me iba acabando el tiempo.
No habia tiempo. No habia tiempo.
_Gracias_ susurre. E intente irme.
Sus brazos se tensaron.
_No he acabado_
Nuestros rostros rostros solo estaban a unos centimetro. Acorto la distancia y entonces, al borde de mi ultimo aliento en este planeta, no pude evitar responder. Union de gasolina y flama: ambos explotamos de nuevo. Pero ya no era lo mismo. Podia sentirlo. Podia sentir la diferencia. Solo existimos los dos, Solos Jason y Starfire, ardiendo al unisono.
Nadie habir mentido mejor de lo que Jason mintio con su cuerpo en mis ultimos minutos y se lo agradeci. No podia llevarme esta mentira conmigo. Podia creerme esa mentira. Podia creer que me extrañaria tanto que eso mermaria parte su alegria. No debia querer eso, pero de todos modos me hacia sentir bien creerlo.
No podia ignorar el tiempo, el tic tac de los segundos en cuenta regresiva. Aun envuelta en fuego, senti que me arrastraban, que me succionban por el oscuro pasillo, que me arrancaban del calor y el sentimiento.
Me las arregle para separar mis labios de los suyos. Jadeamos en la oscuridad, calentandonos los rostros mutuamente con nuestros alientos.
_Gracias_ le dije otra vez.
_Espera ..._
_No puedo. No puedo ... soportarlo mas, ¿si?_
_Bien_ susurro. Y su voz se quebro a pronunciar la palabra.
_Solo quiero una cosa mas. Dejame hacer esto sola. Por favor_
_Si ... si estas segura de que eso es lo que quieres ... _ la frase se desvanecio, insegura.
_Es lo que necesito, Jason_
_Bien_ murmuro.
_Le dire a Bruce que te busque cuando todo haya acabado_
Todavia tenia sus brazos ceñidos en torno a mi.
_Sabes que Dick intentara matarme por haberte dejado hacer esto. Puede que deba dejarlo ... jamas nos perdonara a ninguno de los dos_
_No puedo pensar en el ahora. Por favor. Dejame ir_
Despacio con una palpable renuencia que templo parcialmente el helado vacio en el centro de mi cuerpo, Jason dejo caer los brazos
_Te quiero Koriand'er_
Suspire.
_Gracias, Jason. Sabes cuanto te quiero. Con todo mi corazon_
Corazon y alma. En mi caso no era lo mismo. Habia estado dividida tanto tiempo. Era hora de convertirme de nuevo en un todo, incluso si eso terminaba matandome.
Los segundos y el tic tac, me empuajaban hacia el final. Hacia frio, ahora que ya no me abrazaba. Y conforme me apartaba de el, el frio iba en aumento.
Peron naturalmente, era solo mi imaginacion. Aquo todavia era verano y siempre seria verano para mi.
_¿Que haces cuando llueve Jason?_ dije en susurros.
Le llevo un momento responder, y pude oir las lagrimas en su voz.
_Yo ..._ trago saliva. _Voy al bosque, suelo dormir ahi cuando llueve es ... relajante_
Asenti para mi misma. Me preguntaba como seria dormir en la lluvia. ¿Incomodo? ¿o seria divertido como una pijamada?
_¿Porque?_ susurro.
_Solo queria ... imaginarlo. Pensar como seria_ la vida y el amor seguirian adelante. Aun cuandolo hicieran sin mi, la idea me hizo feliz. _Adios Jason_
_Espera ... Starfire_
Eche a correr por el tunel, vole para no concederle la mas minima oportunidad, de convencerme para que no me fuera. Pero solo escuche el silencio a mi espalda.
No me quedaba tiempo. Raven y Chico bestia estarían a punto de descubrir mi fuga, si no lo
habían hecho ya, y me localizarían en un abrir y cerrar de ojos.
Llegue tan rapido como jamas habria creido a la Torre de los Titanes. Mi viejo hogar.
No hacía falta que me asustara, me recordé. La Torre estaba vacía. Debía apresurarme.
Subí corriendo hasta el linving. Abrí la puerta. El interior permanecía a oscuras y deshabitado, todo en
orden. Volé hacia el teléfono y encendí la luz de la cocina en el trayecto. En la pizarra blanca había un número de diez dígitos escrito a rotulador con caligrafía pequeña y esmerada. Pulsé
los botones del teclado con precipitación y me equivoqué. Tuve que colgar y empezar de nuevo. En esta ocasión me concentré sólo en las teclas, pulsándolas con cuidado, una por una.
Lo hice correctamente. Sostuve el auricular en la oreja con mano temblorosa. Sólo sonó una
vez.
La pantalla gigante que estaba enfrenre de la sala se escendio de repente.
_Hola, Starfire_ contestó ¿Jericco? con voz tranquila. _Lo has hecho muy deprisa. Estoy impresionado._
No habia tiempo para preguntas solo importaba Robin en ese momento.
_¿Se encuentra bien Robin?_
_Está estupendamente. No te preocupes, Starfire, no le hare daño. A menos que no vengas sola, claro_ dijo esto con despreocupación, casi divertido.
_Estoy sola_
Nunca había estado más sola en toda mi vida.
_Muy bien. Ahora, dime, ¿recuerdas la antigua guarida de Slade? Se que recuerdas este viejo lugar_
_Sí, sé cómo llegar hasta allí_
_Bien, entonces te veré muy pronto_.
La pantalla se apago.
Salí corriendo de la Torre y crucé la puerta hacia el frio de la calle.
No había tiempo para volver la vista atrás y contemplar mi viejo hogar. Tampoco deseaba hacerlo tal y como se encontraba ahora, vacía, como un símbolo del miedo en vez de un
santuario. La última persona en caminar por aquellas habitaciones familiares había sido mi
enemigo. Y nada meno que un traidor.
Los recuerdos en la Torre eran mejores que cualquier realidad que hoy pudiera ver, pero aun así, los aparté de mi mente rápidamente
y vole hacia la esquina, dejándolo todo atrás.
Me sentía torpe, como si corriera sobre arena mojada. Parecía incapaz de mantener mi estabilidad de vuelo y en una ocasión me caí. Me hice varios rasguños en las manos cuando las apoyé en la acera para amortiguar la caída. Luego me tambaleé, para volver a caerme, pero finalmente conseguí llegar a la esquina. Ya sólo me quedaba otra calle más. Corrí de nuevo, jadeando, con el rostro empapado de sudor. Con las nauses de vuelta en mi estomago.
Me sentía peligrosamente vulnerable.
Al doblar la última esquina y llegar a la antigua maquinaria, pude ver el antigua escondite de Slade, que
conservaba el mismo aspecto exterior que recordaba. No podía volar más,me asfixiaba. El esfuerzo y el pánico me habían dejado extenuada.
El recuerdo de Robin era lo único que, un paso tras otro, me mantenía en movimiento.
El lugar estaba abierto. Me esforcé por contener el aliento y abrí la puerta.
Estaba vacío y su temperatura era fresca. Se podía oír el zumbido
del aire acondicionado.
Se apoderó de mí un miedo tan fuerte que me quedé literalmente paralizada. Era incapaz de dar un solo paso.
Me volví lentamente. Inmóvil, Slade estaba de pie junto a la salida de emergencia, por eso no le había visto al principio. Sostenía en la mano el comunicador de Robin. Nos miramos el uno al otro durante un buen rato y entonces sonrió.
Caminó hacia mí y pasó muy cerca. Depositó el comunicador al lado de las pantallas destruidas que habian ahi. Me di la vuelta con cuidado para seguir sus movimientos.
_Lamento esto, Starfire, pero ¿acaso no es mejor que Robin no este visto implicado en este asunto?_ dijo con voz cortés, amable.
_¿Robin no esta aqui?_ contesté llena de alivio.
_No pareces enfadada porque te haya engañado_
_¿Donde esta Robin?_
Me sentía casi mareada. La parte más racional de mi mente me avisó de que estaba a punto de derrumbarme a causa del estrés.
_¡Qué extraño! Lo piensas de verdad_ sus ojos oscuros me examinaron con interés. _He de conceder que tu extraña especie, los Tamaraneanos, resultan bastante interesantes. Supongo que observarlos fue toda una atracción. Y lo extraño es que muchos de tu gente no parecan tener conciencia alguna de lo interesantes
que son ustedes._
Se encontraba cerca de mí, con los brazos cruzados, mirándome con curiosidad. Ni el rostro ni la postura de Slade mostraban el menor indicio de amenaza. Tenía un aspecto muy tranquilo.
_Supongo que ahora vas a preguntarme otra vez que ha pasado con tu novio_ aventuró casi esperanzado, o eso me pareció.
_Cumpli mi parte del trato, ahora debes dejarlo tranquilo_
_¿No quieres despedirte de el?_
_No_ resultaba extrañamente sencillo conversar con un Slade tan gentil. _Le dejé una carta_
_¿Una carta? ¡Qué romántico!_ la voz se endureció un poco cuando añadió un punto de sarcasmo al tono educado. _¿Y crees que el va a leerla?_
_Eso espero_
_Humm. Bueno, en tal caso, tenemos expectativas distintas. Como ves, esto ha sido demasiado fácil, demasiado rápido. Para serte sincero, me siento decepcionado. Esperaba un desafío mucho mayor. Y después de todo, sólo he necesitado un poco de suerte._
Esperé en silencio.
_Hice que mi hijo averiguara más cosas sobre ti cuando no consiguió atrapar a tu padre. Te había oído decir que era el Glock, auque ia cuando conversabas con el tonto burocrata de Bruce. Al principio, ni se me ocurrió que lo dijeras en serio, pero luego lo estuve pensando. ¡Qué predecibles son los extraterrestes!
Pero claro, no estaba seguro, sólo era una corazonada. Habitualmente las suelo tener sobre los planes que tengo, un sexto sentido, por llamarlo así. Jason los estuvo vigilando como Red X, todo este tiempo naturalmente; no podía actuar solo en un juego con tantos jugadores. Y así fue como me confirmaron lo que yo barruntaba, que regresaban de Tokio. Ya estaba preparado; demasiado fácil, como ves. En realidad, nada que esté a mi altura_
No contesté. La sensación de valentía me abandonaba por momentos. Me di cuenta de que estaba a punto de terminar de regodearse en su victoria. No había ninguna gloria para él en conseguir el glock de mí.
Dio un paso atrás y pulsó algo en frente de mi. Cuerdas rotas y una especie de palo de madera roto. Un trapecio destrozado.
Lo miré horrorizada.
_Lo siento, pero dudo que Robin lea esa ultima carta que dejaste para el. Todo esto es por él, claro. Tú simplemente eres una pieza,
que, desafortunadamente, tu padre te convirtio en un arma para la guerra y podría añadir también, que en una pieza muy importante para mi_
Dio un paso hacia mí, sonriendo.
_Antes de que empecemos... _ Dio otro paso en mi dirección hasta situarse a poca distancia. Levantó un mechón de mi pelo y lo olió con delicadeza.
Entonces, lo puso otra vez en su sitio con dulzura y sentí sus dedos fríos en mi garganta. Alzó luego la mano para acariciarme rápidamente una sola vez la mejilla con el pulgar, con expresión de curiosidad. Deseaba echar a correr con todas mis
fuerzas, pero estaba paralizada. No era capaz siquiera de estremecerme.
_No_ murmuró para mi misma mientras dejaba caer la mano. _No lo entiendo. Llegue demasiado tarde. Robin, el ... no puede, no puede estar muerto_
Ahora me sentía realmente mal. El final rápido con que yo contaba no se produciría. Empezaron a temblarme las rodillas y temí caerme de un momento a otro.
No pude evitarlo, intenté luchar aun sabiendo que sería inútil y que mis rodillas estaban muy débiles. Me invadió el pánico y salté hacia la salida de emergencia.
Lo tuve delante de mí en un abrir y cerrar de ojos. Actuó tan rápido que no vi si había usado los pies o las manos. Un golpe demoledor impactó en mi pecho y me sentí volar hacia
atrás, hasta sentir el crujido de algo metalico al romperse cuando mi cabeza se estrelló contra las pantallas gigantes. El cristal se agrietó y los trozos se hicieron añicos al caer al suelo, a mi lado.
Estaba demasiado aturdida para sentir el dolor. Ni siquiera podía respirar. Se acercó muy despacio.
Le ignoré mientras gateaba de pies y manos en un intento de arrastrarme hasta la otra puerta.
Se abalanzó sobre mí de inmediato y me pateó con fuerza la pierna. Oí el espantoso chasquido antes de sentirlo, pero luego lo sentí y no pude reprimir el grito de agonía. Me
retorcí para agarrarme la pierna, él permaneció junto a mí, sonriente.
Me golpeó la pierna rota con el pie. Oí un alarido taladrador. En estado de shock, lo reconocí como mío.
Entonces, algo me impactó en la cara y me arrojó de nuevo contra los pantallas. Por encima del dolor de la pierna, sentí el filo cortante del cristal rasgarme el cuero cabelludo. En ese momento, un líquido caliente y húmedo empezó a extenderse por mi pelo a una velocidad alarmante. Noté cómo empapaba el hombro de mi camiseta y oí el goteo en la
madera sobre la que me hallaba. Se me hizo un nudo en el estómago a causa del olor.
A través de la náusea y el vértigo, atisbé algo que me dio un último hilo de esperanza.
La sangre, que extendía su color plateado empezaba a formar un charco rápidamente en el piso.
Ojala que fuera rápido a partir de ahora, todo lo que podía esperar es que la pérdida de sangre se llevara mi conciencia con ella. Se me cerraban los ojos.
Con la respiración contenida, contemplé fijamente la mascara bicolor de Slade al otro lado de la gran habitación. Éste me devolvió la mirada complacido.
Sabía que no afrontaría la muerte ahora, pero, aterrada como estaba, no me arrepentía de esta decisión.
Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces cualquiera de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión.
Slade sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para
matarme.
Oí el gruñido final de Slade como si proviniera de debajo del agua. Pude ver, cómo su sombra oscura caía sobre mí. Con un último esfuerzo, alcé la mano instintivamente para protegerme la cara. Entonces se me
cerraron los ojos y me dejé ir.
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¡Sorpresa! ¡Sorpresa! 🎉
A que no e esperaban que actualizara tan pronto y este peazo de capitulo.
Espero que le haya gustado.
Estamos cerca muy muy cerca a casi nada del final.
Esperenlo pronto 😉
AnneCst 🌺🌿
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