(๑˙Capítulo 5 / Lan˙๑)
Día 2.
Los dos hermanos Lan se encontraban contemplado el sol saliente por el horizonte, pues ellos aún estando en otra secta que no era la de ellos, aún seguían sus costumbre de levantarse temprano, y a seguir sus reglas.
–Tengo en mente ir a comprar algunas cosas al pueblo, ¿Qué dices WangJi, te gustaría venir?–
XiChen preguntó terminando de beber su té.
–Mmh–
Asintió, no tenía nada que hacer y preferia ir con su hermano a quedarse ahí y que alguien intente hacer amistad con él.
Era muy reservado.
Y así, ambos se pusieron de pie, para comenzar a dirigirse al pueblo del muelle de loto, el bulliciosa y alegre muelle de loto.
–Mira WangJi, éste tipo de incienso no hay en Gusu–
Dijo el jade mayor tomando unos inciensos de varios olores que nunca había tenido.
–Té–
Murmuró él jade menor, mirando la variedad de té que había en el puesto, y eso que solo eran incienso y té, y con eso sabían que era todo nuevo a sus ojos.
Mientras caminaban por los puestos viendo la mercancía que los vendedores mostraban al público, comprando lo que les gustaba o les causaba curiosidad, percibieron el ligero aroma a lotos de alguien en particular, reconociéndolo, era de ese bonito omega, que al voltear ambos por inercia buscando al dueño del delicioso aroma, pudieron ver al joven WanYin mirando en los puestos de dulce para comprar, ambos hermanos se miraron, para comunicarse con solo una mirada y acercarse al menor.
–Joven Jiang, que sorpresa encontrarnos–
Dijo el Lan mayor, mostrando una sonrisa.
–Lan XiChen, Lan WangJi–
Saludó el menor que tenía entre sus manos una cajita pequeña de dulces blanditos espolvoreados con azúcar recién comprada.
–¿También vienen a comprar dulces? En lo personal, éstos son los más ricos–
Recomendó con una sonrisa.
–El jovencito tiene toda la razón, ¡Son hechos con los ingredientes más buenos y agradables al paladar!–
Aprovechó el vendedor para persuadir a los dos jades de consumir en su puesto.
–Bueno, creo que llevaré unos–
Dijo el Lan mayor.
–Mmh–
Apoyó el menor que también compraría unos.
No perderían la oportunidad de probar algo que le gustaba tanto al omega como para recomendarlo con esa sonrisa de emoción.
Una vez comprado el producto, decidieron el seguir su camino explorando los puestos.
–¿Le gustaría acompañarnos?–
Esta vez habló WangJi, que miraba fijo al omega frente a ellos.
–Si están de acuerdo, con gusto–
Los Lan se vieron, comunicándose con la mirada.
Eran los más felices del mundo.
–Pero claro que puede Jiang WanYin–
Dijo XiChen con su sonrisa.
Y así, las tres personas comenzaron a caminar por los puestos viendo las cosas.
Jiang Cheng ayudaba con el recorrido dándoles como una especie de tour por el lugar, enseñando los puestos que personalmente le gustaban más, incluso pararon para comer en un restaurante, pidiendo los tres lo mismo, aunque siendo precavidos los Lan preguntaban si había picante en la comida, sabían que en Yunmeng Jiang las comidas tenían muchos condimentos y por ende muchos platillos con picante.
[•••]
Los tres estaban dispuestos a regresar a la secta, no se habían dado cuenta cuando ya era tan tarde, habían estado literalmente todo el santo día de allá para acá de puesto en puesto mirando hasta la última cosa existente ahí, al igual que solamente paseaban por ahí.
El sol comenzaba a querer ponerse, cayendo lentamente por el horizonte mientras el cielo se tornaba de colores naranjas, amarillos y rojos, con estelas moradas y rosas entre las nubes, una preciosa vista.
–Es momento de regresar, estuvimos ausentes todo el día–
Dijo sorprendido el menor mirando el cielo, no se podía creer que ya era tan tarde, ni siquiera había sentido el tiempo correr, diría incluso que máximo habían estado dos horas en el pueblo cuando fue muchísimo más que eso.
–Tiene razón, el sol ya se está poniendo, hora de regresar–
–Mmh–
Comenzaron a caminar de regreso a la secta, hablando amenamente de como no habían sentido el tiempo correr.
Pasando por un puesto de broches y peines, el Lan menor se detuvo al ver un ligero destello lila llamativo a su vista.
Un bonito broche de plata con pequeñas piedras preciosas de color lila en él.
–¿Va a comprar algo más antes de irnos segundo jade?–
Preguntó el Jiang, recibiendo un asentamiento afirmativo.
Tomó el broche y lo pagó, dándose la vuelta quedando cara a cara con el omega.
–Bello y hermoso, como tú–
Dijo WangJi, adornando el flequillo que caía por los lados del rostro del omega con el broche tan bello, notando un sonrojo en las mejillas pálidas del Jiang.
Ese había sido su movimiento, y se sentía satisfecho.
–Muchas gracias, WangJi–
Sonrió levemente, haciendo que las orejas del Lan menor se sonrojaran.
Lan XiChen al ver eso solo hizo un puchero silencioso, su hermano había hecho un movimiento, por lo que mirando el puesto, miró una bonita peineta de madera oscura, con un loto tallado en su centro.
Lo tomó, lo pagó, y lo oculto en las otras cosas que llevaba con sigo.
El resto del camino de regreso es calmado y pacífico.
[•••]
Eran alrededor de las 7 de la noche, Lan XiChen se dirigia silenciosamente a la habitación del menor de los Jiang, que si bien era mal visto ir tan tarde a la habitación de un omega, quería darle la peineta que había comprado y no había alcanzado a dársela ya que al llegar a la secta la señorita YanLi y el joven WuXian se habían llevado casi arrastrando al menor del lado de ambos jades.
Tocó gentilmente la puerta tres veces, siendo solo segundos cuando ésta fue abierta.
–XiChen, ¿Qué le trae por aquí?–
Preguntó curioso Jiang Cheng, mirando al hombre frente a él.
–Yo, le quería dar ésto–
Y mostró lo que había estado ocultando entre una de sus mangas, la peineta de madera oscura con un loto tallado en el centro.
–Oh, muchas gracias, por el detalle–
Se sonrojó levemente, tomándola delicadamente entre sus manos.
–Me gustaría peinar su cabello–
Dijo amable XiChen, mirando como el menor levantó su mirada encontrándose con la del Lan.
–Mmh–
Frunció el ceño, evaluando al mayor, ¿Peinar su cabello?
–Bueno... si eso le llena–
Dijo sonriendo suave, nadie más que su familia habían llegado a peinar su cabello.
Fueron dentro de la habitación, dónde el menor se acomodó de tal forma que el contrario pudiera peinar su cabello.
–Disculpe usted–
Y con delicadeza tiró del listón púrpura que mantenía el largo cabello del menor sujeto, dejándolo caer como cascadas por sus espalda y las dos trenzas por sus hombros.
El mayor se sonrojó, ya lo había visto una vez con su cabello suelto, pero verlo una segunda vez era aún mejor que la primera.
[•••]
Era antes de las 9 de la noche, el Lan salió de la habitación con una reverencia, cerrando la puerta tras él y encontrándose con un discípulo que venía a hacer guardia, saludándolo se retiró, dejando atrás a un tremendamente sorprendido discípulo y solo pudiendo inclinarse.
–Madam Yu me matará si se entera que un alfa estuvo en la habitación de su hijo–
Dijo pálido el discípulo a sí mismo que solamente había ido por unos bocadillos para que la vigilancia de esa noche fuera más amena.
Nunca volvería a ir por bocadillos.
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Hola!
La técnica será que cada día nuestro loto estará con los diferentes jóvenes de secta, teniendo así un día completo con ellos haciendo diferentes actividades!
Lo veo mejor así para no revolverlos ni revolverme al escribir ^^ lo veo más cómodo
:3
Besitosss.
—☆.
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