Regálame un lápiz

Connor.

Pobre señor Riggs, creo que hoy no nos torturará con un examen de matemáticas. Los chicos y yo seguimos a nuestro profesor el día de ayer para que a las once de la noche pudiéramos hacer nuestro plan de ataque. Bart, Louis y George se tuvieron que ir más temprano pero Tristan y yo nos quedamos para poder pinchar los neumáticos del auto del señor Riggs.

Nos encontramos en el salón observando como todos aún repasan desesperados sus apuntes para el examen de matemáticas.

—Fue una buena idea, Louis. Eres mi héroe—menciona George.

Si, la idea fue de Louis, su mente macabra nos sorprende a todos más y más. Él no había estudiado para el examen—al igual que todos—, por esa misma razón dio la idea.

—¿Por qué siguen estudiando? Es obvio que Riggs no va a llegar—dice Tristan.

—¿Qué hicieron?—pregunta uno de nuestros compañeros de clases cuyo nombre no conozco.

—Le dimos un regalito a Riggs pero shh, no le digas a nadie—contesto en nombre de todos.

En ese momento Daisy entra por la puerta, tan hermosa como siempre. Busca su asiento con la mirada y luego se aproxima a él, luego de sentarse saca sus apuntes empezando a leerlos. Creo que vi que su mirada se posó en nosotros por unos segundos. Esperen... Daisy Rogers puso su mirada en nosotros, este es el mejor día de mi vida.

—¿Por qué no le hablas?—Louis se me acerca—. Si no arriesgas no ganas, mi amigo.

—No me creo capaz de hacer Lou, tengo miedo que me rechace.

—¡El gran Connor Pirce tiene miedo de que una chica lo rechace!—exclama Bart, yo le doy un manotazo en su nuca.

—Idiota.

—Creo que Riggs suspenderá el examen de hoy, ya pasaron veinte minutos—Tristan dice burlonamente. Me acerco a él y chocamos nuestras palmas en señal de victoria.

Al parecer ya todos se han dado cuenta del asunto porque han dejado sus apuntes de lado. Todos menos ella, Daisy sigue con su mirada fija en sus apuntes, sus ojos se mueven con rapidez mientras recorre cada una de las palabras que están en su cuaderno.

—Deja de mirarla de esa manera o todo el mundo se dará cuenta—advierte George.

Pero es que no puedo hacerlo, su cabellos, sus labios, hasta sus manos me vuelven loco. Estoy en un serio problema.

De repente un sudado señor Riggs aparece por la puerta, escucho como mis amigos e incluso yo maldecimos por la mala suerte. Ahora veo que el dicho del que ríe de último, ríe mejor es cierto. No debimos cantar victoria tan rápidamente.

—Le descontaré estos veinte minutos al señor Pirce y McDugents. Quiero decirles que la cámara de seguridad de mi casa grabó todo—menciona Riggs. Hago una mueca, quería evitar en todo lo posible la sala de detención pero veo que no será posible. Pronto tendré un nuevo castigo—. Saquen una hoja, borrador, sacapuntas y lápiz. No quiero ver más nada en sus mesas.

Todos se acomodan lanzando maldiciones y con gestos de mala gana. No me queda de otra, busco una hoja en mi bolso, saco mi cartuchera y cuando la abro me consigo con la sorpresa de que solo hay una borra y un sacapuntas. ¿Y mis lápices?

—¿Tienes un lápiz?—Le pregunto a Bart, él con una sonrisa irónica me señala el que tiene en sus manos—. ¿No tienes otro?

—¿Me ves cara de librería?

—Muérete, Bart.

—Pídele uno a Daisy—susurra Louis alentándome. Los demás me ven con sonrisitas pícaras.

¿Qué puedo perder?

Me acerco a Daisy y le doy un toquecito en la espalda. Juro que mis piernas se encuentran tan temblorosas como un flan. ¿Quién lo creería? Connor Pirce está nervioso por pedirle un lápiz a una chica.

— ¿Me prestas un lápiz?—pregunto.

—No—responde ella.

— ¿Por qué?—vuelvo a preguntar. ¿Qué le he hecho yo a esa chica? Si no mal recuerdo evité que mis amigos le dieran una iniciación.

—Porque no me lo vas a devolver.

¿Enserio? Piensa rápido Connor, ¿qué le puedes responder? Esperen... ¡Bingo!

—Entonces... regálame un lápiz.

Ella suspira para luego tomar su cartuchera y buscar algo en ella. Un lápiz es tomado en sus finos dedos, ella prácticamente me lo lanza pero mis reflejos son bueno y evito que me dé en la cara.

—Gracias emm...—finjo no saber su nombre

—Daisy.

—Sí, Daisy. Te debo una.

Mierda, no lo puedo creer. Pude hablar con la chica que me gusta sin haberme desmayado.

El momento que todos estaban esperando <3  POV de Connor en el prólogo de RUL. Es muy loco volver a escribir esto xD

Espro que los disfruten :) Recuerden que mañana subiré el prólogo de #CUADA <3

Saluditos.

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