George.

Teníamos una broma preparada para la cocinera de la escuela. Bueno, para mis amigos era una broma, pero para mí era una venganza.

Dicen que nada es más dulce que las venganzas, pues espero entrar en un coma diabético, amigos.

—¿Todo listo?—pregunta Bart.

—Las ratas están en su sitio—contesta Louis. Chicos, no se crean todo lo que dicen de mi dulce amigo Lou, certifico que él es el más peligroso de nosotros.

—¿Connor?

—Ya coloque las cucarachas en su cartera.

—¿Tristan?

—Mofetita está en su auto.

—Muy bien, ¿George?

—El laxante ya está en su botella de agua.

—Entonces, a sus puestos, intocables.

Entramos a la cafetería de la manera más tranquila posible, sin que nadie sospeche de nosotros. Algunos voltean hacia nuestra dirección mirándonos con miedo, lo más seguro es que ellos hayan sido parte de nuestras bromas, lo digo porque a lo lejos veo a Fanny, la chica a la que le pusimos una araña de plástico en la bolsa en donde guardaba sus toallitas femeninas, mirándonos nerviosa. Muy ingenioso, ¿verdad? La chica salió gritando del baño con sus pantalones por las rodillas. Fue un día épico.

Louis siguiendo el plan se acerca a la cocinera, al ser el chico más dulce e inofensivo, lo colocamos muchas veces como carnada, es perfecto en su trabajo. Mientras Louis distrae a la mujer, Connor y yo nos escabullimos por la entrada de la cocina para ir directamente a hacia donde están las ratas.

—Abre la puerta—susurra Connor.

Procedo a abrir la puerta con cuidado haciendo que las pequeñas ratas salgan rápidamente. Esperamos unos diez segundos en silencio hasta que los gritos se empiezan a escuchar. Connor y yo rompemos a reír, pero aun no podemos cantar victoria, todavía no ha terminado nuestra broma. Tristan entra y corre hasta nosotros jadeando, su rostro se encuentra blanco como el papel, así que empiezo a preocuparme.

—¿Qué pasó?

—¡Cuatro ratas se subieron por el cuerpo del director!

—¡¿Cómo?!

—¡Lo están mordiendo!—grita espantado—. ¡Joder, está vez si nos expulsan!

—Pues lo estoy pensando seriamente—Una voz gruesa se expande en la cocina, tanto Louis y Bart vienen sujetados por el director—. ¿Qué voy a hacer con ustedes?

—¡Ustedes, pequeños demonios! ¡Arruinaron mi cocina!

—Ellen, ya estaba arruinada, cariño—dice Bart como si estuviera mencionando la hora.

—¡No puedo más! ¡Renuncio!

—Igualito no te queríamos, Ellen—suelto despreocupadamente.

—¡Silencio!—grita el director y luego se recompone—. Ellen, podemos llegar a un acuerdo...

—¡No quiero saber más nada de este lugar! ¡Todos me están volviendo loca!—Toma su bolso infestado de cucarachas y con una botella de agua llena de laxante para salir dando pasos agigantados.

Nos miramos uno con los otros, estoy a punto de estallar, debo hacerlo. Soy el primero en soltar una carcajada, todos me siguen incluido el director.

—Intocables, no sé qué voy a hacer con ustedes. Me están sacando las canas verdes.

—Nada sería igual sin nosotros, director.

—Ujm ¿chicos? ¿No le vamos a advertir a Ellen sobre Mofetita?—El director se pone blanco mientras nosotros rodamos los ojos.

—Mofetita estará bien mientras que Ellen... no tanto.

—¿Quién es Mofetita?—pregunta el director.

—Es un zorrillo que traje de la tienda de mascotas de mamá.

El director se pone más blanco de lo que estaba. Una sonrisa malévola se extiende por mi rostro, pero créanme chicos, estoy muy preocupado por mofetita, no quiero que la bruja de Ellen lo lastime.

Ahora, estoy comprobando que la venganza es dulce. Eso enseñará a Ellen a no seguir escupiendo en la comida de los demás, aún tengo pesadillas sobre el vídeo de ella dejando gargajos en los alimentos.

Pero en fin, los intocables triunfaron... otra vez.

¡Lo confieso! No actualicé este fin de semana porque no me dieron ganas xD Nahh, en realidad vagueé todo el fin y lo único útil que hice fue leer. Disculpen por la tardanza.

Les dejo un poco sobre mi bebé George quién va a ser el protagonista del siguiente libro de Los Intocables. Recuerden que este miércoles subiré el prólogo he iniciaré la historia el día 6.

¡Muy pendientes!

saludillos.