La sandía va a salir por la dona.
Connor.
Iba de camino a casa cuando me llamaron dándome la noticia. ¡La sandía va a salir por la dona!
Joder. Joder. Joder.
Hacen dos meses Daisy y yo hablamos sobre tener un código para cuando el bebé viniera, fue a ella que se le ocurrió la sandía va a salir por la dona luego de que viera un documental de como un bebé del tamaño de una sandía tendría que salir de la vagina de su mamá del tamaño del agujero de una dona. En ese momento me pareció chistoso, ¿ahora? Estoy asustado y cada vez me espanto más al escuchar los gritos que Daisy da en su camilla del hospital.
—¡Mierda y más mierda! ¡Cuando salga de aquí voy a contarte el pene, Connor Daniel!
¿Mi pene?
—¿Qué culpa tiene mi pene, señora lápiz?—digo con mi voz baja tratando de tranquilizarla.
Aprieta con demasiada fuerza la mano con la que me sujeta, tanto así que por un momento pienso que me va a romper los huesos.
—¡¿Te duele, te duele, eh?! ¡Así le voy a hacer a tu pene cuando saquen a este bebé!
—¿Cómo está una de mis pacientes favoritas?
Una muy feliz enfermera entra a la habitación en el momento justo, ésta enfermera nunca sabrá que es la salvadora de mi pene.
—¡Me siento como si una ballena me hubiese masticado y luego las gaviotas estuviesen pisoteando mi cuerpo putrefacto!
—Oh, ¿entonces te duele mucho?—La enfermera sigue sin perder su sonrisa y estoy seguro de que Daisy está a punto de cometer un asesinato.
Otra contracción fuerte viene haciéndola gritar. Empiezo a sudar y a ver un poco nublado, aprieto mis ojos con demasiada fuerza impidiendo que pueda desmayarme.
—¡Dígame que ya pudo pujar!
La enfermera sonriente hace sus respectivas revisiones y como si fuera posible sonríe aún más.
—¡Ya estas completamente dilatada! Voy a llamar al doctor para que podamos empezar—sus ojos alegres me miran—. Por favor, papá, sígueme, vamos a prepararte para que estés durante el parto.
Me levanto pero Daisy sujeta aún más fuerte mi mano impidiéndome caminar. Me mira espantada, toda sudorosa, ella está muy asustada y por un momento dejo de pensar en que me ha amenazado en varias ocasiones y me pongo en su lugar.
—Hey, no te asustes, señora lápiz, voy a ir con esta amable señorita a cambiarme y luego volveré junto a ti para conocer a nuestro pequeño, ¿vale?
—Ella no es amable, es fastidiosa y no quiere que puje aun—unas lágrimas se deslizan por sus mejillas—, por favor vuelve, no me dejes sola.
—Voy a volver, señora lápiz.
Tres horas después Daisy da a luz a un hombrecito de tres kilos novecientos noventa gramos llamado Lucas Quill Pirce. Les juro que no puedo dejar de mirarlo, Daisy tampoco puede hacerlo, él es simplemente perfecto. No puedo creer que nosotros hayamos hecho a ese bebé.
—¿Connor?
—¿Si, señora lápiz? —digo sin despegar mis ojos del pequeño Lucas.
—Lamento haber amenazado con estrangular y cortar tu pene.
—No hay problema.
—¿Y Connor?
—Si.
—Gracias por contribuir en su creación—finalmente la miro, ella sin embargo sigue hechizada con Lucas—. Te amo, los amo.
Beso su frente y luego me acerco a la de mi Lucas. Dios, estaba formando mi propia familia. Mamá estaría orgullosa.
¡Hola, Hola!
Este capítulo lo amo porque te das cuenta de que todo comenzó con Connor y él ya tiene un bebé junto a su señora lápiz <3 Llorando.
Capítulo dedicado a DaiiBenitezz, espero que te haya gustado.
Nos estamos leyendo.
P.D. Como a mi encanta torturarlas lo voy a repetir, falta muuuy poco para terminar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top