La primera gran broma.

Connor.

— ¡Expulsados!—grita la señora Montgomery, aun y en cuando no fuera la directora.

Resumiré lo que pasó con una sola palabra: pelo.

Ahora daré una breve explicación. Francis, nuestra primera víctima, fue atacado por globos con... ácido.

Si, tal vez nos sobrepasamos un poco.

En fin, Bart es el más malévolo del grupo, él nos engatusó e hizo que utilizáramos el ácido del laboratorio de química y lo estoy culpando a él porque hasta el inocente de Louis lo convencieron de hacerlo.

Francis estaba saliendo a la cancha de básquet cuando aparecimos de detrás de las gradas a empezar a arrojarle los globos coloridos, el chico gritaba y nosotros reíamos por el momento de grandeza... hasta que empezó a salir humo de su rostro, literal. Francis quedó totalmente rojo, pero gracias a Dios no sufrió quemaduras aunque ya no tiene ni un solo pelo en su rostro y sí, tampoco en su cabeza.

—Señora Montgomery, tranquilícese—El director Guther trataba de tranquilizar a la encolerizada vieja Montgomery—. Yo podré resolver esto.

La vieja Montgomery se dio cuenta en el momento de que cinco chicos llevaban cargado a otro prácticamente corriendo hacia la enfermería, no está demás decir que lo único que ha hecho fue gritar improperios como ¡Zanganos! ¡Hijos del Diablo! Y mi favorito ¡Se van a arrepentir, pequeños delincuentes!

— ¡La única solución es que expulse a estos delincuentes!—contesta ella totalmente alterada.

—Julia, debes calmarte, no quiero que mueras frente a mis ojos—Bart está jugando con fuego y quiere quemarse, definitivamente—. Te confieso algo... he estado enamorado de ti desde que te vi por primera vez y no podría tolerar tu partida.

Y esa primera vez fue cuando la señora Montgomery llegó a la institución... esa fue realmente nuestra primera broma pero nadie se enteró de que fuimos nosotros—Salvo la vieja Montgomery—, hasta que por supuesto lo subimos a nuestra redes sociales unos meses después.

—Este muchachito, descarado...

—Señora Montgomery, por favor le voy a pedir que salga, quiero hablar a solas con los chicos.

La vieja Montgomery hace su recorrido como una pequeña infante que se le ha negado algo, me recuerda mucho a mis hermanas. Cierra con fuerza la puerta del despacho del director y ahora los seis nos encontramos en un gran silencio.

—Chicos, no quiero hacer algo como expulsarlos—Empieza el director—, pero esta situación no puede quedar impune, así que necesito que me den razones para que su castigo no sea demasiado malo.

—No sé limpiar, profesor—dice rápidamente Tristan y los demás empezamos a reír.

—Hablo de razones del porque hicieron lo que hicieron, McDugents.

—Ah, bueno, Francis no me agrada, se robaba la atención de todas las chicas.

—Yo no quería hacer esto y me obligaron—Louis se excusa y todos lo fulminamos con la mirada.

— ¡Louis!—Los cuatro gritamos al unísono.

— ¿Qué? Estoy diciendo la verdad—se defiende.

—Director Guther, solo colóquenos el castigo que usted desee—Bart termina de hablar por todos—, solo no llame a nuestros padres.

—Uff es cierto, no quiero ni imaginarme lo que hará mamá si se llega a enterar—George finge un escalofrío.

—Señor Guther, no quiero que papá tenga oro peso más encima—digo en un suspiro. Papá ya tiene demasiado con que lidiar.

El director Guther nos observa con total atención, pasa su mirada por cada uno de nuestros rostros. Unos minutos después suspira y asiente.

—Dos meses de castigo.

— ¿Qué?

—No puede ser

— ¿Esta bromeando?

—Dos meses de castigo, sin excepción—El director Guther ignora nuestras quejas y nosotros decidimos aceptar.

Bueno, al menos la primera gran broma valió la pena. Estoy seguro que mañana todos hablaran de nosotros.


Un poquito más de nuestros chicos.

Me encanta escribir sobre el pasado de los intocables... ¿Que tal la primera broma? ¡Rayos, si que son buenos en lo que hacen!

Espero que disfruten este capítulo :) y nos leemos en este libro el próximo fin de semana <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top