Connor.

Llego tarde a clases. Detesto llegar tarde a clases. Mi despertador no sonó y eso evitó que me pudiera levantar temprano. Mi padre se ofreció a llevarme, pero si seguía a paso de tortuga no llegaría nunca.

—Papá, acelera, por favor—digo con tranquilidad exterior, porque internamente estoy gritando.

—Tranquilo, hijo, llegarás a tiempo.

—Papá, hace cinco minutos sonó el timbre de entrada.

—Ve el lado bueno, estamos a dos cuadras.

El semáforo en rojo hace que mi papá detenga el auto, me estreso más de lo que estaba así que tomo mi bolso y abro la puerta del copiloto para bajarme.

—Gracias por tratar de traerme, nos vemos en la noche.

—¡Connor!—grita, pero ya yo había salido como un cohete de ahí.

Corro con rapidez tratando de evitar a las personas, tropiezo con una niña que se encuentra en su bicicleta y le grito un perdón sin dejar de correr. A lo lejos veo el edificio del instituto, el señor Riggs me va a matar, pero en mi defensa me acosté tardísimo por estar estudiando para la clase evaluada de hoy. Podré ser un intocable y adorar las bromas, pero trataba de que mis notas se mantuvieran. Lo hago por mamá.

Cuando al fin cruzo las puertas del instituto, suena mi teléfono anunciando que tengo una llamada. Trato de ignorarla, pero cuando vuelve a sonar, saco el teléfono del bolsillo para contestar.

—¿Qué?

—¿Trajiste el pica pica?

Maldigo en voz baja porque sí, se me había olvidado.

—Ahora hablamos, estoy por llegar—le contesto a George y luego cuelgo.

La puerta del salón se encuentra cerrada aunque una chica está de pie delante de ella debatiéndose en si tocar o quedarse plantada afuera hasta que la hora se acabe. Me acerco hasta ella y le doy un golpecito en su hombro, cuando se voltea me quedo pasmado. Es preciosa.

—Uhjmm, ¿vas a entrar?

—Yo... sí. Soy nueva—Si no me lo dices ni me entero.

—Me doy cuenta—murmuro a mala gana, la chica bonita me fulmina con la mirada pero la ignoro, toco la puerta rezando para que el profesor Riggs me deje pasar.

—Pirce—dice él despectivamente apenas abre la puerta—, estas no son horas de llegar.

El foco en mi cabeza se enciende, le regalo una sonrisa socarrona.

—Señor Riggs, estaba dándole un tour a mi nueva compañera—Chica bonita, no lo arruines.

—¿Nueva compañera?

La chica bonita alza su mano con sus mejillas muy sonrojadas.

—Soy la alumna Rogers.

—¡Oh, sí! Rogers, bienvenida. Puede pasar.

La chica bonita se adentra al salón y yo también lo iba a hacer, pero Riggs me detiene.

—La próxima vez que llegue tarde a mi clase, pasara una increíble estancia en detención.

Hijo de...

—Sí, profesor—Entro rápidamente con mala cara, busco mi asiento habitual al lado de Louis y troto para sentarme ahí.

—¿Dónde estabas?—pregunta mi amigo.

—El despertador no sonó.

La clase inicia y no tengo ganas de hablar con ninguno de mis amigos. En mi mente se proyecta la imagen de la chica bonita. Escaneo todo el salón hasta que la encuentro, sus mejillas aún no se encuentra sonrojada y creo que mi mirada es muy pesada porque ella voltea a mi dirección. Extiendo una sonrisita de don juan y ella se da vuelta rápidamente.

Una pequeña risa es soltada por mi parte. Joder, esa chica es preciosa.

Les juro que ni me había dado cuenta que era sábado xD Yo solo quería seguir durmiendo y leyendo, pero aqui estoy cumpliendo.

Esta fue realmente la primera vez que D y C hablaron :O Este es como un extra de #RUL, y pronto estará el prólogo de #RUL aquí pero por el punto de vista de Conito, ¿que tal?

Espero que les haya gustado.

Saludos.