Es lo que ella quisiera.
Bart.
—¡Papá, apaga la cocina!
—Pero Bart, aún falta que se cocine un poco el pescado.
—¡Papá, el pescado ya está negro!
—La receta dice que debe estar bien cocido.
Me lleno de paciencia, respiro profundo y luego expulso todo el aire por la boca.
—Papá, se supone que un alimento está bien cocido cuando se ve doradito, ¡no se ve negro!
—¿Qué pasa?—Se acerca mamá con su muy usual traje gris.
—Papá no quiere apagar la cocina—Mamá alza un poco su cabeza para ver lo que mi padre ha hecho, muestra una pequeña mueca de disgusto y luego niega con la cabeza.
—Por favor Taylor, apaga eso, ya está negro.
—¡Pero la receta dice que tiene que estar bien cocido!—Papá pierde la paciencia.
Y por supuesto yo también.
—¡Papá, el pescado está quemado!
—¡Esta cocido!
—¡Está negro!
—¡Debe saber delicioso!
—¡Debe saber a cenizas!
—¡No me cuestiones, Bartolomeo!
—¡Vas matarnos!
—¡Silencio!
Ambos nos callamos al instante. Mamá es la que lleva los pantalones en la familia. Es mentira cuando dicen que ella padre es la máxima autoridad. Joder, tan solo ver a mi madre a los ojos me asusto y más aún cuando me llama por el nombre completo. Tan solo cuando dice Bartolomeo David me dan ganas de lloriquear, pero debo mantenerme fuerte.
—Bartolomeo David—Ahí está. Admito que tiemblo un poco—, no le hables de esa manera a tu padre. ¿De acuerdo, señorito?
—Sí, mamá—respondo en un susurro. Luego ella voltea a ver a mi padre quien le mira con pavor.
—Taylor, por favor, eso está negro. Tu hijo tiene razón, no vamos a comernos eso. Cuando Bart dice que apagues la cocina debes hacerlo, él conoce más de éstas cosas.
Mi madre siempre le ha dicho Taylor a mi padre, según porque nuestro apellido también es un nombre. Y es cierto, pero prefiero mil veces el nombre Alan que Taylor. ¿La razón? Taylor es un nombre unisex y por ende cada vez que mi mamá dice Taylor recuerdo a Taylor Swift.
Joder, muchos Taylor en una oración.
—De acuerdo.
—Muy bien. Ahora, Bart ve a trabajar ya vas tarde.
—¿Y mi almuerzo?—Ella me extiende un par de dólares cosa que me hace sonreír.
Admito que gaste todos mis ahorros en pagar la renta de mi teléfono. No soy buen ahorrador al igual que Tristan, pero eso sí, nadie lo supera a él.
Me despido de mis padres para después salir de casa, subo a mi auto poniéndolo en marcha. El trayecto de mi casa a Happy animals es corto, gracias a Dios. No me gusta mucho estar en el auto solo, llámenme loco pero siempre pienso que moriré dentro de él.
Diez minutos después, estaciono el auto frente a Happy animals, lo apago y luego bajo de él. Pelusa se quedó en la tienda toda la noche a modo de castigo, mi pequeño hijo hurón ha estado muy escurridizo, tanto así que orinó cada uno de los tacones de mi madre y créanme, no son poquitos.
Abro la puerta de la tienda e instantáneamente sonrío, la dueña de mis sueños está aquí... Perdón, la mamá de la reina de los sueños de Pelusa está aquí.
—Pero miren nada más quién está aquí, si es la novia de mi Pelusa—Ella me mira mal.
— ¿Que hay, Bart?
—Hola, Amy. ¿Ya te decidiste en casar a nuestros hurones?—Esa pregunta no podía faltar.
—¿Él es tu novio, Amy?
Una pequeña niña dice a su lado. Amy abre sus ojos como platos al igual que yo, pero me recompongo rápidamente.
—Eso es lo que ella quisiera.
Primero, PERDOOOOOOOOOOOOOOOOOON. No tengo una buena excusa para decirles porque tenía tiempo desaparecida cuando prometí capítulos. Mi respuesta es: Libros.
Literal, me leí 5 libros en 3 días, he estado totalmente adictiva a eso y ni siquiera entré a wattpad en toda la semana. Sorry :/
Pero en fin, aquí tienen uno de los capítulos que subiré hoy, más tarde publico otro :)
Disfrútenlo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top