El número de Connor.

Tristan.

—¡Hola, Tris Tris!

Fulmino con la mirada a George quién se aguanta las ganas de reír.

—América, la próxima vez no le hagas caso a tu hermano.

—Me prometió el número de Connor si te decía así—La niña frunce los labios.

—Te mintió, él no te lo va a dar.

América voltea a ver a George con los ojos cristalizados.

—¿George?—susurra.

—Mer, no te voy a dar el número de alguien que es mayor que tú y de paso es mi mejor amigo, además, tu no vas a tener novio hasta que cumplas los cuarenta.

—Esto es mentira, América. Tú vas a empezar a follar desde los veinte—digo entre risas.

—¿Tú crees?

—¡Silencio!—George grita alterado, luego me fulmina con la mirada. Lo más seguro es que ya estuviese muerto si esas miraditas lanzaran rayos—. ¡Cierra la boca, McDugents! ¡No contamines la mente inocente de mi hermana! ¡Y ti, América, cuidadito con lo que haces!

—Si eres bobo, George—Mer voltea a verme—. Oye, Trs Tris, ¿tú si me vas a dar el número de Connor?

Una idea pasa instantáneamente por mi cabeza. Una risa descontrolada sale de mí y George me mira asustado, sabe que cuando me dan ataques de risa es porque estoy planeando una broma y estoy pensando en cómo la pasará mi víctima.

—Acércate, Mer—América camina hacia mí y se sienta a mi lado—. No te daré el número de Connor, pero, ¿qué tal si le llamas desde mi teléfono?

—¡¿Enserio?! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!

Saco el teléfono de mi bolsillo, marco el número de Connor, lo pongo en altavoz y luego se lo doy a América.

—¿Qué pasa, Tristan?—Saluda Connor desde el otro lado del teléfono.

—No soy Tristan—dice la vocecita de América.

—¿América?

—¡Hola, Connor!

—No me digas que robaste el teléfono de Tristan—Connor se escucha algo cabreado—. América, eso ya lo hiciste una vez con George, devuélvele el teléfono a Tristan.

—Él me lo prestó para llamarte—menciona ella con inocencia.

—Voy a matarlo—se escucha por lo bajo—. Mer, cariño, ¿puedes pasarme a Tristan?

—¿Cuándo vas a venir a pasar el rato conmigo, Connor? Extraño cuando fingías que eras mi esposo y que mis muñecos eran nuestros hijos.

George estalla en carcajadas al igual que lo hago yo.

—Iré cuando pueda, Mer.

—Siempre dices lo mismo.

—Estoy ocupado con el instituto.

—Pero yo quiero que vengas—Los ojos de América vuelven a cristalizarse y me arrepiento de haber llamado a Connor.

—Escucha, preciosa, haré lo posible por ir este fin de semana, ¿te parece?

—¡Sí!

—Bien, ahora pásame a Tristan.

América hace lo que le pide y me da el teléfono, quito el altavoz para luego poner el auricular en mi oreja.

—Hola.

—Voy a matarte.

¿Qué Connor es tierno con América? Lo hace para no herir sus sentimientos, pero la realidad es: Connor le tiene miedo a una niña de once años.


Hola, hola, pepsi y coca-cola xD

Actualizo hoy porque... pss porque quise :v Tenía ganas de actualizar aquí.

Adoro escribir sobre América. En este capítulo ella tenía 11, recuerden que actualmente tiene 14 años ;)

Tal vez pronto escriba sobre Hanna y Elizabeth ;)

Saludillos.

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