De soldados y cerecitas.

Bart.

¿Saben que significa tener la casa completamente sola por la mañana?

Sí, que mis padres no están en casa por diferentes asuntos y yo debería estar vistiéndome para asistir a clases.

Sí, no puedo hacer una fiesta pero hay otro tipo de diversiones.

Si, que mi diversión es mi hermosa novia y ella está de camino.

Si, ni de broma me voy a alistar para ir al instituto porque voy a entretener a mi hermosa novia más especificamentete en mi cama con un juego de cuatro letras y no amigos, no es jugar al ludo.

Cuando el timbre de casa suena mi sonrisa no puede estar más que extendida, corro por las escaleras hasta llegar a la superficie de madera y poco después la estoy abriendo encontrándome con la figura de la castaña.

—¿Por qué no estás listo, Bartolomeo?

—Hola, mi amor, buenos días—escupo con sarcasmo sin aún dejarla entrar en la casa. Amy por su parte levanta su ceja—. Mi amor, debemos trabajar en los saludos matutinos.

—Bart, vamos tarde.

—Estuve pensando en ese inconveniente—Tomo su mano y la adentro a la sala, cerrando la puerta en el proceso, con una sonrisa sigo caminando a espaldas llevándola hacia mí—, y se me ha ocurrido una grandiosa idea.

—Tus ideas tienden a ser poco grandiosas.

—¿Qué tal si jugamos un poco antes de irnos?—pregunto ignorando su comentario. Ella me mira con los ojos entrecerrados, sé que no quiere dar su brazo a torcer, por lo que sé que debo trabajar para ablandarla un poquito.

—Bart...

—Por favor. Por favor. Por favor—beso sus labios entre cada suplica hasta que al final profundizo.

El beso de ser suave cambia su velocidad mucho más rápido y no sé cómo ni cuando llegamos al sofá. Con mis antebrazos procuro no aplastarla con mi peso y ella me apresa entre sus piernas. Poco a poco las prendas que cubren nuestros cuerpos van desapareciendo, quedándonos en ropa interior. Cuando siento que voy a explotar, retiro mis boxers lanzándolos sobre mi cabeza.

Es en ese momento que escucho a mi padre.

—Bartolomeo, si vas a lanzar tu ropa interior más te vale que la próxima vez no sea en mi rostro.

Amy se levanta sobresaltada ocasionando que yo caiga fuertemente al piso. Ella se viste con rapidez mientras que yo todavía no me recupero de la caída. Me levanto con cuidado y sin percatarme que aún sigo desnudo, encaro a mi padre.

—¿Qué cojones haces aquí?

—Buscando mis cojonudos cuadernos, Bartolomeo. Los olvidé—me muestra una sonrisita que falla totalmente parecer tierna—.Y por favor, cubre tu gusanito. Ya tuve suficiente contigo de bebé, no quiero recordar esa época de pañales.

Amy se carcajea, le frunzo el ceño a ella y a papá, él por su parte se retira subiendo las escaleras no sin antes saludar a Amy como si nada hubiese pasado.

—La próxima vez lo hacemos en tu casa.

—Sabes que eso es una mala idea.

—El abuelo Luca ya no está en tu casa—digo confundido—. Ya no tengo amenaza de muerte por su escopeta.

—Error. Mi abuelo Luca es tan inteligente que le prestó la escopeta a papá para que tu soldadito no minara y dejara cerecitas crecer en mi interior.

La miro horrorizado, no porque su papá ahora tenga la maldita escopeta con la que me han amenazado millones de veces sino porque ella en serio comparó mi pene con un soldado y un posible embarazo con cerezas.

Vale, he comprobado que Amy está igual de loca que toda su familia.

Y después de mucho tiempo estoy aquí.

Para no hacerles muy largo el asunto de por qué no he actualizado ninguna de mis historias fue porque perdí TODO, absolutamente todo. Las historias, portadas, adelantos que tenia de otros libros, todo. Por lo que he tenido que ponerme al corriente y todavía no he terminado, así que espero que me tengan paciencia.

Y por segunda vez... copiando y pegando el mensaje xD

Vale, no hay sexo pero... ES QUE ESTE LIBRO NO ES DE SEXO INTENSO CALIENTE, no puedo ver a mis hijos en eso, lo lamento :(

Capítulo dedicado a abrilcitavare <3 Espero que te haya gustado :) recuerden que estaré dedicando a los que comenten :)

Sin más que decir, nos estamos leyendo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top