Creo que empezaré a llamarlo rata.

Bart.

Me encantan las condiciones de trabajo que veo.

Es primero de enero y todos duermen profundamente, me levanto con cuidado de mi colchoneta procurando que Amy nos despierte, afortunadamente ésta no se inmuta. Veo como todos roncan y respiran con profundidad, necesito escoger a mi víctima. Y cuando veo su cabello rubio se me enciende la bombilla.

No le he hecho bromas a Sophie desde que éramos unos críos.

Una sonrisa macabra adorna mi rostro, camino de puntitas hasta la jaula de pelusa y lo tomo en brazos para luego caminar hasta el bulto que forma Sophie. Dejo a Pelusa en una de sus piernas y levanto con cuidado el borde del pantalón para que Pelusa pueda escabullirse por su pierna, cosa que obedientemente hace. Maldito animal inteligente, amo a mi hurón.

Corro nuevamente de puntitas hasta mi colchón y me acuesto tratando de fingir que estoy durmiendo... hasta que se escuchan los gritos.

—¡¿Qué pasó?!—escuchó gritar a Tristan.

—¿Estás loca, Sophie?—pregunta Connor.

—¡Había un bulto en mi pantalón!—grita ella casi llorando, pobrecita.

—¡¿Estabas toqueteando a mi hermana, Tristan?!

—¡¿Ah?!

—¡Pero que picarón nos salió el muchacho!—no puedo evitar comentar.

No te rías, Bartolomeo. ¡No te rías!

—No entiendo que sucede—dice Louis.

—Yo tampoco, Lou—menciona Gaston.

—¡Voy a matarte, imbécil! ¡No quiero que toquetees a mi hermanita!

—¡Connor, basta!

—¡¿Por qué crees que Tristan estaba toqueteando a Sophie?!—pregunta entre gritos Amy.

Amy, shh, no te metas en estos asuntos.

—¡Había un bulto en mi muslo, Connor! ¡Tristan no me estaba toqueteando!

—¡Pueden callarse!—Y George le quita la diversión a todo esto cuando grita.

George se inclina y toma a la bola de pelos blanca. Joder, sé que todos se van a dar cuenta que fui yo, ¿por qué no lo pensé antes? ¡Tonto! Por eso es que Louis es quien da las ideas.

—Hola, amiguito. ¿Estabas curioseando bajo las faldas de Sophie? Eso no se hace, recuerda que tienes una mujer embarazada en casa.

Todos de un momento a otro me observan, hasta mi muy condenado hurón lo hace. Creo que empezaré a llamarlo rata.

—Ups, lo siento olvidé meterlo en la jaula.

Un pequeño bocadillo en letras. Me hacía falta escribir aquí. 

Disfrútelo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top