Tristan.

Decir que extraño a Sophie no alcanza en demostrar verbalmente el dolor que siento en mi pecho. Cada día me reprocho el no haberle pedido que se quedara, pero luego pienso, ella es feliz, eso es lo importante y por nada en el mundo cambiaría la felicidad de mi pequeña Pirce.

George me pidió un favor hoy, ayudarlo en alguna cosa cursi con Cristine. Quiere invitarla a salir y piensa que Louis y yo somos los únicos que podemos darle una idea productiva. Pero Louis no podrá reunirse hoy con nosotros, estará acompañando a Bart en otros asuntos que no nos quiso decir. Quien sabe que estarán tramando eso dos. Connor no fue elegido en esta misión, según George, porque si él le pidió un lápiz a su novia para enamorarla, él no le pediría una taza de café a Cristine para conquistarla. Bueno, con Bart, son obvias las razones.

—Primero muerto—había dicho.

A lo lejos, veo a George comiendo un helado que me imagino proviene de la heladería al otro lado del parque. Me acerco a él dispuesto a asustarlo, pero él me ve antes de que mis intenciones se cumplan.

—Ya tengo un detector de peligro que me protege—dice él cuando me encuentro a su lado.

—Yo no soy peligroso.

—Lo eres, no tanto como Bart y Louis juntos pero lo eres.

—Pues... me alagas totalmente.

Comenzamos a caminar dirección a su casa.

—¿Cómo llevas lo de Sophie?

—Mal, malditamente mal, la extraño—respondo con honestidad y George me lanza una mirada de lástima.

—Al menos tienes el consuelo de que ella está bien.

—La extraño, Georgie. Demasiado.

—¿Ya consideraste tus planes luego de la graduación?—me mira con atención, asiento.

—Me iré, ya lo hablé con mi abuela, ella está de acuerdo y me apoya totalmente. Sabe que amo a Sophie desde hace mucho tiempo y que no puedo vivir sin ella.

—Nunca pensé escuchar esas palabras de ti, Tris Tris.

Río después de encogerme de hombros. Lo sabía. En realidad, ninguno de nosotros pensó que nos enamoraríamos tan fuerte a esta edad.

Decido cambiar el tema, no quiero seguir deprimiéndome con los temas de Sophie, debo pensar en otra cosa o si no voy a terminar enloqueciendo.

Empezamos a hablar sobre como George le propondría a Cristine salir en una cita. Sus ideas eran... horribles. ¿Llevarla a una exposición de semillas de café? Primero, él odiaba el café, iba a ser una cita horrible. Segundo, ¿en serio? ¿Una exposición de café? Tal vez la chica le guste el café pero no es para tanto. Ya debe tener suficiente trabajando en una cafetería.

Llegamos a la entrada de la casa de los Adams y George introduce su llave en la puerta principal.

—Tal vez debería...—se interrumpe en el momento que la puerta es abierta, algo en la sala le habrá llamado la atención—. Voy a matarlo.

¿Cómo?

»¡Aléjate de mi hermanita!

Oh rayos, esto me trae recuerdos.

Observo al interior de la casa y veo como un chiquillo de la misma edad de Mer, la hermana menor de George, se separa del abrazo en que tenía a la niña. Oh, niño, corre antes de que mueras.

—Tranquilo, George.

—¡Voy a jodidamente a matarte!

—¡Corre, niño!—alcanzo a gritar antes de que George empieza a corretear al muchacho.

Me da gracia, demasiada, pero también lástima. Como me identifico con el chico.

George lo empieza a corretear hasta que los pierdo de vista, miro a América, ella me observa en shock.

—¡Solo era un abrazo!

Sí, pero tú eres su hermanita menor.

La historia se repite.

JAJAJAJAAJAJAJA malvada sea George, pobre Logan.

¿Qué tal el capítulo? ¿Les gustó? ¿A quién más le da lástima el pobre Loggie?

Este capítulo es para ti Itzel <3 espero que te haya gustado :)

Nos leemos, intocables.