Connor.

No quería empezar en una nueva escuela, no me gustaba hacerlo. Los niños siempre me miraban raro o se burlaban de mí, nunca podía hacer amigos y esa era la razón principal por la que mis padres me mandaban de escuela en escuela.

Siempre le preguntaba a mi mami si yo era el que estaba mal, ¿acaso soy un adefesio? ¿Por qué los niños no me quieren cerca de ellos?

Íbamos en el auto, mi papi acaricia la mano de mi mami mientras conduce y no puedo evitar sonreír. Estoy feliz de tener los padres que tengo, a veces pienso que los otros niños estaban celosos por no tener dos papis o por o tener una hermanita tan guapa como la mía. ¿Les conté que tengo una melliza? Se llama Sophie y soy muy sobreprotector con ella, amo a mis otras hermanas pero Sophie tiene un pedacito de mí, por ello la considero más importante. Ella a pesar de ser tímida ha conseguido varias amigas, por esa razón mis padres no decidieron cambiarla a esta escuela conmigo, algo que me tiene muy enojado porque yo quería estar con Sophie.

De un momento a otro, papi estaciona el auto frente a una casa amarilla y dibujos de colores, observo que hay muchos niños de mi edad correteando a hacia la entrada, debe ser muy divertido el lugar porque veo mucho entusiasmo por parte de todos. A lo lejos hay un niño llorando y aferrándose a las piernas de su mamá, a lo mejor él no disfruta el lugar como lo hacen los demás, lo más seguro es que ese niño sea como yo.

—Connor—Escucho la voz de mi mami y alejo mi mirada de la escena del niño para observarla—. ¿Estás preparado cariño?— Asiento reticente, no estoy listo.

—¿Y si no le agrado a nadie, mami?

—Solo sé tú mismo, cariño. No cambies por los demás, ya verás que todos esos niños se volverán locos por estar contigo.

—Tu madre tiene razón, Connor. Ya verás que tendrás un día estupendo—die mi papá.

Ambos se bajan del auto y luego me ayudan, observo la escuela con terror. Mi papá me extiende su puño para que lo choque con el de él y luego mi mamá se agacha a mi altura para darme un beso en la mejilla.

—No lo olvides, cariño. Sé tú mismo.

Papá se acerca conmigo hacia la puerta en donde se encuentra una mujer rechoncha, le sonríe a todos los niños que cruzan la puerta adentrándose a las paredes de la escuela. Al verme llegar con papá, su sonrisa se ensancha.

—¿Tú debes ser Connor, verdad?—pregunta ella y yo asiento como modo de respuesta—. Soy la maestra Clara. ¿Estás listo para entrar?—me quedo en silencio observándola.

—Connor es un niño de pocas palabras—interviene papá por mí.

—No se preocupe, ya verá que le encantara el lugar. Que pase un buen día.

La maestra Clara me toma de la mano para adentrarnos a la escuela. Pasamos de puerta en puerta por el lago pasillo del lugar, hay muchas carteleras con dibujos y también algunas mascaras hechas con bolitas de papel de colores. Nos detenemos frente a una puerta y la maestra Clara la hace sonar con su puño, unos segundos después una maestra más joven la abre y sonríe al verme al lado de la maestra Clara.

—Ella es la maestra Suzie, estarás en su clase a partir de ahora.

—Hola, Connor ¿Cómo estás?—No respondo, realmente estoy muy incómodo con tantas sonrisas que rodean el lugar.

—Su padre me advirtió que es un niño de pocas palabras.

—Esa timidez se ira cuando haga nuevos amigos—menciona la maestra Suzie.

—Bueno, te lo dejo. Mucha suerte, Connor.

La maestra Clara se aleja dejándome con la maestra Suzie. Ella toma mi mano y me jala un poco para entrar a mi nuevo salón, algunos niños curiosos levantan su cabeza para ver al nuevo intruso que ha llegado, otros ni se reparan a verme porque están muy concentrados hablando.

—Clase, tenemos a un nuevo compañero—La voz melodiosa de la maestra Suzie hace que todos volteen a verme. Las manos me sudan al ver la mirada inquisidora de todos.

Las niñas me miran mal al igual que los niños, todos me miran de manera amenazantes menos él. El niño llorón de esta mañana me ve de manera curiosa.

—Preséntate, cariño.

Me quedo en silencio, no creo ser capaz de decir mi nombre. Me da miedo.

—Vamos—La maestra Suzie me da un pequeño empujón.

—Me llamo, Connor—digo en un susurro.

—Bienvenido, Connor—La sonriente maestra toma una silla y me la extiende—. Ahora, siéntate en el lugar que prefieras.

Tomo la silla y sin dudarlo me dirijo hacia el niño llorón. Coloco la silla al lado de él y me siento para mirar a los demás niños que están alrededor de la mesa.

—Ahora que Connor ya se integró, hoy haremos un dibujo sobre su mayor sueño...

— ¿Te llamas Connor?—pregunta el niño llorón así que asiento afirmándolo.

—Tu nombre suena como cono—dice otro.

— ¡Como un cono de helado!-exclama el niño llorón.

—¿Y cómo se llaman ustedes?—me arriesgo a preguntar.

—Yo soy Bartolomeo, pero me puedes decir Bart—responde el niño llorón—, y él es Georgie.

—¡No soy Georgie!—El niño le pega un coscorrón a Bart y luego me observa—, Me llamo George.

—¿Les gustaría ser mis amigos?—vuelvo a preguntar con miedo.

—¿Te gustan los animales?—inquiere Bart pensativo, yo asiento—. Entonces, ya somos amigos.

—Bart siempre pone esa condición para que seas su amigo, pero descuida, desde el momento que cruzaste esa puerta ya te consideré uno de mis amigos.

Y sonrío, porque creo que por fin no tendré que mudarme a otra escuela para intentar hacer nuevos amigos.

¡Estoy tan emocionada!

Desde hoy empezaré con Los Intocables #O y defhwaruf estoy muy feliz por esto. No tenía pensado hacer un libro inicial pero luego de terminar #RUL me animé a escribir un poco de como se conocieron los chicos, les aseguro que verán DEMASIADAS sorpresas aquí.

Muchas gracias a las personas que me leen desde #RUL que aun se encuentran aquí, no saben lo hermoso que es recibir cada voto y comentario suyo <3

Ahora sin más que decir... ¡Los intocables ha iniciado!

Aquí solo subiré o los sábado o los domingos, y puede que ambos días. Quiero tomarme mi tiempo con esta parte. Desde ya también podrán leer #NVAP en el cual actualizare los Lunes, miércoles, viernes y domingos :)

Ahora me voy :) Disfruten su lectura.

P.D. No se acostumbren a los capítulos largos xD