Louis.

Debo hacerlo hoy, en este momento, por lo que detengo el auto en el parque en donde realmente empezamos a hablar. Doy un largo suspiro y luego la miro, le sonrío un poco. Bajo del auto y me apresuro a llegar a su puerta, la ayudo a descender y empezamos a caminar tomados de la mano no sin antes de asegurarme de colocar la alarma.

A lo lejos veo aquel árbol en donde Livana tomo una foto de mí, ahí fue donde todo empezó, cuando le dije que quería aprender a confiar junto a ella.

—Me encanta ese viejo árbol.

—Es precioso—dice ella mientras lo mira embelesada. Sé que ella está recordando.

—¿Te acuerdas cuando hice de modelo?

—Claro que sí. Por cierto, ¿no has considerado posar para Gucci o Dolce Gabana?—se burla un poco de mí.

—Solo poso para ti, mi diosa.

Livana se sonroja, adoro ver ese color en sus mejillas. La arrastro hasta que nos sentamos en la raíz del árbol. Estoy tan asustado, sé que ha llegado el momento, pero estoy tan nervioso que no sé qué decir. Por supuesto cuando sé que debo hablar digo una estupidez.

—¿Crees que soy idiota?

¿Ven? Estupidez.

—¿Disculpa?—Ella se encuentra confundida.

—¿Crees que soy idiota?—Vuelvo a hacer la pregunta.

—No, Louis, no creo que seas un idiota.

Bueno, al menos sé que no me considera un idiota.

—Vale, eso me complace.

Miro el cielo, estoy tratando de relajarme, sé que ella me está mirando cosa que me pone más nervioso aún. Mi corazón late tan rápido que me asusta. ¡Díselo, Louis!

—¿Louis?—Hago un sonido nasal afirmando que la escucho—. Siempre he sido una chica solitaria, muchos siempre me veían raro por no juntarme con los demás, supongo que si he sido una chica extraña o al menos diferente. Recuerdo en primer año cuando me hiciste esa broma. Para ti fue divertido... para mí no tanto. De hecho, tuve deseos de vengarme por un buen tiempo. Debería hacerlo ahora y no volverte a hablar, pero eso me destrozaría porque tú eres importante. ¿Sería bueno vengarme? Pues claro que no, sería tonta. ¿Verdad que soy tonta? Demasiado diría...

—Me encanta cuando te pones a divagar—murmuro con una pequeña risita.

Cada cosa de Livana me encanta, en realidad.

—Es que estoy nerviosa.

—¿Por qué estás nerviosa? ¿Por qué estás conmigo?

—No, ya quemé esa etapa—confiesa—. Estoy nerviosa porque quiero preguntarte algo.

—Yo también te tengo que preguntar algo—Es el momento, Louis.

—¿A la cuenta de tres?—propone.

—Vale. Uno...

—Dos...

—Tres... ¿Quieres ser mi novia?

—¿Quieres ser mi novio?

Esperen, ¿ella me pidió que fuera su novio? Diablos, si Bart se llega a enterar me torturará de por vida.

—¿Me acabas de pedir que fuera tu novio? ¿Eso no se supone que lo hace el chico?

Fue un comentario machista, pero aún estoy impresionado.

—Bueno, tú eres algo lento en el asunto—se defiende mirándome mal.

—Pues discúlpame, pensé que ya lo éramos.

—¿En serio?—pregunta incrédula.

—Livana, no me he comportado igual con otra chica en mi vida. Tú siempre has sido diferente, no sé cómo actuar en algunas ocasiones. Yo... solo pensé que... tú... yo...

Y es verdad, Livana me hace actuar diferente y no de una manera negativa. Me encanta, la quiero y estúpidamente quiero que obtenga el título de mi novia.

—Entiendo. No tienes que decirlo.

—Te quiero. Mucho, mi diosa—Ella sonríe feliz para luego acercarse a mí colocando sus manos detrás de mi nuca, lleva mi rostro al suyo para fundirnos en un suave beso.

Si, esa chica me tiene loco.

He estado tan inspirada estos últimos dos días que he estado escribiendo un montón... Y no solo eso, sino también tomando decisiones xD

Sé que falta mucho para el 2019 (Aunque sigo pensando que lo que queda del 2018 pasará volando), pero ya tengo planes para tres libros y estoy emocionada. Y si, uno de esos libros tiene que ver con los intocables, con algo que les platiqué hace un tiempo en instagram y que la mayoría estuvo de acuerdo.

Eeen fin, espero que les haya gustado este capítulo que será dedicado a NemesisEnio <3

Nos estamos leyendo <3