EPÍLOGO
El día anterior a la batalla naval de Lade , el gran ejército persa se dividió en dos grandes columnas . Una de ellas se puso a sitiar la polis helena de Mileto .
Cuando la flota vencedora llegó a la costa se pudo completar el cerco de la ciudad costera .
Antes de desembarcar en una playa cercana , Amorroes y Bubaste se quedaron muy impresionados por la enorme estatua que coronaba la entrada a la bahía . Una vez en tierra firme , ambos se encaminan junto con sus Satabam , al campamento del ejército persa .
De camino ven como en las proximidades de Mileto , las catapultas ya estan en acción .
Se estan lanzando grandes piedras sobre las fuertes y gruesas murallas . Así como construyendo arietes y grandes torres de asedio para asaltar las murallas .
Una vez llegan , se reúnen con el resto de la guardia real persa o compañeros ( inmortales )
- Creí que se rendirian - dice Amorroes a su oficial superior al mando del regimiento de guardias reales .
- Lo intentaron . Pero nuestro rey de reyes , quiere que la ciudad sea destruida hasta sus cimientos , para que sirva de escarmiento . Y sus ciudadanos vendidos como esclavos .
Bubaste y Amorroes se miran el uno al otro . Ambos saben que el asalto a la ciudad será sangriento y costoso en vidas . Pero no pueden hacer nada para cambiar los deseos del monarca .
Durante el resto del día y la noche , las catapultas siguen lanzando piedras contra los muros de la muralla para debilitarlas .
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No era fácil dormir con el ruido constante de las catapultas , así que , no fue problema que a Bubaste y su Satabam le tocase hacer una guardia nocturna , cerca de los arietes .
Su oficial superior llamado Artaxes le había informado que cabía la posibilidad de que los helenos hicieran una salida fruto de la desesperación , al Amparo de la noche , para intentar atacar el campamento .
El general Mardonio no quería correr riesgos innecesarios así que se habían doblado las guardias .
Bubaste se puso a hacer la ronda nocturna para comprobar si los centinelas estan despiertos .
Se le escapó un bostezo , y en su mente se dibujó unos cómodos almohadones donde poder dormir . Niega con la cabeza desechando la idea de su mente .
< Tengo que dar ejemplo a mis hombres >
- ¿ Quién va ? - pregunta una figura en la oscuridad , en voz baja .
- Elam - responde Bubaste y espera .
- Susa - dice a su vez el centinela .
Se acerca a Myares y ve con satisfacción que el joven está atento .
- ¿ Todo bien ?
- Sí señor . Parece una noche tranquila .
- Aún así no te duermas y mantente en guardia - ordena Bubaste , antes de seguir con la ronda .
Se acerca al siguiente puesto de centinela y en ese momento le extraña no oír el alto . Furioso , pues piensa que el centinela se ha dormido , camina hacia allí en silencio , para darle el susto de su vida . Pero a la luz de la luna , ve una figura agachada con yelmo griego y otra tendida en el suelo , y más allá y acercándose a un ariete unas figuras .
Con rapidez saca una flecha del carjaz , la coloca en el arco curvo , y tensa la cuerda mientras alza el arco , a la vez que grita con toda su fuerza .
- ¡ Alarma ! ¡ Atacan los arietes !
La figura se vuelve hacia el sorprendida y Bubaste suelta la flecha . Un gemido le indica que ha herido al heleno .
Se oyen gritos de alarma entre sus hombres y pronto se advierte del peligro .
No se para a descubrir si está muerto . Con rapidez saca más flechas del carjaz , las coloca en el arco y dispara tan rápido como puede . Sus flechas hieren a tres peltastas . Ahora lo sabe , porque uno de ellos ha prendido fuego a una antorcha con la que está intentando quemar un ariete , mientras otro con un hacha , intenta causar destrozos .
Los hombres de su Satabam y de otras compañías acuden raudos a combatir la incursión nocturna helena .
Bubaste se acerca a los arietes y sigue disparando flechas contra los peltastas griegos que pretenden destruir los arietes .
Hasta que los últimos huyen al amparo de la noche .
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A la luz del día , se pueden ver los efectos de la incursión de los peltastas . Un ariete destruido y dos dañados , así como una torre dañada . A cambio de un centenar de muertos .
- ¿ Cómo os fue anoche ? - le pregunta Amorroes .
- Un muerto y tres heridos en mi Satabam . Podía haber sido peor - reconoce Bubaste .
- Aún con este ataque , no van a frenar el asalto - comenta Amorroes .
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Nada se había dejado al azar .
Las pieles curtidas que protegen los arietes y a las torres móviles se humedecen con agua del mar .
Tres hazabam de los guardias reales , la élite persa , se han preparado para el asalto . El Satabam de Bubaste se coloca cerca de una de las torres móviles que avanza despacio , sobre sus ruedas, empujado por hombres .
- Escudos grandes al frente - ordenan los oficiales satabastish .
Los soldados persas colocan los escudos rectangulares delante para proteger a sus compañeros de los proyectiles enemigos , mientras avanzan con las torres y los arietes .
Mientras se van acercando a las murallas , los arqueros persas , medos y partos lanzan miles de flechas en parábola de forma continua . Con ellas buscan evitar que los helenos de Mileto realicen una eficaz defensa .
Desde lo alto de las torres móviles , los arqueros persas lanzan flechas de forma directa contra los hoplitas y peltastas helenos .
Por su parte , los arietes se acercan a las partes de los muros que ya han sido dañados por los proyectiles de las catapultas .
Estos arietes golpean el muro de forma repetida .
En su desesperación , los helenos lanzan piedras , flechas ardientes y antorchas contra las torres móviles . Y aceite hirviendo contra los arietes .
- ¡ Seguid lanzando flechas ! - ordena Bubaste .
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En el momento en que las torres llegan a las almenas , una plancha de madera cae sobre ellas y del interior salen persas con hachas y espadas , protegidos con escudos . Los arqueros persas que están en la parte superior de las torres , siguen lanzando flechas contra los defensores .
- Abarxes mantén el ritmo de las flechas , hasta que veas que estamos en el algarve . Cuatro databam , seguidme - ordena Bubaste .
Bubaste se dirige hacia la torre móvil . Entra en su interior que casi está a oscuras , pero gracias a la luz del sol que se filtra por la parte superior de la torre , ve las escaleras . Sube por una escalera , llegando al segundo piso de la torre . Luego sube por otra de las escaleras , hasta llegar al piso de la rampa .
Al llegar , mira a los persas que luchan con ferocidad contra los helenos , para hacerse con el control del algarve .
Saca su espada corta y coge su escudo de mimbre . Pasa por entre los cadáveres de persas que hay en la rampa , hasta posar sus pies en el algarve . Bubaste avanza junto con sus compañeros pasando entre cadáveres persas y hoplitas y peltastas helenos .
En ese momento , los arqueros persas que están a pie de las murallas reducen la zona de los disparos .
- ¡ Vamos ! ¡ Juntaos ! ¡ Hay que despejar las murallas ! - ordena Bubaste .
Con el escudo por delante , y la espada corta por delante , Bubaste avanza . Agacha la cabeza para evitar la hoja de una lanza hoplita , y uno de sus hombres que va detrás , corta con su hacha el asta de la lanza .
Con su fuerza física , empuja con el escudo a los escudos de los hoplitas , al tiempo que desvía las estocadas de los xifos o espadas de los helenos , con el filo de su espada . En un momento dado , Bubaste lanza una estocada con su espada y atraviesa el ojo derecho a un hoplita . El hombre pega un grito y cae para atrás .
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Parte de la muralla cae , debido a los golpes del ariete . Al instante y antes de que los defensores cubran la brecha , Amorroes carga con su Satabam .
Saliendo de entre la nube de polvo , entran en la ciudad como una ola incontenible . Dos de los guardias reales de su compañía caen por las lanzas de unos hoplitas , pero como estos no han tenido tiempo de formar , Amorroes carga con su hacha y corta sus lanzas . Antes de que uno de ellos pueda sacar su espada , Amorroes da la vuelta a su hacha , y con el pico tira del escudo hacia abajo , para que uno de sus hombres pueda hundir su hacha en el casco expuesto del hoplita , cortando y hundiéndose en su cerebro .
- ¡ A las murallas ! ¡ Hay que despejarlas ! - grita Amorroes yendo hacia las escaleras más cercanas que suban al algarve .
Por el hueco de la brecha , entran más soldados persas y se lanzan por las calles , creando una ola de muerte y destrucción a su paso .
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La ciudad de Mileto arde , ante los ojos cansados de Bubaste y Amorroes . Bubaste tiene el brazo en cabestrillo a causa de una herida en su hombro derecho provocada por una lanza de hoplita .
- ¡ Se acabó ! ¡ Con esto , las demás ciudades helenas de Jonia que quedan se rendirán !
- No se ha acabado amigo mío . No mientras Atenas siga metiendo cizaña y alentando rebeliones - dice Amorroes .
- ¿ Pero qué gana Atenas con ello ? Estás polis están lejos de la Helade - comenta Bubaste .
- Influencia . Poder político y económico . Me parece que los atenienses se creen los mejores entre los helenos y de ahí a querer un Imperio .... - dice Amorroes .
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Unos mese después , el rey de reyes Dario da por finalizado la reunión con sus visires , los cuales le han informado sobre las finanzas y la recaudación de tributos .
- Traed la cena - ordena .
Mientras los sirvientes se afanan en traer los platos tanto a él como a la reina y el príncipe Jerjes , y unos músicos tocan para hacer amena la velada , se acerca un esclavo .
Este se postra ante el Rey de Reyes y siguiendo órdenes impartidas por el propio monarca dice :
- Majestad . No os olvidéis de los atenienses .
- Cierto . Tal osadía no puede quedar sin castigo .
FIN
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