nuevo interés amoroso?
A lo largo de los días, Lincoln comenzó a pasar más tiempo con Phineas y Ferb. Aunque inicialmente estaba confundido por sus ideas extravagantes, pronto encontró divertido y emocionante el estar cerca de los inventos más alocados que jamás había visto.
Desde cohetes que podían llevarlos a las nubes hasta una pista de patinaje en el aire, cada día con ellos era una aventura completamente nueva. Lo más curioso de todo era que, a pesar de lo increíbles que eran estas creaciones, ni las hermanas de Lincoln ni los adultos de Royal Woods parecían percatarse de su existencia.
Lincoln: (mirando a Phineas mientras ajustaba un circuito en su última creación)
"¿Cómo es que siempre logran hacer estas cosas sin que nadie se dé cuenta? Quiero decir, mis hermanas están en todas partes... literalmente. Pero ni una sola vez han visto esto."
Phineas: (sonriendo mientras ajustaba un engranaje)
"Bueno, eso es lo interesante. Por alguna razón, siempre desaparecen al final del día. ¡Es como si tuvieran vida propia!"
Ferb, como de costumbre, simplemente asentía mientras soldaba una parte del invento. Lisa, que también estaba presente ese día, escribía frenéticamente en su libreta, tratando de analizar las posibilidades científicas detrás de estos eventos.
Lisa: (murmurando para sí misma mientras observaba la máquina)
"Es improbable que la desaparición de estas construcciones sea un evento puramente azaroso. Hay algún tipo de fenómeno externo involucrado, y debo descubrir qué es."
Lincoln cruzó los brazos, observando la última creación: un parque acuático flotante que usaba globos gigantes llenos de helio para mantenerse en el aire.
Lincoln: (mirando con asombro)
"¿Y nunca les preocupa que alguien llegue a descubrir lo que hacen?"
Phineas: (encogiéndose de hombros mientras sonreía)
"No realmente. Es parte de la diversión. Además, siempre tenemos a Perry vigilándonos. ¿Dónde está Perry, por cierto?"
En ese momento, Perry apareció tranquilamente a un lado, como si no hubiera estado ausente en absoluto. Lincoln, aunque acostumbrado a la locura de su propia familia, no pudo evitar sentirse intrigado por la extraña normalidad que Phineas y Ferb le daban a todo esto.
Lincoln: (con una sonrisa divertida)
"Creo que ustedes dos son los vecinos más locos y geniales que he conocido... pero no le digan eso a mis hermanas."
Phineas y Ferb rieron mientras Lisa continuaba escribiendo, decidida a resolver el misterio de las máquinas desaparecidas. Sin embargo, en el fondo, Lincoln sabía que no importaba cuánto intentara entenderlo, con ellos siempre habría algo que lo sorprendería.
Mientras tanto, en otra parte de Danville, el padre de Isabella se preparaba para llevar a su hija junto con sus amigos Baljeet y Buford al lugar donde Phineas y Ferb estaban quedándose temporalmente en Royal Woods. Aunque sabía que el viaje no sería demasiado largo, esperaba que los niños no hicieran demasiadas travesuras en el camino.
Padre de Isabella: (mirando por el espejo retrovisor mientras manejaba)
"Espero que estén listos para una gran aventura. No sé qué estarán planeando Phineas y Ferb esta vez, pero seguro que será algo... interesante."
Isabella: (emocionada y con brillo en los ojos)
"¡Oh, estoy segura de que estarán trabajando en algo increíble! Como siempre."
Buford: (cruzando los brazos desde el asiento trasero)
"¿Apuesta a que es algo que flota? Siempre hacen cosas que flotan."
Baljeet: (ajustándose las gafas y mirando a Buford con una mezcla de frustración y resignación)
"Eso es porque Phineas y Ferb son innovadores. No como tú, que solo comes y hace bromas."
Buford: (con una sonrisa burlona)
"Bueno, alguien tiene que mantener las cosas interesantes."
El padre de Isabella miró por el retrovisor, tratando de contener una sonrisa mientras observaba las dinámicas usuales del grupo. Era obvio que estos chicos tenían una energía especial y que Phineas y Ferb seguramente la potenciarían aún más.
Padre de Isabella: (en tono tranquilizador)
"Bueno, no se preocupen. Estamos a punto de llegar. Royal Woods no está tan lejos, y me aseguré de tomar el camino más rápido. Así que prepárense para ver a sus amigos."
Isabella: (mirando emocionada por la ventana)
"¡Oh, no puedo esperar! ¿Y si inventaron algo que todavía no hemos visto? ¡Phineas siempre tiene las mejores ideas!"
Baljeet comenzó a enumerar todas las posibilidades científicas de lo que podrían haber creado, mientras Buford se limitaba a bostezar y mirar despreocupado por la ventana. La emoción de Isabella llenaba el ambiente, y no podía esperar para volver a ver a Phineas.
En poco tiempo, el letrero de "Bienvenidos a Royal Woods" apareció frente a ellos, y el grupo se preparó para lo que prometía ser otra jornada llena de locuras y sorpresas.
Mientras el auto avanzaba hacia Royal Woods, Isabella miraba por la ventana con una expresión soñadora. En su mente, ya estaba planeando cómo impresionaría a Phineas. Había elegido cuidadosamente un vestido nuevo, uno que creía que era perfecto para la ocasión.
Isabella (en su mente):
"Phineas seguro notará este vestido. Me dirá algo como, '¡Wow, Isabella! Te ves increíble hoy.' Y luego..."
En su imaginación, el escenario comenzaba a tomar forma. Phineas estaba en medio de un brillante laboratorio improvisado, rodeado de sus habituales inventos. Él se giraba hacia ella, con su característica sonrisa despreocupada, y se quedaba sin palabras al verla entrar.
Phineas (en su imaginación):
"¡Isabella! Ese vestido... te ves fantástica. ¡Deberías usarlo siempre que vengas a vernos!"
Isabella, en su mente, sonreía tímidamente mientras fingía no estar emocionada por el cumplido.
Isabella (en su imaginación):
"Oh, gracias, Phineas. Es solo algo que tenía por ahí..."
De repente, Phineas daba un salto de entusiasmo, como solo él podía hacer, y le decía:
"¡Tengo una idea! ¡Construiremos algo para combinar con tu vestido! Tal vez un jardín flotante lleno de flores que cambien de color a juego contigo."
En el fondo de la imaginación de Isabella, Ferb asentía con aprobación mientras ajustaba algún tipo de dispositivo futurista. Todo era perfecto, y ella se sentía como la estrella del día.
De vuelta en el auto, Isabella sonrió para sí misma, perdida en su sueño despierto. Buford notó su expresión y no pudo evitar hacer un comentario.
Buford:
"¿Qué te pasa? ¿Estás pensando en unicornios otra vez o algo así?"
Isabella: (volviendo a la realidad y cruzándose de brazos)
"¡Nada! Solo... pensando en lo divertido que será ver a Phineas y Ferb."
Baljeet: (con una ceja levantada)
"Sí, claro. Seguro que eso es lo único en lo que piensas."
Isabella se giró hacia la ventana para ocultar su leve sonrojo, mientras el auto se acercaba más y más a su destino. La emoción por lo que estaba por venir la hacía sentir aún más decidida.
Más tarde
Los amigos de Phineas y Ferb llegaron al hogar de los Loud con entusiasmo, listos para pasar un día lleno de diversión. Al bajar del auto, Isabella fue la primera en correr hacia ellos con una gran sonrisa.
Isabella:
"¡Phineas! ¡Ferb! ¡Cuánto los extrañé!"
Buford: (siguiéndola con las manos en los bolsillos)
"Sí, sí, los extrañamos. Bueno, más o menos."
Baljeet: (ajustándose las gafas)
"Yo los extrañé completamente. Mis días han sido muy aburridos sin los cálculos caóticos de ustedes."
Phineas y Ferb se acercaron para saludarlos, y Lincoln, que estaba a su lado, observó con curiosidad la energía de todos.
Phineas: (sonriendo)
"Chicos, antes de que nos pongamos manos a la obra, quiero presentarles a nuestro nuevo amigo. ¡Él es Lincoln Loud! Vive aquí en Royal Woods."
Lincoln: (levantando una mano para saludar)
"Hola, mucho gusto. Bienvenidos a Royal Woods. Espero que estén listos para... bueno, lo que sea que planean hacer."
Buford: (mirando a Lincoln de arriba abajo)
"¿Tú estás con ellos? No pareces tan... loco."
Lincoln: (con una sonrisa irónica)
"Digamos que estoy aprendiendo. Han sido unos días interesantes."
Baljeet:
"¡Oh, eso es genial! ¿Sabías que Phineas y Ferb son responsables de algunas de las creaciones más impresionantes del mundo?"
Lincoln: (arqueando una ceja)
"Sí, ya lo estoy empezando a notar."
Mientras seguían hablando, Isabella parecía distraída, mirando a Phineas cada vez que podía. De repente, dijo con entusiasmo:
Isabella:
"Disculpen un momento. ¡Ya regreso!"
Sin que nadie más lo notara, Isabella se dirigió al baño de la casa Loud, llevando consigo una bolsa con ropa. Había planeado este momento desde que supo que vería a Phineas, y quería asegurarse de llamar su atención.
---
En el patio, Phineas se quedó un momento solo mientras Ferb y los demás revisaban algunas piezas para lo que fuera que estaban planeando construir. Justo entonces, Isabella volvió, vistiendo un elegante vestido llamativo que destacaba su apariencia.
Isabella: (con una sonrisa tímida)
"Phineas... ¿Notas algo diferente en mí?"
Phineas, distraído como siempre, giró hacia ella con una expresión pensativa. La miró por un momento, como si estuviera intentando descifrar algo. Isabella contuvo la respiración, esperando su respuesta.
Phineas: (de repente, con entusiasmo)
"¡Ferb! ¡Ya sé qué vamos a hacer hoy!"
La sonrisa de Isabella se desvaneció lentamente mientras procesaba lo que acababa de escuchar. En su mente, las palabras de Phineas resonaban una y otra vez: "¡Ya sé qué vamos a hacer hoy! ¡Ya sé qué vamos a hacer hoy!"
(Algo así)
Isabella (en su mente):
"¿En serio? ¡Ese es todo el comentario que tienes, Phineas? ¡Ni un 'te ves bien' o algo parecido! ¿Por qué siempre pasa esto?"
Phineas, ajeno a la frustración de Isabella, comenzó a caminar hacia Ferb para explicarle su nueva idea. Antes de que pudiera alejarse demasiado, Isabella reaccionó rápidamente.
Isabella: (con una sonrisa nerviosa)
"¡Oh! Eh... Phineas, acabo de recordar que tengo que... revisar algo. ¡Vuelvo enseguida!"
Sin esperar respuesta, Isabella se alejó rápidamente, murmurando para sí misma mientras intentaba calmarse.
Isabella (en voz baja):
"No te preocupes, Isabella. Algún día, Phineas dejará de pensar en inventos y notará lo que tienes frente a él. Solo... sigue intentándolo."
De vuelta en el patio, Lincoln observó la escena con curiosidad. Se acercó a Phineas, quien estaba dibujando un boceto para su nuevo proyecto.
Lincoln:
"¿Siempre es así con ella?"
Phineas: (sin levantar la vista)
"¿Cómo así?"
Lincoln: (sacudiendo la cabeza y sonriendo)
"Olvídalo. Solo dime, ¿qué vamos a construir esta vez?"
Phineas llegando con ellos
Phineas: Lincoln me podrías hacer el favor de traerme una herramienta ,claro si tienes amigo
Lincoln: si no te preocupes ahorita te las traigo
Lincoln entró al garaje en busca de las herramientas que Phineas le había pedido. Mientras revisaba entre las cajas, un sonido bajo llamó su atención. Al principio pensó que se trataba de un gato o algo similar, pero al aguzar el oído se dio cuenta de que eran sollozos.
Dejó las herramientas a un lado y siguió el sonido hasta encontrar a Isabella sentada en el rincón más apartado del garaje, abrazando sus rodillas mientras se limpiaba las lágrimas. Lincoln no esperaba encontrar a alguien llorando, mucho menos a Isabella, quien siempre parecía tan segura y llena de energía.
Lincoln:
"Isabella... ¿estás bien?"
Ella se sobresaltó y rápidamente intentó secarse las lágrimas, fingiendo que no pasaba nada.
Isabella: (forzando una sonrisa)
"¡Oh! Lincoln… ¿qué haces aquí? Estoy... estoy bien, no pasa nada."
Lincoln: (cruzando los brazos con expresión seria)
"Vamos, Isabella. No soy tonto. Está claro que algo te pasa. ¿Quieres hablar de ello? No voy a insistir, pero tal vez te ayude desahogarte."
Isabella lo miró, tratando de mantener la compostura, pero al ver la genuina preocupación en su rostro, dejó escapar un profundo suspiro.
Isabella: (bajando la mirada)
"Es complicado. No sé si puedas entenderlo."
Lincoln: (encogiéndose de hombros)
"Tal vez no, pero nunca lo sabrás si no lo intentas. Puedo escuchar, y prometo no decir nada a nadie."
Hubo un largo silencio antes de que Isabella decidiera hablar.
Isabella: (con voz temblorosa)
"Hay... hay este chico. Me gusta desde hace mucho tiempo. Hago todo lo posible para que se dé cuenta de mí, pero parece que nunca lo nota. Me esfuerzo tanto, Lincoln, y a veces siento que... simplemente no soy suficiente."
Lincoln se sentó a su lado, tratando de no parecer incómodo ante la confesión.
Lincoln:
"Eso suena difícil, Isabella. Debe ser frustrante poner tanto esfuerzo y no ver resultados."
Isabella: (asintiendo mientras se limpia las lágrimas)
"Lo es. Intento ser la mejor versión de mí misma para que él me vea, pero no importa lo que haga, siempre está ocupado con otras cosas. A veces siento que... estoy perdiendo mi tiempo."
Lincoln: (con tono reflexivo)
"Bueno, yo no soy un experto en esto, pero tal vez el problema no sea que no seas suficiente. Quizá ese chico simplemente no ha abierto los ojos todavía."
Isabella: (mirándolo con curiosidad)
"¿Tú crees?"
Lincoln: (sonriendo con amabilidad)
"Claro. Eres una chica increíble, Isabella. Eres inteligente, amable, y... muy decidida. Si ese chico no puede ver eso, entonces el problema no eres tú, es él."
Las palabras de Lincoln hicieron que Isabella se detuviera un momento. Algo en su tono y en la forma en que la miraba hizo que su corazón comenzara a latir más rápido.
Isabella: (sonrojándose ligeramente)
"Gracias, Lincoln. Eso significa mucho para mí."
Lincoln: (sonriendo tranquilizadoramente)
"No tienes que agradecerme. Solo digo la verdad. Además, no necesitas cambiar quién eres por nadie. Si a ese chico no le gustas tal y como eres, entonces no vale la pena."
Isabella bajó la mirada, sintiendo que su rostro se calentaba aún más. Por un momento, las palabras de Lincoln resonaron en su mente de una manera completamente diferente.
Isabella (en su mente):
"¿Por qué me siento así? ¿Qué es esto que siento ahora...?"
Lincoln se levantó y le extendió una mano.
Lincoln: (con una sonrisa ligera)
"Vamos, Phineas y Ferb deben estar preguntándose qué nos ha tomado tanto tiempo con las herramientas. Si nos tardamos más, seguramente construirán algo aún más loco."
Isabella tomó su mano, aún sonrojada, y se puso de pie.
Isabella: (tratando de actuar normal)
"Sí, claro... vámonos."
Mientras salían del garaje, Isabella no podía dejar de pensar en lo que Lincoln había dicho y en la forma en que él la había hecho sentir, algo que la desconcertaba completamente.
Lincoln caminaba de regreso con Isabella hacia donde estaban Phineas y Ferb, sintiéndose satisfecho por haber podido ayudar. Aunque no sabía exactamente qué pasaba con Isabella, estaba seguro de que sus palabras habían servido para consolarla.
Lincoln (en su mente):
"Bueno, parece que hice algo bueno. Es difícil ver a alguien tan energética como Isabella sentirse tan mal. Espero que se sienta mejor ahora. Quizá gané una nueva amiga."
Mientras tanto, Isabella seguía caminando a su lado, completamente sumida en sus propios pensamientos. Su rostro seguía levemente sonrojado, y su corazón latía rápido.
Isabella (en su mente):
"¿Por qué dijo esas cosas? ¿Cómo puede ser tan dulce y directo? Es como si supiera exactamente qué decir para hacerme sentir especial. ¡Espera! ¿Qué estoy pensando? Esto no tiene sentido. Pero... ¿por qué no puedo sacarlo de mi cabeza?"
Isabella se mordió el labio ligeramente, luchando por controlar las imágenes que su mente comenzaba a imaginar: Lincoln sonriendo, dándole palabras de ánimo, siendo tan amable y atento.
Isabella (en su mente):
"¡No puede ser! ¡Yo solo tengo ojos para Phineas! Pero... Lincoln fue tan... ¿perfecto? ¡No, no, no! Esto no puede estar pasando. Solo estaba ayudándome, nada más. Pero entonces, ¿por qué siento esto?"
De repente, Lincoln se dio cuenta de que Isabella estaba caminando en silencio, algo inusual para ella.
Lincoln:
"¿Estás bien, Isabella? Estás muy callada."
Isabella se sobresaltó, saliendo de sus pensamientos.
Isabella: (rápidamente tratando de actuar normal)
"¿Eh? ¡Sí, claro! Estoy bien, solo... pensando en algunas cosas. Ya sabes, sobre... cosas."
Lincoln: (sonriendo con tranquilidad)
"Bueno, si necesitas hablar de algo más, aquí estoy. Para eso están los amigos, ¿no?"
Esas últimas palabras hicieron que Isabella se sonrojara aún más, pero rápidamente desvió la mirada para que Lincoln no lo notara.
Isabella (en su mente):
"Amigos... sí, claro. Amigos. Entonces, ¿por qué siento esto como algo más? Esto no puede estar pasándome... ¿o sí?"
Lincoln, completamente ajeno al torbellino de pensamientos en la mente de Isabella, siguió caminando tranquilo, pensando que había hecho una buena acción por alguien que lo necesitaba. Isabella, sin embargo, no podía dejar de pensar en cómo esas palabras, y el gesto de apoyo de Lincoln, habían causado algo completamente inesperado en su corazón.
Lincoln llegó con las cajas de herramientas en las manos, mientras Phineas y Ferb revisaban planos y preparaban las piezas para su próximo invento. Se acercó a ellos y las colocó con cuidado en el suelo.
Lincoln:
"Aquí tienen las herramientas que me pidieron. No fue difícil encontrarlas en el garaje."
Phineas: (con entusiasmo)
"¡Gracias, Lincoln! Ahora estamos un paso más cerca de terminar esto. ¡Ferd, trae el destornillador de precisión!"
Mientras Ferb asentía y buscaba lo necesario, los amigos de Phineas, Buford, Baljeet e Isabella, entraban al patio. Isabella, que venía un poco detrás de ellos, parecía nerviosa, intentando calmarse después del pequeño encuentro con Lincoln en el garaje.
Buford:
"¿Dónde estabas, Isabella? Pensé que ya estabas aquí."
Baljeet: (curioso)
"Y... ¿por qué estabas con Lincoln? ¿Pasó algo?"
Isabella, sintiéndose observada, rápidamente inventó una excusa.
Isabella: (sonriendo nerviosa)
"¿Yo? Ah, bueno... fui a buscar algo de agua y, eh... me encontré con Lincoln en el camino. Me ayudó con, eh... ¡una caja que estaba pesada! Nada importante."
Lincoln, ajeno al tono extraño de Isabella, sonrió con naturalidad.
Lincoln:
"Sí, nos cruzamos en el garaje. No fue nada, solo le di una mano. Bueno, mejor los dejo con su invento. Si necesitan algo más, me avisan."
Phineas levantó la vista mientras revisaba las herramientas.
Phineas:
"¡Gracias, Lincoln! Eres de gran ayuda."
Mientras Lincoln se alejaba, Isabella trató de mantener la compostura. Buford, sin embargo, no se la creyó del todo.
Buford: (arqueando una ceja)
"¿Seguro que no pasó nada más? Tienes una cara de que ocultas algo."
Isabella: (sonrojándose ligeramente)
"¡Claro que no, Buford! Estás imaginando cosas. Mejor concéntrate en lo que vamos a hacer."
Phineas, ajeno a la incomodidad de Isabella, intervino.
Phineas:
"¡Oigan, chicos! Vamos, tenemos mucho por construir. ¡Esto será asombroso!"
Mientras todos se reunían alrededor del invento en progreso, Isabella lanzaba miradas rápidas hacia Lincoln, quien ahora hablaba con Ferb. Sus pensamientos eran un torbellino, pero intentó concentrarse en el momento, aunque en el fondo no podía dejar de recordar lo que acababa de pasar minutos atrás.
Mientras Isabella se reunía con el grupo para ayudar en la construcción del nuevo invento, su mente estaba completamente distraída. Las palabras y la actitud de Lincoln en el garaje seguían repitiéndose en su cabeza.
Isabella (en su mente):
"¿Qué me pasa? Esto no es normal. ¿Por qué estoy pensando tanto en lo que dijo Lincoln? Ni siquiera era algo fuera de lo común... pero su tono, su sonrisa... ¡Ay, Isabella, concéntrate!"
Intentaba enfocar su atención en lo que Phineas explicaba sobre el funcionamiento del invento, pero su corazón libraba una batalla interna.
Isabella (en su mente):
"Siempre he sabido lo que siento por Phineas. ¡Siempre! Él es mi objetivo, mi motivación... ¿Entonces por qué, después de solo unas palabras, Lincoln está ocupando tanto espacio en mi cabeza?"
Miró de reojo a Lincoln, quien estaba ayudando a Ferb a ajustar unas piezas. Se veía tan natural, tan seguro, y esa imagen no ayudaba a calmar sus pensamientos.
Isabella (en su mente):
"Esto tiene que ser una confusión. Solo fue amable. Lincoln es un chico agradable... ¡Eso es todo! Pero entonces, ¿por qué siento este calor en mi cara cuando lo veo? Esto no puede estar pasando... ¿o sí?"
Su corazón se aceleraba con cada pensamiento, y su mente intentaba encontrar una solución lógica.
Isabella (en su mente):
"Tal vez es porque nadie nunca me había dicho algo así... algo que me hiciera sentir escuchada. Tal vez solo necesitaba eso... ¿O es algo más? ¡Ay, esto es tan confuso!"
Mientras tanto, Buford notó que Isabella estaba completamente callada, algo poco común en ella.
Buford:
"Oye, Izzy, ¿estás bien? Pareces perdida."
Isabella reaccionó de inmediato, fingiendo una sonrisa.
Isabella: (nerviosa)
"¿Eh? ¡Sí, claro! Solo... estoy pensando en cómo podemos mejorar el invento. Eso es todo."
Buford la miró con sospecha, pero no insistió. Sin embargo, Isabella seguía atrapada en su propia batalla emocional.
Isabella (en su mente):
"No puedo dejar que esto me distraiga. Phineas es el que importa. Pero... ¿y si Lincoln es diferente? ¿Y si...?"
Sacudió la cabeza, intentando despejar los pensamientos. Pero algo era claro: esta lucha en su corazón apenas comenzaba.
Fin del capítulo
Tremendo desmadre se va armar verdad 😄
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