Capítulo 21. Geminus
Los pasados eventos ocurridos tenían a Ayla muy agotada. Había vuelto a tener otra pesadilla donde solo veía fuego y destrucción. Estaba comenzando a dudar si eran pesadillas o visiones. De ser la segunda opción, temía por lo que fuera a suceder y no encontraba pistas de cuándo podría ocurrir lo que estaba presenciando en ellas. Aún seguía sin entender cómo en tan poco tiempo se encontraba en un lugar al que ella no tenía idea que existía con anterioridad y que en él se encontraban seres tan complicados como asombrosos.
La amistad entre ella y los otros tres jóvenes cada vez iba fortaleciéndose y eso le agradaba. Compartían a diario e incluso sentía que Jayden comenzaba a tener más confianza en ella y Noah. Éste, al día siguiente de tener su episodio, les narró sobre la reunión que tuvo con el mentor Abelson. Para su sorpresa, el mentor fue muy comprensivo, quedaron en reunirse más seguido para intentar lograr exteriorizar su otra personalidad y grabar sus sesiones para que así su alumno pudiera observar con detenimiento al tan llamado General. El mentor tenía la creencia que una vez Jayden aceptara y conociera su otra personalidad, podían trabajar en cómo lograr que la misma se exteriorizara cuando él lo deseara. En otras palabras, el joven podría controlar su otra personalidad, y no al contrario.
Por otro lado, la joven estaba muy emocionada pues en la lección que tendrían hoy estarían hablando sobre los Geminus. Era la primera clase que tomaba junto con los otros tres chicos y éstos cuatro se habían acomodado en una misma mesa. A pesar de que la mayoría de los jóvenes que vivían en la mansión se llevaban bastante bien, era esperado que se crearan pequeños grupos donde forjaban una amistad más cercana. Mientras esperaban a que llegara el mentor Salvador para ofrecer la lección, los diversos jóvenes se mantenían cuchicheando entre ellos.
—Es probable que nos digan que los Geminus han estado extintos desde hace mucho tiempo —decía Noah a los otros tres—. Pero lo que no saben es que tenemos a una Geminus aquí con nosotros —dijo en voz baja.
—Eso es lo que opina mi abuelo y el señor Cerritulus; puede que no sea verdad —dijo Ayla—. Además, no he vuelto a controlar las emociones de nadie. Y mis visiones se han vuelto más inciertas aún. No sé si son pesadillas o visiones —les contó con preocupación.
—Anoche volviste a pasar una mala noche —recordó Wendy—. Aun cuando caigo achocada cada noche, últimamente me despierto porque te escucho pelear en tus sueños. Anoche gritabas «no, no, no, por favor» y «sálvalo, por favor, no lo dejes morir». Me asustaste, pero volviste a dormir en paz y tranquilidad.
—¿A quién pedías que salvaran? —preguntó Jayden con curiosidad—. Después que no quieras salvar al General, estamos bien.
—El General sigue siendo tú, bobo —le recordó su amigo—. Pero ahora callaos, que por ahí vienen los gemelos —les advirtió a los demás.
Y no se equivocaba, los gemelos Vils, como los conocían, se acercaban a ellos en esos momentos. Eran hermanos idénticos, un varón y una fémina, ambos tenían la piel blanca y pálida con un pelo negro azabache lacio y habían sido diagnosticados a la edad de tres años con la condición de Distrofia Muscular. Por tal razón, ambos utilizaban sillas motorizadas. El varón, quien se llamaba Vilu, tenía la habilidad de crear fuego con sus manos, mientras que su hermana, Vilma, creaba hielo. Cargaban con ellos una lista y miraban a todos lados como si guardaran un secreto.
—Vilu y Vilma, ¡ay de mis ojos que los ven tan cerca de nosotros! ¿A qué se debe su admirable presencia? —preguntó Noah siendo todo un dramático mientras los demás se tiraban una pequeña carcajada.
—Para sacarte de esta cárcel, idiota —respondió Vilu—. Ahora, presten todos atención —dijo mientras su hermana y él acomodaban sus sillas motorizadas lo más cerca a la mesa—. Tenemos un plan para escaparnos de aquí en Noche Buena y así lograr pasar el día de Navidad fuera de aquí; ver el mundo exterior que tanto extrañamos. Regresaríamos luego de unas horas. Tenemos aquí la lista, ¿se anotan?
—Espera, espera, ¿y cómo piensan escaparse? Es casi imposible —opinó Wendy—. Además, las instrucciones que nos han dado es que no podemos salir ya que correríamos peligro.
—Si eres una cobarde no te anotes en la lista —le espetó Vilma—. Sabemos cómo escaparnos, pero no les diremos nuestro plan en caso de que vayan a soltar prenda a los mentores. Ahora bien, ¿quién de ustedes se anotan?
Ayla pensó en la oferta que tenía frente a ellos. Le preocupaba el hecho de que la idea no le iba a gustar para nada a su abuelo Mateo y temía que estuvieran en peligro. Pero si en realidad habían logrado conseguir una forma de escaparse por unas horas, podría ver a su mamá.
—Me apunto —dijo para el asombro de todos—. Aunque no estoy segura de que al final les siga con su invento, pero anótenme en la lista por ahora.
—Si ella se apunta, yo también —dijo Noah—. Anoten a Wendy y a Jayden en la lista, aunque no quieran.
—¿Y quién te dio autorización para decidir si me añaden o no? —refunfuñó el chico.
Los gemelos anotaron a los cuatro en la lista y les dejaron saber que pronto les darían más información, no sin antes recalcarles que era un secreto que tenían que guardar con mucha sutileza o de lo contrario terminarían hirviendo en fuego o congelados de por vida. En esos instantes, el mentor Salvador apareció en la habitación y comenzó a dar la lección con rapidez.
—Geminus viene del latín y tiene como significado doble en nuestro lenguaje —comenzó diciendo el mentor—. Se le conoce así, a aquellos humanos que tienen más de una habilidad extraordinaria. ¿Alguien ha conocido a un Geminus en su vida?
Todos negaron con su cabeza, con la excepción de Jayden que musitó bajito un «sí» que solo escucharon los otros tres chicos en su mesa. Ayla deseó pisarle dos o tres de sus dedos de los pies con su silla motorizada.
—Si alguno hubiera dicho que sí me sorprendería —dijo el mentor con seriedad—. El último existió hace cuarenta años. Cuenta la historia que solo han existido tres Geminus. El primero murió por vejez hace mucho tiempo, y los otros dos fueron asesinados por Oscar, uno de los Optimums más poderoso de todos los tiempos.
En esos momentos, Mariana, una de las jóvenes que participaba de la lección y estaba muy atenta al mentor, levantó la mano para hablar.
—¿Es este el Oscar que nos quiere a todos muertos? —preguntó con curiosidad.
La pregunta de la joven logró que los jóvenes comenzaran a cuchichear y a alborotar la lección.
—¡Silencio! Vamos a escucharnos todos —replicó el mentor—. Para contestar tu pregunta Mariana, sí. Oscar es el líder de los Optimums y lo ha sido por los últimos cuarenta años. Desde que tenía siete años, su poder era increíble. Oscar tiene la habilidad de hacer daño, de adentrarse a tu cabeza y hacerte sufrir hasta el punto de la locura —dijo el mentor mientras observaba a los jóvenes que parecían asustados—Comparte la visión de que los humanos que tienen condiciones o síndromes como nosotros, no somos dignos de llamarnos "humanos con habilidades extraordinarias" pues para él, "ensuciamos" la raza. Los dos Geminus, quienes eran los más hábiles en esos tiempos, no compartían su misma visión. Oscar decidió eliminarlos apenas cuando tenía dieciséis años. Desde entonces se ha dedicado a reclutar humanos que tienen habilidades extraordinarias de gran interés para él, y a eliminar a aquellos que pueden ser un estorbo para su visión, en otras palabras, a nosotros.
—¿Siempre fue así? —preguntó Ayla—. Me refiero a si siempre ha habido guerra entre un bando y otro.
—Lamentablemente sí. Cuenta la historia que hace unos cuatrocientos años se conoció al primer humano que tuvo habilidades extraordinarias. Se preguntarán cuál era su habilidad, me imagino —dijo el mentor mientras los jóvenes movían la cabeza diciendo sí—. Su habilidad era máxima inteligencia; todo lo sabía. Lo único que no conocía en un principio era cómo había obtenido una habilidad como esa y ser el único en el planeta (o eso creía).
—¿Encontró la respuesta? —preguntó Noah sin alzar la mano antes de hablar.
—La encontró. Así como en la ciencia se ha estudiado que hay anomalías en el ADN, o peculiaridades anatómicas, fisiológicas y bioquímicas en un organismo, así mismo ocurre con estas habilidades. Llegó a pensar que aquéllos que tenían estas habilidades fuera de lo común, les hacía humanos superiores. Comenzó a viajar por el mundo en búsqueda de otros como él que quizás estuvieron escondidos por varios años. Poco sabemos de los humanos que fue encontrando, hasta que entonces se dio el caso de la primera mujer, llamada Alexa, que tenía el Síndrome de Tourette* y a su vez una habilidad extraordinaria. Desde entonces, se comenzó una división, aunque no tan significativa como la de ahora. Los tres Geminus que se han conocido en la historia estuvieron en contra de esta filosofía y lucharon por la unión de los dos bandos. Por años estuvieron en paz, o algunos opinan que callados en espera de que un líder resurgiera, hasta que llegó Oscar y creó las divisiones de Optimums y Vitiums. Desde entonces, nos hemos tenido que cuidar.
—Así que los Geminus no solo fueron seres que tenían más de una habilidad, sino que luchaban por la unión —dijo Wendy sin alzar la mano.
—Eso es correcto —afirmó el mentor—. Necesitamos más personas como los Geminus, y nosotros, aunque no tengamos doble habilidad, podemos luchar por la unión. Y para eso estamos aquí; para prepararnos.
La lección de hoy fue sin duda alguna, una de las más significantes para Ayla y sus compañeros. Pensó que ser una Geminus la haría correr un peligro mayor que los demás, pero a su vez, le daba esperanza para luchar por algo más. Cuando la lección acabó, las palabras de Noah atravesaron los pensamientos y diversas emociones de la joven.
—Si de verdad eres una Geminus, Ayla, podrías con nuestra ayuda y la de los demás, lograr algo más allá que la unión: la inclusión*. Después de todo no deseamos una unión falsa, ¿no? Mejor tener una visión donde todos podamos compartir en armonía, sin barreras y con un trato digno —dijo un Noah pensativo.
Inclusión. La palabra estuvo dándole vueltas en la cabeza a Ayla toda la tarde y noche. Sola en esta travesía sería un camino arduo y peligroso, pero quizás, entre todos, se podía lograr. Después de varios días, la joven durmió tranquila esa noche sin tener pesadilla alguna, y en espera de lo que sucedería en los próximos días.
✴✴✴
Nota: He aquí el sentido del título de la saga. ¿Opiniones? ^^
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top